✧༺ Veintisieteavo capítulo-Final༻✧
El duro enfrentamiento entre Jungkook y Sangbum seguía, ninguno de los dos quería darle tregua a su adversario, hasta que un particular sonido llamó la atención de ambos. Los ojos de Jungkook se abrieron en grande cuando notó como la puerta se abría y la barrera mágica impuesta por el brujo se rasgaba cuál trozo de papel.
—¡¿Qué demonios pasa?! —el perseguidor se quejó desde el otro lado de la amplia habitación.
El aire de sus pulmones desapareció cuando pudo divisar la figura de Dae aparecer directo en su campo visual.
—¡Tae!
Jungkook exclamó con una clara angustia inundando su melodiosa voz, muy impactado por la inesperada presencia de su amado. El temor lo consumió casi al instante, pero al ver que en una de sus manos poseía lo que parecía ser una varita se tranquilizó un poco.
Taehyung sintió un inmenso alivio al evidenciar que, a pesar de las circunstancias, su adorado vampiro se encontraba bien. Jungkook no parecía contar con heridas graves y eso le alegraba en demasía. Jamás se perdonaría que le pasara algo malo, así fuera un simple humano que no podía hacer nada al respecto para evitarlo.
No obstante, su valentía incrementó con creces cuando supo que contaba con un objeto que era capaz de convertirse en lo que quisiera. El anillo de rubí no servía solo para decorar uno de sus finos y largos dedos, dándole una elegancia única, porque también funcionaría como el elemento con el que le daría contra al perseguidor de ser necesario.
Pero de todo corazón anhelaba que eso no sucediera. En serio quería convencerle de lo contrario luego de que escuchara lo que tenía que decirle.
Lástima que se quedó sin aliento cuando comprobó con sus propios orbes avellana que el susodicho había tomado su apariencia para dañar al inmortal. Le parecía demasiado cruel de su parte, por más que tuviera conocimiento de que un siglo atrás el perseguidor hizo lo mismo con la apariencia de Eunwoo, quien fue un buen amigo de Jungkook.
Sangbum se quedó helado en su lugar, sin antes soltar una maldición por lo bajo al conectar miradas con el escritor. Porque la única falla que existía en cuanto su hechizo de robar la cara de alguien más era que cuando veías a dicha persona de frente, la ilusión se desvanecía, y, por ende, su verdadera cara se revelaría.
Una luz blanca lo envolvió en cuestión de segundos, en los que el líder vampiro aprovechó para acercarse lo más que pudo a su mate. Con solo verse directo a los ojos, la pareja pudo transmitirse la preocupación mutua y real que profesaban por su amado.
—¿Por qué, lirio?
—No podía dejarte solo en esto, mi Lord—expresó con determinación, muy pendiente de cada movimiento de esa persona que vivía por cumplir su venganza.
Jungkook no quiso emitir otro comentario, pues optó por concentrarse en el nuevo rostro que el perseguidor portaba. Jamás en su vida lo vio, o quizá sí. Nunca fue bueno recordando rostros, pero Taehyung era distinto.
Aquel brujo era nadie más que el chico de la limpieza que no les quitó el ojo cuando estuvieron en el centro comercial hace unos días antes. Siempre fue muy observador, por ese motivo lo reconocía a pesar de que el susodicho portaba un cubrebocas y una gorra que ocultaba gran parte de su rostro.
—Qué hermosa imagen, la parejita unida—musitó con sarcasmo, incorporándose con lentitud para ponerse en un guardia una vez más—. No debiste venir aquí, Dae. No quiero lastimarte.
—Tampoco es necesario que llegues a estos extremos, pequeño. Recapacita.
"¿Acaso se conocen?" "¿Qué demonios?"
Esos pensamientos inundaron la cabeza de Jeon, quien no comprendía en lo más mínimo. Sin embargo, percibió que no era el único impactado en la habitación, porque el perseguidor también parecía no creer lo que escuchaba de la boca de su pareja.
—¿Me reconoces? —cuestionó con incredulidad y nostalgia.
—Lamento haber tardado tanto, pero creo que era de esperarse. Esta es mi otra vida, Sang.
El panorama de la situación se aclaró para Jungkook. Era una coincidencia muy interesante, no cabía duda de que al destino le encantaba manejar sus hilos de una forma demasiado conveniente y misteriosa cuando quería.
—¡Y por esa razón no deberías estar cometiendo los errores de la vez pasada, Dae!
—¡Te juro que no estoy cometiendo ningún error, solo escúchame!
Taehyung respondió en el mismo tono de desesperación que Sangbum. Creyendo con firmeza que existía una forma pacífica para resolver este asunto de una vez por todas.
—¡No quiero escucharte! ¡Ya sé que vas a defender a esos malditos chupasangres como en el pasado!
En sus recuerdos vivía la imagen de Dae buscando cualquier tipo de excusa para justificar a esos seres de la oscuridad que durante tanto tiempo se cobraron vidas para sobrevivir al beber su sangre.
—Porque yo nunca viví de rencores.
—¡Pero te asesinaron!
El odio reprimido colmaba cada una de sus palabras. Se veía incapaz de perdonar tan injusticia.
—¡Tus padres lo hicieron!
Y eso bastó para que el mundo de Sangbum se desmoronará. Tenía que ser una jodida broma, no era posible.
—Te volviste loco, estás diciendo incoherencia—negó repetidas veces, sintiendo que en cualquier instante sufriría de una crisis—. ¡Ese maldito de Jeon te lavó el cerebro!
—Claro que no, lo único que te pido es que me escuches. Acabo de recordar todo, y estoy seguro de que hay partes de la historia que te faltan.
Con ese argumento, el perseguidor se rindió. Aceptando la petición del humano que por fin pudo soltar un suspiro de alivio al divisar un ápice de esperanza.
—Gracias, Sang—murmuró.
Y sin pensarlo dos veces, Taehyung confesó cada una de las memorias que revivió gracias a la ayuda de la bruja.
Kim Daehyeon, era el único hermano del padre de Sangbum, quien desde que tenía uso de razón escuchaba lo despreciables que eran los vampiros según sus progenitores. Kim Dongwook y su pareja, Hyekyo, acogieron al adolescente que quedó desamparado cuando sus padres murieron por una extraña enfermedad.
Dongwook aceptó en su familia a su hermano de quince años solo para que cuidara a su hijo recién nacido, porque al tomar el liderazgo de toda una comunidad junto a Hyekyo, se le imposibilitaría dedicar algo de atención a su primogénito.
Las prioridades de ambos estaban enfocadas en lo que ansiaron en silencio por tanto tiempo a costa de los antiguos líderes.
Por eso, Daehyeon fue el encargado de la crianza de Sangbum. Un niño cuidando de otro, en lugar de disfrutar de su propia vida. Sin embargo, al joven no le molestaba en lo más mínimo. A fin de cuentas, se trataba de su adorable sobrino.
Los años pasaron con normalidad, con la única diferencia de que Taehyung empezó a dejar de escuchar la palabrería de su familia contra los vampiros. Investigando por cuenta propia el mundo exterior del que era privado al formar parte de los ideales equivocados de su hermano y cuñada.
Pero... ¿Por qué estaba tan convencido de aquello?
Cuando tenía la tierna edad de diecisiete años, escapó de su casa y estuvo a punto de morir ahogado al caer en un lago. No obstante, el chico no pasó a mejor vida gracias a un ser sobrenatural que estuvo merodeando por dicha zona.
Y esa persona no era nadie más que Jungkook, un vampiro que su comunidad buscaba por cielo y tierra por el simple hecho de que confiaban que los últimos asesinatos que se estuvieron dando eran por su culpa, pues era el heredero del clan Jeon.
Según los rumores, el susodicho debía cumplir con un entrenamiento para verse digno del puesto y lo que más sentido tenía para los humanos a cargo de los Kim era el de conseguir sangre para su gente como se sabía hacían en el pasado.
Pero si lo que las personas a su alrededor decían que era cierto, ¿por qué ese chupasangre tan malo le salvó la vida?
No tenían que ser tan malos, ¿no?
Todavía recordaba la suavidad con la que lo trató, a pesar de no quedarse hasta que se despertara por completo tras caer desmayado al toser el agua que tragó en el proceso. Poco después, Daehyeon fue encontrado por unos sirvientes de su hermano mayor y fue devuelto a su hogar sano y salvo.
Desde ese día, su visión cambió y cada que existía la posibilidad, defendía a esos sobrenaturales de las injurias que cualquier persona de su entorno, volviéndose la oveja negra de la familia Kim.
Porque cuando tu pensamiento es distinto al resto, puedes ser señalado por eso.
Nadie quería ser amigo de Daehyeon a raíz de esto, por lo que se quedó solo y prefirió concentrarse en su sobrino y en otros pasatiempos que pudieran distraerle, sin descuidar la actividad que se volvió su favorita desde que Jungkook lo rescató.
Al menos una vez a la semana, el castaño iba al mismo sitio en el que lo encontraron en búsqueda de su salvador. Y siempre daba con su paradero, pero jamás se le acercaba por su inmensa timidez. No obstante, le bastaba con observarlo desde la lejanía.
Y así fue como la admiración se transformó en amor. De la misma manera, en la que su cuerpo cambió hasta volverse un adulto, a pesar de que la apariencia de su platónico siguiera siendo la misma de años atrás.
Daehyeon sabía que nunca podría confesar sus sentimientos porque amar a alguien de tu mismo género en ese tiempo se consideraba lo peor. Además, suficiente tenía con el rechazo que recibía por sus pensamientos sobre los vampiros que distaban tanto del odio que su familia y comunidad les profesaban.
Esa rutina era parte de su cotidianidad hasta que ese día todo cambió.
Luego de una fuerte discusión de Daehyeon con Dongwook, quien seguía atosigando a los vampiros del clan Jeon, el joven de veinticinco años en ese entonces, salió llorando por las palabras hirientes que escuchó de la boca de una de las personas que más apreciaba, aunque sus formas de pensar fueran tan distintas.
El castaño no podía evitar sentirse triste al saber que fue acogido por su hermano solo porque necesitaba de un niñero. Su corazón también dolió cuando este le dijo lo mucho que le fastidiaba por excusar el comportamiento de los chupasangres, convirtiéndolo en una decepción y vergüenza para su familia que vivía de apariencias.
Desde que era niño fue alguien muy sensible, casi como lo eran los escritores de su época, que amaban plasmar sus sentimientos en sus historias, por lo que esas aseveraciones lo rompieron con facilidad.
Sin embargo, creyó que teniendo un tiempo a solas sería suficiente.
Pero un día se transformó en dos, tres, cuatro, convirtiéndose en una semana entera.
Nadie más que Dongwook sabía lo sucedido con su hermano hasta que se lo contó a su esposa, quien lo incitó a que buscaran al joven para que le pidiera perdón y volviera a la casa, porque ya no soportaba los berrinches de su primogénito.
Sangbum estaba destrozado y lo que más quería era tener a su tío y mejor amigo a su lado. Por ese motivo, al segundo día de desaparecido, rogó a su madre que buscaran al castaño. Pero no dieron con su paradero hasta que siete días enteros pasaron.
Una pena que lo que las personas encontraron fueron un cadáver en descomposición en una quebrada oculta en el bosque.
Daehyeon tuvo un accidente al verse envuelto en una tormenta que lo hizo resbalar por aquel barranco, golpeándose muy fuerte en varias partes de su anatomía. Un hecho que podría condenarlo a una muerte instantánea de no ser porque el destino quiso que fuera de otra forma.
En esa noche lluviosa, el chico cayó por el barranco, pero fue encontrado por su hermano y su esposa, que también salieron a buscarlo a último minuto. Lamentando en silencio que aquel vampiro no pudiera rescatarle como años atrás, porque jamás imaginó que su propia familia influyera de manera directa en su muerte. Pues por más que Daehyeon estuviera tan herido, pudo escuchar con claridad las palabras de Dongwook hacia Hyekyo.
"Usemos esta oportunidad para decir que mi hermano fue atacado y su cuerpo abandonado por un maldito chupasangre".
Con esa premisa, lo dejaron abandonado a su suerte hasta que la vida del castaño se desvaneció como agua entre las manos. Para luego de varios días ser encontrado muerto por gente que ya sabía lo que debía hacer para que la mentira que los líderes dirían se transformará en la más pura realidad.
Los dos agujeros en el cuello del tío de Sangbum fueron la mejor prueba para acusar a los vampiros que a ojos de todos los mortales seguían siendo bestias sanguinarias que adoraban cazar a inocentes cuando el sol se ocultaba.
Una parte del corazón del primogénito de los Kim murió el día en que Daehyeon también lo hizo, pero el golpe final llegó cuando sus padres corrieron el mismo destino a manos de los Jeon. El resentimiento se apoderó de su corazón hasta convertirse en el perseguidor que tras largos años pudo dar el primer ataque a la gente que odiaba con tanta intensidad por quitarle a su familia.
Asesinando a gran parte del clan Jeon, pero sin conseguir matar a su líder. Ya que el destino le quitó la oportunidad de mandar al infierno a los padres de Jungkook.
—No puede ser, no te creo...
—Es verdad, Sang. Tus padres prefirieron ser egoístas por su tonto odio a lo desconocido.
Jungkook no contaba con la capacidad de hablar después de tanta información. Pero era incapaz de negar la rara sensación de emoción al comprobar que su destino estuvo unido a Taehyung desde su vida anterior. Y aunque no pudo reconocerlo porque en ese tiempo el castaño era menor que él y su físico cambió bastante, Jeon pudo reencontrarse con el chico que salvó cuando estaba perfeccionando su transformación en murciélago.
—¡Es que es imposible! Puedo creerte que quizá este desgraciado te salvó, pero no que mis propios padres te dejaran morir...
—Aunque duela fue así. Créeme que pensé que se arrepentirían y no me dejarían botado a mi suerte—aseguró, pero al ver que el susodicho seguía negando, continúo hablando—. La última discusión con tu padre inicio con este tema, porque me cansé de que siguiera contándome sobre que quería buscar más formas para ahuyentar de nuestro territorio a los vampiros.
—Papá dijo que una vez más estabas en tus delirios de hablar bien acerca de los chupasangres y que quiso hacerte entender que estabas equivocado.
—Te mintió, y de paso me dijo que era una vergüenza para la familia como acabo de confesarte minutos antes. Pero ya no importa. Lo que quiero que sepas es que yo le hice saber que estuve al pendiente del comportamiento de Jungkook por pura curiosidad, comprobé que merodeaba el bosque para conseguir animales de los que beber su sangre en lugar de atacar humanos.
—Tae tiene razón—intervino el vampiro con seriedad—. Nosotros desistimos de continuar alimentándonos de humanos desde antes de que el clan se viera relacionado con la comunidad a cargo de tu familia.
—Por ese motivo argumenté con más convicción que ellos ya no estaban empeñados en hacernos daño porque cambiaron sus hábitos, pero mi hermano y mi cuñada estaban tan empeñados en destruirlos como nuestros antepasados que se criaron con la idea de que eran malos sin importar nada.
—No...
Sangbum se tomó la cabeza, le dolía mucho.
¿Su venganza nunca tuvo sentido? ¿Sus padres eran los malos? ¿Debió hacerle a su tío y ver más allá del odio?
Si bien era cierto que fue testigo de las burlas que Dae sufrió, al ser un niño no comprendía del todo los asuntos de adultos, por lo que jamás se metió. Pero cuando creció, le fue más sencillo adoptar por completo el pensamiento que sus padres le inculcaron desde la infancia, en lugar de analizar la posibilidad por la que su tío luchaba tanto por hacerse escuchar.
—Jamás creí que serían capaces de seguir provocándolos a tal punto de engañar a todos con mi muerte para poseer la excusa perfecta de una guerra entre ambos bandos.
—Una guerra que sucedió y en la que mis padres si murieron a manos de los Jeon—contraatacó como pudo—. No hay excusa para eso.
—Porque ellos se lo buscaron, Sang. Tan solo se defendieron luego de toda la mierda que Dongwook y Hyekyo les tiraban.
—¡Cállate, cállate! —gruñó, dedicándole una mirada de puro odio a Jungkook—. De todas formas, sus padres me arrebataron a mi familia, me quedé solo y aunque sobreviví, fue muy difícil para mí. Tuve que perderme a mí mismo para llegar hasta aquí, me volví un brujo inmortal para cobrar mi venganza.
—Mis padres ni siquiera sabían que existías—reveló el azabache—. Te juro que en sus planes nunca estaría dejar sin protección a un niño inocente.
—No me vengas con esas mierdas, Jeon—se quejó, poniéndose a la defensiva una vez más. La piedra de krystallos brillaba en su mano por la intensidad de su enojo—. No me preparé por tantos años, usando magia oscura para asesinar a los tuyos y tomar apariencias ajenas a las mías para que me salgas con esas mentiras tan descaradas.
A su mente llegaban los recuerdos de los vampiros a los que perseguía hasta quitarles la vida al cubrirlos con una espesa niebla que confundía sus sentidos para apuñalarles repetidas veces con una daga de plata.
—¡No te estamos mintiendo! —aseveró el líder, que no tardó en proponer una tregua—. Si detienes esto, te dejaremos libre para que puedas seguir tu camino en libertad.
El perseguidor se lo pensó por un segundo, convenciendo a la pareja de que desistió de sus planes al simular que dejaría caer al piso la gema de krystallos. Sin embargo, cuando Jungkook estuvo a punto de acercarse al brujo en señal de paz, Taehyung vio cómo este se abalanzaba para tocarle e infligirle un daño más fuerte que una daga de plata gracias a la piedra especial que tenía bajo su poder.
— ¡Planee esto con mucho cuidado y no voy a cambiar mi elección por nada, ni por nadie!
"No me dejas otra opción entonces".
Ese fue el pensamiento de Taehyung, quien con la mayor destreza del mundo unió la varita hecha con su anillo de rubí con la piedra mystique otorgada por Jieun en caso de que la situación se fuera al carajo y no lograra hacer desistir a Sangbum de su venganza.
En ese preciso instante, la varita de color rubí cambió a un verde esmeralda gracias a la magia de la otra gema, dándole el poder para arrebatar los poderes del brujo hasta transformarle en un humano común y corriente, porque su plan era que lo encerraran en un calabozo sin necesidad de acabar por completo con él.
El hombre gritó de dolor cuando la varita tocó su cuerpo gracias a la velocidad del escritor para atacarlo con ella. Sus poderes desaparecieron con una rapidez impresionante, dejándolo caer de rodillas al suelo.
No obstante, Sangbum era alguien que no se rendía con facilidad, por lo que aprovechando la distracción de Jungkook con Taehyung, quien parecía haber actuado por impulso, sacó una daga de plata de su bolsillo con la intención de apuñalar a Jeon y al menos herirlo para sacar un poco de su frustración.
El castaño empujó al vampiro de su camino, evitando que se le acercara y pudiera recibir la puñalada de Sangbum. Con valentía, Taehyung le dio el golpe final al humano que sintió cómo su organismo quemaba por dentro y por fuera con una lentitud tortuosa.
"Perdón".
Esa fue la palabra que logró leer de los labios de su tío antes de volverse un montón de cenizas, siendo testigo de cómo la varita volvía a su estado original como un anillo en uno de sus dedos y una gema de tonalidad verdosa que era resguardada en la palma de la mano ajena.
"Ah, con que ese era el detalle que me costó todo esto".
Sangbum pensó, sintiéndose contento de no haberse quedado con la duda de cuál fue el motivo por el que Jungkook se dio cuenta de que no era el verdadero Taehyung.
"Perdonado, seguro me lo merezco".
Y eso fue lo último que dijo para luego desvanecerse de ese plano terrenal, dejando en soledad a la pareja que no demoró en resguardarse en los brazos impropios, mientras la piedra que tantos poderes le dio a ese humano lleno de resentimiento, se rompía en varios pedazos que se esparcieron por el suelo.
Siendo la idónea confirmación de que aquel conflicto por fin tuvo su esperado desenlace.
🍷
—Resististe bien, lirio. Todo terminó gracias a ti.
Jungkook tomó el rostro de Taehyung, acariciando sus mejillas mientras las manos de su pareja cubrían las suyas.
—No quise hacerlo, pero no quedó de otra...
El humano se veía afectado, y con razón, porque tomando en cuenta su situación, tuvo que hacerse cargo de alguien que fue parte de su familia. No obstante, fue en defensa propia.
—Lamento que hayas tenido que hacer esto.
—Era eso o que te mate, Koo—recalcó, uniendo su frente con la ajena. Que ambos tuvieran alturas similares lo facilitaba la cercanía en dicha posición—. Fui ingenuo al suponer que cambiaría de idea, pero estaba demasiado consumido por el odio.
—Es más de un siglo con esos sentimientos, así que debió ser difícil para él cambiar de idea. Esta fue la consecuencia de su decisión.
—Sí, igual vine aquí sabiendo que en el peor de los casos tendría que hacerlo, Jieun noona me lo advirtió, pero tenía fe de hacerlo razonar por más imposible que fuera.
—Lo sé. Eres tan valiente, te admiro mucho.
Con cariño, Jungkook estampó sus labios contra los ajenos con una dulzura innata. Taehyung le correspondió con gusto, delineando el belfo inferior de su pareja con su lengua. El beso tenía la intención de volverse más intenso, pero el líder decidió cortarlo.
—Después podemos besarnos, justo ahora me siento un tonto por no haberte reconocido antes... Eras ese chico al que salvé.
—Tranquilo, Koo. Cambié mucho y nunca más me volviste a ver de cerca—lo abrazó por la cintura, apegando sus cuerpos hasta que la distancia fuera inexistente—. En todo caso, yo fui el idiota que no tuvo iniciativa para acercarse a ti porque creía que jamás me corresponderías.
—Eso hubiera sido imposible. Para los vampiros amor es amor, y si caí por ti en cuestión de días, en el pasado quizá lo hubiera hecho en horas.
—Bueno, entonces tal vez no era nuestro tiempo de estar juntos.
—Eso siento que tiene más lógica. Creo que estabas destinado a salvarme—testificó con convicción. Dudar de esa posibilidad era imposible a estas instancias.
—Pienso igual, porque no sabemos lo que el destino nos tiene preparado hasta que sucede.
—Es la más pura verdad.
Y no era surrealista imaginar que, si en el pasado Jungkook y Taehyung hubiesen conseguido ser felices juntos sin ninguna dificultad de por medio, su unión podría haber facilitado la tranquilidad entre ambos lados. Zanjando cualquier diferencia existente entre humanos y vampiros, demostrando que podían convivir en paz.
Quizá hasta por ese motivo Jungkook nunca se interesó en nadie, porque no tuvo la oportunidad de estar con el Taehyung del pasado por los diversos obstáculos y circunstancias que se les presentaron. Pero fue una suerte que Taehyung de la actualidad aceptara de corazón a Jungkook, dejándose llevar por la atracción y conexión inexplicables que experimentaron desde que se conocieron.
Después de que la pareja se dedicara a profesar su amor por algunos minutos, decidieron salir del lugar con las manos entrelazadas para rendirles cuentas a sus amigos y a un clan entero eventualmente. Tanto los humanos como los vampiros del consejo y la bruja estuvieron en paz al comprobar sus estados físicos. Lo más importante era que estaban sin ninguna herida de gravedad.
No obstante, los presentes comprendían el shock por el que Taehyung tuvo que pasar al ser quien le dio fin al perseguidor. Pero confiaban en que poco a poco lo superaría, porque actuó por un bien mayor. Además, lo más impactante era el trasfondo tan único que la pareja compartía desde una vida pasada.
Cualquiera que escuchara esas revelaciones eran demasiado interesantes.
Por eso cuando Wooshik despertó, no demoró en dar sus explicaciones y pedir perdón por ser tan débil ante Sangbum al permitirle controlar su mente. No le quedó otra más que confesar sus sentimientos a Taehyung para que su versión de la historia tuviera justificación, y aunque creyó morir de vergüenza al saber que una oportunidad con él era imposible tras enterarse del vínculo tan fuerte que tenía con su líder, el vampiro sintió que un peso muy grande desaparecía de sus hombros.
El arrepentimiento no demoró en carcomerle el corazón por poner en peligro a su clan ni bien abrió sus ojos, pero al recibir la comprensión y amabilidad del escritor, Wooshik confirmó que el susodicho era un verdadero ángel. No cabía duda de que su líder consiguió a la mejor pareja de sangre que el destino pudo otorgarle la oportunidad de conocer.
Pero tampoco le quitarían el mérito de que su parte consciente desafiara al perseguidor al permitir el ingreso de los amigos de Taehyung cuando se suponía debía ocultarlo de todos hasta que el enfrentamiento con Jungkook finalizara. Porque era cuestión de tiempo que entendieran lo que sucedía y eso significaba que a su manera fue lo suficientemente fuerte como para ponerlo en evidencia.
Con esos detalles volviéndose públicos para el clan Jeon, los vampiros solo reafirmaron su adoración el escritor. Anhelando muy pronto su transformación para que terminara de sellar su compromiso con su líder.
Varias semanas transcurrieron en un abrir y cerrar de ojos, dejando de lado lo sucedido en aquel día lleno de emociones, en el que la comunidad vampira se vio respaldada de principio a fin por la bruja que se encargó de eliminar de la faz de la tierra los pedazos restantes de krystallos y limpiar los destrozos que sufrió el despacho de Jungkook por pura cortesía.
Y con el pasar del tiempo, llegó el día más esperado por Taehyung.
—Creo que necesitas esto, lirio.
Jungkook, quien entró luego de unos minutos al estudio de Kim, le enseñó una botella de vino y dos copas. Taehyung se había adelantado para encender su laptop, por lo que no se esperó tal sorpresa por parte de su amado.
—Como siempre piensas en todo, lord.
—Jamás olvidaré cuando me contaste lo mucho que sueles disfrutar de un buen vino cuando escribes alguna parte importante en tus historias. Por eso, ahora que vas a dedicarte a redactar el final de tu libro, es una ocasión más que relevante para que te cumplas este capricho.
—Eres un genio. Muchas gracias por ser tan consentidor.
—Un placer—sirvió el líquido rojizo en la fina cristalería, entregando la que le pertenecía a su pareja y quedándose con la suya para chocarla con la ajena en un satisfactorio brindis, antes de retirarse hacia uno de los sillones en la habitación.
—¿Seguro que no te aburrirás estando aquí mientras estoy concentrando escribiendo?
—No es la primera vez que te acompaño en tu estudio, pero si crees que me voy a cansar de esperar por ti, traje uno de tus tantos libros para ponerle al día con lo que me falta leer de tu autoría.
—Eres un encanto, Koo—le sonrió con ternura, poniendo una de sus listas de reproducción favoritas que tenía en su móvil conectado al pequeño altavoz que se encontraba sobre su escritorio.
—No más que tú, Tae—expresó, devolviéndole la sonrisa—. Mucha suerte, concéntrate y haz el mejor trabajo como siempre.
El mortal dio un asentimiento, muy dispuesto a cumplir con las expectativas de su pareja, sin importar las horas que pudiera tardar para conseguirlo.
El sol desapareció por el horizonte, dándole la bienvenida a la luna que protagonizó el oscuro firmamento que indicaba el inicio de una larga noche. Jungkook vio de reojo a Taehyung, quien se incorporaba de su silla para estirarse tras estar en la misma posición durante tanto tiempo.
Dejó el libro en la mesita de centro y no perdió el tiempo de levantarse con la intención de acercarse lo suficiente para comprobar que el escritor por fin le daba un cierre a la historia basada en su vida.
—¿Ya está, Tae?
—Sí, Koo—regresó a verle para conectar sus orbes avellana con los de color escarlata—Terminé mi libro y acabo de enviárselo a Seokjin hyung para que los procesos de edición y publicación den inicio, los cuales no creo que tarden más de dos meses.
—Felicidades, amor mío. Es fantástico saber que pronto todos tus lectores podrán adquirirlo y deleitarse con tu arte.
—Todo es gracias a ti, cariño. Fuiste mi musa y fuente de inspiración.
El vampiro se lanzó a abrazarle con emoción, pero antes de que el cariñoso contacto pudiera extenderse más, se separó de su amado con rapidez.
—¿Qué sucede, Jungkookie?
—Te tengo un regalo más, Taehyungie.
—¡¿Otro?!—interrogó con curiosidad. A su novio le encantaba tomarse tantas molestias, pero siempre devolvía sus lindos gestos hacia él con la misma reciprocidad.
—Nunca es suficiente cuando se trata de ti—admitió, desapareciendo de su vista para traer una cajita envuelta en papel de regalo.
—No debiste...
—Claro que sí, ábrelo por favor.
Taehyung no se quiso hacer más del rogar, por lo que rompió la envoltura con ganas, descubriendo el contenido que pintó una bella sonrisa cuadrada en su rostro.
—Eres magnífico, Koo. Terminaste comprobando el reloj que tanto me llamó la atención ese día en el centro comercial.
—No es nada, lamento haberlo aplazado tanto. En serio no es la gran cosa, comparado a todo lo que me has dado día a día. Pero siento que puede simbolizar nuestra nueva vida juntos.
—Eso es muy lindo. Aunque no olvides que es mi deber como tu sugar daddy y próxima pareja de sangre—bromeó, haciendo reír al inmortal.
—No puedo contradecir ese argumento.
—Entonces...
El joven de cabellos castaños dejó su presente sobre su la superficie más cercana para tomar la mano de su novio, juntando sus dedos para hacer una proposición a la que sabía no podría resistirse.
—Deberíamos celebrar, mi lord.
—Oh, me gusta mucho la idea, mi lirio.
Con rebosante complicidad, la pareja abandonó el estudio tras que el azabache apagara la laptop de su novio, con el objetivo de tener una fiesta en su habitación. En medio de las sábanas, la pareja se demostró una vez más el amor que los envuelve con intensidad desde que confesaron sus sentimientos.
Sabiendo que este apenas era el primer paso a una relación envidiable que perduraría por la eternidad.
I swear on my blood, fue un éxito rotundo en ventas como el CEO de VanteBooks predijo. En su primera semana, cada una de las librerías a lo largo del mundo que lo puso a la venta informó a la editorial que necesitarían más impresiones disponibles en tiempo récord para cubrir la alta demanda.
Y ni que decir de las buenas críticas, consumo del audiolibro, libro digital y en papel en el extranjero, posicionándolo como otro best seller más en la lista del talentoso y joven escritor.
Lo que llevaba a Taehyung a cumplir con la promesa que le hizo a Jungkook meses atrás.
El día de su transformación llegó y no había vuelta atrás. Aunque era imposible que el susodicho se arrepintiera de querer compartir su vida longeva junto al azabache que se robó su corazón sin pretenderlo. Por fin podrían estar con la persona que el destino puso en sus caminos, para que de ahora en adelante nunca nadie volviera a interponerse en la felicidad de ambos, porque todo lo malo estaba más que enterrado en el pasado.
Los respectivos preparativos se llevaron a cabo y tanto Jungkook como Taehyung recibieron buenas vibras y deseos por parte de su círculo más cercano. Por lo que confiaban en que esta etapa sería inolvidable para los dos.
—¿Listo?
—Sí, pero estoy un poco nervioso—confesó, viendo cada rincón de la habitación especial que Jimin organizó para su transformación en vampiro.
—Va a doler, pero te juro que pasara. Confía en mí.
—Que no te quede duda de eso.
—Genial, entonces mientras más pronto acabemos con esto, podremos ir a celebrar en la fiesta que los chicos han preparado.
—Sí...
—Recuéstate por favor.
El humano obedeció sin rechistar, ubicándose en una camilla cubierta por una tela negra. Las velas aromáticas ayudaban mucho a que pudiera calmarse en conjunto a la música instrumental que resonaba en el ambiente.
Taehyung no era ningún tonto, si bien confiaba ciegamente en el azabache, nunca ignoraría el hecho de que moriría por unos segundos, sufriendo una terrible agonía hasta volverse inmortal. Por esa razón, su mejor amigo vampiro quiso colaborar en que la situación fuera lo menos traumática posible, con elementos que ayudaran a disminuir su ansiedad.
—Bebe esto—pidió con suavidad cuando se ubicó a su costado, manteniéndose de pie por el momento—. Yongsun noona me lo dio para que la sensación de ardor en tu cuello no duela tan intensa cuando inyecte mi veneno en ti.
—De acuerdo.
Dicho y hecho, tomó el vial entre sus manos con aquel líquido de color morado, degustando en cada una de sus pupilas un sabor demasiado amargo para su gusto, pero que estaba siendo capaz de quitarle la sensibilidad en cuestión de segundos.
—¿Estuvo bien?
—Si no tengo que sentir nada, supongo que sí, mi lord.
Jungkook sonrió por lo bromista que Taehyung seguía siendo hasta en este tipo de situaciones tan serias.
—Buen trabajo. Ahora si tendrás todo el tiempo del mundo para hacer lo que gustes, mi lirio. Te amo mucho.
—Lo sé, yo también te amo mucho—correspondió—. Puedes seguir con tu parte del trato.
Jungkook no se lo pensó dos veces para sostenerle por detrás de la nuca, inclinándose lo suficiente para colocar su rostro en el cuello descubierto gracias a los botones abiertos de la impoluta camisa de Taehyung.
Sus colmillos rozaron la tersa piel canela en el lugar indicado, hasta que sin vacilación rompieron la dermis como tantas veces en los últimos meses. Con la única diferencia de que, en esta ocasión, un veneno era inyectado de forma directa en su organismo, contaminando su sangre que poco a poco se tornó oscura.
Los orbes de Taehyung se tornaron blancos, mientras la vida escapaba de sus labios en un suspiro. Su cuerpo convulsionaba bajo el amable tacto de Jungkook hasta detenerse tras unos largos minutos.
Cuando Lord Jeon se separó del cuerpo inerte de su lirio, esperó con paciencia su despertar con la cabeza acomodada en su pecho que resguardaba un corazón sin palpitaciones. La tez canela ahora era pálida de forma natural, dándole a su pareja el aspecto de un ángel caído del cielo.
Uno, dos, tres minutos fueron suficientes hasta que Taehyung abrió de golpe sus párpados, mostrando un color escarlata que se adueñó del tono avellana que poseía desde que nació y que enamoró a Jungkook con solo una mirada profunda.
—¡Tae!
Jeon se alejó al sentir el sobresalto de Kim, confirmando que el resultado de la transformación fue más que exitoso. Su novio era oficialmente un vampiro y su pareja de sangre.
—Koo, yo...
—Ya sé, es normal—el vampiro comprendió la situación al ver como relamía sus labios—. Te voy a ayudar.
Una vez más se inclinó al cuerpo impropio, mostrándole su cuello. Sin vacilar, Taehyung abrazó a Jungkook, enterrando sus colmillos para beber de él.
Era delicioso, tan adictivo.
—Bebe todo lo que quieras, Tae. Soy tuyo y tú mío, para toda la eternidad.
"Siempre, siempre. Tuyo y mío por los siglos de los siglos".
Respondió con el pensamiento, empapándose del líquido que estaba calmando sus ansias.
El ahora nuevo vampiro no supo por cuanto tiempo estuvo enganchado en el cuello de su pareja, bebiendo sin control hasta saciar su hambre. Pero cuando estuvo satisfecho, lo que recibió a continuación fue un intenso beso que selló el compromiso que aceptó desde que el anillo de rubí de la familia Jeon adornó su dedo anular.
Una vida eterna en la que el escritor podría hacer lo que quisiera sin preocuparse era lo que le esperaba de la mano de su líder. Escribir, viajar, pero sobre todo amar con intensidad sería la rutina a la que tendría que acostumbrarse.
Porque el vínculo que nació entre dos seres tan distintos, por fin consiguió reafirmarse como estuvo destinado a suceder desde un inicio.
Fin🍷
Gracias por leer, corazones. Espero hayan disfrutado mucho de este fic, no olviden seguirme en mi Instagram (kamieshiro) por si gustan estar al pendiente de mis próximas historias o de las actualizaciones restantes del epílogo y extras que tengo preparado para esta historia.
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