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MR & MRS KIM

Seúl, 2010

Una antigua camioneta recorre uno de los seis carriles de la autopista que separa Gangnam de Guryong.

Dos zonas de la gran ciudad tan cercanas y a la vez opuestas. La primera llena de lujo, opulencia y riqueza, de tiendas de marcas exclusivas; el distrito donde se emplazan edificios y condominios construidos para los millonarios coreanos, actores y idols.

La segunda está ubicada a espaldas de los grandes rascacielos. Oculta para los ojos del mundo historias de pobreza, abandono, de personas que son vistas como "desechos de la sociedad" ; de seres que no tuvieron las mismas oportunidades que los otros habitantes de la gran urbe.

Al volante del vehículo va un chiquillo de dieciocho años que tiene como tarea retornar a casa con sus hermanos. Son casi las once de la noche y todos vuelven de la escuela; los más pequeños van cabeceando después de una agotadora jornada. Los mayores conversan y ríen bromeando sobre que innovadora receta habrá inventado omma para calmar el hambre de la tropa.

Seokjin maniobra con cuidado conforme se acerca a las tugurizadas calles. Maneja a la defensiva ya que nunca faltan algún vecino borrachín que traiga encima algunos tragos, o una mascota que olvidaron poner a buen recaudo que puedan aparecer de improviso y ser atropellados.

-¿Que creen que omma haya preparado? ¿Otra vez "Capricho de Ramen dos sabores"?

-Con suerte Chae Rin noona consiguió que la señora Kang le regale una docena de huevos.

-Sueña Namjoon, esa vieja es una tacaña. A lo mucho se los vendió más baratos.

-Yoongi hyung no seas negativo, tal vez hoy amaneció iluminada.

-Hoseok tiene razón Yoongs, no seas tan aguafiestas.

-¡Hyung, cuidado!

Jin reaccionó a tiempo. Los faroles de la vieja Toyota alumbraron una figura espectral que se atravesó súbitamente. A pesar de frenar a tiempo no pudo evitar darle un golpe.

-¡Mierda hyung qué era eso!

-¡No lo sé Joonie, salió de la nada!

-¡Yo si la vi, parecía la chica de esa película horrorosa que vimos la otra noche! ¡Carrie!

-Hoseokie cálmate estás temblando. Jin hyung ¿Qué haces?

-Voy a verla. Frené a tiempo pero llegué a pegarle, debo revisar si esta bien. Hoseok quédate con los maknaes. Por favor que no bajen. ¿Vienen chicos?

Yoongi y Namjoon hicieron un gesto afirmativo. A sus diecisiete y dieciséis años habían pasado tantas cosas que un muchacho de su edad no debería haber vivido, que ya estaban curtidos de cualquier susto. Su preocupación era Seokjin, era un joven noble y sensible, sentían que era su deber protegerlo.

Las luces de la camioneta alumbraban a duras penas pero lo suficiente para ver a la persona que yacía frente a ellos. Era una mujer desnuda, cubierta de sangre e inconsciente.

-¡Mierda hyung! ¿Está muerta?

-No lo sé Yoongi

-Está viva, siento su pulso. No le pegaste tan fuerte para que tenga todas esas heridas. Está desnuda; a esta chica la deben haber violado, por eso está así. ¡Que hijos de puta!

Namjoon no pudo evitar exteriorizar su cólera. Para él todo el que abusara de un ser indefenso era digno de que le arrancaran las uñas.

-Ayúdenme a subirla a la tolva, omma nos echará una mano para curarla.

-¿Hyung estás loco? Nos vamos a meter en problemas

-¿Pretendes dejarla aquí Yoongi?

-Jin hyung tiene razón Yoongi hyung. Eso no es lo que omma nos ha enseñado.

Seokjin se quitó la chaqueta y con ayuda de los otros chicos cubrió a la muchacha. Se sentía abochornado. Nunca había visto a una mujer desnuda y menos la había tocado; pero la situación era de urgencia, no había lugar para delicadezas.

Yoongi y Namjoon se quedaron en la parte trasera para evitar que la chica se lastimara más. Jin manejaba con mucha cautela para tratar de que el vaivén de la pista sin asfaltar no incomodara a los menores y a la muchacha.

-¿Hyung ella se pondrá bien?

-Eso espero Hoseokie.

Hoseok de dieciséis años era un caso especial. A pesar de las situaciones difíciles que vivió su alma seguía siendo pura y generosa. Su preocupación era auténtica, había escuchado la conversación y se conmovió pensando en el dolor de la muchacha.

Los otros ocupantes de la camioneta dormían profundamente. Jimin y Taehyung de quince años y Jungkook de trece sentían el efecto de las largas horas de estudio y más que nada de las temporadas de "llenarse el estómago" con cualquier cosa que a veces no calificaban como nutritivas. Jin agradecía por una vez que los niños estuvieran bien dormidos. Ya los despertarían cuando la desconocida estuviera en un lugar seguro.

Cuando por fin llegaron a su destino, Seokjin estacionó el vehículo a la entrada de un estrecho callejón. Namjoon ayudo a bajarla y Jin la llevó en brazos hasta su casa. Yoongi y Hoseok se ocuparon de despertar a los demás y luego taparon la camioneta con unos antiguos banners publicitarios. La noche era fría y anunciaba nevada.

En el hogar de los muchachos dos mujeres tenían lista la cena y habían colocado las briquetas de carbón para mantener caliente la casa.

-¡Omma, noona abran por favor!

-Jinnie ¿Qué ocurre? ¡Oh, por la santa Virgen!

-Jin ¿de donde salió esa mujer? ¿Qué diablos le ocurrió?

-Luego les cuento, por favor ayúdenme, está muy mal.

-Chae Rin corre, llama al doctor Oh.

-Jin llévala a mi habitación, hay que asearla hasta que llegue Jong Dae.

Seokjin preparó una batea con agua tibia y unos paños. Los llevó hasta la habitación donde dormían su madre y hermana. La matriarca miraba con lástima a la jovencita recostada en su cama. Sus curvas no eran de una asiática y a pesar de tener el cabello todo pegoteado se lograba ver que era negro y ondulado. Estaba tan golpeada que tenía el rostro desfigurado y cubierto de sangre que manaba de su cabeza en la cual tenía un profundo corte. Su cuerpo también tenía golpes, quemaduras y en su entrepierna se veía un rastro de sangre.

-¡Pobrecilla! Quien se haya ensañado con ella la debe odiar mucho.

-No me explico cómo alguien puede ser tan cruel. Está muy lastimada.

-La niña es de carácter. Mira sus uñas, están destrozadas y llenas de sangre, le dio batalla al mal nacido que la atacó.

No pasó mucho para que llegara el doctor Oh Jong Dae.

Treinta y cinco años, médico cirujano que cayó en desgracia al haber sido acusado de consumir tranquilizantes y antidepresivos, medicinas que usaba para controlar su trastorno de ansiedad. Uno de sus colegas conspiró en su contra para sacarlo del camino cuando aspiraban al cargo de director del departamento de cirugía. Desde ese momento entró en un espiral de autodestrucción que lo llevó a ser repudiado por sus colegas, novia y familia.

Fue el segundo de los ángeles caídos rescatado por Amelia Blackhorn cuando lo halló tirado en un montículo de basura de Guryong.

Con el tiempo hizo que volviera a sentirse valioso y útil, se convirtió en el doctor de cabecera de la humilde comunidad, compuesta en su mayoría por ancianos e indigentes. Resurgió gracias al amor de Amy (que era la forma cariñosa como llamaba a Amelia).

Eran amantes, cómplices y líderes de ese pequeño mundo olvidado por las autoridades que descargaban su conciencia colocando cámaras de seguridad y pintando las paredes con murales que no borraban la tristeza de los que vivían allí.

El doctor Oh confirmó lo que sospechaban. La chica había sido ultrajada, habían intentado asfixiarla y tenía un gran corte en la cabeza producto de un golpe muy fuerte. La habían torturado quemándola y golpeándola.

-Amy debemos administrarle antibióticos para evitar la infección de las heridas y otro cóctel en prevención de ETS. También analgésicos, cremas para la inflamación y conseguir la píldora de emergencia.

-Yo iré a la farmacia Dae oppa.

-Te acompaño Chae Rin noona

-Yo los llevo Namjoonie

-Esperemos que las cámaras de seguridad no hayan filmado nada. Ninguno de nosotros está para dar explicaciones a las autoridades. Amy, deben estar atentos a su evolución, cualquier cosa me llamas.

-Gracias Jongie, nosotros la cuidaremos.

Luego de terminar de asear a su huésped y administrarle los medicamentos Amelia se reunió con sus hijos para explicarles la situación. Todos coincidieron en que ayudarían a que la chica se restablezca y que pueda regresar a casa; seguramente su familia la estaba buscando.





Era una mañana de sábado. Como cada fin de semana los chicos se dedicaban a limpiar y ordenar su humilde vivienda, ayudar a sus vecinos y salir a buscar algún trabajo eventual con que ayudar a la economía familiar.

Amelia tenía una pequeña tienda que surtía de productos básicos y accesibles al vecindario. Chae Rin trabajaba en un restaurante en Itaewon cuya dueña era de lo más hosca con su personal; si la muchacha continuaba trabajando allí era porque por lo menos, era justa para pagar el sueldo.

Jin se quedó en casa cuidando a la chica que continuaba inconsciente. Mientras tanto, avanzaba con el almuerzo de la familia y ayudaba a Jungkook en sus deberes escolares.

La paz se quebró súbitamente cuando los jovencitos escucharon un grito proveniente de la habitación de su madre. La voz sonaba angustiada y hablaba en un idioma que no conocían

-¡Suéltame por favor, no me hagas daño!

Seokjin fue a ver qué ocurría. La muchacha estaba sentada mirando asustada todo lo que la rodeaba. Temblaba como una hoja y lágrimas surcaban su maltratado rostro. Dio un brinco de terror cuando fijó sus ojos en él y lo único que atinó a hacer fue cubrirse con la sábana ocultando su desnudez.

-Tranquila, no te asustes, no te lastimare. Estás en un lugar seguro. Me llamo Seokjin. Mis hermanos y yo te encontramos anoche y te trajimos a casa para que omma nos ayudara a curarte.

Jin estaba preocupado. Parecía que la chica no comprendía lo que le decía. ¿Y si no hablaba coreano? Pero sus temores se evaporaron cuando la muchacha preguntó.

-¿Omma?

Seokjin sonrió aliviado. La chica lo miró analizándolo, pero se sobresaltó al sentir la presencia de alguien más.

-¡Hyung! ¿Qué pasó?

-Kook no grites que la asustas

-¡Oh! Disculpe señorita, no fue mi intención.

Jungkook hizo una reverencia a modo de disculpa. La joven los volvió a mirar con curiosidad, acción que sorprendió a los chicos. Era como si el temor hubiera abandonado su cuerpo, se veía tranquila y en paz.

Valeria siempre había tenido un sexto sentido, una intuición muy desarrollada con respecto al aura de las personas. Desde que conoció a Enrique supo que era un alma vil y oscura que en algún momento sacaría a relucir su verdadero yo. Descubrió de la manera más dolorosa que su percepción era correcta.

Por el contrario, los muchachos que tenía frente a ella reflejaban pureza y honestidad. Sus gestos eran sinceros y le inspiraban confianza.

-¿Tienes hambre? ¿Sed?

-¿Me... das...un poco... de ...agua... por favor?

La muchacha se tocaba el cuello y hablaba con dificultad.

-Claro.

-Kookie quédate con ella mientras le traigo agua.

Cuando Jin regresaba escuchó la voz de Kook.

-Jin hyung tiene la misma edad que tú noona.

¿Ese niño había entablado conversación con la extraña? Eso sí era una novedad teniendo en cuenta lo tímido que era, especialmente con las chicas. Por lo visto la muchacha le había caído en gracia.

-Ten, te hice un poco de té tibio para que te alivie la molestia. Es lo que omma nos da cuando enfermamos de la garganta.

-Gra...cias Seok...jin

-Hyung voy a avanzar mis deberes. ¡Nos vemos Valeria noona!

Valeria, bonito y extraño nombre.

-Me puedes decir Jin. ¿Tu nombre es Valeria?

Ella afirmó con la cabeza. Jin le preguntó si necesitaba algo más y Valeria pidió algo que ponerse. Le dio una de sus camisetas de estar en casa; era vieja pero estaba limpia y le serviría para cubrirse. Con la diferencia de estatura que había entre ellos y la estructura de sus cuerpos la prenda le quedaría como un vestido.

Tuvo que ayudarla a ponérsela porque era evidente que le costaba trabajo hacerlo sola por el dolor de los golpes. Seokjin notó que aunque sus párpados estaban hinchados dejaban entrever unos lindos ojos color avellana.

Los días de recuperación continuaron. Valeria fue conociendo a cada integrante de esa numerosa familia; si bien no eran hermanos de sangre, el amor y lealtad que existía entre ellos y la veneración a quien todos llamaban "madre" la conmovían profundamente. El lazo filial que los unía a Amelia era algo que ella había perdido con su mamá hacía ya mucho tiempo.

Amelia Blackhorn era un ser de luz. Hija de estadounidense y coreana había sufrido los maltratos de un padre alcohólico y la muerte prematura de su madre; se vió envuelta en el mundo de la prostitución hasta que un hecho la sacó de la oscuridad en que vivía.

El proxeneta que la tenía prácticamente esclavizada llegó un día con una niña de trece años que le había sido entregada para ser pervertida en el antro de lujo que administraba. Se ufanaba que entre su "selecta clientela" había tipos que apreciaban la carne tierna.

Amelia estaba asqueada. La codicia de Gwon Jun Hwan no tenía límites. Era capaz de dejar que mataran, torturaran y vejaran a las mujeres que trabajaban para él con tal de asegurar a su público cautivo, formado por hombres poderosos de retorcidas mentes, que podían satisfacer sus mas bajas fantasías en el "club para caballeros" que regentaba.

Pero lo de la niña fue lo último que pudo soportar. Se vio reflejada en ella, haciéndole recordar como a sus quince años, fue inducida por Jun Hwan a entrar en ese mundo decadente. Había pasado la mitad de su vida sumida en esa podredumbre. Al ver la angustia y temor en los ojos de Chae Rin sintió como la costra que cubría su corazón se quebraba y una voz dentro de ella le decía ¡ya no más!

Esa noche huyó llevándose consigo a la niña. Dejaron Busan sin mirar atrás, temiendo ser alcanzadas por la ira de Gwon cuando se diera cuenta que la exótica "Trinity" y su última adquisición habían desaparecido sin dejar rastro.

Habían pasado seis años de eso. A sus diecinueve años Chae Rin era la mano derecha de Amelia y la noona de los siete revoltosos que poco a poco se fueron sumando a la familia. Ambas habían pasado hambre y mil penurias hasta que llegaron a Guryong, donde fueron recibidas con cariño y solidaridad. Ellas retribuyeron con creces el gesto de sus vecinos ayudando en cuanto podían; la mayor parte de ellos eran ancianos sin familia o que sus familiares visitaban muy esporádicamente. La aversión a todo lo que significara pobreza hacía que las nuevas generaciones corrieran despavoridas borrando cualquier vínculo con esa zona de la ciudad.

El doctor Oh era parte del grupo. Su abuelo fue el único que le tendió una mano a pesar de sus carencias; cuando falleció, Jong Dae se quedó a vivir en Guryong.

Fue en un episodio depresivo que casi lo lleva a la muerte que Amelia lo salvó y luego se convirtieron en pareja, pasando a ser los líderes de la comunidad.

Yoongi y Namjoon fueron los siguientes en llegar. Valeria pudo percibir que eran almas que habían sufrido mucho pero habían recuperado su brillo. Aunque una sombra los acechaba, el ambiente de amor y respeto de su hogar sacaba lo mejor de ellos.

Habían formado parte de una pandilla que los acogió cuando huyeron de sus domicilios hartos de los abusos de sus padres. Terminaron mal heridos en un enfrentamiento con una banda rival. Casi se daban por muertos cuando Amelia los ayudó.

Conforme se sumaban más miembros a la familia los vecinos se fueron rotando en las viviendas trasladándose a las que estaban vacías (que cada vez eran más) dejando espacio para su querida Amy y toda su prole.

Hoseok era huérfano. Había pasado por diferentes hogares que lo único que les interesaba era la partida de dinero que les daba el estado por hacerse cargo de él. No conseguía ser dado en adopción de manera permanente por el problema de hipoacusia que presentaba. La gente no quería niños con "desperfectos" si podían elegir a sus futuros hijos.

Huyó cansado de los abusos que sufría en la escuela y no contar con el apoyo de una familia que lo reconfortara.

Jimin y Taehyung llegaron escapando de unos traficantes de menores que los iban a vender en el mercado de comercio sexual; los chicos asiáticos eran muy cotizados en Europa y Estados Unidos. También eran huérfanos.

Jungkook era el nieto de una de las vecinas que lo tenía a cargo cuando sus padres murieron en un accidente. El último deseo de la señora Jeon fue que el pequeño Kookie formara parte de la familia de Amelia. Su casa fue la primera que sirvió como ampliación para la familia Blackhorn.

Seokjin venía de una familia de clase media. Su idílica vida se transformó en una pesadilla cuando a los diez años, él y su pequeña hermana de cinco años jugaban en un parque y la niña sufrió una descarga eléctrica mortal, producida por una conexión antigua del alumbrado público. El sentimiento de culpa lo acompañó durante mucho tiempo; por la muerte de su hermanita, la tristeza crónica de su madre, el cambio de su padre que se volvió frío y cruel. La situación lo arrastró a una depresión tan severa que intentó suicidarse cuando tenía dieciséis años. La solución del señor Kim fue internarlo en una institución mental de la cual escapó. En su huida quedó a merced de unos asaltantes que lo golpearon al no poder robarle nada. Yoongi y Namjoon lo ayudaron y desde ese momento pasó a ser el hyung de los Blackhorn.




Valeria se encontraba mucho mejor. Al clan le extrañaba que no hubiera hecho el menor intento de comunicarse con sus familiares, ni siquiera los mencionaba.

No la veían desesperada por irse; al contrario, se había adaptado muy bien a la dinámica familiar. Ayudaba con las labores de casa, cocinaba muy rico con los pocos ingredientes que tuviera. Era muy hábil e instruida, hablaba inglés fluidamente y francés básico aparte del coreano y español, su lengua materna. Era la tutora escolar de los chicos a los que asesoraba con las lecciones de la escuela.

Ese fue otro detalle que apreció de Amelia. Hizo que los muchachos siguieran estudiando usando mil artimañas para figurar como su tutora legal, contando con la suerte que la directora de la escuela tuviera un corazón de oro y notara las buenas intenciones de la mujer que ha cuenta de nada, se había hecho de la responsabilidad de velar por los jovencitos.

La extraña muchacha dio a conocer su verdad una noche mientras veían noticias en la destartalada televisión, uno de los tantos viejos electrodomésticos que tenían en casa.

"Y en otras noticias... conmoción en el edificio "Lux" de la zona de Gangnam. Los vecinos de un matrimonio extranjero conformado por Enrique y Claudia Fuentes reportaron un olor nauseabundo proveniente de su departamento. Al intervenir la policía se hallaron los cadáveres de los esposos muertos por impactos de bala. Se trataría de un caso de homicidio y suicidio respectivamente."

Damos pase al bloque deportivo...

-Vale que tienes, Valeria...

La chica oía la voz de Jin pero estaba en shock después de escuchar la noticia. Sentía un pitido en los oídos y no terminaba de asimilar lo que había pasado.

-Valeria mírame, respira.

La voz de Amelia la sacó de su trance.

-Mi madre, mi madre murió.

Sus ojos se llenaron de lágrimas y sus sollozos eran tan fuertes que hacían que se estremeciera todo su cuerpo. Su llanto era tan conmovedor que Chae Rin y los chicos hicieron notar su congoja. Cuando por fin se calmó gracias al consuelo de Amelia que la tenía abrazada y de Jin que le sujetaba una mano cariñosamente pasó a contarles su historia.

-Me llamo Valeria Luperdi. Mi padre era argentino y mi madre peruana. Se conocieron en Chile donde el amor por la cocina los unió, se enamoraron y se casaron. Cuando tenía cinco años lograron asociarse con un empresario coreano que quería traer la sazón latinoamericana a Corea. Gracias a él crearon "Tres banderas"

-¿Tus padres son dueños de ese restaurante? Es súper conocido en Gangnam.

-Si Chae Rin unnie; tenían la mitad de la inversión.

Todo fue de maravilla. Era tan feliz, mis padres se amaban y me querían mucho. Pero cuando cumplí trece años mi mundo empezó a derrumbarse. Papá murió de un infarto fulminante y a mamá le tomó tiempo restablecerse. El señor Jae Hyungwon, socio de mis padres y mi padrino fue de gran apoyo para nosotras.

Después de dos años parecía que todo volvía a la normalidad hasta que mamá se enamoró. Su nuevo amor se llamaba Enrique, un tipo que conoció gracias a unos amigos en común. Desde la primera vez que lo vi me dio muy mala espina; se lo comenté a mi padrino y me dijo que lo tomara con calma, que tal vez eran los celos propios de la situación.

Confirme mis sospechas después de que se casaron. El tipo era un vividor, manipulador y también un acosador sexual. He pasado los tres últimos años asustada pensando que ese enfermo me podía hacer daño. Llegó a tanto la situación que un día me quiso besar a la fuerza cuando mamá lo sorprendió. El muy cínico le dijo que yo era una cualquiera que prácticamente me había arrojado a sus brazos. Lo que más me dolió no fue la bofetada que mi madre me dio sino que le haya creído.

Esa noche tomé un taxi y le conté todo al señor Jae que me acogió en su casa como una hija más. Pidió una orden de restricción para que el asqueroso no se me acercara.

Cuando Hyungwon appa fue a hablar con mi madre ella le dijo que tuviera cuidado, no vaya a ser que terminará metiéndome en su cama.

Valeria no podía contener las lágrimas que caían y caían. Tuvo que hacer una pausa para tranquilizarse.

-La noche que ustedes me hallaron fue el día más horrible de mi vida. Salí un poco más tarde de la escuela porque me quedé en la biblioteca. Cuando iba camino a la estación del metro el desgraciado ese salió de la nada y me secuestró. No pude oponer resistencia porque me sedó con algo.

Desperté en una casita abandonada. Estaba amordazada y maniatada. El hijo de perra se dio el gusto de golpearme y quemarme con un cigarro en venganza por haber huido de casa y rechazar su acoso. Luego...luego abusó de mí. El imbécil me desató, quería que me defendiera para poder golpearme con mayor satisfacción. Me destrocé las uñas rasguñándole la cara y el pecho. Opuse resistencia lo más que pude hasta que me asfixio y me desvanecí. El cabrón me golpeó con algo la cabeza, quería asegurarse de matarme. No sé cómo sobreviví después de eso.

Las expresiones de los Blackhorn eran de pesar, cólera y comprensión.

-Valeria ¿regresarás ahora que ese maldito se está quemando en el infierno?

-No lo sé. Si no di señales de vida era porque temía por mí seguridad, la de mi madre y la familia de mi padrino. Deseo ver a Hyungwon appa pero no quiero volver por ahora. Tengo muy malos recuerdos. ¿Puedo quedarme con ustedes unos días más? ¿Por favor?

-Claro pequeña, no hay problema, ya eres parte de esta familia.

Un par de semanas más tarde Valeria regresó a casa. Usando ropa que Chae Rin le prestó se despidió asegurando que volvería. Ella ya era una Blackhorn.

Era tan irónico. El trayecto desde Guryong no tomaba más de treinta minutos a pie. Jin se ofreció a acompañarla. Al llegar se dijeron adiós con un gran abrazo.

-Adiós Jinnie, nos veremos pronto.

La chica se puso de puntillas y se despidió como lo hacían en Latinoamérica.

Seokjin se quedó parado con cara de bobo. Tocándose la mejilla emprendió el retorno con una gran sonrisa en el rostro.




Jae Hyungwon pensó que estaba viendo un fantasma.

Ante él estaba su querida niña, de la cual no sabía nada hacía casi dos meses; se notaba más delgada y vestía ropas humildes.

Lo más impactante fue ver algo nuevo en su mirada. Fortaleza. Ya no era la chiquilla asustada que acogió en su casa.

Valeria le contó todo lo que pasó la noche en que Enrique la secuestró y cómo sobrevivió con la ayuda de la familia Blackhorn. Gracias a Hyungwon pudo reconstruir el triste final de su madre.

-¿Alo? ¿Claudia?

-¿Qué quieres Hyungwon? ¿Ya te aburriste de tener a esa majadera en tu casa?

-Por Dios Claudia deja de hablar así de Valeria. ¿No ha ido para allá?

-¿Estas bromeando? Desde que salió haciendo el numerito de la chica digna no ha puesto un pie por aquí. Además tampoco la recibiría, nos debe una disculpa a Enrique y a mí.

-Claudia, es casi medianoche y Valeria no ha vuelto a casa, tampoco ha llamado a reportarse. Estoy muy preocupado.

-Estará revolcándose con algún noviecito.

-¡Mierda mujer! ¡deja de hablar así de tu hija! ¿Tan envenenada tienes el alma para no darte cuenta de lo que realmente pasó? Valeria tiene el espíritu y la dignidad de Fernando, sería incapaz de defraudarnos y fallarse a sí misma. Si sabes algo me avisas, Hye Jin y las niñas están desesperadas.

-Una hora más tarde tu mamá me llamó. Estaba llorando y dijo que se sentía muy arrepentida por no haberte creído; que esperaba tu perdón y el de Fernando y que te devolvería la paz que el hijo de puta de Enrique te había robado. ¡Lo lamento tanto pequeña! Pensé que se refería al divorcio, jamás imagine la decisión que había tomado.

Cuando la policía encontró la escena del crimen descubrieron que el infeliz tenía en el bolsillo de su saco la cadena y el dije que te regaló tu papá y que siempre usabas. El cadáver tenía rasguños en la cara y el pecho; ¿son los que tú le hiciste no es así?

Valeria movió la cabeza afirmativamente.

-Tu madre debe haber atado cabos y bueno... hizo lo que hizo

-¿Por qué no la fuiste a buscar? ¿Por qué nadie escuchó los disparos?

La fui a ver al día siguiente. Toque la puerta y no abría, trate de llamarla y el teléfono estaba fuera de servicio. Vale, no pensé que haría algo así, Claudia veía por los ojos de Enrique. En cuanto a los disparos jamás los oyeron porque los amortiguó con un cojín de la sala.

El llanto de Valeria era silencioso. Esperaba que su madre encontrara paz y descanso eterno.

-Lo sé padrino, no te juzgo. Mamá estaba muy confundida, se dejó atropellar por esa relación tóxica.

-Niña ¿Qué piensas hacer? ¿regresarás a la escuela?

- Sí, pero quería pedirte un favor... En realidad varios.

Seokjin estaba terminando de acomodar sus cosas cuando una voz hizo que levantara la cabeza.

-Disculpa ¿La silla de al lado está ocupada?

Tuvo que parpadear varias veces para asegurarse que no estaba viendo visiones. Frente a él y usando el uniforme de la escuela estaba Valeria. Lo miraba sonriente, usaba gafas y tenía su largo y oscuro cabello ondulado recogido en una trenza.

-¿Vale? ¿Tu estudias aquí?

-¡Hola Jinnie! Sí, me traslade a esta escuela. Almorzamos juntos y te cuento todo ¿te parece?

Él le devolvió la sonrisa. Recogió el desorden y le cedió la silla.

Como habían pactado almorzaron en compañía de los otros chicos. Todos se alegraron mucho de verla. Valeria les contó el trágico desenlace de su madre. También les mencionó que estaba bajo la custodia legal del señor Jae hasta que cumpliera la mayoría de edad y que vivía con él y su familia.

-Vale noona por qué te cambiaste de escuela?

-Lo hice por dos motivos Tae: No quería regresar a mi antigua escuela donde había un grupo de chicas que me molestaba por ser extranjera; sabiendo lo que ocurrió con mi madre y padrastro el acoso se haría insoportable. Pero lo principal fue que quería volver a estar con ustedes; me siento segura con su compañía.

Valeria tuvo que guardarse el ¡oowww! de ternura que le provocó el rubor de los siete chicos.

Los ocho se volvieron inseparables. La vieja camioneta se paseaba por el adinerado distrito haciendo que más de uno arrugara la nariz. Jae Hye Jin sonreía al ver el radiante gesto con el que retornaba su ahijada de la escuela. ¿Quién era ella para decirle que no a esa amistad que había ayudado a Valeria a superar las situaciones tan duras que había vivido? Sabía que su pequeña guerrera estaba en buenas manos.

El señor Jae en agradecimiento por lo que hicieron los Blackhorn le ofreció a Amelia una recompensa que ella rechazó y que canjeó por mejoras del baño comunal de Guryeong.

Valeria le devolvió las prendas prestadas a Chae Rin y le regaló ropa como hacen las hermanas. En Navidad surtió de electrodomésticos nuevos a la familia. Les pidió que no los rechazaran, era lo menos que podía hacer por los ángeles que le devolvieron la vida. En todo sentido.








Seúl 2012

-¡Chicos vengan, es hora de soplar las velas!

La voz de Amelia alertó a los muchachos que dejaran por un momento la partida de videojuegos que estaban teniendo para acompañar a la cumpleañera.

Estaban celebrando el cumpleaños número veinte de Valeria y dos años de haberla integrado a la familia. Todos los Blackhorn estaban allí, incluso Jong Dae.

El departamento de los Luperdi se llenó de voces que deseaban sinceramente muchos años de felicidad para la muchacha que llegó a sumarse al clan y cambió sus destinos en muchos aspectos.

La vida continuó para ella. Al terminar la escuela se sumó al equipo de "Tres banderas" aprendiendo más de la cocina latinoamericana gracias a Don Panchito López, el cocinero peruano que trabajó desde el inicio con sus padres. También siguió estudios en línea de administración de empresas.

Con el dinero de la herencia de sus padres invirtió en la educación de sus "hermanos" que optaron por seguir su ejemplo y estudiar online. Chae Rin y Jin trabajaban en el restaurante medio tiempo; ella se interesó en el mundo de la moda, él en negocios y banca. Yoongi era un genio de la electrónica.

Los menores seguían en la escuela.

Namjoon tenía una gran habilidad para los idiomas, Hoseok amaba la mecánica, Jimin demostraba su talento en todo lo referente a la informática. Taehyung soñaba en ser químico farmacéutico y Jungkook era un excelente deportista.

Amelia se sentía feliz. Sus niños habían dejado atrás el dolor y la desesperanza, eran unos orgullosos sobrevivientes y auguraba para ellos existencias plenas y dichosas.

Las luces se apagaron y todos a una voz cantaron en honor de Valeria. A pesar de la oscuridad pudo notar las miraditas que se lanzaban la chica del cumpleaños y el mayor de sus hijos varones; sonrió para sí misma confirmando sus sospechas. No fue la única que lo notó. Chae Rin la miró y le guiñó el ojo de manera cómplice.

Un brazo sobre sus hombros y un susurro la distrajeron por un momento.

-Ese par no es nada disimulado ¿no te parece Amy?

-¡Para nada! Déjalos, están en su nube de algodón ¡se ven tan lindos!

Todos estaban sentados en la gran mesa del comedor disfrutando de la deliciosa sazón del chef de "Tres Banderas" que quiso agasajar de ese modo a su adorada "niña Luperdi".

-¡Oh Dios! Si sigo comiendo no sé cómo voy a celebrar mañana con mis padrinos y las chicas.

-Ahora sé porqué es tan famoso el restaurante ¡la comida es riquísima!

-¡Sí Jimin hyung! todo está para repetir. Vale noona si sobra algo ¿me lo puedo llevar?

-¡Claro Kookie! Haremos algo mejor. El sábado paso por la casa a preparar el almuerzo y me quedó para la noche de juegos de mesa.

Cuéntame ¿Cómo te va con las clases de historia?

-Mejor no le preguntes noona. Está pataleando para escribir el ensayo de mitología griega.

-Supongo que le echaste una manito ¿no Hoseokie?

-¿Mencioné que la tarta de fresas está deliciosa?

-¿Y tú Namjoon no has hecho gala de tu sabiduría?

-Honestamente Vale noona la única que le tiene paciencia a ese bebé berrinchudo eres tú

-¡Hyung yo no soy un berrinchudo!

-¿Ah no, Jungkook? ¿Y qué estás haciendo ahora?

-Ya no lo molesten chicos. Es cierto Valeria, contigo se comporta como un querubín. Con decirte que hasta a mí me saca de quicio.

-Es que es divertido verte molesto Jin hyung.

-Ok, ok. Mmm... a ver Kookie. Imagínate que el Olimpo es una gran familia así como la nuestra. Cada dios tiene su propia personalidad y representa una virtud o habilidad que los griegos consideraban importante en su vida. Por ejemplo, ¿Si omma fuese una diosa cuál de ellas crees que sería?

-Mmm... ¿Rea?

-¡Muy bien Jungkook! ¡Y qué modesto!

-Por qué le dices eso Valeria?

-Rea era la madre de todos los dioses Chae Rin noona.

Chae Rin le hizo un gesto a Namjoon diciéndole "tú si sabes" que él devolvió con una hermosa sonrisa que mostraba sus hoyuelos.

-Jong Dae oppa es fácil

-¡Él sería Asclepio, el dios de la medicina y la curación!

-Genial, Kook

-Ahora nos toca... pienso que Chae Rin noona puede ser Afrodita, la diosa del amor

-Se que soy hermosa pero prefiero verme como alguien que tiene muchos talentos e inteligencia.

-Entonces serás Atenea, la diosa de la sabiduría

-¿Por qué a nadie se le ocurrió antes explicarle de esa forma?

-Porque no todos son brillantes como Valeria, Yoongi

-Jin hyung sería... Eros, el dios del amor

-Y la belleza

Valeria lo dijo con tanta convicción que los muchachos empezaron a molestar a Jin.

La dinámica ayudó a Jungkook a asociar a Yoongi con Hefesto, dios de gran intelecto, el fuego y la creación de armas. Las dotes de liderazgo que Namjoon demostraba en la escuela sumados a su inteligencia, ayudaron a relacionarlo con Zeus.

Para Kookie, el siempre radiante y optimista Hoseok era definitivamente Apolo, dios del sol, la música y el tiro al arco.

El entusiasmo de Jungkook convirtió a Jimin en Hermes, mensajero de los dioses; la comparación se debió a sus dotes comunicacionales, su interés por la informática y sobre todo a sus lazos de hermandad con Taehyung, que para la imaginación de Kook calzaba en el rol de Dionisio, dios de la fiesta y el arte del teatro. Sí, Tae tenía talento innato para la actuación y la imitación.

- ¿Kookie que dios serías tú?

-Yo sería Ares, dios de la guerra, la fuerza, la virilidad masculina, y el derramamiento de sangre. Protector del olimpo y de los ejércitos.

-Vaya, ¡este niño se tiene en muy alta estima! Jong Dae alboroto el cabello de Jungkook ante las risas de los presentes

-Lo has hecho excelente Kook, te felicito. Vaticino una excelente calificación para tu ensayo.

-¡Espera Valeria noona! como tú tuviste la idea puedes elegir qué diosa serías.

- ¡Oh, gracias! A mí siempre me fascinó la figura de Hécate, la diosa de la hechicería y la magia. Ahora tengo más motivos para identificarme con ella, es la reina de los fantasmas y diosa de las mujeres heridas. Así que creo que me quedo con ella.

Todos asintieron. Valeria había regresado de la muerte demostrando una fortaleza de espíritu digna de admirar.


La chica Luperdi era una mujer de palabra. Eran las diez de la mañana del sábado designado en su agenda como "noche de juegos en casa de Omma" y como le había prometido a Jungkook, había llegado con provisiones para preparar el almuerzo para todo el batallón.

Ya había terminado de bajar las bolsas de su auto y estaba acomodando todo en su lugar. Como siempre que se dedicaba a esos menesteres, la música de su grupo favorito resonaba en sus audífonos.

La vivienda estaba vacía; Jin y Chae Rin cubrían el turno de la mañana en "Tres Banderas" con la carta de desayunos. Los demás chicos estaban dispersos por todo el barrio.

Seguían viviendo en Guryong; pronto se mudarían gracias al esfuerzo realizado por los mayores, Amelia y algo de ayuda de Valeria. Al principio la matriarca Blackhorn era reacia a la idea de salir de "La villa de los abuelitos y abuelitas". Pero sus vecinos la convencieron diciendo que los chicos se merecían desarrollarse en otro ambiente.

Amy aceptó con la condición que seguirían yendo a ayudar en el mantenimiento de las casas y espacios comunes, así como poder conservar la tienda que surtía de productos básicos de calidad y a precios accesibles al vecindario.

Jong Dae decidió quedarse en Guryeong para seguir dando atención médica primaria a la comunidad.

Valeria estaba concentrada en la preparación del almuerzo y con sus pensamientos llenos de cálidos recuerdos que le daban las canciones del playlist "papi y mami" de su celular.

Por eso no notó la presencia del extraño que había invadido la vivienda Blackhorn.

Se dio cuenta cuando una mano tapó su boca y otra la sujetaba con fuerza de la cintura.




Los teléfonos de Seokjin y Chae Rin empezaron a timbrar una y otra vez. Hoseok y Namjoon prácticamente les reventaban los celulares. Afortunadamente sus turnos habían concluido y por eso pudieron percatarse de las llamadas. Los dos sintieron una opresión en el pecho. Algo había ocurrido.

-Jonnie ¿Qué ha pasado?

-Hyung vengan rápido por favor, los chicos están muy mal, necesitamos de su ayuda

-Namjoon me asustas ¿Qué pasa?

- ¡Joder hyung, mataron a omma!

El grito de Chae Rin le hizo saber que ella también había recibido la noticia. En medio de la angustia y de las lágrimas que empezaron a asomar en sus ojos, un pensamiento surcó su mente.

Valeria...

Se suponía que a esa hora ella estaría en casa. Le había comentado que iría más temprano para ordenar algunas cosas.

Los chicos conocían el pasado de Amelia y Chae Rin. Ella siempre recalcaba que estuvieran atentos ante cualquier hecho sospechoso; estaba consiente que la sed de venganza de Gwon Jun Han no cedería y se cobraría la revancha en cualquier momento.

El temor de Jin era que quien hubiese atacado a Amelia, hubiera pasado primero por su vivienda.

-Chae Rin noona, por favor trata de comunicarte con Valeria. Noona...

La muchacha estaba como ida. Su expresión de dolor y estupefacción iban cambiando por una mueca de odio.

-Noona ¿estás bien?

-Si Jinnie. Ya la llamo.

El teléfono de Valeria respondió después de varias timbradas. La chica lo puso en altavoz para que pudieran hablar con ella.

-Vale gracias a Dios, ¿estás bien?

-Soy yo hyung.

- ¿Yoongi?

-Deben venir rápido a casa. Todo esto es una mierda.

Seokjin tenía el alma partida. No sabía adónde ir primero. Dos de las mujeres más importantes de su vida lo necesitaban en ese momento, sus hermanos también.

Con el dolor de su corazón tuvo que decidir.

Cuando él y su noona llegaron a la tienda el panorama era desolador. Jong Dae tenía entre sus brazos el cadáver ensangrentado de Amelia. A un lado, Namjoon y Jimin trataban de consolar a Hoseok y Taehyung. Unas vecinas atendían a Jungkook que estaba cubierto de sangre. Parecía que estaba catatónico, sus grandes y tiernos ojos tenían la mirada perdida y vacía.

- ¡Hyung, noona!

- ¡Puta madre Namjoon! ¿Qué fue lo que pasó?

-Habíamos terminado de ayudar en el bloque D cuando veníamos por Omma para llevarla a casa. Kookie se adelantó, sabes cómo es de amoroso con ella. El... él la encontró. Jimin fue a llamar a Jong Dae hyung. Hyung está muy mal, no ha querido soltarla. Los vecinos ya llamaron a la policía.

-Joonie, pasó algo con Valeria.

- ¿Qué?

-Yoongi está allá.

-Jin ve con ellos, yo me quedo aquí con los chicos.

-Gracias noona, pero yo debo quedarme con ustedes, con Omma.

-Jin... Vale te necesita, ya no podemos hacer nada por Omoni. Yo me encargo de Jungkook, debe salir de ese trance.

Namjoon afirmó con la cabeza diciéndole que vaya. Seokjin corrió con toda la velocidad que le permitieron sus piernas, solo lo separaban unas cuadras de la casa que lo había cobijado por cuatro años.

Cuando llegó agitado y sudoroso sintió que el corazón le daba un vuelco. Todo estaba desordenado, un rastro de sangre que se extendía, partía desde la cocina. Allí, en el piso, estaba tendido un cadáver. Era un hombre desconocido que tenía un cuchillo clavado en el pecho hasta la empuñadura. Al pie de la refrigeradora, Yoongi abrazaba a Valeria que tenía algunos golpes en la cara y un rastro de sangre en la frente.

-Hyung

-Yoongi

-No me ha querido decir nada desde que la encontré. Vine del taller de mecánica y la encontré aquí sentada y el cuerpo de ese hijo de puta tirado en el piso. El mal nacido no sabía con quién se metía, le dio lo que se merecía.

-Yoongs ¿ya sabes lo que le pasó a Omma?

- ¿Omma?

- ¿Los chicos no te llamaron?

-Mi celular está sin batería.

-Yoongi...mataron a Omma

El rostro del menor se puso más blanco de lo que ya era.

- ¿Qué has dicho hyung?

-Los demás están con ella. La policía ya debe haber llegado.

-Ese pedazo de mierda lo hizo. Ese infeliz mató a nuestra madre.

La voz de Valeria hizo que giraran a verla. Tenía los ojos llenos de lágrimas, pero en su voz se sentía la furia. Cuando conectó miradas con Jin se abalanzó a sus brazos a llorar de manera desconsolada. Yoongi se puso de pie y lanzando un escupitajo al cadáver se dispuso a salir de la casa.

- ¿Yoongi?

-Voy a verlos y acompañar a Omma. Y también a contarles que Hécate hizo justicia por nuestra madre.

La policía inició las investigaciones del caso reconstruyendo la línea del tiempo de los hechos. El asesino era un sicario que trabajaba para el mejor postor; según lo indicado por Lee Chae Rin el autor intelectual sería Gwon Jun Hwan, sobre quien pesaba la sospecha de dirigir una red de trata de personas, prostitución y narcotráfico. Les contó la historia que vivió en su niñez y mencionó que hacía unas semanas atrás mientras paseaba con Amelia y Valeria por un centro comercial tuvo la sensación de que alguien las observaba. No se lo dijo a su madre porque pensó que era algo sin importancia.

Las declaraciones de Valeria daban cuenta que el sujeto la atacó por la espalda. Ella sufrió un bloqueo emocional por el trauma de lo vivido hacía un par de años. Y que reaccionó defendiéndose cuando el tipo pretendió llevarla con él mientras le decía que el hombre que lo contrató estaría feliz de tener carne nueva para el negocio.

Fue en medio de la pelea por liberarse que le clavó el cuchillo en el pecho.

Lo que la muchacha no le contó a la policía pero si a los Blackhorn fue que el infeliz le dijo que "ya había cumplido la mitad de la tarea matando a la puta vieja y que ahora llevaría carne fresca y deliciosa al sujeto que lo contrato" El idiota no contaba con que Valeria había aprendido técnicas de defensa personal, ni que en ese cuerpo grácil y bien formado por el ballet y la gimnasia, habitaba un espíritu que desató su cólera al saber que el desgraciado había matado a una de las personas más humanas y gentiles que había tenido oportunidad de conocer.

Admitió que lo mató por venganza y no en defensa propia. Ninguno la juzgó ni censuró, al contrario, agradecieron que en cierta forma obtuvieron justicia para su querida omma.


Los Blackhorn daban el último adiós a Amelia. Amargas lágrimas de dolor, pena y frustración no dejaban de caer. Hacía unas horas les informaron que la policía daba por concluido el caso al no tener pruebas contundentes del vínculo de Gwon Jun Hwa como autor intelectual del crimen. Aunque para ellos estaba claro que el infeliz había movido sus tentáculos corrompiendo y sobornando para lapidar la investigación.

La muerte de Amelia había afectado a los miembros de la familia de diferente manera.

El tierno y alegre Jungkook se mostraba adusto, callado y sombrío.

Jimin y Taehyung habían tenido varios incidentes de peleas en la escuela con algunos de sus compañeros que osaron llenarse la boca hablando de su madre.

Hoseok se volvió triste y taciturno, aunque hacía esfuerzos por ayudar a recuperar a Kook.

Yoongi y Namjoon se deslizaban por los rincones de la casa; parecía que guardaban un secreto o estaban planeando algo.

Chae Rin era un poco más de lo mismo, con el agravante que empezó a fumar y beber.

El único que parecía ecuánime con toda la situación era Seokjin. Se veía sereno y era el hombro donde lloraban sus hermanos; fue quien asumió la tutoría de los menores.

A raíz de la situación tomó una decisión. Le declaró su amor a Valeria al tomar conciencia de la fragilidad de la vida. No quería volver a sentir la culpa de no haber expresado lo que sentía de manera oportuna, como le ocurrió con la pequeña Myeong Suk o las veces que no llegó a decirle a Amelia lo mucho que la quería.

Sus sentimientos fueron correspondidos. Valeria y él compartían su amor, la pena por la pérdida de Amy, la responsabilidad de sacar a flote a los demás, tarea que incluía a Jong Dae. Desde la muerte de Amelia el doctor Oh era una sombra que a duras penas asomaba las narices cuando alguno de los chicos le llevaba algo de comida durante el día.

Jin y Vale acordaron que lo más saludable para todos era mudarse a la casa que habían adquirido. Valeria pasaba mucho tiempo con ellos en la nueva vivienda de la familia, pero ella y Seokjin se escapaban algunas noches al departamento de Gangnam para poder consolarse mutuamente y vivir su romance.





Se cumplía un mes de la muerte de la matriarca. El dolor no cesaba y carcomía cada vez más el alma de los miembros de la familia.

Valeria podía percibir cómo la oscuridad iba cubriendo poco a poco el espíritu de varios de sus hermanos; la sed de justicia no se había saciado en lo más mínimo. Ni siquiera el saber que ella había mandado directo al averno al culpable material de su muerte les daba algo de paz.

La cena familiar otrora ruidosa y llena de anécdotas y bromas, ahora solo era un lejano recuerdo. El silencio sólo era interrumpido por el sonido de los cubiertos o de una de las tantas copas de vino que llenaba una y otra vez Chae Rin.

-Unnie ¿no te parece que ya tomaste suficiente? Te va a hacer daño. A omma no le gustaría que te enfermaras por beber.

-Ya estoy bastante grandecita para tomar mis decisiones Valeria. Y por favor, evita mencionar a nuestra madre, es una falta de respeto.

-Valeria tiene razón noona, ese hábito hace que estés triste y deprimida.

Chae Rin sonrió con sarcasmo y sus ojos se iluminaron con las lágrimas que trataba de contener.

-Gracias por la preocupación príncipe y princesa miel. Pero la mierda que tengo adentro no es culpa del vino. Es mi jodida conciencia que me dice que si hubiera abierto la boca omoni seguiría con nosotros. ¡Debí advertirle, debí decirle que vi al malparido de Gwon en el centro comercial! ¡Yo debería haber muerto, no ella! ¡Estoy harta! ¡Esto se acaba aquí y ahora!

Nadie se explicó de donde Chae Rin sacó una pequeña pistola. Namjoon que estaba a su lado la desarmó en cuestión de segundos; Hoseok retiró el arma del alcance de su mano mientras que Nam la abrazaba con fuerza tratando de controlar su ataque de histeria.

Jong Dae salió de su letargo. Preparó un sedante para la chica y después de inyectarla la llevaron a su habitación.

De una u otra forma la crisis de Chae Rin era el pretexto que necesitaban para afrontar el duelo y sacar de sus corazones el pesar y la cólera que los estaba destruyendo y separando.

Reunidos en la sala nuevamente en silencio, solo se escuchaba el hipido del llanto que Valeria trataba infructuosamente de aguantar. Sentada en el regazo de Jin ocultaba su rostro en el cuello del muchacho mientras él la consolaba acariciando su cabello. Seokjin le susurró algo al oído y ella solo atinó a acurrucarse más en él.

-Hermanos, lo que hemos pasado con noona es una alerta. Todos la estamos pasando muy mal y hemos optado por encerrarnos en nuestro caparazón, no decir lo que nos duele y molesta. Todavía nos tenemos unos a otros, es tiempo de dejar salir lo que nos tortura.

-Eso es fácil de saber Jin hyung. Quiero arrancar la cabeza del hijo de puta de Gwon Jun Hwa.

Los Blackhorn sumaron un dolor más a sus pesares. Después de semanas de no oír la voz de Jungkook, escucharlo decir esas palabras cargadas de odio y rencor era como un puñal en su corazón.

-Kookie...

-Jungkook. Kookie murió el día que encontró el cadáver de su madre.

-Jungkook habla por todos Jin hyung, no lo niegues. Juro por lo más sagrado que no descansaré hasta que ese desgraciado pague lo que le hizo a Omma.

-Jin hyung, Namjoon y yo hemos estado analizando la situación. La jodida policía y la fiscalía no levantarán cargos contra ese cabrón. Esto es un asunto entre él y nosotros.

Estoy dispuesto a morir vengando la muerte de Omma. Ella me salvó una vez, es tiempo de retribuirle lo que hizo por mí.

-Chicos, yo también quiero que el desgraciado pague lo que hizo. Pero seamos realistas ¿Qué podríamos hacer contra él? Es un mafioso de alto vuelo, no tenemos sus recursos ni su sangre fría.

-Kim Seokjin nunca pensé que tu mujer tuviera más cojones que tú. Me decepcionas.

- ¡Yoongi!

-Ok, ok, lo siento Hoseok. Me jode sentir que no hacemos nada y la mierda esa sigue caminando riéndose de nosotros. Se que sonara horrible, pero hasta Valeria noona tuvo el valor de matar al perro que mandó Gwon.

-No es algo que me enorgullezca Yoongs

-Pero no vas a negar que te dio satisfacción matar al bastardo y hacer justicia por Omma.

Valeria solo pudo agachar la cabeza. Fue suficiente para ellos.

-Yo los sigo hyungs, cuenten conmigo.

-Ok Jungkook. ¿Alguien más?

-Yoongi por favor, recapacita, lo que planteas es un suicidio ¿Qué harán? ¿Buscarlo y matarlo a balazos? ¿Así de fácil?

-Seokjin tiene razón muchachos.

Dong Jae reapareció con una expresión indescifrable en el rostro. ¿Sería él la voz de la razón que necesitaban seguir los chicos?

-El infeliz tiene sicarios y hombres que lo cuidan 24/7. Inmolarse estúpidamente no es una opción. Antes de mandarlo al infierno ¿Por qué no matarlo en vida? Ese hombre adora ser poderoso, sentirse intocable. Debilitemos su espíritu, destruyamos su imperio y verán como el cáncer del miedo hará que baje sus defensas. Así podremos dar la estocada final.

-Asumo que te unes al plan hyung.

-Así es Namjoon. No tengo nada que perder, Amy se llevó mi última razón para vivir.

- ¿Y cuánto tiempo nos tomará eso?

- La venganza es un plato que se come frío Jungkook. Tenemos tiempo para prepararnos, organizarnos y asestar el golpe de manera magistral. Gwon no lo verá venir.

-Me gusta tu razonamiento Jae Hyung, estoy de acuerdo. ¿Alguien más que apoye la idea?

-Yoongi, ¿Sabes que una vez que echen a andar el plan no habrá marcha atrás? ¿Y qué tal vez no regresen con vida?

-Es un riesgo que asumimos. Los que no quieran ser parte de esto son libres de elegir, nadie les recriminara ni juzgará como espero que tampoco lo hagan con nosotros.

El tic tac del reloj de la sala, regalo del señor Jae para cuando estrenaran la casa incrementaba la tensión del momento. Valeria levantó la cara para ver a sus hermanos. Pudo ver la determinación en los ojos de Yoongi, Namjoon, Jungkook y Jong Dae; la duda en Jimin y Taehyung. Y el dolor en las miradas de Hoseok y Jin. Se aferró a su amado para susurrarle en el oído:

-Yo estaré contigo sea cual sea tu decisión.

Seokjin la apartó lo suficiente para que sus miradas se encontraran.

- ¿Estás segura?

-Sí amor

-No estoy de acuerdo con esto, pero no pienso dejarlos solos. Siempre unidos, como omma nos quería. Cuenten conmigo y Valeria.

-Siempre unidos

Las voces de Jimin y Tae dieron su aceptación.

Hoseok movió la cabeza y suspiró. No le daría la espalda a la única familia que tenía.

-Siempre unidos Blackhorn.

Jungkook esbozó una sonrisa que produjo escalofríos a sus hermanos y hermana. La linda sonrisa de conejito de antaño fue reemplazada por una cruel y tenebrosa.

-Desde hoy tenemos un pacto hyungs y noona. ¡Larga vida a Rea! Sangre por sangre hermanos.

-Así sea Ares.






Seúl 2017

Los Blackhorn estaban listos para poner en práctica su plan. Tal como habían pactado hacía cinco años dedicaron su tiempo, fuerzas y recursos a prepararse para la guerra contra Gwon Ju Hwan. Como era de suponerse, Chae Rin se unió a la revancha.

Los chiquillos de hace cinco años habían cambiado mucho. El duro entrenamiento físico al que se sometieron hizo que lograran cuerpos macizos y tonificados; en el caso de las mujeres, siluetas de curvas voluptuosas que les serían muy útiles para engatusar a los secuaces de su objetivo.

Adquirieron nuevas habilidades como el manejo de armas blancas y de fuego, técnicas de defensa personal, y uso de dispositivos de espionaje. Cada uno tenía un rol en el complejo tramado en que se convirtió Olimpo, el nombre clave que le dieron a la estrategia que usarían para aplastar al asesino de su madre:

*Oh Jong Dae/Asclepio: El doctor de la familia y principal consejero del líder.

*Lee Chae Rin/Artemisa: Cambió el nombre que eligió Jungkook por el de la diosa de la caza. Francotiradora del grupo.

*Kim Namjoon/Zeus: Líder de la organización, estratega elegido por unanimidad por su inteligencia y liderazgo. Apelo a sus viejos conocidos para contar con "socios" que proveyeran recursos y hombres con experiencia. Sabía que estaba jugando con fuego, la motivación para ayudarlo no era la amistad sino la codicia por abarcar el mercado que regentaba Gwon con mano de hierro. El precio a pagar no sería poca cosa.

*Kim Seokjin/Eros: A cargo del seguimiento de los movimientos económicos de Gwon. Su porte, encanto, carisma, así como su formación en negocios y banca internacional le permitían infiltrarse con facilidad en círculos sociales y financieros donde la rata lavaba su dinero manchado de sangre.

*Kim Valeria/Hécate: Administradora de la logística y recursos de la organización. Participaba en algunas misiones, aunque a Seokjin no le hacía gracia.

*Min Yoongi/Hefesto: Creador de dispositivos electrónicos y explosivos. El alma vengadora de Olimpo.

*Jung Hoseok/Apolo: Experto en todo tipo de armas de fuego. La voz de la conciencia de Zeus y Hefesto y que imponía parámetros éticos a sus acciones como grupo.

*Park Jimin/Hermes: Responsable de las comunicaciones, hacker y mano derecha de Seokjin en la interceptación de la información financiera de Gwon Jun Hwan.

*Kim Taehyung/Dionisio: Encargado de infiltrarse en los centros nocturnos y antros donde solían reunirse los subalternos de su objetivo. Experto en interrogatorios aplicando sueros de la verdad.

*Jeon Jungkook/Ares: Piloto, diestro en acciones de extracción y lucha cuerpo a cuerpo. El espíritu sediento de venganza del clan.

El inocente niño que crio Amelia ya no existía; ahora era un joven imponente, cuyo cinismo y crueldad se desbordaba incluso con sus hermanos. En ocasiones como esas, un buen golpe de Hoseok era el remedio para que a regañadientes moderará su conducta y pidiera las disculpas del caso.

Usaban sus alias cada vez que trataban asuntos de negocios. Aún en la intimidad familiar procuraban hacerlo de ese modo porque estaban consientes que en algún momento sería la única forma segura de llamarse y preservar celosamente sus verdaderos yo.


Seokjin y Valeria se casaron después que en uno de sus tantos viajes por el mundo recalaran en París. Allí él le propuso matrimonio y le entregó un hermoso anillo de compromiso.

Ella aceptó emocionada. El vínculo que tenía con Jin era lo que la mantenía a flote y cuerda. Con él se sentía como la chica de hace cinco años, esa que tenía ilusiones de formar una familia y tener su propio negocio.

¿Obtuvo lo que quería? Sí y no. Creó un restaurante emancipándose de "Tres Banderas". Lo hizo para alejarse de una manera sutil de la familia de su padrino y de Hyungwon; pasara lo que pasara quería estar segura que estarían a salvo.

Con esa visión había dispuesto en su testamento (cosa extraña para una mujer de veinticinco años) que, a su muerte, "Don Panchito" pasaría a ser administrado por el señor Jae. Así aseguraba el trabajo del staff del restaurante. Había incluso considerado jugosas bonificaciones para todos ellos.

La espina que dolía en su corazón era la imposibilidad de ser madre. La maternidad era algo que no calzaba con el estilo de vida que tenía; traer al mundo a un bebe haría peligrar toda la operación y definitivamente arriesgar la integridad de un niño no era una opción.

Su boda fue el último remanso de paz que tuvieron los Blackhorn. La luna de miel fue en Europa y la noche de bodas, mientras se hacían el amor, Jin y Vale repitieron los votos que juraron cumplir hasta que la muerte los separe.

A su retorno a Corea decidieron que, para no levantar sospechas, los esposos se mudaran al departamento de los Luperdi. Los demás optaron por vivir en departamentos de solteros; su lugar de encuentro era la casa que compraron para Amelia y donde residían Jong Dae y Chae Rin. En algún punto terminaron siendo pareja, consolándose mutuamente.

Ante la sociedad eran ciudadanos modelo. Valeria era la joven y próspera propietaria de uno de los restaurantes peruanos más famosos de la ciudad, esposa del guapo consultor y asesor bancario Kim Seokjin, en cuya empresa trabajaba Jimin como jefe del área de sistemas.

El doctor Oh seguía con su labor filantrópica en Guryong.

Hoseok, Namjoon y Yoongi tenían un taller mecánico que era un éxito entre los ricachones de la ciudad.

Chae Rin y Taehyung administraban una empresa de asesoría de imagen.

Jungkook era instructor de Taekwondo y defensa personal.

Las máscaras perfectas que ocultaban la oscuridad que poco a poco iba invadiendo sus almas.


El primer golpe que asestaron fue la emboscada a un convoy de camiones provenientes de la frontera y que llevaba de contrabando mujeres y niños para venderlos como juguetes sexuales.

El dato lo obtuvieron gracias a Taehyung que le sonsacó la información a un matón bocón de Gwon.

Aparecieron de la nada y se evaporaron como fantasmas, gracias a la pericia de Jungkook al volante del transporte que los sacó de la escena del crimen.

El doctor Oh contactó de manera anónima a una asociación de refugiados que ayudaron a reubicar a los rehenes.

Namjoon ya tenía lista la siguiente movida. Robarle los expedientes que lo vinculaban con altas y poderosas esferas de la Asamblea Nacional. Los tenía ocultos con la idea de usarlos para chantajear en algún momento a sus socios o los clientes de su casa de prostitutas y esclavas.

No contaba que los Hijos de Rea interceptarían sus comunicaciones obteniendo tan valiosa información.

Jungkook dibujaba caricaturas en el interior de la van. Era de las pocas aficiones que conservaba de su antiguo yo, del niño que decía que sería tan famoso como Stan Lee y Jack Kirby juntos y soñaba con crear un personaje tan icónico como Iron Man, su superhéroe favorito.

-Ares atento ante cualquier eventualidad.

La voz de Namjoon resonó en el intercomunicador.

-Como siempre Zeus, vayan con cuidado.

Jimin y Taehyung se quedaron en la camioneta monitoreando las cámaras y el sistema de seguridad que días atrás habían hackeado. El doctor Oh también estaba con ellos.

Chae Rin y Hoseok estaban ubicados en lugares estratégicos con sus McMillan Tac-50, poderosos rifles que honraban sus habilidades como francotiradores.

-Apolo en ubicación

-Artemisa lista

Los demás eran la unidad que ingresaría al edificio de "Oxford Security" una de las tantas empresas que manejaba Gwon y se jactaba de ofrecer la máxima seguridad a su clientela, que estaba dispuesta a pagar miles de dólares por proteger patentes, joyas, documentos históricos y hasta guiones cinematográficos en las ultras seguras bóvedas del exclusivo edificio.

Namjoon, Yoongi y Seokjin eran la brigada de apoyo. Se habían colado como guardias de seguridad.

La soberbia de Gwon había hecho que pensara que el edificio era infranqueable; pero su tacañería le costaría caro, después de todo, no querer invertir en mejoras de sus protocolos de seguridad le pasaría factura de la peor forma.

Llevaban explosivos para volar el edificio y así distraer la atención por un tiempo. Hasta que el maldito cayera en la cuenta de que fue lo que le robaron ya estaría jodido para siempre.

Hécate sería la que se infiltraría en la bóveda. Era de las más pequeñas y livianas, sus habilidades en la danza y gimnasia serían muy útiles para la misión. Cuando apareció vestida como una sexy pantera con un traje ceñido a su cuerpo, visores nocturnos y el cabello recogido en una coleta alta que estaba cubierta con una redecilla que no dejaba escapar ni uno de sus ondulados cabellos ocurrieron varias cosas: Seokjin levantando una ceja después de escuchar los carraspeos de varios de sus hermanos; Chae Rin y Valeria mirándose y entornando los ojos y el ¡plaf! del zape en la cabeza que le propinó Hoseok a Jungkook cuando el bocotas lanzó un ¡Ufff noona! ¡Provecho Jin hyung!

El primer reto que debía superar era ingresar por el ducto de ventilación. Con la ayuda de Jin pudo trepar y alcanzar el sistema. Zeus, Eros y Hefesto monitoreaban su avance gracias a un rastreador que llevaba en el traje y una pequeña cámara del visor.

-Hécate te estás acercando al área de las bóvedas. Recuerda que al descender estarás en la zona de los sensores de movimiento.

-Copiado Hermes

- ¡Esto lo tengo que ver, dame espacio Dionisio!

Taehyung le cedió el lugar a Jungkook. Ellos habían sido testigos del entrenamiento de su noona para la incursión. Kook no se cansaba de admirar la plasticidad y agilidad de Valeria y ahora, vestida con ese traje, parecía una de las heroínas de los cómics que devoraba cuando era niño.

-En posición equipo. Voy a descender.

Los maknaes miraban con la boca abierta como la muchacha bajaba de cabeza sujetándose de un delgado cable que llevaba unido a un arnés. Luego, atravesaba los sensores láser con movimientos que simulaban una sensual danza.

- ¡Mierda Eros! Yo también quiero que me bailen así. Porque... Ya tuviste el show privado ¡a que sí!

- ¡Ares, cierra la boca!

Todos tuvieron que contener la risa de solo imaginar la cara de Seokjin. Vale y Jin también sonrieron. ¡Condenado Jungkookie, los conocía tan bien!

-Listo equipo, ingresando el código de acceso

Valeria recogió los documentos que necesitaban y los reemplazó por fotos de Gwon que habían tomado durante todo el tiempo que planificaban la venganza, acompañadas de una nota que decía ¿Cómo se siente la daga de la justicia del Olimpo?

- ¡Voy a salir!

-Olimpo preparen extracción. Hefesto desata tu fuego, ¡Esto va por Rea!

Yoongi activó los explosivos. Conforme salían del área del edificio ubicado en un distrito industrial, eran testigos de la enorme explosión que trajo abajo el complejo, que incluía una farmacéutica que ocultaba en sus sótanos una cocina de metanfetamina.

Esa noche se fueron de juerga para celebrar. Lo hicieron a lo grande: tragos y baile, chicas de paso para los solteros y parejas consolidadas que se amaron con pasión desenfrenada.


Namjoon se reunió con sus socios que estaban eufóricos por el éxito de las misiones. Ya era vox populi que Gwon estaba histérico y había puesto precio a la cabeza de "los perros del Olimpo".

Lo que no admitía el desgraciado de Jun Hwan es que se estaba haciendo en los pantalones al pensar que sus secretos mejor guardados podían salir a la luz, ni que estaba enfermo de los nervios por no saber a quienes se enfrentaba. Eran unos fantasmas, nadie sabía de ellos. Lo poco que había logrado averiguar eran sus alias. No tenían rostro ni identidad.

La reunión se desarrollaba entre planes para expandir la sociedad y organizar la estocada final contra el enemigo en común. Mientras los otros participantes de la junta daban sus opiniones, la poderosa mente de Zeus analizaba quienes serían los siguientes a quienes sacaría del camino. Dos razones lo motivaban: una era por protección; los presentes conocían su verdadera identidad y la de Yoongi, por ende, podían dar con la del resto de la familia. La otra era pura y simple: poder.

Se había demostrado a sí mismo que Olimpo era una maquinaria perfecta que fácilmente podía hacerse del mercado coreano e internacional en el mundo de los negocios ilegales. Tenía a los mejores y sabía que su lealtad era a prueba de balas. Sonriendo para sus adentros, alzó una copa brindando con sus futuras víctimas por el éxito de la alianza.







Las semanas pasaron.

El día que tanto esperaban los Blackhorn había llegado. Era hora de ver cara a cara a Gwon Jun Hwan antes de despacharlo directo con Hades.

Gracias a sus pesquisas descubrieron que la basura estaba moviendo su dinero a cuentas en paraísos fiscales y organizando un viaje a Las Bermudas tratando de huir del acoso de los Olimpo.

-Tenemos rastreadas las cuentas de Belice, Hong Kong y Chipre. Las bloquearemos y desviaremos todo el dinero a una cuenta en Suiza. Al cabrón le dará un infarto cuando se dé cuenta que no tiene un puto won.

-Excelente trabajo Eros y Hermes.

-Tengo dispuesto el vuelo privado a Bermudas, el alquiler de los autos y la reserva de la casa donde nos hospedaremos. También el contacto que proveerá las armas y refuerzos.

-Siempre tan eficiente Hécate.

- ¿Nena te sientes bien? Estás pálida

Un preocupado Seokjin susurró en el oído de su esposa. Desde que partieron a la reunión había notado su expresión cansada y desmejorada.

- Creo que el pollo y los anticuchos de anoche me cayeron mal. Eso me pasa por cerda, no debí comer tanto.

Valeria acarició con ternura la barbilla de Jin que sonrió ante su comentario. Era verdad, cada fin de semana la pareja arrasaba con la carta del restaurante de la señora Kim ante el beneplácito de Ana María López, la chef que había heredado la sazón de su padre y el cariño hacia la dueña del local.

-Vale recuéstate un rato, traes un look de cadáver de la novia que está de espanto.

-Gracias unnie por el halago.

-Anda vamos, te acompaño.

-Gracias noona. Ve amor, luego te llevo un té.

En la intimidad de la habitación y lejos de los oídos masculinos las hermanas pudieron sincerar sus corazones. Apenas Valeria puso la cabeza en la almohada un sollozo escapó de su boca. Chae Rin se acostó con ella compartiendo sus lágrimas y abrazándola con fuerza

-Todavía no se lo has dicho

-No y no me atrevo a hacerlo. Hasta ahora no me explico cómo sucedió.

- ¿Cuánto tiempo tienes?

- No lo sé, hace casi 3 semanas que no me viene el periodo. Pensé que era por estrés, pero últimamente he sentido malestares y náuseas.

Chae Rin sacó cálculos mentales. Recordó un detalle.

- ¡Carajo, que potentes estuvieron esas copas de soju!

Una risa se le escapó a Valeria en medio del llanto.

-Hermanita ¿Quieres tenerlo?

-Unnie, tú sabes que muero por ser mamá, pero es imposible. Un hijo nos haría más vulnerables, me haría débil en el equipo. Estamos tan cerca de Gwon, no puedo echarlo a perder.

- ¿De verdad te has creído toda esa mierda? ¿Qué significa eso Valeria? ¿te desharás del bebe?

- ¡Noooo! ¡No lo sé!

-Vale ¿te has puesto a pensar qué haremos cuando matemos a la cucaracha Gwon?

-Yoo... sueño con que volvamos a nuestra vida normal, que cerremos este capítulo de nuestras vidas y podamos mirar al futuro. Tal vez tener los niños que tanto anhelo.

Chae Rin la giró y se miraron a los ojos

-Sigues siendo esa chiquilla a la que el desgraciado de su padrastro no le pudo arrebatar la inocencia y el optimismo. Eres un alma pura Valeria y también muy cándida. ¿En serio crees que esto acabará? Siento matar tus ilusiones, pero hemos iniciado un camino sin retorno.

-Me niego a pensar en eso unnie. Nada está escrito, podemos decidir, no estamos condenados.

-El problema mi linda Vale, es que varios de nosotros estamos vacíos, solo nos sentimos vivos cuando nos encaramos con tipos que están igual de huecos que nosotros. Pero tengo fe en ti y Seokjinnie, su amor los puede salvar y con suerte redimir a los demás.

- ¿Tu no me seguirías unnie? ¿no quieres salvarte?

Las lágrimas de Chae Rin se hicieron más intensas.

-Yo tengo una misión señora Kim. Debo expiar mis pecados hasta el final.

- ¿Pecados? ¿Unnie, qué pecados puedes haber cometido que los otros Blackhorn no hayamos compartido?

-El principal hermana. Codiciar y amar al hombre de mi madre.

Los grandes ojos avellana de Valeria por poco se salen de sus órbitas.

-Sí, amo a Jong Dae desde que era pareja de omma. Soy tan patética que me lancé a sus brazos apenas vi la oportunidad.

-Pero él te acepto, eso quiere decir que te quiere.

-Tú lo has dicho, me quiere, pero no me ama. Su corazón murió el día que mataron a Amelia Blackhorn. Si está conmigo es por alejar a la soledad. Me lo dijo un día, que, si no fuera porque estoy con él, ya se hubiera matado. Así que he asumido mi rol en esta historia. Lo acompañare y lo cuidare, se lo debo a omoni; si debo arder con el doctor Oh lo haré con gusto.

Habla con Jin, convéncelo, sé que te escuchará. Salgan de esta mierda mientras todavía pueden.

- ¿Y si no me escucha?

-Creo que ya tienes la respuesta Kim Valeria. Ahora tienes a alguien que te necesita más.

Un suave toque en la puerta interrumpió su conversación

- ¿Se puede chicas?

-Pasa Jinnie

-Los dejo tortolos, debo preparar mis cosas para mañana.

-Te quiero unnie.

Chae Rin se despidió con un beso volador.

Jin le entregó el té que le había ofrecido

- ¿Vale te sientes mejor?

-Si Jinnie, gracias

- ¿Segura? No pude evitar notar que estuvieron llorando

Valeria no estaba lista para decirle la verdad. Suspirando tomó de las manos a su esposo.

-Nos pusimos emotivas. Es inevitable amor, tal vez algunos de nosotros no volvamos de las Bermudas. Pensar que puedo perderte o a alguien de la familia me destroza el corazón.

-Es un riesgo que todos aceptamos. No te niego que comparto tus temores, pero nos encomiendo a los ángeles que me cuidan desde el cielo.

- ¿Te he dicho que eres muy tierno?

-Muchas veces

-Ven señor dulzura, dame un abrazo

- ¿Solo un abrazo? Venía preparado a ofrecer el especial de la casa.

-Soy una mujer que sabe aprovechar las oportunidades ¡acepto!

Un cálido abrazo y un dulce beso reconfortaron a Valeria. Eso le confirmaba lo dicho por Chae Rin; valía la pena arriesgarse y confiar en que Jin pensaría igual que ella.

- Te amo Kim Seokjin

-Y yo a ti Kim Valeria






Las hermosas calles de Hamilton recibieron a los Blackhorn. El clima tropical los rodeaba de una calidez y exuberancia que invitaban a pasear y veranear en sus playas de aguas cristalinas.

Era una lástima que el motivo de su viaje no tuviera nada que ver con el placer o diversión.

Luego de recoger los autos de la agencia de alquiler emprendieron la ruta hacia la casa que los hospedaría mientras ultimaban los detalles del asalto a la mansión Gwon.

Habían tenido la previsión de hacer todos los movimientos financieros a nombre de Valeria que había usado sus apellidos de soltera; así no pondrían sobre aviso al maldito con la llegada de un grupo de coreanos a la ciudad. Los pasaportes falsos que los identificaba como ciudadanos japoneses completaron la coartada.

La casa que escogió Valeria era una hermosa propiedad ubicada en Devonshire, una pequeña localidad a veinte minutos de la capital. Sus tres espaciosos dormitorios y camas inflables dispuestas en la sala eran suficientes para los chicos Blackhorn. El comedor fue el centro de operaciones para los equipos de Jimin y Yoongi.

El patio que contaba con espacio para parrilla fue el lugar donde compartieron el almuerzo y los detalles de la operación.

Valeria hacía un gran esfuerzo por seguir el ritmo del grupo. Ya no eran solo los malestares propios del embarazo. A ellos se sumaban escalofríos y sensación de fiebre.

Estaba terminando de cocinar cuando un agudo dolor en el bajo vientre la hizo retorcerse y dejar escapar un quejido. La angustia de pensar que estaba ocurriendo algo malo con el bebé fue una raya más que sumo a sus malestares.

-Vale ¿Qué te pasa?

-No lo sé unnie pero me duele mucho

- ¡Oh mierda! ¡Jong Dae, ven rápido!

Vale no tuvo más remedio que contarle a Jong Dae sobre el embarazo. Para su tranquilidad el doctor Oh le aseguró que aparentemente el bebé estaba bien. Con el pretexto de hacerle exámenes para confirmar una infección (que de hecho era probable que tuviera) fueron a dar a una clínica donde confirmaron que tenía casi 6 semanas de embarazo y una fuerte infección urinaria, enfermedad muy común en su estado. La ginecóloga le prescribió medicamentos y descanso médico.

De regreso a casa Valeria iba callada y pensativa.

-Vale cambia esa carita. Tu bebé está bien y tú mejorarás con el tratamiento.

- ¿Dae oppa no te molesta que esté embarazada?

- ¿Por qué me molestaría? Me alegro por ustedes, serán muy buenos padres.

La expresión en la cara de la muchacha lo dijo todo.

-Jin no lo sabe ¿o me equivoco?

-No y no sé cómo lo tomará. Oppa, soñé tanto con el momento que pasé hoy en la clínica ¿Sabes cuál era la mejor parte? Cuando la compartía con Jinnie.

Jong Dae apretó cariñosamente la mano de la chica.

-La única forma que sepas lo que piensa al respecto es que se lo digas.

No creo que su primera reacción sea que salte de alegría, pero déjalo que lo procese. Será la excusa precisa para que terminada esta mierda salgan de una vez de este mundo al cual no pertenecen.

- ¿Sabes que Chae Rin unnie me dijo algo parecido?

- ¡Vaya! Mi pequeña es buena guardando secretos y también muy sabia. Niña, es muy evidente que ustedes y Hoseokie están solo por lealtad a los demás. Incluso Jimin y Taehyung. Agradezco que nos acompañen, son el balance exacto para que no transgredamos los límites y seamos un poco más de la basura que decimos combatir. Pero honestamente, creo que es tiempo de que den un paso al costado.

-Oppa ¿y si lo que dice unnie es verdad? ¿Que esto no termina con la muerte de Gwon?

-Igual tiene la opción de irse.

Valeria se quedó nuevamente en silencio. Cuando estaban llegando a casa le dio un beso en la mejilla a Jong Dae.

-Gracias por todo oppa. ¿Me guardas el secreto por favor?

-Si me prometes que se lo dirás a Seokjin

-Se lo diré después de la misión, no quiero distraerlo.

-Ok

Seokjin habló con Namjoon. La decisión fue unánime. Valeria se quedaría en casa acompañada por Taehyung para apoyarla ante cualquier contingencia. Los demás terminaron de preparar los equipos para el asalto que llevarían a cabo en una hora. Chalecos antibalas, explosivos, armas de alto calibre y el hamkundo de Jungkook estaban repartidos entre las camionetas que los llevarían a la mansión del futuro muerto.

El grupo de sicarios que Valeria había contratado serviría como grupo de extracción; Namjoon también designó un equipo de guardaespaldas para los que se quedaban en Devonshire.

Los vecinos veían el inusual movimiento y se preguntaban si no tendrían como huéspedes a algún grupo incógnito de estrellas del k- pop. Eran muy guapos y a la vez misteriosos. Cosas de ricos...

Jimin ya había empezado el proceso de desplumar a Gwon y direccionar el dinero a las cuentas que Seokjin había habilitado.

Antes de partir todos se dieron ánimos y fuerzas como hacían antes de cada salida.

Valeria le dió un beso tan apasionado a Jin que lo dejó sin aliento.

-Eso es para que regreses por más.

-No pienso perderme ninguno señora Kim.



Los Blackhorn estaban dentro de la residencia Gwon. Entraron amparados por la oscuridad de la noche, como espíritus de venganza fríos y letales. Uno a uno cayeron los guardias desnucados por la fuerza de Zeus y Ares, las filosas hojas de Eros y Asclepio y las certeras flechas de Artemisa.

Hermes, Apolo y Hefesto se encargaban de ubicar los explosivos. No dejarían piedra sobre piedra, eso era seguro.

Adentrándose en la gran casona se toparon con unos perros enormes. La sed de sangre de Ares no tenía límites. Los canes quedaron a merced de su espada.

El escenario que dejó a su paso no fue nada agradable.


Valeria picaba verduras de manera frenética. Cocinar era su mejor terapia antiestrés pero esa noche en particular no estaba siendo de mucha ayuda. Distraída con sus pensamientos no percibió cuando Taehyung entró a la cocina.

-Noona ¿Qué te hicieron las verduras para que las piques con tanta furia?

- ¡Carajo Tae casi me matas del susto! Entraste como un gato, no sentí tus pisadas.

-Aprendí del mejor. Yoongi hyung debió ser ninja en otra vida.

La chica sonrió devolviendo el gesto de su hermano. Adoraba esa enorme sonrisa cuadrada, tan sincera e inocente.

-Gracias por quedarte conmigo.

-De nada noona; no podíamos arriesgarnos a dejarte sola. Mientras no tengamos la cabeza de Gwon no estaremos seguros.

- ¿Has pensado qué harás cuando todo esto acabe?

-Me gustaría viajar, conocer el mundo y fotografiar los lugares más hermosos de cada país que visite. ¿Y tú noona?

- ¿Honestamente? Me encantaría ser mamá.

- ¿En serio? ¡Eso sería genial! Me alegraría ser tío. ¿Cuántos quisieras?

-Dos o tres.

- ¡Waoo noona piensas exprimir al pobre Jin hyung!

- ¡Taehyung! Mejor ayúdame a preparar la cena. Quiero tenerla lista para cuando regresen.

Una lágrima se le escapó a Valeria. Los dos estaban igual de nerviosos. No saber nada de los demás era terrible. Taehyung tomó su mano y la apretó para reconfortarla.

-Todo saldrá bien noona, ellos volverán.

-Lo sé Tete, sé que lo harán.



Gwon Jun Hwan sabía que venían por él. La radio que le permitía monitorear al cuerpo de seguridad de la mansión había quedado en un silencio sepulcral.

Lo tenían acorralado, sin dinero ni nadie que lo ayudara. Bien dicen que la soledad del poder es abrumadora.

Sin familia, amigos, nadie que lo llorara sinceramente; ni siquiera el consuelo de tener socios que lo estimaran. Solo buitres y enemigos que celebrarían su muerte, en busca de repartirse el manejo de su imperio del crimen.

La única satisfacción que tendría sería conocer el rostro de sus victimarios. Estaba seguro que vendrían personalmente, tantas molestias olían a revancha.

Esos desgraciados Olimpo.

Aparecieron de la nada jodiendole cada maldito plan, desprestigiándolo y haciéndolo ver como un bufón.

En medio de sus pensamientos soltó una carcajada pensando en los líderes de las bandas rivales. Los que se reían de él también empezarían a temer; si los desconocidos eran capaces de destruir al poderoso Gwon Jun Hwan, podían extender sus tentáculos mortales a las otras organizaciones y carteles.

Acercándose al surtido bar se sirvió una copa de soju. Un buen trago antes del final nunca estaba de más.

Esos putos pensaban encontrarlo como un gatito asustado. ¡Que se jodan! Antes de irse al infierno se daría el gusto de llevarse a unos cuantos.


-Hefesto ¿Cómo vas con los fuegos artificiales?

-Todo dispuesto Zeus

-Avancen al punto norte. Tenemos cercada a la rata.

Los Olimpo se encontraron en un claro del amplio jardín de la residencia. Debían moverse rápido, en teoría habían eliminado a todos los guardias, pero de seres rastreros como Gwon, debían esperar cualquier cosa.

La sala era impresionante. Sus enormes ventanales tenían vista hacia la playa de mar turquesa y a una parte del jardín. En un extremo una bella escalera de mármol conducía al segundo piso. Todo gritaba a los cuatro vientos lujo y derroche.

Jun Hwan los esperaba detrás de la barra del bar. Bebía y los observaba como un depredador analizando a su presa.

- ¡Por fin tengo el gusto de conocerlos jodidos hijos de la gran puta! ¿A qué debo el honor de su visita?

Los Blackhorn sentían el aura de Gwon; poder, confianza, cinismo. Y cero miedo a la muerte. Zeus avanzó mientras sus hermanos lo cubrían.

-Creo que ya lo sabes. Hemos venido por tu cabeza y cobrarnos una deuda pendiente desde hace cinco años.

- ¿Yo te debo algo? Déjame decirte mocoso que no te recuerdo ni de pelea de perros.

-Tal vez a mi sí.

Chae Rin apareció apuntándole con un arma. El odio reflejado en su mirada era capaz de atravesar al desgraciado.

- ¡Vaya, vaya! Con que tú eras una de las perritas Olimpo. ¿Artemisa o Hécate? No me digas que todo este escándalo es por lo que te pasó cuando apenas tenías tetas.

- ¡Tú me alejaste de mi familia! ¡Me robaste el amor de mi madre! ¡Si no hubiera sido por Amelia ahora sería una viciosa o estaría muerta!

-No menciones a esa puta traidora. Bien merecido se tiene estar comiendo gusanos.

-¡Cierra la maldita boca! ¡No hables así de omma!

Jungkook blandía su espada. Se asemejaba a un verdugo antiguo a punto de ejecutar a alguien.

- ¿Omma? ¡Oh, ya veo! Por lo visto siguió con su costumbre de recoger animales sarnosos de la calle. ¿Todos ustedes son los chuchos que adoptó? No creo, seguro la golosa se comió a varios de ustedes. ¡La conocía bien! Cara de santa pero alma de ramera.

- ¡Que te calles mierda!

Jong Dae empezó a acercarse de manera imprudente al tipo. Nadie se percató que mientras hablaban, Gwon deslizaba sus manos por debajo de la barra.

-Ok, ok, me callo. ¡Pobres bebes se quedaron sin su amada mamita!

Ya me aburrieron. Si me van a matar háganlo de una vez, sus caras de niñatos comepollas ya me cansaron.

Jong Dae siguió avanzando. Seokijn se dió cuenta de las intenciones de Jun Hwan. Apenas le dio tiempo de advertir al doctor Oh del peligro.

- ¡Hyung, cuidado!





Valeria se había quedado dormida en un sofá de la sala mientras veía televisión con Tae. Se despertó sobresaltada y con expresión de angustia.

- ¿Noona que te pasa? Tranquilízate, estás toda agitada

-Tae pasó algo

-¿Qué?

-Pasó algo con Jin, estoy segura

-Noona seguro fue un sueño. Tal vez te volvió la fiebre y estás delirando

-¡Carajo Tete no fue un sueño!

Valeria estaba desesperada. Buscó su celular, un arma y poniéndose los zapatos iba determinada a salir de la casa. Si debía aparecerse en medio de las explosiones para asegurarse de que su esposo estaba bien lo haría sin dudarlo. No dio ni dos pasos cuando un mareo la hizo detenerse.

- ¡Ves noona, no estás bien!

-Taehyung por favor vamos a buscarlos se que algo pasó, no lo estoy imaginando

-Noona...

El sonido del celular de Tae los interrumpió. Era Jimin

-Taehyung vengan a buscarnos a la central de Tucker. Traten de venir lo más rápido posible.

Los hermanos se miraron. Esa noche Kim Taehyung comprobó que el sobrenombre de Kim Valeria no era obra del azar.

-Está bien Hécate, vamos por ellos.


Valeria estaba a punto de lanzarse del auto. Taehyung notó sus intenciones así que la sujetó del brazo con algo de fuerza. Su tono de voz amable y suave cambió por uno grave y de mando.

-Vale noona, cálmate. Lastimándote no ganarás nada. Deja que estacione el auto y podremos entrar. Ellos nos necesitan en buenas condiciones.

La muchacha sujetó la mano que sostenía su brazo. Haciendo un gran esfuerzo por contener el llanto solo atinó a susurrar un "gracias"

Apenas Taehyung terminó de cuadrar el auto Valeria soltó el cinturón de seguridad y corrió en dirección a la entrada de la central.

Francis Tucker era el contacto que Hécate había contratado para servir de soporte en el asalto a la mansión Gwon. Inglés, manejaba una red de sicarios que funcionaban como relojería suiza: precisos, exactos y discretos.

Su comando era un viejo hangar donde contaba con todo un sistema de logística, centro médico y pista clandestina.

Fue allí donde evacuaron a los Olimpo.

-Hécate, un verdadero gusto conocerla en persona.

La lasciva mirada del sujeto no hizo más que disparar los nervios de la señora Kim y provocar una mirada ceñuda de Taehyung

-Tucker, no he venido para que me mire las tetas; sea más profesional por favor. ¿Qué fue lo que pasó con mi gente? ¿Dónde están?

El hombre la miró con una sonrisa burlona y le hizo un gesto para que lo siguieran. Mientras se desplazaban les narraba lo sucedido en la incursión.

-Su equipo es de primera, todo avanzaba conforme lo planificado. Luego de la explosión que, dicho sea de paso, era para inmortalizar en una fotografía, Zeus nos notificó que estaban trasladando a dos heridos de gravedad.

-¿Dos?

-Así es...

-Dionisio

-Sí, uno con herida en el cuello y el otro con impacto de bala en el muslo. Estamos interviniéndolos, ambos perdieron mucha sangre, aparentemente los disparos dañaron arterias.

Taehyung abrazó a su hermana al verla palidecer. Al llegar al centro médico sus miradas inmediatamente pasaron revista: Zeus, Hefesto, Apolo, Hermes, Ares. En un rincón lloraba desconsolada Artemisa.

-Noona cálmate.

Ni bien cruzaron la puerta Hécate corrió a abrazar a su hermana. Ambas lloraban desconsoladas, las tenía sin cuidado que Tucker las estuviera viendo. Los hombres de su vida estaban al borde de la muerte.

Zeus no lo demostraba, pero estaba igual de acongojado que las mujeres. Decidió darles un espacio más íntimo.

-Tucker vamos para ultimar los detalles del pago del servicio.

-Señoras, caballeros

-Hermes hermano ¿Qué fue lo que pasó?

-Un segundo de distracción, eso fue lo que pasó. Ese perro dio batalla hasta el final; movió muy bien sus fichas y consiguió lo que quería: que nos dejáramos llevar por la ira y bajar la guardia.

Se dedicó a mancillar la memoria de madre y Asclepio quiso tomar justicia con sus manos; Eros notó las intenciones de Gwon y trató de protegerlo del peligro, pero fue muy tarde. El doctor recibió una bala en el cuello y hyung en el muslo.

El fuego cruzado siguió hasta que una de nuestras balas dio en el abdomen al hijo de perra. Luego de eso salimos lo más rápido posible antes de que se activaran los explosivos.

-Antes de salir cumplí mi promesa. Rea obtuvo la cabeza de ese mal nacido. Sangre por sangre, omoni descansa en paz.

Dionisio miró a Ares. Después de mucho tiempo pudo ver sosiego en los ojos del menor del clan.

Casi dos horas después una guapa doctora de cabello rojizo apareció por la puerta de la sala de operaciones.

-Buenas noches, soy la doctora Hart, medica cirujana

-Buenas noches doctora. Zeus, líder del grupo ¿Cómo se encuentran nuestros socios?

-Ambos llegaron en muy malas condiciones, las hemorragias fueron difíciles de controlar. Lamentablemente perdimos a uno.

Valeria se sentía al borde del colapso. Se sujetaba con fuerza de la mano de Chae Rin que estaba empezando a hiperventilar.

-El paciente con impacto de bala en el cuello no resistió la cirugía. Falleció en la mesa de operaciones.

Chae Rin dió un alarido que crispó los nervios de los presentes. Jimin sujetó por los hombros a Valeria y Yoongi se acercó a Chae Rin que cayó al piso presa de un ataque de llanto.

- ¿Doctora cómo se encuentra Eros, el otro paciente?

-Está en observación. Pudimos reconstruir la arteria, pero tomará algo de tiempo que se recupere. Les aconsejo pensar en prolongar su estadía en Hamilton para darle oportunidad a que se restablezca. En esas condiciones sería peligroso trasladarlo.

- ¿Doctora Hart puedo verlo?

-Está sedado. Puede ingresar solo un momento y con indumentaria especial, debemos protegerlo de las infecciones.

-Está bien, gracias.

La doctora acompañó a la señora Kim a la habitación de Seokjin. Valeria sintió su corazón estrujarse al verlo dormido. Estaba muy pálido, sus lindos labios por lo general sonrosados lucían blancos y resecos.

La doctora había notado las marcas de los aros en los dedos de Jin y Valeria. Los mafiosos siempre le habían parecido gente muy interesante. Podían ser desalmados con sus enemigos, pero seguir creyendo en tradiciones como el matrimonio y valores como la familia.

- ¿Su esposo?

-Sí

-Tranquila, lo peor ya pasó. Debe quedarse por lo menos dos semanas para monitorearlo y luego descansar en Hamilton un par de semanas más. Vamos, dejémoslo dormir.

Los Olimpo retornaron a su hospedaje. La doctora tuvo que aplicarle un sedante a Artemisa, estaba inconsolable.

Decidieron cremar los restos de Jong Dae. Chae Rin, Yoongi y Namjoon retornaron a Corea. Ella se encargaría de la tarea de sepultar los restos del doctor Oh en la parcela familiar que tenían dispuesta antes de realizar la misión.

Los líderes del grupo fueron a marcar territorio. Definitivamente estaban dentro de las grandes ligas y no tenían intención de salir de ellas.

Mandaron un mensaje contundente a los cabecillas de la mafia. Una fotografía de la cabeza de Gwon Jun Hwan empalada frente a los restos de lo que fue su magnífica residencia. Adjuntaron una nota que decía: "Este es el final de los que osan desafiar a Olimpo"

Jimin se quedó en Las Bermudas acompañando a los Kim.

Los demás se dispersaron por diversos puntos del mundo en busca de algo de serenidad y de tiempo para lamerse las heridas. Habían perdido a quien fue lo más cercano a una figura paterna.

Cuando Jin despertó fue consolado por su esposa. Valeria lo convenció de que la muerte de Jong Dae no era su culpa; al contrario, él estuvo a un paso de perder la vida por tratar de evitarla.

El tiempo para Vale seguía corriendo. Debía decirle a Jin la noticia del embarazo y cumplir la promesa que le hizo a su oppa.

No encontraba el valor para hacerlo. Lo veía sumido en sus pensamientos, conversaba con Jimin en susurros. Cuando ella se acercaba la miraba con ojos de tristeza y se quedaban callados.

En las noches la abrazaba con fuerza hasta que se quedaba dormido.

Tuvo que pedirle a Jimin las explicaciones que su esposo no podía darle.

-Noona debes tener paciencia con Jin hyung. Ha pasado por un episodio traumático. Tú lo conoces mejor que nadie, sabes que él se hace responsable por las cosas que les pasan a las personas que ama. Todos sabemos que él no tuvo la culpa de lo que pasó con Dae hyung; le tomará algo de tiempo asumirlo pero con tu amor y apoyo podrá superarlo.




Días más tarde los hermanos recibieron una noticia que hizo que regresaran a Corea.

Chae Rin había sido asesinada.

Los Blackhorn estaban reunidos nuevamente alrededor de una tumba. Valeria se aferraba al brazo de Seokjin mientras el féretro de su hermana descendía a su última morada.

Chae Rin fue encontrada sin vida en la casa Blackhorn. La habían estrangulado. Quien lo había hecho destrozó todo lo que encontró a su paso; aparentemente buscaban algo.

Después de la muerte de Jong Dae habían tenido la precaución de trasladar todo lo referido a Olimpo a un antiguo depósito que serviría de cuartel. Debían alejar lo más posible lo referido a los "negocios" de la vida familiar.

Estaba claro que las precauciones no fueron suficientes.

Valeria, Jimin y Taehyung se dieron a la tarea de ordenar las pertenencias de Chae Rin y Jong Dae para donarlas a la caridad.

Vale estaba destrozada. Amaba a todos sus hermanos, pero su unnie era su confidente, con la única que podía compartir la perspectiva femenina de todo lo que estaban viviendo.

Con su muerte, la idea de dejar todo atrás rondaba cada vez más fuerte en su cabeza. Debía salir de ese mundo tóxico y convencer a Jin y los demás de hacerlo.

No quería llorar la muerte de otro ser querido a manos de una banda rival. No quería exponer a su hijo a esa existencia.

Entre las cosas de Chae Rin encontró un pequeño cofre que ella le había regalado. Era una cosa de adolescentes que intercambiaron en la navidad del año en que se conocieron.

Al abrirlo encontró fotos de ellas en reuniones familiares, una donde Rinnie hacía photobomb a una toma de ella y Jin besándose. Una sonrisa afloró en medio de las lágrimas.

El artefacto tenía un compartimiento que se abría con clave. Era la misma que la de su cofre: 2010. Un presentimiento le dijo que viera el contenido.

Dentro encontró un sobre con su nombre. Su sorpresa fue enorme al empezar a leer el contenido de la carta que era un texto de varias páginas.

Al terminar, el llanto se hizo más profuso. La señora Kim guardó para sí varias frases de la misiva:

"Siempre te llevaré en mi corazón hermanita"

"Sálvate y salva a tu hijo"

"Dales a los Blackhorn la oportunidad de redimirse"

"Si necesitas ayuda busca a Madame Buterfly"

"La muerte es a veces, la mejor alternativa"

-Gracias Chae unnie, me has ayudado a decidir.

- ¡Noona ya es hora de irnos!

- ¡Voy Jiminie!






Desconcierto.

Temor

¿Enojo?

El rostro de Seokjin mostraba diferentes emociones, pero ninguna era alguna de las que Valeria anhelaba ver.

- ¿Estás segura?

-Completamente. Tengo casi tres meses de embarazo

- ¿Valeria cómo pasó? ¿No se supone que te estabas cuidando?

-Si lo estaba haciendo; estoy tan asombrada como tú

- ¿Por qué no me lo dijiste antes?

-Porque estábamos en medio de la operación de Gwon y después ocurrió lo de tu recuperación.

-Vale ¿estás consiente que las circunstancias no están para pensar en bebés?

-Lo sé Jinnie, pero podemos salirnos de esto, dejar todo atrás.

- ¡Valeria, por favor despierta! ¡Nuestras cabezas tienen precio! Medio Corea nos quiere muertos.

-Podemos irnos y volver a empezar como hizo Omoni

- ¿Me estás pidiendo que abandonemos a nuestros hermanos?

- ¡Noo! Yo hablaré con ellos, los convenceré. Quiero paz para todos nosotros amor, estamos a tiempo de darnos esa oportunidad. No quiero volver a llorar porque esos desgraciados me arrebataron a otro ser querido.

-Es algo que yo también deseo, pero veo muy lejano. Está bien. Pero prométeme una cosa. Si decidimos quedarnos...

- ¿Sí?

-Tú...

La expresión de pena e inseguridad de Seokjin decía más que las palabras que no terminaban de salir de su boca.

- ¿Quieres que mate a nuestro hijo?

-Vale, por favor, no lo digas así. Se que es difícil de pensarlo, pero es la única forma de mantenernos seguros y también a él.

- O ella

-Si nace y vive entre nosotros será un blanco fácil constantemente.

- ¿Sabes que al hacer eso mataré una parte de mi alma?

-Cariño, esto me duele tanto como a tí.

-Lo dudo Seokjin. Yo tendré que asumir las consecuencias de la decisión.

"La muerte es a veces, la mejor alternativa"






Los Blackhorn estaban reunidos en la casa familiar. Era la última vez que lo hacían allí. Decidieron donarla a la iglesia de la comunidad como albergue para mujeres maltratadas.

Valeria estaba sentada como siempre al lado de Seokjin. Tenían los dedos entrelazados brindándose calor y apoyo. Jin besaba con amor la mano de su esposa donde lucía sus anillos de compromiso y matrimonio. Su otra mano reposaba sobre su vientre, como si de manera inconsciente tratara de proteger al pequeño ser que crecía en él.

-Hermanos, gracias por acudir a mi llamado. He venido a tratar de tocar sus corazones y convencerlos de acabar con este círculo vicioso en el cual estamos cada vez más inmersos.

- ¿Qué propones noona? ¿Qué dejemos la muerte de Chae Rin noona impune?

-Quiero que vivamos en paz Yoongi, que dejemos esta absurda manera de vivir. Era el anhelo de Chae Rin unnie que tengamos la oportunidad de volver a empezar.

-Valeria noona, admiro que tu espíritu todavía conserve la inocencia de la chica que conocimos hace años atrás ¿En verdad crees que las cosas son tan fáciles?

-No pretendo que compartas mis expectativas ni perspectivas de vida Namjoonie. Pero si creo que estamos a tiempo de abrirnos otros caminos, no vivir sumergidos en una eterna revancha.

-El problema de fondo Kim Valeria, es que no has comprendido que no todo gira en torno a la venganza.

La revancha es un medio para que nuestros rivales sepan que Olimpo no es ninguna broma, de sembrar miedo y respeto. De demostrar poder.

- ¿Es esa tu motivación Namjoon? ¿El poder?

-Jamás lo entenderías noona. El poder protege, el poder aplasta. Nunca más Kim Namjoon bajará la cabeza ante nadie.

Ningún Olimpo lo hará.

-Esa es tu decisión. Ahora me gustaría escuchar la de los demás.

Valeria dirigió su mirada a Yoongi

-Poder y venganza

-Siempre juntos Blackhorn. Poder y venganza.

Valeria cubrió instintivamente su vientre al escuchar a Jungkook

-Siempre juntos Blackhorn pero sin perder de vista quienes somos.

Vale miró con pena a Hoseok. Sabía que su solecito se quedaba para velar por que sus hermanos no terminaran de hundirse en la miseria.

- Me quedo a apoyar a Hoseok hyung.

-Siempre juntos Jiminie

La voz de Taehyung se sumó al coro dándole apoyo a su hermano del alma

Valeria miró a Jin. El la veía con gesto que decía "perdóname"

-Soy su hyung y es mi responsabilidad cuidarlos como constantemente lo he hecho. Siempre juntos Blackhorn.

Eso fue todo. El corazón de Valeria se quebró al sentir que le fallaba a Amelia, Chae Rin y Jong Dae. Incluso a su bebé, al que privaría de sentir el calor de una familia.

Sintió lástima por sus dongsaengs ¡Cuánto hubiera deseado ayudarlos a redimirse!

Su dolor más profundo tenía nombre propio: Kim Seokjin. El amor de su vida pensaba que estaba salvando a sus hermanos, sin saber que a la vez condenaba sus almas a la desdicha eterna.

Enjugando sus lágrimas se dirigió a su esposo y a los presentes.

-Cumpliré mi palabra Kim Seokjin si eso te hace sentir más tranquilo. Y para ustedes hermanos, mis últimas palabras como parte de Olimpo:

"La muerte no es la mayor pérdida en la vida. La mayor pérdida es lo que muere dentro de nosotros mientras vivimos".

Que Rea, Asclepio y Artemisa los protejan. Adiós, dioses de la venganza y la codicia.






Seokjin terminaba de revisar unos papeles en la oficina de su departamento. Era un lugar muy bonito, acogedor y funcional que Valeria había decorado. Cada uno tenía su espacio de trabajo y les permitía intercambiar información sobre las finanzas y logística de Olimpo. Y por supuesto, darse cariño en los descansos.

Aprovechando que su esposa había salido estaba ultimando los detalles de una sorpresa que había preparado para ella.

Tenía ya todo listo. Quería ver de regreso el brillo en sus hermosos ojos.

Desde el día de la reunión con los chicos la actitud de su esposa había cambiado. De ser la chica adorable y risueña ahora era un fantasma silencioso que pululaba por la casa.

La situación se agravó después que se sometió al aborto.

Fue sola, no quiso que él la acompañara. Al retornar a casa le entregó de manera fría e impersonal el documento de atención clínica.

Ana María lo llamó muy preocupada. Le comentó que estaba por sufrir un ataque de nervios de ver a su jefa llorosa, decaída y apagada. Le aconsejó que sería bueno que se tomaran unas vacaciones, tal vez eso la ayudaría.

Tomando el consejo de la chef había reservado pasajes y estadía para París, una de las ciudades favoritas de su adorada Vale.

De alguna forma quería resarcir el daño que había causado al pedirle a su esposa que deje de lado una de sus ilusiones más grandes.

Él también estaba sufriendo. Le costaba admitir que se moría de miedo ante la idea de la paternidad; tener la responsabilidad de una pequeña vida en sus manos producto del inmenso amor que compartía con su hermosa Valeria. El recuerdo de la muerte de su hermanita era un trauma que todavía no había podido superar.

Ensimismado en sus pensamientos no percibió la vibración de su celular. Cuando por fin se dio cuenta tuvo que buscarlo entre los papeles dispersos en el escritorio.

-¿Hola?

-¿El señor Kim Seokjin?

-Sí, el habla

-Señor Kim siento informarle que su esposa sufrió un accidente automovilístico. Ocurrió en uno de los carriles de la autopista de Guryong.

-¿Qué? ¿Dónde está? ¿A qué hospital la evacuaron?

-Señor Kim...lamentablemente el accidente tuvo consecuencias fatales.

Su esposa murió.

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