EPÍLOGO
Ocho años después.
—Será mejor que te des prisa, Scott Harford —digo, lanzando una almohada con dirección al moreno que aún se encontraba en la cama. Él suelta un gruñido, cubriéndose nuevamente con la sabana—. ¿Quieres que se repita lo de ayer? ¡Debes pensarlo dos veces antes de ir detrás de Dash y Cole, estás hecho un asco!
—¡Por Dios, mujer! —Él se queja tal cual niño pequeño. Antes de que sea capaz de retirar las sabanas que cubren su cuerpo, él tira de mí con dirección a la cama y soy capaz de notar su sonrisa cuando sus labios se pegan a la sensible piel de mi cuello. No puedo evitar estremecerme. Scott siempre causaba ese efecto en mí y, tal vez, nunca deje de hacerlo—. Hueles a vainilla... me gusta.
—¿Puedes dejar de actuar como un niño, Scott? —digo, pero no obtengo ni una sola respuesta de él. En lugar de eso, el simplemente coloca su mano sobre mi vientre un poco hinchado. Tres meses.
Tenía tres meses de embarazo y ninguno de los dos había notado nada.
No fue hasta que Cole llegó una noche a casa con un mi alistas de pollo favoritas cuando lo notamos. Las nauseas simplemente llegaron a mí y terminé vomitando sobre los zapatos de Scott.
Él no dudó ni un solo segundo en llevarme al hospital y, desde entonces, Scott era mucho más sobreprotector conmigo. Tanto que llegaba a estresarme de vez en cuando.
—Tienes que estar listo dentro de veinte minutos, Harford, todos llegarán pronto.
—¿Podemos tomarnos un descanso de ellos? —murmura, con tono ronco.
No le doy tiempo a que su mano desaparezca bajo mis pantalones y me levanto de la cama como puedo. Él suelta un gruñido y, completamente vencido, se levanta de la cama. Está desnudo. Tal y como había se había dormido la noche anterior.
—Por favor, no quiero que vayas de nuevo a emborracharte, Scott.
—En mi defensa, Dash me arrastró al bar —dice, encogiéndose de hombros mientras hace su camino al baño, no sin antes dejar un beso en mis labios—, si te enojas demasiado te saldrán más arrugas, cariño.
Pongo los ojos en blanco.
Tanto él como yo sabíamos qué mi humor cambiaba tan rápido que me era imposible controlarme.
La última vez que me enojé con él terminé arruinando una de sus camisas favoritas con vino, pero ciertamente él se lo merecía, ¡no tenía derecho alguno para decirme qué debo hacer y qué no debo hacer!
Pongo los ojos en blanco y suelto un suspiro dejándome caer sobre la cama.
Dash y Holly estaban en la ciudad con los niños y yo no había tenido tiempo de visitarlos y pasear un poco con ellos. El trabajo con la Sede de Tecnologías McMahon en Avondale me tenía corriendo de un lado para otro. La contratación de nuevos diseñadores era bastante difícil, puesto que todos los postulantes eran excelentes, pero en los últimos años los empleados fueron aumentando, tanto que y ya no tenemos muchos puestos disponibles.
El timbre de la puerta principal me arranca de mis pensamientos y, con un suspiro me levanto de la cama y hago mi camino fuera de la habitación.
Cuando abro la puerta, la montaña de voces y energía me golpea con un poco de fuerza. Amanda y David encabezaban la gran cantidad de gente, seguidos por una Meghan regañando a un Cole con resaca. Detrás de las dos parejas me encuentro con la mirada divertida de Holly, quien parece estar a punto de explotar. El embarazo de los mellizos la tenían completamente cansada y sé que está en sus últimos momentos, puesto que la fiesta de navidad en sus casa ya había tenido lugar algunos meses atrás.
Me hago a un lado, dejando pasar a todos. Dash entra después de Holly. Lleva unas gafas oscuras y no puedo evitar fulminarlo con la mirada. El pequeño Donovan, quien no paraba de crecer, no duda en correr a mi y colgarse de una de mis piernas.
—¡Tía, tía, tía! —Detrás de éste llega Anais, caminando con un poco de cautela dentro de casa.
—¿Cómo estás garrapata? —digo, revolviendo el cabello del moreno. A pesar de que mi historia con Holly y Dash había sido un poco atropellada al inicio, terminamos siendo más unidos de los que alguna vez imaginé. ¡Yo sería la madrina de los mellizos!
—¡Se me cayó un diente! —El pequeño niño, copia de Dash, sonríe, mostrándome el agujero que había en lugar de sus dientes. No puedo evitar reír.
—Dash le está enseñando a montar en bicicleta —Holly dice con pesar—, mi pobre hijo ya tiene más cicatrices de las que pude revisar.
—Donovan es un Barton, Holly —Dash suelta, llamando a su hijo con el dedo, quien no duda en liberar mi pierna e ir corriendo hacía él—, a los Barton no nos duele nada.
—Creo que Amanda demostró que puede hacerte llorar, Barton —David, quien tiene a mi hermana sobre sus piernas dice—, creo que las hermanas McMahon pueden hacer llorar a cualquier persona.
—¿Qué?
—Lo golpeé —Amanda dice, encogiéndose de hombros, como si nada—, Dash, Cole y Scott fueron a buscar a David a casa, les pedí que lo cuidaran y no dejarán que bebiera demasiado.
—Por eso está usando los lentes de sol —Holly murmura con diversión—. Tu hermana sí golpea fuerte.
Las risas no tardan en llegar y Holly me indica que irá a la cocina para darle algo de beber a Anais, quien no se separa de ella. Ambas desaparecen detrás de mí y, mientras los chicos hablan de la pelea de Amanda y Dash, el timbre vuelve a sonar.
No dudo en abrirla con algo de prisa.
Scarlett, Robert, mis padres, Hazel y Cameron cargando a su pequeña hija entran en mi campo de visión.
La relación con Robert y mis padres era una de las mejores que puede haber existido. Al parecer ellos estaban agradecido por haberme tenido en su vida durante todo este tiempo.
—¿Cómo está la mejor mamá primeriza del mundo? —Scarlett sonríe y no duda en rodearme con sus brazos. Ella continúa siendo la misma mujer que conocí.
Cuando no estaba trabajando y comportándose como toda una leona, estaba con nosotros, con su familia, compartiendo todo el amor que tiene dentro y se lo agradecía mucho. Si antes tenía a Hazel, que era como una hermana para mí, además de ser mi tía, ahora la tenía a ella, apoyándome en todo lo que más podía.
—Un poco cansada, pero bien —Cuando se separa de mí, no duda en hacer el camino hacia la sala, reuniéndose con todos ahí. El siguiente en abrazarme es Robert, quien besa mis mejillas—. Hola, papá.
—¿Cómo estás, cariño? —dice, separándose un poco—, te vez hermosa. ¿Dónde está el inútil de tu esposo?
—¡Cierra la boca en mi casa, Robert! —Scott, quien baja las escaleras con rapidez interrumpe, saludando a Robert con un apretón de mano—. Bienvenido.
—Aún no olvidé lo que ustedes dos hicieron antes de Navidad —dice, observándonos con desaprobación. Sabía que todos se habían enojado (Menos Meghan, Amanda y Cole), sin embargo, era algo que debíamos hacer.
—No eres el único, Robert —Lucas, quien entra después de Robert observa a Scott con el ceño fruncido—. La próxima vez que secuestres a mi hija para casarte en secreto no vivirás para contarlo, Harford.
—Lucas...
—Señor Abbot hasta cuando te disculpes correctamente, chico.
No puedo evitar reír, cuando mamá me guiña un ojo y empuja a Robert y a Lucas dentro de la casa.
Los siguientes en saludarnos son Hazel y Cameron junto a la pequeña Sarah. La pequeña niña tiene los ojos de mi tía Sarah y no puedo sentirme un poco melancólica cada vez que la veo. Sarah siempre viviría en nuestros corazones y, desde dónde sea que está, sé que me cuida. Tal y como lo prometió desde el inicio.
—¿Cómo estás Dylan? —Cameron me saluda con rapidez, para luego chocar el puño con su hermano—, ¿cómo se está comportando esté idiota?
—Es Scott —digo, encogiéndome de hombros—, aun cuando va a cumplir 34 no ha cambiado ni un poquito.
—¿Qué esperabas? —Hazel dice, arqueando una ceja—, ¡los dos se escaparon a las vegas y se casaron a escondidas!
—No es escondido si llevamos a Amanda, Meghan y Cole con nosotros —Scott le guiña el ojo, haciendo que la morena frunza el ceño. No duda en pasar de nosotros y dirigirse a los tres involucrados. Pobres chicos. No sabían lo que les esperaba.
Antes de que Cameron continué, me entrega una carpeta, con el semblante un poco serio.
—Scott no quería que te la entregara, pero creí que era necesario hacerlo —Cameron murmura—, el caso de Margaret McMahon se cerró por completo y se investigó cada uno de sus escondites. En uno de ellos encontraron estás cartas y fotografías. Supongo que Amanda y tú sabrán qué hacer con ellas.
—Gracias, Cameron —murmuro, tomando el sobre. El moreno me deja a solar con Scott, quien no duda en tomar el sobre de mis manos y tomando mi barbilla entre sus dedos me obliga a observarlo.
—No quiero que te pongas tristes por todo esto, cariño —él dice—, ya acabó, estoy seguro de que ahora tu madre descansa en paz después de que te reuniste con tus hermanas.
—Lo sé —digo, sonriendo con tristeza—, ¿vamos con los chicos?
—Sólo si tu quieres hacerlo.
—Sí, vamos.
Cuando Scott me toma de la mano y nos encaminamos a la sala principal, es cuando soy capaz de notar todo lo que tengo. Todas las personas reunidas aquí eran parte de mí familia, aun cuando no compartiéramos lazos de sangre.
Sabía que mi madre desde el lugar que estaba, también observaba esto.
Y, a pesar de que podría volver a vivir todo desde el principio, no cambiaría nada. Quisiera que todo vuelva a ser de la manera en la que fue, incluso si pierno a mi madre... incluso si termino en un orfanato.
Si Margaret McMahon no hubiera escogido el camino que escogió, yo no estaría hoy aquí. Compartiendo con todas las personas que se preocupaban por mí y me querían tanto como yo los quería a ellos.
No hubiera conocido a Scott y, si eso no hubiera pasado, sabría que mi vida estaría completamente vacía. Cada una de las personas aquí eran una parte importante de mí.
Mi rara y alocada familia.
—¡Encontré el wisky de Scott! —Dash grita y todos los hombres siguen su ejemplo. Observo a Scott, quien simplemente se encoje de hombres cuando Cole y David tiran de él hacía la piscina.
—Bueno —Scarlett murmura, con las cejas arqueadas, viendo como todo y cada uno de los chicos (Lucas y Robert incluidos), nos dejan en la sala, solas—. Creo que tenemos que hacernos cargo de la parrillada.
—Esperen —Holly murmura, sujetándose el vientre. Sé que todas las miradas caen sobre ella y unas cuantas maldiciones se escapan de Amanda cuando la delgada morena rompe fuente sobre la alfombra—. Creo que la parrillada tendrá que esperar...
—¡Dash!
Y luego, todo se transformó en una escena postapocalíptica. Cole y Dash se encargaron de llevar a Holly al hospital en su auto, mientras el resto nos repartimos en el resto de los autos.
Y luego de ese día, espere y recé para que el dolor que sufrió Holly no me ocurriera a mí. Entré en pánico y Scott terminó internándome toda la noche en el hospital.
Ali y Ken Barton nacieron ese día y los colocaron, junto a Holly, en la habitación contigua a la mía. Era más de media noche y yo no podía pegar el ojo. Scott estaba dormido a mi lado, con su mano descansando sobre mi vientre.
—Espero que no sea tan doloroso —murmuro, colocando mi mano sobre la de Scott. El bebé creciendo dentro de mi parecía no estar ahí, pero yo sabía que sí lo estaba. Cada día creciendo, cadi día siendo más parte de mí y de Scott—. Espero que seas feliz, bebé...
—Lo será —Scott murmura, besando mi frente—. Éste bebé tendrá a la mejor madre del mundo... y muchos tíos que lo protegerán, Dylan.
—Tendrá al padre más sobreprotector del mundo —Me remuevo, de tal manera que estoy cara a cara frente a Scott—. ¿Recuerdas que hace años pensamos que no estaríamos listo para esto?
—Dylan —Él murmura, con cariño—, cuando se trata de ti siempre estoy listo para cualquier cosa que se venga. Por ti y por este bebé seré lo mejor que puedo ser.
—Te amo, Scott Harford.
Scott me rodea con sus brazos y esconde su rostro en mi cuello antes de decir—: Gracias por venir a mí y salvarme, nena.
FIN.
N/a:
Y así es como otra historia termina. En serío, muchísimas gracias a todas las personas que estuvieron aquí desde el inicio hasta hoy. Drifting fue una historia un poco dificil de escribir, pero hoy llegó a su fin.
Con esta historia viví varías etapas en mi vida que, hoy ya quedaron atrás. Conocí y perdí personas en mi vida y que gracias a ello he mejorado un poco como persona. Tal vez lo que dicen es cierto. Los escritores evolucionan junto a sus personajes y hoy puedo decir que evolucioné junto a Dylan.
Gracias por todo el apoyo brindado durante todo este tiempo.
No vemos.
Pd: Por si quieren saber hay una historia nueva en mi perfil. Scarlet Desire. Espero que les gusten los vampiros <3
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro