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!⌗¡. Drunk

We've been drunk all summer.

Drinking and flowing and rolling.

We're falling downRed eyes, amnesia, I need ya now I'm emotional I lose control, when I'm with you.

I hope I haven't said too much.

― Zayn Malik.

Hemos estado borrachos todo el verano, bebiendo, fluyendo y rodando.

Nos estamos cayendo, 

estamos tan tarde en la noche.

Ojos rojos, amnesia, te necesito

Ahora estoy emocional, pierdo el control cuando estoy contigo, espero no haber dicho demasiado.

Cuando Minho estaba molesto daba miedo, ahora celoso era doble, su rostro tenso y ojos fijos daban ganas de salir corriendo de ahí.

Felix estaba incómodo, podía sentir la mirada de Lee sobre él, quemando su piel, se sentía tan fuera de lugar que quería irse en ese instante del departamento, pero no podía hacerle ese al castaño.

― Sung, ¿Quieres ir al cine o a la plaza? ― preguntó Felix en un susurro cerca del oido del castaño.

― ¿Por qué? ― preguntó el castaño confundido.

― No se, creo que sería más divertido, ya sabes... ― dijo nervioso.

― No tengo ganas de salir, Felix . ― respondió en voz baja.

― Bien, yo no tengo ganas de seguir aquí y que tú amigo me mire de esa forma.

Jisung dirigió sus ojos hacia Minho y el contrario de inmediato apartó la mirada de la pareja.

― Tienes razón, vamos ― aceptó el castaño.

Felix solto un suspiro de alivio.

― Minho, voy a salir. Regreso tarde. ― hablo Jisung  mirando a su amigo.

― Bien. ― digo el rizado sin mirarlo, encogiéndose de hombros.

Jisung rodó los ojos y suspiró.

En cuanto Felix y Jisung  salieron del departamento, Minho apagó el televisor, se sentía molesto, molesto con ese tal Felix, con Jisung, pero sobre todo con él mismo, los celos en su cuerpo eran más grandes que él, tan solo quería que Felix dejara de tocar a su amigo, no lo quería ver tocandolo, besandolo, abrazandolo...

Tenia que hacer algo antes de volverse loco.

El rizado tomó su celular y buscó el número de Hyunjin, tal vez salir un poco le ayudaría aclarar su mente.

Hyunjin aceptó la invitación sin dudarlo.

Y Minho no sabía sentirme al respecto, si feliz o no sentir nada simplemente.

Una noche de alcohol era lo que necesitaba.

― Jisung , creo que ya fuiste muy cruel con él. ― opinó Felix mientras caminaba junto al castaño.

― No estoy siendo cruel, solo vivo con mi vida. ― se defendió.

― Fingiendo que soy tu novio, cuando sabes que le gustas. Eso es cruel.

― Él fue el que decidió tener un novio que no soy yo, él fue cruel primero. ― ataco Jisung.

Felix río.

― No los entiendo. Si se gustan, ¿Por qué no están juntos y se ahorran el estar sufriendo? ― dijo el chico riendo.

― Lee es un estupido. Yo estaba dispuesto a estar con él, pero al parecer Minho no.

― Y tu solución fue hacerle lo mismo. 

Jisung asintió.

― Bueno, por lo menos debería de tener un novio de verdad, si es que lo vas hacer sufrir, que valga la pena mínimo.

― Oye, salir contigo vale la pena. ― dijo el castaño sonriendo.

― Si, pero lo nuestro no va a ningún lado, solo somos amigos.

― Me gusta salir contigo, no necesito un novio ahora, así que estoy bien por el momento.

― Bien. Siempre se hace lo que tu quieras. ― bufó.

Jisung sonrió orgulloso.

― Vamos, no soy un tirano. ― dijo el castaño bromeando.

― No, pero tienes todo para serlo. ― dijo Felix riendo igual.

― Gracias, lo tomaré en cuenta para mi futuro. ― río Jisung .

― Eres un pequeño muy cruel.

― ¡No soy pequeño! ― se quejó el chico sonrojandose.

― Como digas. ― dijo Felix riendo.

Jisung rodó los ojos y continuó caminando.

Jisung llegó más temprano de lo pensado y se extrañó mucho al ver el departamento vacío, Minho no estaba.

El castaño no dudó en llamar a su amigo y preguntarle en donde estaba, pero para su sorpresa el rizado no respondió ninguna de sus llamadas ni mensajes.

― Idiota. ― gruñó Jisung mirando el teléfono, rindiéndose, dejando de llamar a Minho, al final Lee ya era lo suficientemente grande para cuidarse solo.

El resto del día y de la noche Jisung se obligó a no pensar en Minho y en las posibles cosas que pudiera estar haciendo, no quería pensar en eso, por que en solo pensarlo le provoca una presión en el pecho.

Jisung se dio una ducha, poniéndose un pantalón holgado y una camiseta para dormir.

Ya eran más de las doce de la noche y Lee no respondía aún sus mensajes y con todo el dolor del mundo Jisung se obligó a intentar dormir, no podía interrumpir su vida por la de Minho.

― ¡Minho, ¿A dónde vas?! ― gritó Hyunjin  indignado.

― Con Sung. ― respondió el rizado un poco mareado.

― Vienes conmigo, no con él. ― dijo el chico molesto.

― Quiero ir con él. ― dijo Minho poniéndose de pie.

― Lee, si te vas, no vuelvas a llamarme. ― amenazó Hyunjin .

― No me importa. ― respondió Minho desinteresado.

― ¡Jodete! ― gritó el rubio molesto.

Al final Jisung logró dormir un poco, cual estaba bien, por fin su mente pudo descansar un poco de Lee, bueno, eso fue hasta que el rizado llegó a casa.

Jisung no necesitaba ser ningún genio para saber que Minho está ebrio, el solo escuchar de sus pasos torpes era suficiente para él.

"Estúpido Lee" pensó, cerrando los ojos, dispuesto a dormir de nuevo.

Con lo que no contaba Jisung  es que la puerta de su habitación iba a ser abierta.

Jisung  frunció el ceño de inmediato.

― ¿Minho? ― susurró sentándose en la cama, mirando al rizado en la puerta de su recámara. ― ¿Qué haces aquí? ― preguntó confundido.

― Jisung, tú realmente luces hermoso, incluso en pijama. ― comentó Minho sonriendo como un completo enamorado.

Jisung pasó saliva.

― Deberías irte a tu habitación.

Minho negó.

El castaño se levantó de la cama y caminó hacia Lee. 

― Vamos grandote, te llevo a la cama, para que veas que no soy tan mal amigo. ― dijo Jisung  sonriendo.

Minho ebrio era de las cosas más divertidas de podía ver en su vida.

― ¿Qué tal si me llevas a tu cama? ― preguntó con la voz ronca.

Jisung se estremeció.

― Lee, no estoy de humor, mañana debo trabajar. A la cama. ― dijo tratando de sonar lo más firme posible, aunque sus piernas estaban a punto de fallarle.

Las manos de Minho llegaron a sus caderas, apretándolas.

― Fui a beber. ― confesó el rizado mirando directamente a los ojos zafiros.

― Si, no necesito ser un genio para saberlo. ― hablo Jisung tratando de contenerse y no saltar sobre Minho.

― Era un bar muy lindo, mucha gente, muchos chicos.

― Me alegro por ti. ― susurró el castaño.

― Y nadie era ni la mitad de hermoso que eres tú. ― susurró 

El aliento de Jisung se atoro en su garganta.

― Nadie fue capaz de quitarte de mi mente, absolutamente nadie. ― habló caminando lento, llevando a Jisung hacia la cama.

― Minho estás ebrio, no piensas con claridad. ― hablo débil el castaño.

― Si, estoy ebrio, pero si estoy pensando con claridad.

― ¿Si? Dime algo que lo compruebe. ― pidió Jisung .

― Odias que tu cumpleaños sea en Navidad, porque nunca te daban doble regalo. ¿Crees que es algo que recordaría ebrio? 

― No lo sé. ― susurró inseguro.

― Tu primer novio se llamó Changbin y terminaron porque yo lo golpeé. ― continuó hablando.

Jisung río.

― Si, lo hiciste. Todo este tiempo me lo negaste. ― dijo el castaño sosteniéndose de la camiseta de Lee.

― Ya lo sabías, no necesitaba confirmarlo.

― ¿Y por qué lo hiciste? ― preguntó con interés.

― Celos ― respondió.

― Vaya, sí que eres posesivo. ― río Jisung .

― Si y créeme que no falta mucho para que golpee a Felix igual.

Jisung río y negó con la cabeza.

― No puedes golpearlo, es más alto que tú.

― ¿Y?, él me está quitando lo que es mío, pero no más. ― susurró acostando a Jisung en la cama, acomodándose entre sus piernas.

Jisung sonrió coqueto.

Ser coqueto era algo que Jisung ya tenía en la sangre, no podía evitarlo, era algo más fuerte que él.

― ¿Si? ¿Y qué harás? ― preguntó.

― Voy a joderte tan fuerte que mañana en lo único que vas a pensar será en mi nombre.  ― dijo en su oído.

― Te reto a que lo hagas. ― susurró Jisung igual en su oído.

Y en cuestión de segundos los labios de Minho estaban sobre los suyos.

Las piernas del castaño se enredaron en las caderas del ojiverde, con sus manos en su espalda, ansioso por más.

Los besos de Minho bajaron a su cuello, haciendo a Jisung cerrar los ojos y jadear, sabía que estaba mal, pero no quería detenerlo, ya mañana tendría que reclamarse a él mismo por ser tan débil.

La ropa comenzó a sobrar y los dos terminaron desnudos besándose, arrastrándose, con el fuego quemando su piel, deseosos por más de sus cuerpos.

― Lubricante. ― pidió Minho mordiendo el cuello de Jisung.

Jisung jadeo, eso dejaría marcas, lo sabía, pero no le importaba en lo más mínimo.

El castaño se estiró a su buro y saco su bote de lubricante dándoselo a Minho.

Minho gimió cuando Jisung abrió más sus piernas para él.

― Tú vas a matarme. ― gruñó el rizado cubriendo sus dedos de lubricante, pasando sus dedos por la entrada del más bajo.

― Hazlo. ― pidió en un jadeo.

Minho sonrió de lado y metió dos dedos en el otro de golpe, mirando encantado la manera en la que el castaño curvó la espalda, jadeando alto.

Lee comenzó a prepararlo, despacio, en curvando sus dedos, dando en la próstata del castaño.

― Tú realmente eres bueno para mí, Han. ― susurró lento. ― Si no estuviera tan desesperado por follarte, dejaría que te pusieras de rodillas para mi.

Jisung jadeo el nombre del rizado cuando sintió un tercer dedo dentro de él.

― Follame de una vez. ― pidió.

― Como órdenes. ― dijo Lee sacando sus dedos de Jisung.

Minho tomó un poco más de lubricante y lo esparció por su miembro, estimulando un poco, mirando la entrada de Jisung aferrándose a nada.

Jisung soltó un gemido roto cuando Minho comenzó a entrar en él, tenía mucho tiempo que no tenían relaciones y ahora sentía como si Minho estuviera quitándole de nuevo la virginidad.

― Diablos. Vaya que eres grande. ― habló Jisung  con dificultad.

Lee sonrió.

― Tú eres muy estrecho. ― respondió de igual manera.

Las caderas comenzaron a moverse en círculos, adaptándose al tamaño de Minho.

― Vamos chico rudo, destrozame. ― alentó el castaño, colocando sus manos en las sábanas, apretandolas, listo para el primer movimiento del rizado.

Minho tomó las caderas de Jisung entre su manos y comenzó a salir lentamente, hasta que solo la punta de su miembro quedó dentro del castaño y dentro de golpe.

Jisung gimió su nombre, él definitivamente quería escuchar eso el resto de su vida.

Lee comenzó a follarlo, fuerte y preciso, dando en su punto clave con cada golpe, causando jadeos y gemidos por parte del castaño.

Minho incluso podía ver sus movimientos en el delgado estómago de Jisung, podía verse entrar y salir.

Era alucinante.

Él quería ver eso siempre.

Quería ver la panza de Jisung ser follada por él.

Jisung mordió su labio obligándose a ser silencioso, suficiente era el sonido de su pieles chocando y el movimiento de la cama para darle ideas a sus vecinos de lo que estaban haciendo, no necesitaban los gemidos escandalosos de Jisung para confirmarlo.

― No te calles. Quiero escucharte. ― gruñó Lee volviendo sus labios a su cuello.

― Los vecinos pueden... escucharnos. ― gimió.

― Quiero que sepan que eres mío. ― gruño Lee.

Jisung obedeció, dejó libre su labio y sus jadeos y gemidos dejaron sus labios.

― Pudo ver como te follo en tu estómago. ― dijo ronco Minho. ― ¿Puedes sentirlo? ― preguntó, tomando una de las manos de Jisung para colocarla en su estómago.

El castaño jadeo más alto al sentirlo.

Jisung fue el primero en llegar a su orgasmo, dejando que Lee siguiera follandolo, mientras las piernas temblaban por el fuerte orgasmo que había tenido.

Minho gimió ronco, sosteniendo las caderas de Jisung con más fuerza, aferrándose a ella, descargandose con fuerza en su estrecho interior, llenándolo por completo.

― Eres una bestia. ― murmuró Jisung  adormilado.

― Tú eres muy delicado. ― atacó el rizado.

― Siento que me rompiste. 

― Tal vez lo hice. ― río Minho.

Jisung río igual.

― Mejor a la próxima si me pongo de rodillas, es menos doloroso.

― A la próxima haremos ambas cosas. ― susurró Minho antes de besarlo.

Jisung estaba tan perdido en sus pensamientos y sentimientos, que no había notado el aroma a alcohol del chico, hasta ahora.

Suspiró.

Ambos estaban demasiado ebrios.

Ebrios de amor.

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