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23.

N/a:

Bueno, ya que muchas se están saltando mis notas finales, decidí colocar esta al inicio para informar las nuevas noticias. La primera es que; acabo de publicar un blog, en el cual pueden dejar TODAS Y CADA UNA DE SUS DUDAS (Se me hace difícil responder por mensajes y comentarios aquí, así que decidí hacer un blog a parte, que será para cosas de este tipo), así que no duden en pasarse por él. La segunda, y más importante, es que Aggressive ya cuenta con una cuenta en instagram, esta cuenta servirá para compartir memes, edits y pequeñas sorpresas sobre Holly y Dash, no sólo eso, también tendrán la oportunidad de enviarme fotos de las portadas de sus historias (Con su respectiva descripción y user de wattpad), para poder compartirlo y hacer así más activa la cuenta en instagram. También puedo añadir, que habrán retos y muchas  cosas para que todas nos divirtamos.

User: DenisseGBellamy

Por ultimo, quería agradecerles a todas, y a cada una de ustedes, por los más de 350k de lecturas, y los más de 7000 seguidores. Cómo siempre he dicho, el trabajo es en conjunto, y sin su ayuda, no sería posible llegar a donde he llegado. 

Por todo y muchas más, les agradezco demasiado<3 

Ahora, lamentando todo eso, pueden continuar con su lectura<3 

***   

—¿Lo estás disfrutando? —Alison pregunta, por lo que parece ser la sexta vez durante el fin de semana. Asiento, sin dar una respuesta más elaborada. Y, en el fondo, no mentía.

Era el segundo día en el spa, y la relajación estaba en pleno apogeo dentro de mi cuerpo, la sola idea de pensar en dejar el lugar, era sinónimo de estrés, aun cuando lo que más quería era volver y aclarar las cosas con Dash.

Luego de largas charlas con Alison, había llegado a la conclusión de que no tenía que dejarme llevar de la experiencia de mi madre. Según Alison, mi madre había sufrido por ser cabeza dura (al igual que yo), la historia detrás de mi padre, era algo que sólo ellos dos conocían, y los únicos que podían juzgarse por ello.

—¿Quieres otro masaje? —La voz de Alison me saca de mis pensamientos, obligándome a observarla. La piel bronceada parecía brillar aun más con el bikini azul que llevaba puesto. Si, al parecer estaba sintiendo celos de la piel bronceada de mi tía.

—No —Digo, evitando poner una mala cara—. Creo que si tengo otro masaje, terminare hecha gelatina.

—Bien —Alison sonríe, para luego colocarse de pie y dejar de lado su silla. Para ser una mujer rondando los 43, mantenía un cuerpo que cualquier chica podría envidiar. Hasta su propia sobrina—. Creo que yo necesito un último masaje por el día de hoy.

Alison se aleja con rapidez del área de la piscina, dejándome completamente sola, bajo el sol de la tarde del sábado.

En cuanto Alison había golpeado la puerta de mi habitación temprano por la mañana, sabía que tenía que haberme negado. Terminar sentada en una tumbona frente a una piscina, enseñando mi pálida piel, no era lo que quería hacer un sábado por la mañana.

Aunque me la estaba pasando bien, no veía la hora de regresar a lo cotidiano en mi vida.

O al menos regresar a un lugar que me era conocido.

Mi teléfono descansaba junto al resto de mis cosas, y las esperanzas por recibir una llamada por parte de Dash, parecían haber desaparecido.

—¿Le traigo algo para beber, señorita Parks? —Una castaña con el cabello sujetado y uniforme del Spa llama mi atención, pero al mismo tiempo, como arte de magia, mi teléfono empieza a sonar.

—Una gaseosa, por favor.

Aun ante la presencia de la camarera, contesto la llamada sin siquiera fijarme en el emisor.

—¿Haló? —La respiración de la otra línea me hace fruncir el ceño—. ¿Hay alguien?

—Pensé que no responderías nunca —La ronca voz de Dash no tarda en resonar en el teléfono, estremeciendo mi cuerpo por completo. Era él...—. ¿Dónde demonios estas, Holly?

—Estoy bien —Digo, no queriendo que arruine el fin de semana con mi tía—. ¿Podemos hablar cuando regrese a casa, por favor?

—¿Qué haces en Castle? —Su voz sisea, ignorando mi pregunta. Y es cuando me doy cuenta de que él nunca me ha perdido de su vista. Dash siempre parece encontrar el modo perfecto de tenerme cerca, aun cuando lo que yo quería alejarme de él—. ¿Con quién estás?

—Dash...

—No, Holly —Me interrumpe con un gruñido—. Te he dado todo el tiempo que quisiste, pero yo siempre regreso a lo que me pertenece, escúchame bien, siempre.

—¿Por alguna vez puedes escuchar lo que dices? —Mi voz es un susurro, la opresión en mi pecho se hace más grande ante cada palabra que dice—. ¿Sólo soy un objeto con el que puedes follar cada vez que se te antoja? ¿Sólo para eso sirvo?

El silencio detrás de la línea me hace saber que, tal vez, este entendiendo mi punto. Que, tal vez, con mucho trabajo y paciencia de mi parte, podíamos hacer que lo nuestro funcionará.

Tal vez, sólo si uno de los dos cedía al otro.

—Estoy en el Spa Castle —Repito, aun cuando él ya lo sabe de antemano—. Habitación 19, dejare la tarjeta bajo la alfombra.

—Lo siento —Sus palabras parecen sinceras, pero no me hago falsas esperanzas, con Dash no podía estar segura de nada—. Holly...

—¿Si? —Espero paciente en la línea, y es cuando me sorprendo del hecho de haber echado de menos la voz de Dash.

—Debo irme —Su voz suena algo apresurada, como si estuviera corriendo una maratón—. Nos vemos.

Cuando intento decir algo, la llamada termina, dejándome algo confundida, y completamente desorientada. ¿Él vendría?

¿En serio lo haría?

No espero a que la camarera regrese con mi bebida, recojo todas mis cosas, y me apresuro hacia mi habitación, ignorando el hecho de que me encuentro en bikini, y completamente roja por haber aguantado sol toda la mañana.

Mis pies se mueven casi en automático al subir las escaleras y, cuando llego a la habitación, hago lo que le había indicado a Dash. Coloco la tarjeta bajo la alfombra, luego de haber abierto la puerta y, cuando termino con eso, ingreso a mi habitación, cerrando la puerta detrás de mí.

Dejo caer las cosas sobre la gran cama, y me apresuro a tomar una ducha.

Si Dash venia hasta este lugar, tenía que estar lista para el tornado que se me vendría encima, le daría batalla, pero esta vez no lo dejaría ganar. Esta vez, ambos teníamos que perder algo.

¿Y qué mejor que perder el orgullo?

***

Para cuando termino con mi ducha, ha pasado exactamente una hora, busco con rapidez en mi maleta las prendas para cubrirme antes de que Dash sea capaz de cruzar por esa puerta, pero me quedo de piedra cuando tres golpes suenan contra la puerta.

Aprieto la blusa que sujeto con mi mano, y estoy rezando para que sea mí tía, pero toda suplica se ve abandonada cuando la ronca voz resuena con algo de prisa.

—¿Holly, puedes abrir?

Dash está detrás de esa puerta y, por el tono de su voz, puedo imaginar la tensión recorriendo su cuerpo. Me aferro a la toalla casi con mi vida cuando me encamino a la puerta, y, cuando soy capaz de girar la perilla, me encuentro con Dash, acompañado con la dueña del Spa.

—El señor Barton me ha indicado que es su novio —La palabra novio suena tan extraña para Dash, por el simple hecho de que no éramos novios—. Dijo que no había problema en ponerlos en la misma habitación.

—No hay problema. —digo, observando la bolsa que carga Dash. El moreno observa a la dueña con una ceja arqueada, claramente esperando a que se marche.

—Espero disfrute su estadía en Spa Castle, señor Barton.

—Claro que lo haré.

Dash y yo nos mantenemos en silencio, esperando a que la dueña se marche, lo cual no tarda en hacer, luego de un corto minuto, se gira sobre sus pies, y camina por el pasillo, alejándose de nosotros.

—¿Por qué la trajiste contigo? —digo, observando como Dash se agacha y toma la tarjeta debajo de la alfombra. Ingreso a la habitación, seguida de Dash, quien se apoya en la puerta luego de cerrarla—. Es como un grano en el culo.

—Me vio bajando de la motocicleta de Colin y me abordo —dice. Los ojos de Dash están sobre y yo desvió la mirada, sin poder evitar sentirme avergonzada. Estaba completamente desnuda frente al chico el que ya había tenido relaciones.

—Holly...

—Te escucho, Dash —digo, tomando mi ropa con rapidez, en cuanto giro, me encuentro cara a cara con Dash, quien no pierde el tiempo de sujetar mis manos y detener mi tarea de refugiarme en el baño—. Dash... suéltame, por favor.

—No —dice, la duda en sus ojos sólo parecen confundirlo, y no dejarlo hacer su próximo movimiento, pero eso se ve opacado cuando una de sus manos sube con rapidez y me sujeta por la espalda, aprisionándome contra su pecho—. No puedo imaginar el simple hecho de que me saques de tu vida.

Sus palabras me congelan en mi lugar. Sus ojos están tan abiertos como los míos, y siento el palpitar de su corazón cerca del mío.

—Dash...

—Escúchame —Sus palabras son duras, tanto que me dejan callada—. No puedes sólo aparecer en mi vida para irte cuando te plazca... ¡No puedes hacerlo!

—No iba a irme —Susurro, dejando caer la ropa de una vez por todas. El agarre de Dash cede en cuanto dejo de luchar, y mis manos se deslizan por sus brazos hasta llegar a sus mejillas—. Sólo necesitaba tiempo...

No tendrás más tiempo sin mí, Holly —Se frente se apoya contra la mía, y observo cómo sus ojos se cierran al instante—. Cuando Colin dijo que no querías saber nada de mí y que tenías planeado pedir una solicitud para cambio de universidad sólo pude pensar en mi padre...

—Dash...

—Recordé el sonido de un disparo rompiendo el silencio de la noche... la sangre sobre el suelo de su estudio...

No me iré —Lo obligo a levantar la cabeza, haciendo que observe mis ojos, y mi corazón se aprieta con fuerza cuando veo la lucha que tiene contra las lágrimas—. Dash, te amo. No me iré, ¿Lo entiendes?

Sus ojos se abren aun más, enseñándome el niño asustado que debió ser cuando presencio el cuerpo sin vida de su padre, y esa sola imagen es capaz de romperme el corazón en mil pedazos.

No espero una respuesta a mis palabras, pero me veo de cierta forma decepcionada. Si, amaba a Dash, aun sin llegarlo a conocer a fondo, pero conocía lo peor de él, y aun así deseaba quedarme.

Quería estar con él.

La toalla se desliza de mi cuerpo cuando Dash retira su mano de mi espalda, pienso que se va a alejar de mí, pero nuevamente me sujeta, esta vez obligándome a rodear su cintura con mis piernas.

Sus labios se cierran sobre los míos con fiereza, y el deseo explota en mi interior como fuegos artificiales. Un jadeo se queda atrapado entre nuestros labios cuando Dash me deja sobre la cama, y luego se separa un poco, respirando con dificultad.

—Holly...

—Sólo cállate, Dash. —Mis manos tiran del cuello de Dash para volver a besarlo, pero este se niega, apoyando su frente contra la mía, sus ojos están abiertos, y soy consciente de lo incomodo que sería estar en la misma posición con otro chico, pero con Dash se sentía... correcto.

—No —Su voz es suave, pero con determinación—. Estos días sólo estuve esperando que me dijeras que te dejara en paz de una vez por todas, esperaba poder mirarte a los ojos mientras hacías eso, pero aun imaginándolo, dolía demasiado... —Abro la boca para decir algo pero él me fulmina con la mirada, obligándome a callar—. Él sólo imaginarte con otro hombre... me vuelve loco.

—Dash —Lo interrumpo, ganándome una mala mirada—. Te amo, ¿Si? No puedo imaginarme con otro chico por el simple hecho de que es algo que no haría. Eres el único que logró meterse bajo mi piel... con toda esa agresividad, con los tatuajes, con tu humor de perros. Te amo aun sabiendo que puedes romper mi corazón.

Mi voz retumba con fuerza en mis oídos, y el mismo se refleja en mi corazón.

Amaba a Dash Barton, tanto, que estaba lista para entregarle mi corazón para que lo destruya.

Te amo, Holly.

—No tienes qu...

Te amo tanto que mataría al primer hijo de puta que se meta contigo —Sus palabras son duras, pero no me asustan. ¿Esa era su manera de demostrar su cariño?, ¿Estaba lista para sobrevivir al tornado que significaba estar con Dash Barton? —. Y si ese hijo de puta soy yo, juró que encontraré el peor castigo para mí.

Tal vez nunca lleguemos a entendernos —digo, sujetando su rostro entre mis manos—. Pero prometo sujetar tu mano aunque todo a nuestro alrededor se esté derrumbando.

En silencio, absorbemos la resolución de mis palabras, y es cuando sé que hablo en serio. Lucharía por mantener a flote la extraña relación que mantenía con Dash.

No dejaría de luchar.

No dejaría que el amor acabará conmigo, tal y como lo hizo con mi madre.

Yo me mantendría firme ante cada problema, enfrentándolo junto a Dash.

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