La oscuridad de la noche parecía ser más espesa aquel día, pero Taehyung no pudo reparar en ello gracias a la terrible ansiedad que se asentaba en su pecho con el pasar de los minutos.

Sí, él aceptó conocer a la gente de Jungkook a pedido de Jimin por voluntad propia. Nadie le había puesto una pistola en la cabeza como para que diera una respuesta positiva.

Sin embargo, ahora que se encontraban camino a dicho lugar se preguntaba constantemente si fue la opción más acertada.

Una pena que no pudiera retractarse.

A unas cuantas cuadras de su cómoda vivienda, el joven de cabellera dorada había dejado estacionado su vehículo, el cual fácilmente podría pasar desapercibido. Se trataba de un práctico Nissan Altima, y si la capacidad de Taehyung para reconocer automóviles no le fallaba, juraría que era de hace unos siete años atrás aproximadamente. Pues era muy sencillo y nada ostentoso como los últimos modelos del mercado.

Pero ese detalle era el más insignificante en ese preciso momento.

Porque si el vampiro de labios rellenos no le hubiera comentado la manera en la que dio con su paradero, lo más probable es que Kim llegará a la conclusión de que se trataba de algún tipo de acosador al que debería tenerle cuidado. No obstante, sabiendo de antemano su versión de la historia, Taehyung comprendió que la oportunidad que se le presentó era difícil de ignorar.

Por lo que supuso que a Jimin no le importó nada más que ir a probar suerte cuando descubrió quien era. Dejando atrás su automóvil y convirtiéndose en murciélago para que nadie sospechará cuando ingresará a la zona privada en la que vivía. Incluyendo el contar con la confianza necesaria para desear convencerlo de que fueran juntos al escondite del clan Jeon.

Una petición que el escritor aceptó sin rechistar al ver la ilusión en los orbes escarlatas del azabache. ¿Cómo negarle algo? Porque de existir una manera, Kim necesitaba con urgencia que le contarán el secreto, o estaría totalmente perdido.

Cuando sus pensamientos acabaron dirigiéndose a ese rumbo peligroso, el castaño movió su cabeza como si con ese gesto disipará las elucubraciones que su mente realizó en cuestión de segundos.

Mientras más pronto se acostumbrará a tener a Jungkook fuera de su vida, sería mejor para él. Ya que ahora que finalmente encontró a los suyos, debería volver a su lado, dejándolo como un buen recuerdo en su eterna vida.

Para su suerte o desgracia, logró disimularlo y participar de vez en cuando en la charla que ambos vampiros que se encontraban en los asientos delanteros mantenían sobre cosas banales en lo que llegaban a su destino.

En general, el resto del viaje se mantuvo sereno.

Pero ninguno se hacía una idea de lo que les esperaba.

—Llegamos.

Jimin anunció entusiasmado, apagando el vehículo y guardando la llave en su bolsillo trasero. El castaño fue consciente del sitio en el que se encontraban solo con observar la vista que tenía disponible desde su ventana. Pero por más que estuviera acompañado de dos inmortales, fue imposible no sentir un escalofrío recorrerle toda la extensión de su columna vertebral.

Dicha estampa se resumía en un barrio con un aspecto desolado, a pesar de contar con varias casas alrededor que evitaran que se creyera que estaba abandonado. Taehyung de verdad quería profesar que lo que veía se debía a la poca iluminación de los postes de luz en la zona o procedería a quedarse en el automóvil hasta nuevo aviso.

—¿De verdad es aquí?

—Sí—el joven de labios rellenos confirmó, sonriendo levemente en el proceso al suponer por la cara del ajeno lo que seguramente estaba pensando—. Pero no te dejes llevar por lo que observas, ya que los ojos también te pueden engañar Taehyung-ssi.

El susodicho asintió despacio, reemplazando su sentir temeroso por uno totalmente expectante. Destinando su mirada al azabache que yacía muy callado, como si estuviera analizando lo que tenía a su alrededor.

—¿Jungkook?

—Lo siento Tae, solo revisaba el lugar—comentó, regalándole una imperceptible sonrisa que consiguió calmarlo por completo. La curiosidad había estado matándole lentamente, pero confiaba en que su gente logró encontrar el refugio más idóneo para su situación—. Por favor, llevamos al escondite, Jimin hyung.

El inmortal se dirigió hacia su amigo que estuvo muy de acuerdo con sus palabras, pues ni corto ni perezoso les invitó a que salieran del automóvil de manera inmediata para ponerse en marcha.

—Síganme...

El trío tuvo que caminar por unos minutos más hasta llegar a un callejón que tenía toda la pinta de estar abandonado, por lo lúgubre que era. Taehyung aprovechó a detallar los siguientes movimientos del rubio, ya que el susodicho sacó un collar de entre la ropa después de asegurarse de que nadie estuviera vigilándoles de cerca.

Dicha cadena contaba con un dije que simulaba una llave con un diamante escarlata incrustado en la parte superior.

—¿Es lo que creo que es?

Jungkook interrogó sorprendido, con la boca entreabierta. No había querido sacar conclusiones apresuradas, pero todo indicaba a que fue un éxito el plan loco que idearon a última hora.

—¡Exactamente! Nuestra querida Solar es una genio.

Una sonrisa ladina se adueñó de la expresión del azabache, intrigando a Taehyung que no entendía nada de nada de lo que decían. No obstante, le era sencillo intuir que se trataba de alguna cosa loca que, si comentaba en voz alta a cualquier persona de su entorno, este le diría que se fuera a un psiquiatra de urgencia.

Y como si el vampiro de cabellos dorados leyera su mente, dio una explicación rápida acerca de lo que sus ojos estarían a punto de presenciar.

Un siglo atrás, cuando nos quedamos sin nuestro líder estábamos tan desesperados por encontrar un lugar en el que pudiéramos escondernos del perseguidor. Ya había asesinado a tantos de los nuestros, por lo que no podíamos permitirnos que volviera y esta vez si terminará con todos. Debíamos aprovechar a escapar mientras tuviéramos tiempo.

Jungkook estaba herido, pero a fin de cuentas se encontraba recuperándose en un lugar secreto. No obstante, el clan Jeon no sabía ni a donde desplazarse. Por lo que no nos quedó de otra más que pedir ayuda a una bruja poderosa, la cual era una muy buena amiga de la única vampira del consejo. La radiante Kim Yongsun, mejor conocida como Solar, quien había aportado tanto a la comunidad vampira por su gran inteligencia y destreza al realizar pociones que pudieran hacer más fácil la vida de su gente. Ya fuera con cuestiones como la producción de una pócima que reemplaza la sangre que necesitamos ingerir como alimento, ungüentos para heridas superficiales con armas de plata o cremas que protegieran más efectivamente del sol a los inmortales con la piel sensible.

Aquel plan tan loco fue acordado tiempo atrás en caso de que no tuviéramos opciones decentes en ese preciso instante. Este consistía en crear un espacio oculto con magia, y que la única manera de poder ingresar en él fuera por medio de una llave especial para dicha tarea. Garantizando que el perseguidor por más que nos encontrará, no pudiera ingresar a nuestro lugar seguro a menos que consiga una de las cinco llaves que existen y que solo el consejo usa. Ya que nadie más que nosotros permitimos la salida y entrada, manejando un riguroso sistema de horarios y precauciones, tras presentarnos las razones por las que quieren aventurarse al exterior.

Hemos estado con esa rutina por cien años y nos ha ido de maravilla, por lo que confiamos en que seguiremos de esa manera, independiente a lo que pudiera suceder próximamente.

El escritor quedó anonadado con tanta información, pero le alegraba que a pesar de todos los eventos desafortunados que tuvieron que enfrentar en el pasado, encontraron una solución a su mayor problema.

Por eso cuando Jimin les dedicó una mirada cómplice, procedió a mover la llave como si realmente estuviera abriendo el cerrojo de una puerta. En cuestión de segundos un portal se abrió frente a sus ojos y el castaño supo que lo que aconteciera en los próximos segundos cuando su cuerpo cruzará esa barrera no tendría razón válida para sorprenderlo más.

Porque de ahora en adelante podría presumir que ya lo había visto todo.

Desde lo más normal a lo surreal.

🍷

Lo primero que Taehyung vio no le pareció algo demasiado increíble. Ya que por una fracción de segundo se imaginó a sí mismo entrando a una dimensión paralela como si fuera el protagonista de un libro de ciencia ficción. Aunque dados los últimos acontecimientos en su monótona vida, su papel se adaptaba mejor a una obra literaria cargada de cosas sobrenaturales como vampiros, brujas, un asesino en busca de venganza y quien sabe que cosas más.

Sí, a eso se resumían los días "comunes y corrientes" en la vida de Kim Taehyung, mejor conocido como Vante, desde que Jungkook, alias Lord Jeon apareció en su vida provocando una total revolución.

El paisaje que tenía a su disposición era el de una zona que contaba con varias casas pintorescas, como si se tratará de un vecindario moderno. Tal parecía que en ese aspecto los vampiros no se habían quedado atrás.

Sin embargo, los alrededores estaban considerablemente oscuros.

Eran contadas las viviendas que mantenían luces encendidas en su interior.

¿A qué se debía aquello? ¿Acaso los vampiros eran quisquillosos con las facturas de luz? Ni en sus sueños más locos se lo hubiera planteado.

—Para nosotros es suficiente la luz que nos otorga la luna y de algunas lámparas pequeñas en nuestros hogares. Te puede parecer extraño, pero es un simple gusto personal. Además, cuando es de noche, nadie tiene la necesidad de salir de su hogar, por lo que no es indispensable contar con iluminación exterior.

—¿Acaso lees la mente?—Taehyung cuestionó atónito al otro vampiro que parecía muy tranquilo con lo que le dijo—. Eso sería genial, pero a la vez una falta de respeto contra la privacidad de mis pensamientos.

Ya poco le importaba comentar acerca del tema de las luces.

Jimin se soltó a reír, negando consecutivamente con su cabeza.

—Para nada, eres una persona fácil de leer. Tu rostro demostró lo que estabas pensando.

—¿Lo dice en serio o me está tomando el pelo?

Esta vez el escritor interrogó con seriedad a Jungkook, quien asintió levemente, encogiéndose de hombros.

—Tenemos los sentidos muy desarrollados, pero tampoco somos brujos, Tae.

—De acuerdo, les creeré.

Los vampiros se observaron de reojo, mientras el castaño movía la mano cerca de su rostro, dándose un poco de aire. Porque por más que creyera que ya no podía sorprenderse, con cada cosa mínima volvía a dudar.

Minutos más tarde, cuando retomaron su caminata sin miedo a que alguien notará la presencia de su líder, los inmortales y el humano ingresaron a un edificio de dos pisos, el cual se encontraba al otro extremo del portal por la que ingresaron. Por fin estaban en la sede del consejo vampírico, donde el resto de miembros ya les esperaban en la oficina principal, luego del aviso que Park realizó diligentemente antes de salir de casa de Taehyung.

Cuando pusieron un pie dentro, lo primero que les recibió fueron las animadas alabanzas dirigidas hacia Jeon por parte de algunos vampiros de mayor confianza que seguían ahí, y que fueron avisados con antelación de la buena nueva, los cuales no tardaron en ser correspondidos amablemente por Jungkook.

Los mismos ni cortos ni perezosos hicieron múltiples reverencias antes de presentarse al jovencito de cabellera castaña que su líder había traído consigo.

Quien era la persona que lo cuidó hasta que por fin pudo volver con ellos.

Merecía todos los honores y respetos. Y quizá mucho más, porque la manera en la que Lord Jeon lo observaba era algo que en cualquier parte del mundo tenía un único significado. Ya solo debían hacerlo oficial ante todos para comenzar a organizar los preciados preparativos.

Porque al grupito de vampiros de dos siglos que se denominaban orgullosamente como los románticos empedernidos del clan no se les podía negar absolutamente nada.

A Taehyung le agradaron en demasía los inmortales que correspondían a los nombres de Soobin, Yeonjun, Dayeon y Chaehyun. Sus vestimentas parecían conservar un toque tradicional como las de Jungkook, pero al verse más menores, no se podía negar la apariencia jovial en sus outfits.

Ya luego podría indagar más al respecto con la gente del consejo.

Pero dejando de lado su ojo crítico con la moda, los susodichos le parecieron muy dulces y respetuosos, pues en ningún momento se sintió intimidado, que vale recalcar fue uno de sus mayores temores al inicio. Al contrario, lo hicieron sentir muy bien recibido, regalándole la confianza que creyó perdida al estar en ese sitio tan particular.

Sin embargo, lo que terminó por contagiarle el positivismo al joven de piel canela, fue la unión de su mano con la Jungkook, antes de que Jimin abriera la puerta y con eso se revelará la identidad de las tres personas restantes más importantes después del azabache.

—Es un gusto tenerte otra vez con nosotros, Lord Jeon.

Un vampiro con hoyuelos le regaló una sonrisa que los hizo destacar más gracias a dicha acción. Reverenciándose frente suyo, mientras una rubia y un pelinegro imitaban su accionar al instante.

—El gusto es mío, hyungs y noona.

—Se te extrañó mucho, Jungkookie.

La vampira sonrió tiernamente hacia el líder que apreciaba como a un hermano menor, pero dejó de hacerlo inmediatamente cuando sintió la mirada ruda y profunda del humano sobre ella.

Sus ojos escarlatas acabaron dirigiéndose hacia las manos entrelazadas.

"Muy interesante".

—Jiminnie hizo un trabajo genial—alabó el vampiro de mirada felina, acercándose al más bajito para abrazarlo por los hombros—. Por un momento creímos que todo estaba perdido, pero es bueno haber dado contigo, Kook.

—Y qué lo digas hyung...

No obstante, antes de tomar asiento en la mesa y sumirse más en la conversación, Jeon decidió hacer la presentación del castaño frente a sus amigos y confidentes más cercanos. Aunque muy seguramente ellos ya tuvieran toda esa información de antemano.

—Hyungs, noona, él es Kim Taehyung. El humano que me acogió cuando más lo necesité después de despertar de ese sueño tan largo.

Los vampiros también le regalaron reverencias, agradeciendo su acto desinteresado con su líder y presentándose uno por uno con absoluta cordialidad.

—El placer es mío. No tienen que agradecerme por ayudar a Jungkookie...

Con solo ese apodo, las alarmas se terminaron por activar en la cabeza de los inmortales que regresaron a ver a Jimin en busca de respuestas. Y al obtener una mirada cargada de seguridad de su parte, confirmaron lo obvio.

Y que su líder ni se inmutará, le daba mucha más veracidad al asunto.

Sin embargo, no lo harían obvio para no incomodar.

Conocían de sobra a Jungkook, y hacerle una pregunta indiscreta al respecto cuando iban a tocar un tema tan serio, sería provocarlo para que se desatará su humor de los mil demonios.

Por lo que esperarían a que él mismo tuviera la confianza de contarlo frente a todos.

—Aunque no fuera nada, igual te estaremos eternamente agradecidos—expresó Namjoon, invitándoles a que se sentaran con un claro ademán—. Siéntanse cómodos.

Los presentes le tomaron la palabra al vampiro de cabellos grises, y sin más, a petición de Yoongi, Jungkook comenzó a relatar cómo había sido su travesía desde el preciso instante en el que sus ojos se abrieron.

—Pero... ¿Por qué te fuiste de ahí?—la fémina no podía creerlo, tanto esfuerzo que le pusieron a la cueva como para que Jungkook, saliera del sitio sin mirar atrás. Se pasaba—. Adecuamos el lugar para que te sintieras cómodo hasta que cualquiera de nosotros te encontrará despierto.

—¿Perdón? ¿Estás diciéndome que debía quedarme?

—Exactamente, a tu disposición tenías las cosas que podrías necesitar. Yo mismo dejé una nota, explicando todos esos detalles—intervino Jimin, decepcionado por lo despistado que era su líder y buen amigo—. Ya que en nuestra forma de murciélagos te hacíamos visitas regulares.

—¡Nunca la vi porque cuando estuve consciente lo único que pensaba era en beber sangre!

—Es que era imposible dejarte todo a la vista, incluyendo la pócima que tiene que estar en un lugar oscuro para no echarse a perder—concluyó Yongsun con obviedad, todavía impresionada por el descuido del menor—. Eres un caso perdido.

—Lo lamento, pero en mi defensa me moría de hambre.

—Y quiero suponer que buscaste algún animalito para saciar tu sed, ¿verdad?

Ante la inquisitiva mirada felina, Jungkook por inercia desvió sus ojos escarlatas hacia el escritor. Delatando la cruda verdad de una mala-buena-decisión.

—No nos digas que...

Los ojos de todos inspeccionaron el cuello del castaño que yacía cubierto por un pañuelo que combinaba a la perfección con el abrigo que se puso antes de salir de su hogar. Al principio supusieron que era un simple accesorio, pero con la conclusión que sacaron en ese instante, le encontraron un nuevo sentido.

—Sí, yo fui la cena de este vampiro—Taehyung se señaló a sí mismo, levantando sus hombros como si no fuera tan relevante—. Pero supongo que las cosas pasan por algo, así que no se preocupen tanto.

—Claro que nos preocupamos—aseveró Namjoon con un semblante consternado por la situación—. Porque ya nos podemos imaginar que estuviste dándole tu sangre, debido al vínculo que crearon al volverse mates.

—Jungkook si me lo explicó, pierdan cuidado con eso. Él ha estado muy pendiente de mí y no ha permitido que mi salud decayera por darle sus merecidas dosis de sangre.

—Es lo menos que se puede hacer. No esperes que un vampiro de honor no lo haga cuando se trata de un mortal, pues si tú también fueras uno de los nuestros no habría tanto problema.

El comentario de Jimin solo hizo que Taehyung experimentará una gran curiosidad.

—Esa parte cierto Lord no me la dijo, ¿cómo así?

El humano levantó una ceja, mientras hacía contacto visual con el azabache como si lo estuviera juzgando por privarle de esos detalles.

—Entre vampiros el término que usamos no es mates, ya que a pesar de la unión que se da, solo basta con tomar la pócima especial para que el efecto se desvanezca. Por eso cuando dos vampiros deciden juntarse por toda la eternidad, se vuelven parejas de sangre. Las cuales consisten en alimentarse de su propia sangre mutuamente, eliminando la necesidad de beber de otros seres vivos.

—Es como un pacto de amor eterno—Yoongi opinó con una pequeña sonrisa, recordando cuando su pareja lo transformó para vivir su dulce romance—. Siglos atrás Jiminnie y yo nos enamoramos, pero lastimosamente yo no era un vampiro de nacimiento. Por lo que no me quedó otra más que tomar la decisión de aceptar su mordida. A día de hoy seguimos muy felices, así que no me arrepiento de haber seguido lo que dictaba mi corazón.

—Ohhh, eso es muy romántico.

Taehyung no pudo contener la brillante sonrisa que apareció en su rostro.

—Demasiado, por eso si todo va bien entre ustedes tendrán que intentarlo, ¿eh?

Namjoon no fue consciente de la manera en la que soltó dicha información. Su intención había sido bromear un poco con el tema al creer que la tensión inicial se esfumó en su totalidad. Pero más pronto que tarde descubrió lo mala idea que fue al sentir en carne propia el silencio sepulcral del lugar.

Mientras que Jungkook quería que la tierra se lo tragará vivo y lo escupiera al otro lado del mundo. Como siempre su hyung la jodía en grande. Y es que algo dentro suyo no quería comentarle a Taehyung de esa posibilidad, no porque no le gustará la idea de que fuera su pareja de sangre, más bien era por el hecho de que él no era un vampiro común y corriente. Se trataba del mismísimo líder y eso ejercía una presión extra en la persona con la que se uniera. Ya que inmediatamente se volvería su mano derecha, y el otro líder en caso de emergencias.

Por eso nunca estuvo en sus planes enlazarse, pues no quería cargar a su pareja de responsabilidades que no quisiera asumir. Desde que tiene memoria ha bebido sangre de animales o pócimas. Pero directamente de un humano jamás, porque tenía presente que era más sencillo conectar con ellos, a tal punto de crear otros sentimientos, como fue el caso de Jimin y Yoongi.

Además, tampoco le emocionaba la idea de depender de otro ser, ni de su sangre. Pero la vida era experta en dar sorpresas y a día de hoy, se sentía capaz de afirmar que le gustaba mucho alimentarse de Taehyung.

Porque su sangre era un verdadero manjar que podría degustar por siglos sin aburrirse.

Pero ese no era el punto, porque lo que él sintiera no importaba realmente.

Así que cuando escuchó a Taehyung aclararse la voz, de inmediato supo las palabras que saldrían de su boca.

—Mmm... Creo que hay un malentendido, Jungkook y yo no tenemos una relación como ustedes piensan. Solo somos amigos y le ofrecí quedarse en mi casa hasta que los encontrará o ustedes lo hicieran.

—¿En serio? ¿Cómo que no son pareja? Y yo que por un instante creí que debí presentarlos como tal.

—¿Qué? Oh...

Taehyung no pudo controlar el sonrojo que se posó en sus mejillas gracias a lo dicho por Jimin, quien parecía decepcionado por su revelación.

—Es que con solo mirarlos dan esas vibras—concordó Yongsun, mostrándose divertida con la única intención de alivianar el ambiente. Pues Taehyung había dejado de verla como si quisiera arrancarle la cabeza—. Si nos lo hubieran confirmado, lo primero que hubiéramos hecho era armar una fiesta de celebración al tener a un nuevo líder con nosotros.

—Ya veo, gracias por considérame de esa forma. Pero solo deberían concentrarse en celebrar la vuelta de Lord Jeon.

Taehyung sugirió, no queriendo darles más vueltas al tema. Porque si lo hacía, eso dejaría expuesta esa parte suya que todavía no aceptaba el destino que aparentemente les esperaba.

Uno en el que ambos tomaban caminos separados.

—Sí, Taehyung tiene razón—esta vez fue Jungkook quien habló, pero su tono de voz demostraba que algo significativo cambió. Sin embargo, nadie lo diría en voz alta para no joderla peor—. Tenemos más cosas de las que conversar, así que aprovechemos de mejor manera el tiempo.

A los vampiros que conformaban el consejo no les quedó de otra que aceptar ante tanta firmeza impuesta en dicho enunciado. Deseando con sinceridad que ese par se diera cuenta de lo obvio lo más pronto posible o quizá se arrepentirían de por vida. Porque hasta la única pareja que se encontraba en el lugar, no podría decir que no se veían reflejados en ellos. 

De la misma manera en la que la fémina que fue vista como una amenaza para que el castaño sintiera celos de ella, mientras el vampiro con hoyuelos era testigo del comportamiento que el azabache tenía con el humano, comprobaban que la conexión que se sentía entre ambos era sumamente especial.

No lo habían imaginado, pues lo experimentaron con la manera en la que sus miradas se encontraban casualmente o cuando sus manos se rozaban sin querer y parecían no estar al tanto de eso, por tenerlo tan normalizado.

Algo como lo que ese par compartía jamás podría tratarse de una ilusión.

Y por esta vez, confiarían en que el destino jugaría las cartas necesarias para aclarar la situación de los corazones enamorados en secreto.

Continuará...

Gracias por leer este capítulo largo y revelador, espero les haya gustado y me disculpen por la demora. También les aviso que publiqué un fic vkook llamado "la esencia de tu alma" que se adapta muy bien al concepto del photofolio de Tae por si gustan leerlo.