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✧༺ Veintidosavo capítulo༻✧

Hola, pequeño. ¿Qué haces tan solo por aquí?

El infante recibió una caricia en sus cabellos café oscuros, girando su cabeza para encontrarse con el rostro de es joven que tan importante era en su vida.

Mis padres están ocupados, así que decidí venir aquí para leer un pocole enseñó su libro de tapa dura, mostrándole una inocente sonrisa—. Me lo regaló mamá.

Ya veo. Tu madre tiene muy buenos gustosaseguró, tomando asiento a su lado, debajo de ese árbol que les regalaba protección de la luz intensa de aquel día de verano—. Este autor es de mis favoritos, en lo personal siento que sabe plasmar en sus obras varios de los sentimientos que he tenido a lo largo de mi vida.

Que interesante, hyung. Pero... ¿no sería mejor que escribieras lo que piensas? Quizá sirva para desahogar cada uno de tus pensamientos más ocultos.

Wow, ese es un consejo muy sabio. Puede que algún día lo haga, en el pasado me gustaba mucho escribir, aunque quiero saber algo.

¿Sí? cuestionó con curiosidad—. ¿Qué sucede?

-¿Desde cuándo un nene de doce años puede escucharse como alguien tan maduro? Me llenas de orgullo, no te haces una idea, pequeño.

Muchas gracias, todo es gracias a mis padres.

El niño expresó con orgullo, observando a lo lejos la gran casa en la que sus progenitores estaban, ocupándose de todos sus asuntos de "adultos" como los buenos líderes que eran.

No me cabe duda, te han criado muy bien—le devolvió la sonrisa, esa sonrisa tan bonita y especial según el menor que le analizaba con admiración—. ¿Puedo acompañarte un rato o prefieres estar solo?

¡No, quiero que me acompañes por favor!

Entonces así será, Sang.

El menor movió su cabeza, asintiendo repetidas veces a lo dicho por el joven de cabellos castaños con el que sabía que podía compartir cualquier cosa.
A fin de cuentas, él pertenecía a su atesorada familia.

—Ah, otra vez ese jodido sueño...

El brujo se incorporó de la cama, estirándose en el proceso para destensar cada uno de sus músculos. Caminó hacia la ventana de su habitación con la intención de abrir las cortinas para que la suave luz solar de la naciente mañana ingresara en el reducido espacio.

—Ya estoy harto de esta maldita rutina, Jeon. Lo único que quiero es acabar contigo y con todo lo que te importa. Solo así podré ser feliz después de tanto tiempo.

El hombre murmuró para sí mismo, viendo el paisaje detrás del vidrio de la vieja casa en la que vivía. Ese era el refugio en el que podía pasar desapercibido de las miradas curiosas, porque a nadie en aquel vecindario le importaba conocer al ser solitario y extraño que ahí residía.

—Lo bueno es que podré lograr mi meta con esta reliquia que me otorgó los poderes necesarios para dañar a tu gente en el pasado—con cuidado tomó la joya conocida como krystallos, la cual descansaba sobre su pecho al estar colgando en su cuello—. Ya no tienes donde escapar, porque cuando encuentre la oportunidad perfecta, desearás no haber salido de tu jodido escondite.

Con esa promesa en mente se dispuso a realizar su rutina de todos los días, dirigiéndose hacia la cocina en donde prepararía su desayuno porque a pesar de ser "inmortal", seguía teniendo necesidades con la intención de irse a trabajar como conserje en uno de los centros comerciales más grandes de la ciudad.

Aunque el susodicho no necesitará hacerlo por los increíbles poderes que poseía, desde siempre supo que lo correcto sería no levantar sospechas innecesarias en las personas a su alrededor.

Años después de lo sucedido con el clan Jeon, Kim Sangbum, mejor conocido como "el perseguidor" se la pasó viajando de ciudad en ciudad, consiguiendo viviendas que casi nadie deseara ocupar y presentándose con distintos nombres en lugares que no necesitarán mucha información personal o documentos que avalaran su existencia como un residente más en Seúl.

Varias décadas transcurrieron con rapidez y su plan de supervivencia fue muy bien hasta que, en años más recientes, algunas personas empezaron a inmiscuirse en su vida como para darle trabajo. Por lo que no le quedó de otra más que utilizar algunos embrujos a su favor. Nunca tuvo planeado usar sus dones con humanos, pero si la situación lo ameritaba, Sangbum no se lo pensaría dos veces para actuar. O al menos sería así hasta que consiguiera su tan anhelada venganza.

Jeon Jungkook se le escapó una vez, pero en esta ocasión no lo haría a menos que estuviera muerto o sufriendo al quedarse sin nadie.

Mucho menos después de ser testigo de una de las facetas más vulnerables que un ser como él podría tener. Porque de lo poco que sabía, cuando los vampiros se encantaban con una persona especial, muchas veces lo hacían para siempre hasta llegar a un punto sin retorno.

Dada la situación, estar enamorado era un arma poderosa, pero también era una absoluta condena para los sobrenaturales como ellos.

Porque si alguien dañaba a tu persona amada, ¿cómo te sentirías?

Impotente, lleno de ira, impulsivo, deseoso de hacer justicia por mano propia.

Pero tendría que jugar sus cartas de manera cuidadosa, porque por más que deseara ver la cruel destrucción de Jeon, se controlaría lo suficiente como para conseguir un resultado memorable.

Una hora después, Sangbum agarró su carrito con los elementos de limpieza necesarios para dejar reluciente las entradas de los primeros locales pertenecientes al inmenso centro comercial, cuando levantó el rostro por inercia, palideció al instante cómo si hubiera visto un fantasma.

Quizá si era de esa manera.

Porque nunca se imaginó volverlo a ver.
No después de lo que le sucedió.
Esta debía ser una terrible jugarreta del destino.

¿Por qué de que otra manera podía justificar su presencia en la actualidad?

¿Reencarnación?

Se escuchaba como una respuesta muy lógica.

Sus orbes eran incapaces de despegarse del joven de cabellos castaños, sonrisa cuadrada y piel canela que analizaba la vitrina de un negocio de decoraciones para el hogar a unos cuantos metros de distancia, mientras mantenía sus manos ocupadas cargando algunas las compras que parecía haber hecho en el supermercado del recinto.

Era una suerte que llevara una gorra y un cubrebocas que ocultara su verdadera identidad.

¿Debería acercarse?

Era obvio que no lo reconocería, pero no perdía nada al conversar con él.
Posiblemente se ganaría un buen regaño si su jefe lo atrapaba holgazaneado, sin embargo, sabía que valdría la pena.

Lástima que cuando obtuvo el coraje necesario para ir hacia el chico, el maldito chupasangre que tanto odiaba, ingresaba por la amplia puerta llamando la atención del mencionado.

—Cariño, aquí estas.

—Oh, mi amor—el escritor se acercó al vampiro que se bajó un poco su cubrebocas para hablarle, dándole un fuerte abrazo antes de entregarle dos de las cuatro bolsas que llevaba en sus manos—. Te dije que no tardaría mucho, podías quedarte en el estacionamiento sin problema.

—Me aburría sin ti. Debí aceptar acompañarte desde un inicio.

—Ya, no te preocupes por eso. Yo mismo te dije que no era necesario, no eran muchas las cosas las que tenía que comprar.

—Cómo digas, pero... ¿qué estabas haciendo?

Ante el cuestionamiento del azabache, el joven respondió con una dulce risita.

—Curioseando. Mira este precioso reloj—señaló el objeto en la estantería detrás del cristal—. Estoy seguro que quedaría perfecto en nuestra sala, ¿no lo crees?

—Que buenos gustos tienes. Después podemos volver a por él.

El mortal asintió de acuerdo con esa propuesta, pero no tardó en comentar algo que se le ocurrió a último minuto, causando intriga en su acompañante.

—Por algo estoy contigo, ¿no? —bromeó, causando una linda sonrisa en su querido novio al que solía molestar por su actitud "narcisista".

—Sí, aunque también tengo el mismo buen gusto que tú.

—¿Lo aceptas? Wow, me impresionas, amor mío.

Taehyung estaba siendo dramático para seguirle el juego a Jungkook, quien amaba esa complicidad entre los dos al momento de responder.

—¿Por qué no lo haría? Soy el mayor afortunado al tenerte en mi vida, mi lirio.

—Que interesante, es bueno ver tu humildad, Koo.

—Me la pegaste, ¿qué esperabas?

—Lo que hace el amor, sin duda es una maravilla.

—Concuerdo, pero ya es hora de irnos. Tenemos muchas cosas que hacer.

—Cierto, vámonos.

Cuando el vampiro desvió la mirada hacia otra cosa que no fuera su humano, le llamó la atención que un hombre a una distancia prudente les analizaba de reojo.

Decir que no le pareció raro sería mentir, pero no le dio mayor importancia al ver los instrumentos de limpieza que mantenía a su costado.

Tampoco podía ver su rostro con facilidad, así que no debía ser nadie relevante.
No obstante, cuando el castaño hizo contacto visual con el hombre de cabellos más oscuros que los suyos, sintió una extraña opresión en el pecho.

Pero por más confundido que se encontraba, atinó a sonreírle y regalarle una corta reverencia por el buen trabajo que debía hacer al desempeñarse como conserje.

¿Qué carajos era esto?

Fue lo que Sangbum se preguntó, después de haberse quedado lo suficientemente cerca como para escuchar con claridad su conversación, tratando de fingir indiferencia ante las palabras de la inesperada pareja, cuando lo único que quería era torturar con sus propias manos al líder del único clan vampírico de Corea.

—Dae, ¿qué mierda haces con Jeon?

Susurró con molestia, pateando el carrito de limpieza cuando desparecieron de su vista, ganándose una mirada confundida de la poca gente que transitaba por el lugar al ser apenas las nueve de la mañana.

Con la cabeza hecha un lío, se decidió por trabajar antes de mandar su autocontrol al demonio y arruinar su plan de venganza, en el que sí o sí debía salvar a un tercero.

Porque esta vez todo sería diferente.

No consentiría que una vez más le hicieran daño y lo arrebataran de su lado.
Era obvio que una vez más estaba cegado a los hechos.

Pero ahora tendría a alguien más que dispuesto a abrirle lo ojos como sus padres quisieron hacerlo tiempo atrás.

Ya no tenía excusas para permitirse dudar.

🍷

Poco después de que la pareja llegó a su vivienda, entre los dos se dedicaron a acomodar las cosas que Taehyung compró en el supermercado. Una conversación amena se desarrollaba entre los dos, hasta que el móvil del castaño vibró con fuerza en el bolsillo de su pantalón de tela.

Lo sacó de su ropa bajo la atenta mirada de Jungkook, mientras revisaba si se trataba de la persona de la que estaba esperando una pronta llamada. Efectivamente, era su querido amigo vampiro Jimin. Antes de responderle, activó el altavoz para que su chico pudiera escuchar lo que le iba a decir.

—¿Hola?

—TaeTae, hola—saludó desde el otro lado de la línea—. ¡Te tengo buenas noticias!

—Nos tienes, Jiminnie. Jungkookie también te está escuchando.

—Oh, genial. Hola Jungkook-ah.

—¿Cómo estás Jimin hyung?

Le cuestionó con amabilidad, imaginando la característica sonrisa que el mayor tendría en sus labios, la cual hacía desparecer sus ojos en dos medias lunas.

—De maravilla. Gracias por preguntar, pero estaré mucho mejor después de contarles algo.

—Suelta la sopa, Koo y yo te escuchamos.

—¡Ya tenemos fecha para la fiesta de revelación de su relación!

—Nos alegra saber eso, ¿cuándo será?

—¡Hoy mismo!

La emoción del inmortal de cabellos rubios se desvaneció en cuestión de segundos al escuchar el silencio sepulcral de parte de sus amigos.

Era una pena no ver sus rostros como para intuir que pasaba por sus cabezas cómo para obtener esa reacción tan seca.

Mientras tanto, los novios se dedicaban una mirada que denotaba lo contrariados que se sentían al respecto. ¿Cómo se lo decían sin dañar su emoción?

—¿Chicos? ¿Qué sucede? No me digan que no pueden. Ya son varios días desde que Yeonjun los descubrió, a este paso ese jovencito terminará soltando todo lo que sabe de ustedes...

—Lo tenemos presente, pero pensamos que podría ser el fin de semana.

—Pero, Tae...

—Tenemos planes que no podemos cancelar, Jimin hyung.

—¿Qué planes son esos Jungkook-ah? 

La desilusión en la voz del vampiro entristeció de manera inevitable a los involucrados. Con lo mucho que debió haberse esforzado, era obvio que la noticia le cayera como un balde de agua fría.

Taehyung suspiró sonoramente, y acto seguido le explicó a Jimin que a raíz de lo sucedido con Hoseok y Seokjin, Jungkook y él decidieron compartir un día con ellos, pues el azabache era consciente de lo mucho que monopolizó al escritor por mantener seguro su secreto.

Y si bien era cierto que Lord Jeon no obligó en ningún momento a su lirio a que actuará de esa forma, era inevitable no sentir algo de remordimiento. Por lo que no se lo pensó dos veces antes de hacer dicha sugerencia, entusiasmando a los hyungs de su adorado mate.

—Ya veo, pero eso no sería si problema si ellos también asisten a la fiesta, ¿no?

La boca del humano se abrió en una perfecta "o", causando ternura en el inmortal que le veía con ojos de corazón. No obstante, debía asegurarse de lo dicho por el rubio de labios rellenitos y nariz de botón.

—¿Se puede? ¿Crees que el resto del consejo lo quiera así, hyung?

—Él único que debería estar de acuerdo eres tú, lord. Eres el líder, nosotros somos como tu mano derecha. Tú ordenas, nosotros actuamos.

—Sabes de sobra que nunca me ha gustado ejercer mi poder de esa manera. Ni siquiera mis padres lo hacían. Y tampoco quiero que los demás se enojen si tomo una decisión como esa sin consultarles.

La palpable seriedad en las palabras de Jungkook fue lo que más sorprendió a Taehyung, quien nunca imaginó escucharle con ese tono tan gélido como el hielo.

—Lo sé, lo sé. Yo se los diré, pero estoy seguro que estarán de acuerdo. Recuerda que no se tomaron mal que se enteraran de tu secreto. Tan solo bromeaba, perdón por eso. No te enojes, Jungkook-ah—pidió, lamentando jugar así cuando no era prudente.

—Tae, intercede por mí para que me perdone—dramatizó, poniendo la voz más aguda de lo normal—. Por favor. 

Una risita se escapó de los labios del humano, relajando a su pareja con ese armonioso sonido que era música para sus desarrollados oídos.

—Tranquilo, Jiminnie. Yo mantengo en paz a mi vampirito.

Con eso mente, Kim cortó la distancia para abrazar por la cintura al susodicho que acomodó su rostro en el hueco entre su cuello y su hombro.

—¿Entonces aceptan?

—Yo te aviso, tengo que llamar de inmediato a mis amigos para ver si quieren arriesgarse a acompañarnos.

—Si lo dices así, cualquiera podría pensar que es para algo malo, lirio.

Jeon salió de su escondite solo para decir eso, ya que quería mantenerse recibiendo caricias en su espalda baja.

—Tienes razón, una disculpa por eso. Pero con mis amigos los asustadizos nunca se sabe.

—Buen punto, todavía recuerdo que nos contaste que uno de ellos casi se desmaya y el otro quiso atacar a Jungkookie—musitó Jimin—. Esperaré tu respuesta, y ojalá que sea positiva o a mi querido Yoon le tocará aguantar mis berrinches.

—Esperemos que la curiosidad les gané. Son un par de chismosos.

El humano notó como su chico afirmaba con la cabeza esa declaración. Él mejor que nadie experimentó un intenso interrogatorio por parte de sus mejores amigos que querían respuesta para cada uno de sus cuestionamientos.

—Ojalá, Tae. Ojalá.

Poco después de eso se despidieron, pero antes de que el escritor pudiera indagar la razón sobre la rara actitud del líder ante las palabras del otro vampiro, Taehyung se comunicó con sus dos amigos, mientras mantenía a su novio entre sus brazos.

Todo indicaba que no quería que se separará de él.

Y, en definitiva, el castaño no pensaba dejar de cumplir cada uno de sus deseos.
Para suerte de Park, los hyungs del escritor aceptaron con gusto y con una latente emoción por descubrir ese "mundo nuevo y sobrenatural".

Sin embargo, seguirían con el plan hasta que fuera la hora de partir al hogar del clan Jeon. En aproximadamente cuarenta minutos, los hyungs del escritor hicieron acto de presencia como acordaron días atrás, siendo esta la razón por la que Jungkook apuró a Taehyung cuando estaban en el centro comercial.

Mientras Hoseok y Seokjin se dedicaban a preparar la carne que freirían a la parrilla, Taehyung y Jungkook se encargaban de los acompañamientos entre risas cómplices.

Aunque el inmortal disfrutara de la comida de su chico, no podía mentir al decir que aprendió a amar cuando ambos cocinaban juntos. Obviamente al principio le pareció un reto, pero poco a poco el castaño lo instruyó para que supiera hacer más cosas aparte de lo básico.

Jeon consiguió la aprobación de su humano, quien cada día estaba más convencido en que no existía mejor alumno que él.

Los amigos de Kim les observaban con una sonrisa en el rostro, teniendo muy presente lo feliz que se veía su dongsaeng junto a ese ser que creían solo podía existir en las historias de ficción, pero que era igual de real que ellos.

Y eso se debía a la confianza mutua que se profesaban, junto a la buena comunicación que implementaron en su relación después de tantos malentendidos entre ellos por no ser sinceros con sus sentimientos.

Ahora ninguno de los dos se guardaba nada, por lo que el escritor no dudó en interrogar a su vampiro acerca de la actitud tajante que le mostró a la pareja de Yoongi.

Hobi y Jin hyung me dijeron que estarían encantados de participar y que aprecian ser tomados en cuentaavisó, dejando un beso en los cabellos del inmortal que continuaba abrazándole con fuerza, mientras con su otra mano colocaba su móvil en la superficie más cercana—. Llegarán dentro de poco, Jungkookie.

Entiendo, ¿quieres que le avise a Jimin hyung?

No cariño, ya lo hago yo. Pero antes de eso, quiero que conversemos.

¿Sobre qué, Tae?

Jeon quiso fingir demencia, porque se hacía una idea de lo que trataba. Pero suponía que eso no funcionaría con su curioso humano.

¿Por qué le dijiste eso a Jiminnie? Nunca antes te escuché hablándole alguno de tus hyungs de esa manera tan ruda cuando te hacían alguna broma.

Yo...

Las manos de Taehyung se ubicaron a cada lado de su rostro, acunando sus pálidas mejillas.

Nada de secretos, la comunicación es importante. Tampoco pienso juzgarte si piensas que es alguna tontería.

Ah, tú ganas...

Te escucho. Desahoga lo que llevas dentro.

Cuando era muy joven, los prejuicios de los humanos contra los vampiros seguían muy latentes como si siguiéramos siendo simples monstruos que atacábamos humanos para alimentarnos. Sin embargo, esto dejó de ser así desde mucho antes de que mis padres asumieran el liderazgo del clan Jeon. Te juro que ellos lo único que querían era mantener la paz.

Te creo, Jungkookie. Prosigue...

Las palabras de Jimin hyung sin querer provocaron que reviviera malos recuerdos de cuando me escapaba de mi hogar, en los que siempre escuchaba a varios humanos decir que quienes fueran los vampiros que estaban a cargo de nuestra comunidad, debían ser unos jodidos controladores que manipulaban a su gente para continuar dañando a su especie. Cuando esto no era así, porque no había necesidad gracias a la invención de la pócima o a que bebíamos de animales. Y en el caso de las parejas de sangre, se alimentan mutuamente. Tan solo queríamos paz, pero ellos no se cansaban de tenernos en sus bocas o buscar cualquier excusa para darnos pelea.

Entonces, por eso no te gusta que se hagan insinuaciones sobre la manera en la que lideras a tu gente, ¿cierto?

Es muy estúpido, ¿no? Dilo, porque sé que lo es.

El azabache quiso desviar la mirada, pero el humano no lo permitió al unir sus frentes con delicadeza. Quedando muy juntitos.

Yo no dije eso, cariño. No debes minimizar lo que sientes, y si eso generó alguna clase de trauma, o molestia en ti, está bien que lo sepas expresar. Quizá deberías comentarlo más abiertamente para que los demás puedan entenderte. Nadie es adivino. Podrás ser muy serio con tu clan, pero de lo poco que he visto, eres genial asumiendo el puesto que te corresponde. Estoy seguro de que tus padres se sentirían orgullosos de haber criado a un hijo tan increíble.

Gracias por tus dulces palabras, lirio. Siempre sabes cómo reconfortarmeaseveró, inhalando la tenue fragancia que desprendía su piel—. ¿Alguna vez te dije la razón por la que te apodé de esa forma?

La pregunta le tomó desprevenido, pero no demoró en contestarle.

¿Por qué huelo así?

Además de eso, lindo.

No que yo recuerde, lord. Cuéntame tu razón.

Esta flor era la favorita de mi madre independientemente del color, así que siempre que tenía oportunidad las conseguía para regalárselas a mi padre como muestra de su intenso cariño. Era un lindo recuerdo que guardaba para mí mismo, pero conforme fui creciendo descubrí que poseía varios simbolismos. Incluyendo entre ellos, el del amor y la pureza, motivo por el cual también se convirtió en mi flor preferida.

Wow, eso es muy lindo. Recuerdo que me lo mencionaste cuando nos conocimos, pero tampoco puedo olvidar que me hiciste creer que deseabas apodarme así solo por lo de mi perfume.

No me veía siendo capaz de confesarte algo como eso cuando apenas nos estábamos tratando, pero no sabes lo mucho que me alegra poder decírtelo ahora. Porque estoy tan seguro de que no pudo existir mejor apodo para ti, porque eres la persona a la que le profeso mi amor tan puramente como nunca imaginé que sería capaz.

Awww, si todos los vampiros son así de románticos estoy seguro que en otra vida igual hubiera caído por uno.

Hey, eso sí que no lo acepto, Kim Taehyunglo regañó, fingiendo molestia al separarse de su acompañante—. Tú apareciste en la vida del vampiro que te correspondía conocer, es decir, nadie más que yo.

-Tienes razón, no me veo siendo pareja de otro inmortal que no seas tú, Jeon Jungkook.

Así me gusta. Eres mío, y yo soy tuyo.

Claro que sí, mi vampiro engreído.

Compartieron un fugaz beso, antes de organizar el lugar para recibir a los hyungs del escritor. Sintiéndose más conectados que nunca después de esa conversación en la que Jungkook abrió su corazón un poco más hacia Taehyung, quien con cada palabra seguía confirmando que ese inmortal fue lo mejor que le puso pasar a su monótona vida.

Porque él era el único privilegiado en conocer hasta sus más ocultos sentimientos bajo esa fachada de líder serio.

Y eso era a lo que más importancia le daba.

Una hora después, el grupo de amigos disfrutaba de sus alimentos conversando acerca de algunas cosas que deberían saber para cuándo Seokjin y Hoseok pusieran un pie en el escondite del clan Jeon. La pareja resolvió cada una de sus dudas hasta que se retiraron a la cocina donde lavaron y secaron la vajilla en conjunto con la intención de acabar más rápido para concentrarse en otras actividades que deseaban llevar a cabo.

La tarde se les fue volando entre jugar videojuegos y ver películas de acción, creando recuerdos memorables en todos los presentes. Sin embargo, cuando la noche empezó a adueñarse del firmamento, cada quien se tomó una hora para cambiarse de ropa y quedar presentables para la ocasión con sus mejores trajes.

Se subieron al automóvil de Taehyung para partir hacia su destino, siendo conscientes del nerviosismo que les invadía conforme el trayecto se reducía. Cuando estuvieron en el portal, para los amigos del castaño era imposible fingir la impresión pintada en sus rostros por lo surrealista que les parecía lo que sus ojos veían.

Caminaron con dirección al edificio en el que celebrarían la ansiada velada, siendo recibidos por los vampiros del consejo, quienes ni cortos ni perezosos se presentaron ante los interesantes humanos. Las dos parejas no pudieron evitar sonreír con complicidad al ser testigos de las miradas que los primos Kim compartieron con los amigos del escritor.

¿Sería este el inicio de algo más que una amistad para ellos?

Con el pasar del tiempo lo descubrirían.
Nadie estaba al tanto de la revelación que se haría, por eso luego de varios minutos en los que los asistentes gozaban de la celebración organizada a último minuto por Jimin, el susodicho llamó la atención de los vampiros del clan para que escucharan lo que su líder pensaba comunicar.

—Espero estén disfrutando de esta fiesta que se realizó de improviso. Sin embargo, ha llegado el momento de contarles la razón detrás de esto.

Jungkook extendió su mano hacia Taehyung que se encontraba cerca suyo, junto al resto del consejo vampírico para que se ubicara a su lado.

—Como ustedes saben, hace un tiempo atrás les presenté a mi salvador, la persona que me ayudó desinteresadamente cuando lo más necesité.

No tardaron en escucharse varios aplausos al recalcar ese hecho, pues la gente perteneciente a su comunidad estaba muy agradecida con el escritor.

Eventualmente los sonidos se detuvieron y Jungkook prosiguió con su discurso, detallando de reojo las mejillas sonrojadas del humano.

—Quizá esta noticia les tomé por sorpresa, pero he decidido comenzar una relación con Taehyung. Por lo que ustedes ya se pueden imaginar lo que eso significa, y de todo corazón deseo recibir su apoyo como siempre.

Por un instante, el joven de piel canela tuvo miedo al no escuchar respuesta alguna por parte de los vampiros, pero cualquier miedo se disipó al escuchar un intenso vitoreo dedicado a su persona.

Una sonrisa tiró de sus labios, sintiéndose aceptado por la gente que más le importaba al inmortal que logró enamorarlo de una manera que creyó imposible.

No obstante, su sorpresa aumentó hasta el cielo al ver cómo le reverenciaban.

—Te aceptan como su potencial líder—confesó Jungkook en voz baja y con los orbes escarlata tan brillantes como dos rubíes—. Te están mostrando su respeto.

—Entiendo... Me siento muy conmovido por ello, por lo que creo que es buen momento para hacer esto.

Jungkook le analizó con una ceja alzada, viendo como su chico sacaba del bolsillo de su pantalón el hermoso anillo de su familia. Se quedó sin palabras, ¿de verdad pensaba hacerlo en ese preciso instante?

—¿Estás seguro? —inquirió en voz baja—. No hay vuelta atrás si lo enseñas, Tae.

—No había vuelta atrás desde que acepté presentarme formalmente ante ellos. No me arrepentiré de compartir una eternidad a tu lado, Jungkookie.

—Lirio...

—Te amo, lord—expresó sin titubear, ni dejar de hacer contacto visual—. Cuando mi libro sea publicado, quiero que me conviertas en vampiro.

—Yo también te amo, Tae. Gracias por aceptar ser mi pareja de sangre.

Las palabras que más deseó escuchar, al fin eran dichas con claridad.

—Dentro mío lo acepté desde hace rato, pero no quería dejarte las cosas tan fáciles, cariño— declaró, haciendo sonreír en grande al vampiro—. Ahora, ponme el anillo para cerrar con broche de oro, no sabes lo mucho que he ansiado lucirlo frente a todos.

—Como desees, bonito.

Al tener la sortija en su mano, el emocionado líder volvió a pedir a su gente que dejaran de presentar sus respetos a su pareja para que vieran lo que haría a continuación. Con orgullo, les enseñó el arito decorado por un rubí que simbolizaba la unión eterna entre los dos.

Lo deslizó en el dedo anular del humano, provocando que el lugar se llenara de felicitaciones hacia la próxima pareja. Yeonjun saltaba de alegría junto a su grupito al darse el crédito de haber ayudado a que las cosas avanzaran más para ese par, mientras sus amigos incentivaban a los demás a unirse en un brindis por el nuevo y próspero compromiso.

Una pena que no todos en ese lugar estuvieran tan rebosantes de felicidad como los próximos líderes del clan.

Continuará...

Un capítulo lleno de emociones y revelaciones. ¿Se esperaban lo que leyeron o logré sorprenderles? Cuéntenme su opinión, porque adoro leerles. No olviden seguirme en mi cuenta de Instagram (kamieshiro) en el que les aviso cualquier cosa sobre este y el resto de mis fics, los adoro. Gracias por seguir al pendiente de la historia. 

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