—Feliz Navidad—le dijo Nayeon.

—Feliz Navidad, Unnie.

Se podía sentir que las dos estaban nerviosas. Ninguna quería el rechazo de la otra.

Nayeon suspiró y comenzó a hablar.

—No había salido con alguien como tú antes, Mina—confesó—. Mis amigas me hicieron salir con varios chicos y eran guapos, pero no como tú. Ni siquiera sé si me gustan todas las chicas o... bueno, sólo me gustas tú.

Mina sentía sus mejillas rojas y no era el frío de la noche.

—Uhm, no soy buena en estas cosas. Pero eres increíble, Mina, eres muy linda y como persona superas a cualquiera. Acepta mis sentimientos y este regalo—le extendió la pequeña caja de cartón en sus manos.

Mina la tomó y abrió la tapa, encontrándose con un regalo demasiado cursi y bonito.

—Son Paper Rings—le dijo Nayeon de forma tímida—. Lo admito, no me gusta tanto Taylor Swift pero a Jihyo sí y dijo que somos la definición de esa canción.

Los anillos eran rojos y verdes, con pequeños dibujos hechos con marcadores. Mina sonrió con ternura y auténtica felicidad.

—Me encantan—susurró Mina.

Era demasiado para su corazón. Mina asintió y miró su propia caja de regalo.

—Uhm, yo estuve en el lugar correcto en el momento correcto—le dijo la menor—. Y quería cumplir tu deseo aunque yo no sea Santa.

Cuando Nayeon abrió el regalo se encontró con su propia carta. La que había hecho antes a pedido de su hermanita. Sonrió abiertamente y levantó el muérdago entre ella y Mina.

—¿Solo será un romance por Navidad?

—No, por todo el tiempo que sigas deseándolo.

Nayeon finalmente tuvo su romance y Mina su beso de Navidad. Lo que llenó ambos corazones.

Después de todo, no fue una mala idea.