Nuestra historia comienza en los lugares más alejados del universo, especialmente en un lugar donde distintas especies de criaturas mágicas, viven.

Por más lejos que estén de los humanos, estas no salen mucho de sus territorios, se sienten desprotegidas cuando lo hacen, incluso las que tienen la capacidad de volar por los cielos, se aíslan.

En ese lugar se cuenta que entre todas estas criaturas hay una que es más poderosa que las demás, una que no le tiene miedo a volar por los cielos ajenos a los de su territorio, pero aún así, no se les ve mucho, pues son quisquillosas con las criaturas que los ven.

Se cuenta que sus pieles brillan de diferente cuál cristales cuando el sol les da. Todas las veces en las que alguien decía haber visto a aquella criatura, ese alguien desaparecía en menos de un mes, dejando a todos sorprendidos, pues la curiosidad carcomia su mente.

¿Por qué desaparecen?

¿Aquellas míticas criaturas se los llevan?

¿Los matan para asegurar su silencio?

Muchas preguntas surgían en sus mentes y nadie podía encontrar alguna respuesta.
Así pasaba los años y entonces aquellas criaturas dejaron de ser vistas, entonces las preguntas sin respuesta dieron lugar a los cuentos que ahora se cuentan.

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—¡Waoh! ¡Shijie! ¡Shijie! ¡Yo quiero conocer a un dragón!

—Yo... ¡Yo también quiero! Si Wei Ying quiere, yo también quiero, Shijie...

La mayor de los tres solo sonreía ante las palabras de sus dos pequeños hermanos. Levantó ambas manos y acarició levemente sus cabellos, despeinandolos a ambos.

—Es hora de dormir.

—¡Nooo!

Gritaron ambos niños al no querer dormirse, les gustaba que su hermana les contará cuentos, muchos cuentos; ellos eran capaces de amanecerse sólo escuchando a su hermana contando cuentos.

—Mañana prometo contarles otro.

—Pero Shijie...

—Por favor...

Ambos pequeños se abrazaron a las ropas de su hermana mostrando su mejor cara de cachorro abandonado.

—No... mañana tienen su primera lección para controlar su primera cola no pueden acostarse tarde.

Levantó como pudo a sus hermanos y los recostó en las camas que había en aquella habitación.
Dio un beso en la frente a cada uno mientras les sonreía y acomodaba los rebeldes cabellos que había en sus frentes.

—Buenas noches, pequeños.

—Buenas noches, Shijie.

Al escuchar la respuesta, la mayor se fue dejando a los dos cachorros de zorro con un cuento con el que imaginarse para poder dormir esa noche.

—Jiang Cheng... Un día conoceremos a los dragones.

—Es una promesa, Wei Ying.

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Y aquí una nueva historia Wangxian, porque ya no me aguantaba las ganas de publicar esta historia porque había visto demasiados fanarts y la inspiración vino y una cosa llevo a otra y bueno aquí estamos.

Esta historia la estoy escribiendo con una idea general, así que no sé cuántos capítulos escribiré.
Pero como siempre digo, no será largo, uno porque me bloqueo y dos porque no me gusta andar alargando las historias a menos que tenga una muy buena base, cosa que casi nunca tengo.

Bueno gracias por leer y apoyar esta nueva historia, los te quiero mucho.