047
Maullidos lastimeros, jadeos y llantos se escuchaban provenir del dormitorio.
Felix estaba sufriendo.
Changbin se sentía terriblemente mal por él, pero tenía miedo de hacerle algo.
Se mordió el labio inferior con fuerza, tomó aire y revisó el condón en su bolsillo otra vez y abrió la puerta del cuarto de golpe antes de siquiera seguir pensando.
Sus ojos se encontraron con los de Felix y sintió un extraño calor.
— C-Changbin~ — el gatito casi había gemido su nombre.
Changbin tragó duro, sus manos temblaban.
Felix estaba hecho una bolita envuelto en sábanas sobre la cama, y lo miraba con súplica, el castaño se acercó a él.
De cerca, Felix se veía extrañamente hermoso: sus mejillas estaban muy rojas, su nariz acompañaba ese rubor, sus labios estaban muy rojos e hinchados por haberlos mordido demasiado, cerca de las comisuras, allí donde sus pequeños colmillos tocaban sus suaves y delicados labios, había sangre; su cabello se pegaba a su frente por el sudor y sus brillantes ojitos suplicaban miles de atenciones, pequeñas lágrimas rogaban por caer.
Hermoso.
Aunque extraño porque también se notaba que estaba sufriendo.
Changbin subió a la cama para ponerse frente a él, notó su mano temblar cuando fue a apoyarla sobre el hombro de Felix.
— Lix— murmuró el humano, sus ojos viajaron por las facciones del híbrido antes de caer en sus gatunos y suplicantes ojitos—. ¿Qué quieres que haga?
Los ojos del híbrido lo miraron con lo que pareció incredulidad.
Se irguió un poco, las pálidas manos del felino dejaron de apretar las sábanas, arrojándolas atrás de su cuerpo para alcanzar la tela de la remera de Changbin, tirando de esta hacia él, atrapando los labios de Changbin con los suyos, besando esos suaves y abultados labios con necesidad.
Changbin estaba sorprendido por aquel beso, Felix nunca había iniciado un beso con tanta necesidad, correspondió rápidamente, dominando sobre los labios del otro, succionando y apretando los finos belfos de su novio.
El gatito abrió su boca, haciendo que las lenguas de ambos se encontraran, un pequeño jadeo surgió de Felix cuando Changbin se apoderó completamente de su boca.
Changbin se había ido pegando a él, sus pechos casi se tocaban y las manos del castaño se habían acomodado sobre las caderas de Felix.
Ambos seguían relativamente sentados sobre las sábanas, pero su posición era muy íntima y Felix estaba inclinado bajo el cuerpo de Changbin.
Más jadeos comenzaron a acumularse en su garganta cuando sintió de nuevo ese aroma en Changbin, el mismo que le había dado un cosquilleo en su bajo vientre días atrás, sólo que ahora parecía más fuerte, quizás por su erección y lo sensible que estaba.
Tuvo que cortar el beso para respirar de forma agitada, sus grisáceos ojos y sus muy dilatadas pupilas miraron el rostro de Changbin con súplica.
— D-Dame amor— dijo el gatito.
Changbin tragó duro nuevamente, eso había sonado tan lindo y tan tierno que no coincidía con la sucia imagen de su miembro penetrando salvajemente el lindo culo de su gatito.
— Y hagamos amor— añadió, su voz era suave, muy baja.
— ¿Es lo que quieres?
Felix asintió con ganas, sentía su erección palpitar dolorosamente.
Changbin asintió un poco, aunque fue más para sí mismo.
Las pequeñas manos del castaño viajaron de las caderas de Felix hacia sus delgados muslos, al descubierto, el tacto hizo que la respiración del híbrido se acelerara.
Rápidamente una de las manos pasó de la pierna de Felix hacia la tela de los calzoncillos del híbrido, sobre su entrepierna, donde el duro miembro del gatito pedía atención.
— Ah— un suave gemido escapó de los labios de Felix, el gatito volvió a morder sus maltratados labios.
Changbin comenzó a mover su mano sobre el bulto de Felix, en un vaivén que hizo al híbrido retorcerse ligeramente, sus orejitas se agitaban y su cola se enrollaba con nervios en su pierna.
— ¿Así te gusta? Dime cómo lo quieres, Lixie — habló Changbin, su voz había sonado bastante grave, haciendo que un espasmo recorriera al híbrido por tal tono de voz.
Aún con su respiración agitada y sus sentidos bastante borrosos por todas las sensaciones que mandaba el tacto de Changbin sobre su pene, el gatito negó.
Changbin bajó bruscamente los calzoncillos de Felix, dejando su miembro totalmente a la vista, sin darle tiempo a avergonzarse lo tomó de nuevo entre sus manos, esta vez usando las dos, continuó masturbándolo, haciendo que Felix gimiera aún más.
— ¿No es lo que quieres? — Preguntó, Felix apenas si entendía algo de lo que decía—. Felix— demandó.
Esa voz estaba haciendo estragos en su interior.
— Mgh... N-No— murmuró.
— Entonces dí lo que quieres, gatito.
Las manos de Felix fueron hacia las de Changbin, con sólo un pequeño toque el castaño ya detuvo los movimientos, el gatito separó una de las manos para tomarla, entrelazando sus dedos.
Felix, respirando agitado y totalmente ruborizado, se acercó a su novio, colocándose sobre él, casi sentándose sobre sus piernas, su duro miembro presionó el marcado estómago de Changbin, con la tela de la remera en el medio, sintió el bulto del humano bajo su trasero.
— Q-Quiero que me des— respondió, con su voz agitada.
Changbin abrió sus ojos con sorpresa un momento.
¿Su gatito en serio le estaba pidiendo eso? ¿No era un sueño?
Sin saber qué decir, Changbin actuó sin pensarlo realmente.
Su mano libre volvió a las caderas de Felix, acariciando su piel, pasando por una de sus nalgas hacia su entrada, el gatito tembló.
Changbin comenzó a rozar con la punta de sus dedos alrededor de su sensible agujero.
Las orejitas de Felix comenzaron a agitarse con fuerza.
— ¿Es lo que quieres? — preguntó, su voz sonó más suave, más sensible, Changbin sabía que debía ser delicado con su pequeño y hermoso novio, no podía permitirse ser tan brusco con su culo como con una estúpida paja.
Un dedo de Changbin se acomodó en el ano de Felix, apenas unos pocos centímetros adentro de él, pero pareció ser lo suficiente para que el gatito gimiera de forma suave.
Felix asintió, con ganas, su expresión era necesitada.
El híbrido movió sus caderas, haciendo que el dedo de Changbin en su interior lo penetrara un poco más y tocará otros puntos de su interior.
Changbin tomó su mentón, juntó sus labios, besándolo de forma profunda mientras se acomodaba.
Dejó a Felix sobre la cama, la espalda del híbrido tocaba las sábanas, se colocó sobre él, aún con un dedo en su interior, ahogaba jadeos del híbrido con sus labios.
Sumó otro dígito, haciendo que Felix se arqueara un poco con la sensación dentro de él.
Changbin se separó de él, dejando que respirara con necesidad, agitado.
— Quítate la remera, gatito— dijo el castaño, su voz volvía a ser grave.
Sacó los dedos de su interior para que Felix pudiera desvestirse, aprovechó esos segundos para hacer lo mismo él, estaba por sacarse los pantalones cuando encontró a Felix mirándolo con lujuria.
Changbin le dedicó una sonrisa, y algo de removió en el interior del estómago de Felix que lo hizo suspirar.
Los ojos del gatito fueron hacia el marcado bulto debajo de los pantalones de Changbin, su mandíbula de descolocó un poco.
"Grande" pensó.
— C-Changbinnie— murmuró, el castaño lo miró desde arriba—. T-Te quiero den-dentro— dijo, con algo de vergüenza.
El corazón del humano se aceleró, sus mejillas se calentaron.
— ¿Seguro?
Felix asintió, completamente seguro.
Changbin intentó respirar varias veces para calmarse un poco, no lo logró del todo.
Una parte de él quería darle muy duro a su lindo gatito, otra le decía que debía ser suave y que tenía que calmarse para hacerlo bien.
El castaño asintió, sacó el pequeño sobre con el preservativo del bolsillo de sus pantalones, lo mantuvo entre sus dedos mientras los bajaba, junto con sus boxers.
Los ojos del híbrido fueron al pene de Changbin, pensando lo que sería tener algo así en su interior, un leve gemido lo hizo cerrar sus ojos por el placer de su imaginación.
Changbin se colocó el preservativo sin problemas, para volver a colocarse sobre Felix, sus dedos volvieron a la entrada del gatito, quien gimió al sentirlos de regreso.
— Debo prepararte muy bien, LixLix— habló Changbin sobre su oído, una corriente eléctrica recorrió el delicado cuerpo de Felix, pequeño debajo del de Changbin—. ¿Estás listo? — preguntó, luego de que sentía las paredes de su híbrido ajustadas a sus dedos.
Felix asintió, sin saber qué más hacer.
Changbin se retiró de su interior para tomar su miembro, ubicándolo en la entrada de su dilatado ano.
— Seré suave, bebé— dijo, su tono de voz era el mismo que el de todo los días, el habitual, dándole confianza a Felix.
Changbin comenzó a empujarse dentro de Felix, el híbrido comenzó a gemir con algo de molestia, ya que no podría definirlo como dolor, conforme el castaño entraba cada vez más dentro de él, los gemidos se hicieron placenteros.
El cálido interior de Felix rodeaba a su miembro, podía sentirlo totalmente hermoso incluso con el plástico del preservativo en el medio, no podía ni imaginarse qué sería si no estuviera allí.
Miró la expresión de Felix, llena de placer por más que su ceño estaba ligeramente fruncido, aunque el humano sabía que ese gesto iba a desaparecer dentro de unos momentos.
Dió la primera penetración, bastante suave.
— Ahh- Mmg~
Segunda, un poco menos suave.
— Mío -ahh~
Tercera, contundente, golpeó por primera vez el punto perfecto en el interior de Felix.
— ¡Bin-! mmg~
Changbin sonrió ampliamente.
Se concentró al ver a Felix con cada una de sus movimientos, de escuchar sus gemidos, algunos agudos en notas altas que no pensaba que su gatito llegaría, el cómo su espalda se arqueaba de placer o cómo echaba su cabeza hacia atrás, cerrando sus ojos cuando golpeaba en su interior.
Gemidos y maullidos llenaban la habitación, sus respiraciones pesadas y el sonido al golpear el redondo y pequeño culo de Felix con sus caderas acompañaban, en una erótica melodía.
Fueron un rato cuando Felix sintió que el cosquilleo en su bajo vientre cambiaba a espasmos, casi como contracciones, al ritmo de cada golpe de Changbin en su interior.
— C-Changbin mm~ miau— no pudo decir nada coherente.
Changbin se dió cuenta que su novio estaba por acabar, la hinchazón en la cabeza del miembro del híbrido se lo advertía.
Aceleró las penetraciones, haciéndolas erráticas y profundas, los gemidos y maullidos de Felix aumentaron en nivel, lo vió cerrando sus ojitos con fuerza.
Felix acabó, manchando a ambos pero, por la posición, la mayoría del semen calló sobre su pálido estómago, Changbin continuó golpeando en su interior hasta que también llegó a eyacular.
El híbrido gimió bajo al sentir la cálida esencia de Changbin.
Respirando agitado, el castaño se inclinó hacia él para dejar un suave beso en sus labios, sin lengua y totalmente tranquilo, separándose constantemente para tomar aire que ya les faltaba.
— Ya vuelo, LixLix— anunció el castaño, el híbrido asintió.
Changbin se retiró del interior de Felix, haciendo que un bajo y último gemido surgiera de los labios del gatito.
Changbin fue directamente hacia el baño, retirando el condón de su miembro, le hizo un nudo.
Sintió sus manos húmedas, movió un poco sus dedos para sentirlos pegajosos.
Sus ojos se abrieron de más y su corazón se detuvo un momento, revisando el condón.
Estaba pinchado.
— Putísima mierda— masculló.
Lamento no haber actualizado ayer como dije pero surgieron algunas cosas, en otras noticias en la mañana me confirmaron mi inscripción en la universidad y estoy feliz
☕Angie
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