El lobo parecía no saber manejar su transformación humana. Jimin lo dedujo la primera semana en que la curación de la bala en su cuerpo fue mejorando con el tiempo, pues mientras el Omega le hablaba, el alfa parecía intentar hablar, pero simplemente salían sonidos extraños de su boca. Esa misma semana, después de haber curado la bala, había querido dejarlo, pero la extraña manera en que el alfa no quiso que se fuera y le mostró su cuello en señal de sumisión, le impidió aquello.

Imitando las palabras humanas (Fue un intento, porque al parecer olvidarse que estaba en su forma animal, era algo natural para aquel alfa), parecía querer decir algo al Omega.

Se habían quedado en la cueva más tiempo del que Jimin había estimado, el lobo seguía demasiado débil para caminar y claramente el Omega aunque desconfiaba del animal, no podría sentirse tan cruel al dejarlo abandonado a su merced sabiendo que podían estar cerca a los humanos. 

Esa era otra cosa que le tenía angustiado, saber que los humanos podrían estar en busca de cualquier señal de que estuviera cerca. Aunque sospechaba que los humanos estaban buscando al alfa que dormía plácidamente a su lado y pensaron haberlo matado.

Eso era lo único que le reconfortaba...Creer que los humanos habían pensado que su misión había finalizado. Sus ojos permanecen fijos en la fogata, hace más de un mes que no piensa en Jungkook.

Quizás está recostado en en sofá de su casa con su hijo en brazos y su omega a su lado, una familia feliz. En el fondo de su corazón deseaba lo mejor al alfa que por un tiempo, fue todo para él.

Mentiría al decir que no sentía envidia, le hubiera gustado estar en la posición de aquella mujer, podría disfrutar de estar junto a Jungkook y formar una familia a su lado, tener un par de hijos y envejecer a su lado. Le amaba demasiado, pero tener que aguantar humillaciones por pocos momentos a su lado no eran suficientes. Quería libertad, poder amar a Jungkook sin tener que preocuparse en nadie más que su relación, sin tener miedo de ser incluso asesinado por cualquiera de su propia aldea.

La gente de la aldea le repudiaba y era correspondido. 

En este momento no puede darse la libertad de recordar esto. Estaba haciendo las cosas bien, mirar la historia hacia atrás sería un gran retroceso. 

Ejerce fuerza sobre el cuchillo que tiene en su mano izquierda, sin notar el aroma que desprende, aunque el alfa ha sido amable con él, en algún momento podría intentar atacarlo o algo peor...

Frunce las cejas y muerde sus labios resecos. No ha tomado agua durante todo el día. La poca agua que había recolectado (el miedo no le permitía alejarse demasiado del lobo enfermo.

Ha despertando al Alfa, quien no deja de mirarle con ojos curiosos y desprende su aroma de nuevo. 

"Estás avanzando" le susurra sonriendo algo débil. El lobo parece querer decir algo más, pero de nuevo, no sale nada. Jimin se pregunta cuanto tardará en volver a su forma humana. Promete a sí mismo que en el momento en que esto ocurra, ambos tomarán rumbos distintos. Deben hacerlo.

Jimin acaricia su pelaje, el alfa hace sonidos parecidos al ronroneo.

"Si amaneces mejor, deberías acompañarme a buscar agua y quizás movernos de la cueva. Hay mejores lugares para vivir, ¿sabes?" El lobo restriega su hocico contra su cuerpo.

Cuando el alfa vuelve a dormir, Jimin se aleja lo que más pueda y toma una breve siesta.

A la mañana siguiente hay un hombre desnudo, dormido en el lugar en que debería estar el lobo.

Y es parecido a un alfa que conoce a la perfección, demasiado parecido...

Tanto es así, que sin pensarlo, habla en voz alta despertándolo "¿Jungkook?"

Intenta no sonar desesperado y sorprendido, pero falla.

La expresión en su rostro delata sus verdaderas emociones. El temblor en sus piernas no logran distraerlo para notar cualquier minúscula acción. 

Aquel color de ojos que había olvidado, se abrieron con lentitud. Le miraban con inocencia. Jimin jura haber visto un destello en esos ojos miel.

nos leemos el próximo miércoles 💗