Gotta get control of it
Why can't I let go of it?

Tengo que controlarlo
¿Por qué no puedo dejarlo ir?

『 ... 』

Jimin se siente más sensible que nunca, tal vez el hecho de tener la vista nublado sea el motivo, él literalmente no puede ver nada, tan solo escuchar, su sentido del oído se agudiza un poco para no perderse de nada de lo que este sucediendo a su alrededor; por qué además de no poder ver nada, él no puede moverse, en sus tobillos hay tienen colocadas unas esposas especiales y en sus manos están atadas detrás de su espalda, esta totalmente indefenso.

Pero eso no es todo, igual puede sentir como el lente de las cámaras están sobre él, grabando todo y él siente especialmente sonrojado.

Y antes de que siga pensando en cómo debe mirarse en esos momentos, él escucha la voz de Jungkook, profunda y lenta, provocando un ligero temblor en su cuerpo.

- ¿Listo bebé? - preguntó el rizado.

El castaño mueve sus pies sin saber que hacer o que decir, aprieta sus ojos, aunque es algo inútil, por qué hay una venda cubriendo sus ojos zafiros, así que Jungkook no puede ver aquel acto.

No puede ver al rizado, pero puede escuchar como se arrastra hacia él y en especial siente como la cama se hunde un poco cuando Jungkook sube.

- Joder. Tú realmente luces muy lindo así. Y todo para mi. - habló el ojiverde.

Un jadeo sale de los labios del castaño cuando las manos del chico acarician en sus muslos descubiertos.

Y el sonrojo sube más rápido a las mejillas de Jimin al recordar como esta vestido; con unos calcetines blancos largos que cubren a hasta sus rodillas, unas bragas de encaje del mismo color, junto con un top rosado y si eso no fuera suficiente, el rizado le había comprado una diadema de orejas de gato blancas con rosa.

- ¿Todo bien, bebé? - cuestionó Jimin inclinándose a la altura de los muslos del castaño y comenzando besar y a dar pequeñas mordidas a la piel bronceada del chico.

El castaño no puede responder, es como si las palabras se hubiera atorado en su garganta, los labios de Jungkook su piel estaban nublado su juicio.

- Hice una pregunta. - volvió hablar el rizado y antes de que Jimin pudiera abrir aunque su boca, el chico agrego. - Gatito. - con su voz ronca

Una vez más Jimin no puede responder a eso, no por lo menos algo coherente.

- kook. - dice en un sollozo débil.

Y en cuestión de segundos Jimin siente como Jungkook lo cubre con su cuerpo, siente en calor ajeno demasiado cerca de él, el aroma del rizado llega a su nariz y tiene el impulso de abrir sus piernas para él, pero cuando lo intenta las esposas que están en sus tobillos se lo impiden.

Jungkook sonríe, aunque él no lo ve.

- ¿Sabes que haré contigo? - cuestionó el rizado, pasando sus dedos por el cabello castaño del chico debajo de él, el flequillo esponjoso de Jimin junto con esas orejas de peluche realmente lo hacen lucir como un felino y Jungkook se siente de alguna manera orgulloso por haber hecho esta compra y por la forma en la luce el chico que tiene a su merced.

Jimin libera su labio inferior que tenía entre sus dientes y asiente despacio, sintiendo el calor expandirse por su pequeño cuerpo.

- ¿Y qué es? - preguntó Jungkook sin dejar de sonreír, bajando sus labios al cuello de su chico.

- Follarme - responde Jimin con la voz más aguda de lo normal, tanto que ni él mismo reconoce su voz ni las palabras que acaban de salir de sus labios.

Jimin puede llamarse loco, pero él puede jurar que sintió la sonrisa del rizado contra la piel de su cuello por su respuesta.

- Si. Voy a follarte. - murmura Jungkook bajando sus manos al estómago del chico. - Voy a follarte tan bien que vas a poder sentirme por días. - agregó comenzando acariciar la suave piel - Tu pequeña barriga luce preciosa con esto - halago, presionando el estómago del chico.

- Jungkook. - susurró el castaño en voz baja. - ¿Me quitarás la venda? - preguntó tímido.

El rizado negó con la cabeza, aunque sabía que Jimin no podía verlo.

- No. El gatito no pude ver como su dueño se lo folla, solo puede sentir. - respondió continuando con sus besos en el cuello de Jimin y las caricias en su estomago.

- Por favor... - suplicó.

- No. - dijo firme Jungkook. - Date la vuelta - ordenó con su voz fuerte.

Jimin jadeo y asintió de inmediato, dándose la vuelta sumisamente con un poco de dificultad por las esposas en sus pies, pero lo logró con su rostro contra sus almohadas.

- ¿Hiciste lo que ordené, gatito? - preguntó el rizado, mirando con encanto la escena frente a él, Jimin con las manos atadas, su trasero alzado, cubierto de encaje y calcetines a las rodillas, él podría correrse con facilidad con aquella imagen, pero prefería hacerlo dentro del chico.

- Si, amo. - respondió Jimin.

Jungkook soltó un ligero golpe en sus muslos, el castaño supo que no era lo que el rizado quería escuchar, así que se apresuró a corregirse.

- Ya me preparé para ti. Amo.

Jungkook asintió satisfecho con eso, llevando sus manos a su pantalón; el sonido de la bragueta siendo bajada hizo que Jimin soltaron un jadeo más, ansioso.

El rizado liberó su notable erección, jadeando por la vista que tenía, bajando de inmediato la ropa interior del castaño, hasta la mitad de sus muslos.

Jungkook estimuló un poco su miembro antes de alinearse a la entrada del chico, pasando la punta tentativamente, sin entrar, haciendo a Jimin jadear y moverse inquieto.

Sonrio de lado antes de comenzar a entrar, despacio, colocando sus manos en las caderas del chico, entrando lo más lento posible, mordiendo su labio para no gemir, recibiendo un sollozo débil y tierno de Jimin cuando entró por completo.

El castaño apretó en puños sus manos, sin poder hacer nada, sin poder sostenerse de nada, tan solo se mantenía firme por la manera en la que Jungkook sostenía sus caderas.

Jimin no pudo articular ni una palabra respecto a como se sentía con Jungkook profundamente dentro de él, llenándolo de todas las maneras correctas, tan solo gimio en alto cuando el rizado hizo el primer movimiento.

La manera en la que Jungkook se movía dentro de él era algo que lo volvía loco, es como si su mente quedará en blanco y el nombre del rizado es de lo único que tiene registro su mente, sin poder retener su jadeos.

En ese momento en el que solo se dedica a jadear y a disfrutar los movimientos intensos de Jungkook, agradece internamente el tener la venda en sus ojos, por qué así no puede mirar la cámara y eso de alguna manera lo hace sentir mejor, como cuando él y Jungkook están juntos por las noches sin necesidad de grabarlo.

Por su parte Jungkook igual cierra sus ojos un par de veces, jadeando roncamente por la estrechez del chico, estrellándose contra él lo más firme y fuerte que le es posible, tomándolo y él está seguro que si pudiera marcar a Jimin para que se quede con él para todo la eternidad lo haría sin dudarlo, pero no puede y tiene que conformarse con poseer al chico lo mejor que pueda, joderlo tan bien que sea su nombre el único que recuerde. Y lo está logrando bastante bien, aunque en su mente igual solo está presente el nombre del castaño.

Y ninguno de los dos acepta eso y es probable que nunca lo hagan en voz alta, pero esta bien por ellos mantenerse eso en secreto, aunque sea un poco obvio.

- Podría follarte el resto de mis días. - gruñe Jungkook aumentando sus movimientos, apretando las caderas de Jimin, ambos están casi seguros que el castaño tendrás marcar más tarde, pero ninguno le importa realmente.

- Podría dejarte follarme todos los días. - responde Jimin, con su voz rota por el increíble placer que está recibiendo, con su cuerpo siendo follado.

El rizado gime ronco por esa respuesta y continúa estrellándose contra Jimin, mirando los espasmos en el cuerpo del chico, mirando como las orejas de gato se mueven a la par de sus movimientos.

Y cuando el rizado da con la próstata del castaño, Jimin suelta un sollozo débil, casi similar al sonido de un gatito y eso provoca algo en Jungkook, proponiéndose a follar más fuerte al chico para escuchar aquel sonido más veces.

Lo logra, Jimin suelta leves sollozos de placer cada vez que Jungkook arremete contra su cuerpo, se siente cerca y por la forma en la que las manos de Jungkook aprietan sus caderas sabe que el rizado igual está cerca de llegar y el tan solo puede pensar en ser llenado al tope, lo quiere y lo anhela tan mal.

- Voy a llenarte tan bien con mi semen, gatito. ¿Lo quieres? - habla Jungkook con un poco de dificultad por el enorme placer que le provoca el cuerpo de Jimin y aún con meses teniendo sexo con el castaño, el rizado aún no puede creer que realmente eso sea real.

No puede creer que él puede tomar a Jimin las veces que él quiera; sea con una cámara presente o no. Igual que no puede creer que Jimin pueda entrar a su habitación y exigirlo como su fuera su dueño.

Todo es tan sofocante e irreal, que ninguno lo puede creer, pero es verdad, cualquiera de los dos puede ir con el otro y entregarse las veces que quieran.

Y tal vez eso si este saliendo de sus manos, pero no quieren preocuparse por eso, no por el momento.

- Si, lo quiero. - respondió Jimin con su voz débil, sintiendo como pequeñas lagrimas salían de sus ojos por el placer que sentía.

Jimin no soporto mucho y en un débil jadeo, similar aún maullido felino se dejó entregar a su orgasmo, sintiéndose débil, pero aún así dejando que Jungkook lo siguiera follando, aún con el deseo de ser llenado.

Jungkook embistió un par de veces más, tal vez incluso minutos antes de dejarse irse un ronco gemido, aferrándose a las caderas de Jimin, asegurándose de alguna de manera de que su semen llenara al chico.

El castaño gimio sintiendo las tiras de semen en su interior, como Jungkook se vaciaba en él, llenándolo tan bien al grado que pudo sentir como el semen comenzaba a escurrir por sus muslos, aún con Jungkook en su interior.

Y cuando Jungkook salió por fin, ambos dejaron salir un gemido, uno por ver la obra de arte que acaba de hacer; Jimin lleno de él, escurriendo su corrida por sus muslos, saliendo de poco en poco de su entrada. Y el otro gimiendo por la sensación del semen saliendo de su cuerpo, saliendo sin parar, como si nunca fuera a terminar de salir.

- Lo hiciste realmente bien, mi gatito, Minnie. - halago Jungkook antes de levantarse de la cama para apagar la cámara.

Jimin sonrió y suspiro por ese comentario de alguna manera, sintiéndose aliviado de escuchar eso.

Lo siguiente que escuchó el castaño fue la bragueta de Jungkook siendo subida y el rizado regresando a la cama para desamarrar sus manos, dandole la vuelta para liberar sus piernas de las esposas, Jimin se sentía totalmente sensible y débil, aún sintiendo con la corrida de Jungkook saliendo de él. La venda deja sus ojos y sus ojos zafiro miraron al rizado. Y sin darse cuenta ambos sonrieron por eso.

El rizado suspiro tiernamente, con una sonrisa marcando sus hoyuelos antes de besarlo.

Ellos perdieron esa tarde la cuenta de las veces que se besaron, antes de caer rendidos en los brazos del otro.

『 ... 』