Riddle Rosehearts (AU)
“El sacrificio es doloroso... y algunas veces inútil”
Au. +18
Advertencia; Eliza mencionada en este one-shot.
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Era el fin para este reino, una vez que el rey vampiro Rosehearts tomaba un reino con ello a la princesa.
Pero Eliza era tan pura... Tan inocente, ni siquiera aún era presentada ante el pueblo, y ahora mismo caería en las garras de ese monstruo.
—Señorita. —La joven sirvienta ahora lucía la ropa de Eliza, mientras traía en sus manos sus propias ropas. —Por favor use esto. —Le dijo con dulzura y una sonrisa.
Eliza se quedó petrificada unos segundos, viendo la ropa, era rápido intuir lo que haría su querida dama de compañía... A la princesa se le acumulan las lágrimas en los ojos mientras niega con la cabeza y la abraza.
—¡No!... Podemos huir juntas, entre los escondites que hay, ¡Seremos sigilosas!.—Eliza rogó, entonces se escucharon gritos de fuera que advertían ya la llegada del rey vampiro y sus soldados.
—Vienen por una princesa, y no van a parar hasta encontrarla en el peor de los casos quemarán el castillo con nosotras dentro...—Dijo con dolor para después dar un suspiro. —Por favor señorita, quiero que esté a salvó.
—¡No te quiero dejar!... ¡Por favor olvida lo que te pidió mi madre de cuidarme con tu vida!... Vámonos juntas. —Se aferró a la ropa de ella, después de todo estuvo en sus peores momentos, fue su única amiga, la única persona que sintió que la amo por lo que es, y no por su título.
—Señorita... Hago esto porque lo quiero, es lo más importante que tengo. —Le dió una suave sonrisa para calmarla. —Tenemos la misma edad, me atrevo a decir que la considero más que solo mi ama... Es lo único que tengo.
—Isabel...—Dijo su nombre con anhelo.
—Por eso mismo, haré lo imposible para salvarla. —Entonces le quitó aquel vestido ostentoso.
Al fin los papeles fueron intercambiados, más Eliza no paraba de llorar, estaban encerradas en una habitación... Huir no era una opción, sabían bien como era aquel rey, solo iban a provocar más su ira y si no está conforme con quemar el castillo iría contra el pueblo.
Abrió un pasadizo secreto, este aseguraba que pudieras salir al menos hasta el exterior. —Por favor Isabel aún podemos ir juntas. —Sostuvo sus manos con ansias, la sirvienta negó lentamente.
—Alguien debe acomodar el mueble para que no se den cuenta del pasadizo, además lo primero que harán es buscar afuera en cuanto vean que no hay nadie aquí. —Las lágrimas se acumulan en los ojos de ambas, pero Isabel es capaz de soportar mientras entrecierra sus ojos con cariño y acuna el rostro de Eliza entre sus manos. —Por favor señorita Eliza tenga una vida larga y feliz. —Cuanto quisiera prometer que se va a reunir con ella, pero conoce la fama del rey vampiro, este acaba con las vidas de sus esposas o las orilla al suicidio, ninguna ha vivido lo suficiente para darle un heredero, algo que siempre ha buscado.
Aunque no pierde la esperanza de que pueda desecharla sin tener que perder la vida y poder reunirse con su querida princesa, sonrió para sus adentros pensando en aquello.
Entonces Eliza llora sin parar, mientras vuelve a abrazar a Isabel con todas sus fuerzas. —Te amo mucho Isabel, te prometo que en mi otra vida voy a esperarte.
—Es un honor para mí eso.
Y al fin cerró el pasadizo, mientras acomoda el mueble, justo en ese preciso momento la puerta fue forzada.
Tenía miedo... Retrocedió, viendo hacia la ventana, pensando que al menos sería una muerte rápida.
Pero se retracto, no lo haría enfrente de Eliza.
—Así que está es la princesa escondida de los White. —Al fin se presentó aquel rey vampiro, tal como lo describieron antes.
Una piel blanca como la nieve, de ojos rojos color sangre... Al igual que su cabello, y esa apariencia tan dulce que esconde detrás a un monstruo despiadado.
El rey vampiro la miro unos segundos, analizando de pies a cabeza, la chica tembló... Tenía miedo, pero temía más de que se diera cuenta de la suplantación.
Se supone que solo pocos cercanos del reino sabía cómo era la princesa Eliza, pero... Nunca está de más que haya un soplon o infiltrado, sabía que seguramente la matará al instante, pero le preocupa más saber que pasará con Eliza.
Entonces el rey empezó a reír mostrando sus largos colmillos. —Bien, esta me gusta. —Chasqueo los dedos al instante. —Cater's.
—A la orden. —Ellos se fueron al instante, dejando confundida a la sirvienta.
—Nos vamos. —Entendió su mano hacia ella, y sin tener opción la sostuvo solo causando que Riddle sonríe aún más, sabe que en cuanto tuvo contacto con él no había escapatoria.
...
Fue demasiado horrible como fue recibida... Al momento de llegar la encerraron en un tipo de calabozo, la despojaron de su vestido y la mojaron argumentando que debían limpiarla pero ni un trapo le dieron para secarse, solo un vestido rosa pálido sencillo que apenas la cubría, además apenas le daban de comer una vez al día, sin mencionar que eran sobras o hasta comida podrida se atreve a pensar, sobrevivía con el agua que al menos era ilimitada.
Ahora entendía porque sus esposas morían o se suicidaban... El como las confina no era vida, aunque realmente está aliviada de saber que la señorita Eliza no está viviendo por esto. —Ya han pasado casi 2 meses... Por favor que esté a salvó. —Juntos ambas manos, rezando por ella, mientras recordaba su alegre sonrisa, como la sostenía de las manos con cariño.
—¿Rezando a tu Dios?... Que no lo sabes, el te escucha pero no hará nada para salvarte. —Contesto en tono burlón Riddle.
Ella se encogió de hombros, alejándose de la puerta de la celda lentamente. —. . .—Se quedó callada, no sabe si es peor responderle o no.
Riddle aún sonrió tranquilo, entonces hizo un ademán con la mano, para que se acercará un sirviente, un vampiro de cabello azul, parecía tener una expresión tranquila. —Deuce, ayuda a cambiar a la princesa, esta noche el compromiso se hará público. —Expreso con tranquilidad, mientras el sirviente asentía.
Entonces se retiro, y tal como se le pidió Deuce abrió la celda para que ella saliera. —Sigueme por favor, tomará un baño caliente en la habitación del rey. —Ella lo siguió obediente hasta llegar.
Decidió ser sumisa, se baño, hizo caso a todo lo que le pidió Deuce, mientras el le coloca una tiara en su cabello. —¿Porque?... —Susurro. —¿Porque el rey está tan obsesionado en casarse con una princesa, con una humana?.
El Spade se sorprendio un poco ante las palabras de la humana, para después suspirar. —Fue una promesa que le hizo a su madre difunta...—Respondio. —De principio el busco aliarse con un reino buscando desposar a una princesa, pero, todos lo trataban como un monstruo, tras varios años se rindió, el rey se volvió amargo. —Decia con un tono tranquilo pero pesado. —Ser rechazado, que ni siquiera lo reconocieran como rey... La gota que derramó el vaso fue cuando dijeron que su madre jamás fue reina, que su reino fue una mentira.
—. . . —Ella observó la expresión desanimada de Deuce.
—Desde entonces tomo todo por la fuerza... Se que está mal, su pasado no justifica lo que hizo y hace, pero, es nuestro rey le somos leales a él y sus decisiones.
—Entiendo... Solo siguen órdenes después de todo, pero, es muy triste como inocentes pagan por las decisiones de los demás.
—Tristemente hace tiempo el rey Riddle dejo de sentir culpa y remordimiento sobre sus acciones, solo quiere obtener lo que quiere.
En eso el último toque de maquillaje se colocó en su rostro. —Le traerán algo de comer, no se preocupe está vez será algo digno de una princesa. —Le sonrió con suavidad. —Esta vez me sorprendió la dureza del rey. —En ese momento se retiró, y en unos segundos vino un sirviente a dejar la comida, en charola de plata, era un gran filete de carne, se le hizo agua a la boca... Hace tiempo que no comía tanto.
Pensaba tomarlo con sus manos, siente que la etiqueta sobra (y no es como si tuviera mucho conocimiento de esta)... Pero después miro a los guantes que usa, no los quiere ensuciar. —Vamos, princesa... Come. —Aparecio Riddle de repente, y con su sola mirada le hizo entender al sirviente que se retire. —Esta vez comida digna para ti.
Sabía que no hacerle caso puede ser peor, se sentó presurosa y tomo cualquier tenedor y cuchillo para empezar a comer lentamente, mientras es observada por el rey, no le quita la mirada de encima se siente juzgada.
—Ah. —El suspiro pesado pero aún sonriendo. —Que interesante. —Dijo de repente confundiendo a la joven, chasqueo los dedos en su momento y apareció un vampiro de cabello verde, más alto que Riddle. —Trey. ¿Es ella verdad?. —Pregunto.
—Si. Es la dama de compañía de la princesa.
No, no no... La descubrió, pero, ya es muy tarde aún así ¿Verdad?.
—¿Quien más sabe de esto?.
—Nadie amo, los aldeanos fueron asesinados no quedó ni uno con vida. —Siente que su corazón se saldrá de su pecho, pues eso significa que la princesa... —Y la princesa esta confinada. —Palidece por completo. —Solo yo sé que ella es la falsa princesa, además a la verdadera princesa se le desfiguró la mitad del rostro tal como me pidió.
—Bien, eso es todo. —Entonces la cabeza del sirviente cayó al suelo, la sangre se esparció hasta la charola de comida, ella sentía náuseas no sabía si por el acto que vio, o si por la noticia, no pudo proteger a Eliza le hicieron daño.
—Era tan obvio, una princesa prefiere morir de hambre a comer sobras o comida medio podrida, además no te enfermaste a pesar de las condiciones en las que te tenía...—Comentaba el con tranquilidad. —¿Crees que eres la primera en hacer ese truco?.—Añadio con burla. —Pero, a diferencia de las demás tu tienes una razón para vivir... Para luchar, para complacerme. —Se acerco a ella, sujetando su cabello. —Tu mantuviste la mentira, a diferencia de las impostoras que me decían la verdad en días. —Hacia que le mire a los ojos, ella suda frío.
—Por favor todo fue mi idea no le haga más daño a la princesa. —Suplico y Riddle tan solo se burló. —Se lo ruego.
—Casi haces que sienta pena por ti... Bien, ella ya no sufrirá, pero en cambio tomarás el título de reina de los vampiros y me darás un heredero. —Se escuchaba demandante, sus ojos dejaban a demostrar algo de desesperación.
Después de todo ya estaba cansado de esto... El que está mujer se haya ofrecido de esta manera fue una bendición para él, aunque una maldición para ella.
Mientras nadie sepa que no es la princesa no le importa, al fin su madre obtendrá lo que quiere... La descendencia Rosehearts, y el podrá descansar de sus masacres.
El matar se convirtió en su día a día... Derramar sangre culpable e inocente no le causaba nada, solo cansancio.
Así que en esta humana veía la salida al fin.
—¿Tenemos un trato?.
Todo sea por el bien de Eliza. —Si... Yo haré lo que quiera, solo no le haga más daño a la princesa. —Riddle sonrió para mostrar sus colmillos, su mirada se veía con esperanza al fin pero con un brillo cruel a la vez.
...
Hubo un gran banquete en su ceremonia de bodas, le sorprendía saber que los vampiros comían sólido... Pero la carne que dieron era en pequeñas porciones, apenas del tamaño de una pulsera, se imagina que solo era para probar, Riddle argumento que está carne era especial para celebrar un momento especial.
Ella al ser humana todavía se le dió un pedazo de grande, tenía hambre así que termino comiendo sin pensar... Antes de presentarla con sus súbditos le dijo exactamente qué tenedores tomar para comer.
Ellos bebían en una copa grande un poco de sangre, comentando Riddle que era la mejor cosecha... Tembló al saber que se refería de esa manera a un humano que seguro mataron.
En sus pensamientos solo está Eliza, imaginando su rostro desfigurado como habrá sufrido al vivir tal dolor... Al último no la pudo proteger del todo, pero sin duda está vez hará lo correcto.
La noche de bodas cumplió sus expectativas en cuanto al horror.
Riddle argumento que en realidad no era necesario tomarla siendo humana, pero el tenía cierta fascinación por saber que se sentía... Después de todo estos años se guardo para la futura reina.
Estaba encima suyo, su aliento helado sobre su cuello, sus manos se movían hacia sus muslos. —Eres bastante cálida. —Le susurró suavemente, ella trato de imaginarse en otro lugar.
Pero los colmillos atravesando su piel la hacían estar en esta realidad, solo fueron segundos pero se sintió minutos aquella mordida, sintió que la desgarró... Ella no pudo evitar gritar y solo causó que Riddle se ría.
Podía sentir la erección de él rozando su muslo, creyó que lo haría en ese momento, pero en cambio uno de sus dedos empezó a acariciar suavemente su zona, siendo lento y tortuoso sus movimientos.
—No...—Le daba repulsión sentir como su cuerpo correspondía ante esto.
—Vamos, haremos esto varias veces para tener herederos así que acostumbrate. —Le contesto el pelirrojo, mientras seguía estimulando lo suficiente, la chica cerraba los ojos sentía que no podía con esto.
Pero la otra mano de Riddle la sujeto del rostro con fuerza, la beso lentamente, y después mordió para causarle un pequeño corte en sus labios, lamió la sangre con ansias.
Las manos de la joven se aferran a las sábanas, no quiere tocarlo no desea darle el gusto de pelar y que él se burle... Aunque de todos modos el se ve muy complacido con su reacción.
Riddle bajo lo suficiente sus pantalones para mostrar su miembro erecto, ella no quería bajar la vista ya, pero al sentir como roza peligrosamente su entrada tuvo que ver.
—Bien... No te preocupes está vez entraré lento, de todos modos te has lubricado muy bien. —Contesto burlón con un rubor en sus mejillas.
—Por favor...—Cuanto desea renunciar a esto, no quiere estar con él, nunca quiso que su primera vez fuera así, ella quería elegir.
Dejo escapar un gemido, lentamente la punta entro en ella, después el resto, Riddle se levantó un poco para sujetar sus caderas, hasta el punto de clavar sus uñas. —Ah... Se siente muy bien. —Murmuro el pelirrojos gimiendo, se movía dentro de ella, suavemente pero empezó a intentar llegar a lo profundo.
La joven luchaba porque dejara de clavar las uñas en su piel desnuda, pero aunque usaba ambas manos para moverlo él no se inmuta, en cambio siente que lo provocó más.
Riddle siguió empujando dentro de ella, está experiencia era nuevo para el vampiro y sin duda le encantó.
No quería parar.
La humana en su noche de bodas sintió como se corrió más de una vez, Riddle tenía mucha imaginación para seguir... Pero sabía que llevarla al límite siendo humana podía ser riesgoso.
Estando sobre la espalda de ella aprovecho para morder su hombro con fuerza, la transformación se daría en ese momento, la chica grito al sentir como el veneno que la convertirá entra en su cuerpo, ve toda su vida pasar por sus ojos, como si estuviera muriendo pero está renaciendo a la vez.
...
Abrió los ojos al instante, tenía una sed horrible pero curiosamente a pesar de haber estado toda la noche con Riddle no se siente tan cansada, toca sus labios ya no tiene ese corte... Comprende dolida lo que le hicieron a su cuerpo.
—Toma, sangre lo mejor para ti mi reina. —No se pudo negar, en cuanto el vaso de sangre estuvo en sus manos lo bebió sin dudar. —Sedienta, así me gusta.
—¿Cuando podré ver a la princesa Eliza?...—Le pregunto, verla seguramente le dará la fuerza suficiente para continuar con este martirio.
—Será hasta que me des un heredero, no quiero que te meta ideas a la cabeza. —Murmuro aquello para si mismo. —Pero, le permití escribirte algo, por supuesto lo he leído antes para seguridad mía.
Le entrego una carta. —Quemala después de leerla, si me entero que la tienes no permitiré más cartas.
Y así Riddle se fue, tenía otros asuntos que atender, debía preparar su reino a una nueva mira... Ahora mismo deseaba derrocar a todo reino que se pudiera, esclavizar y poner a su especie por encima de los humanos.
La ahora reina de las vampiros leyó la carta, tenía miedo de saber que esto era una treta que en realidad Eliza murió, pero al comenzar a leerla desechó esa idea.
“Perdoname Isabel, no fui tan cuidadosa... Me atraparon, pero está bien yo he soportado bien, odio la papilla que me dan ¡Sabe cómo a plátano, y yo lo odio!... Sabes me hubiera gustado verte en estos momentos, pero, él no me deja, además realmente no se si quiero que me mires de esta manera, ya no soy bonita... Aunque seguramente tú me dirías que soy más bella que ninguna otra flor que hayas visto ¿Verdad?... Por favor Isabel resiste, él me dijo que nos dejara vernos, ¡Lo siento si te pido tanto!, no me dejan escribir mucho así que hasta aquí queda, con mucho amor la princesa Eliza. ”
Al fin pudo llorar de felicidad, sin duda está era la firma de Eliza, ese corazón en las "i" era propio de la princesa, los cumplidos lo que odiaba eran cosas que solo conocían entre ellas, además su caligrafía tan hermosa, abrazo la carta con fuerza, realmente quiere quedarse con esta... Pero no puede, suspira yendo a la chimenea.
—Al menos esto. —Arranco un pedazo de papel, dónde estaba escrito su nombre, decidió que meterlo en un libro estaría bien, lo envolvió en un pétalo así cualquiera pensaría que se trata de un simple separador.
Y así al menos se sentiría cerca de ella, sonrió con esperanza... Aún puede haber un buen futuro amable.
...
—¿Porque no puedo responder a sus cartas?.—La vampiresa con un abultado vientre ya le preguntaba al pelirrojo, el cual estaba de lo más tranquilo escribiendo un nuevo tratado... Al malvado todo le salía conforme al plan.
Su querida esposa a punto de darle su merecedor heredero, y sus conquistas siendo cada vez más, estos meses no han pasado en vano... Aquellos que osaron de despreciarlo de burlarse del reinado de su nombre pagan con sangre, y todo en el tiempo justo.
—Yo me hago cargo de ella, nadie sabe de la suplantación solo yo... Y no tengo tanto tiempo de leer para saber si no estas enviando un mensaje secreto, como sea, ten. —Y de su manga sacó una nueva carta.
Tomo la carta entre sus manos, si bien estás cartas eran pruebas de que Eliza seguía con ella y la apoyaba le encantaría contarle lo que vive y siente... Después de todo ella no conoce su estado actual, no ha podido desahogarse con nadie, siempre se ve escoltada pero no siente confianza en hablar con los vampiros más con Deuce pero siempre con distancia para no crear mal entendidos.
“Isabel. De verdad te extraño, ha pasado tan poco pero ya te extraño tanto... Recuerdo cuando no podía dormir me cantabas dulcemente, siempre decías que yo tenía una linda voz pero hasta mi madre decía que tú voz era la más encantadora... Isabel, me gustaría oír tu voz por última vez... Perdón si te pido esto estando tu en la misma situación que yo, no quiero ser una preocupación más para ti, pero quisiera verte tanto, por favor encuentrame... Con amor Eliza”
Se le rompió el corazón en ese momento, está última carta le dejo un amargo trago le dolía no poder estar con ella. —Lo siento tanto debes estar sufriendo tanto y yo aquí en tan buena vida. —Abrazo la carta con fuerza antes de acercarla al fuego para quemarla, pero al ponerla encima de este vio una líneas peculiares en el papel. —¿Hmm?.—Los trato de memorizar para así trazar en una hoja en blanco.
Cuando al fin acabo quemó la carta y empezó a hallar forma a las líneas. —Son pasillos...—Se reveló aquello, mientras busca en la biblioteca algún libro que tuviera la estructura del castillo, sabía que Deuce por más accesible que es no la ayudaría en esto, así que se tardó un buen rato para averiguar.
—Es cerca del calabozo donde estaba... Decir que estábamos tan cerca. —Acaricio la hoja con cariño, lo haría. —Hace tiempo que puedo vagar sola, debo tener cuidado que no hayan guardias aquí, pero, si es cierto que solo Riddle sabe seguro esta solo. —Sonrio con confianza. —Le cantaré señorita Eliza.
La vampiresa embarazada se aventuró de noche, si bien compartía habitación con Riddle el a veces se iba a otra para más comodidad... Los vampiros que cuidaban no se cuestionaban tanto porque la reina vaga a estás hora después de todo son criaturas nocturnas, además ya ha pasado varias veces que por sus antojos se va a la cocina a beber toda la sangre que puede o más bien quiere el futuro heredero Rosehearts.
—Tener una vista nocturna ayuda tanto... La luz de una vela no me delata. —Estaba tan cerca, sentía que su corazón vuelve a latir, tal como sospechó nadie cuidaba. —Puedo hallar una manera de que pueda escapar... Pero está vez lo haré bien. —Tenia tanto planes en estos momentos, quería contarle un montón de cosas a su querida amiga, incluso decirle que si su bebé era una niña le pondría su nombre, que aún había esperanza.
La puerta ni siquiera tenía candado, pero no le importaba la abrió tan fácil y eso significa ya poder estar con Eliza, pero en ese momento todo se distorsionó.
Solo había un cráneo y la ropa que uso Eliza aquel día. —¿Eh?.—Su gran olfato le hacía saber que aquí estuvo Eliza, pero también que hubo sangre de ella, más no estaba su princesa.
Se acercó un poco más, sujetando aquel cráneo, su olor... Era ella, pero también olía a algo más. —Huele como a la carne. —Dijo con la voz rota.
Es el mismo olor de esa carne que comió aquel día, también el día de su celebración, las piezas se conectaron... Desde ese día, el guardia que asesino Riddle, el actuó con él para hacerle creer esto... Cubrió su boca con asco, ella comió de esa carne más de una vez, bebió esa sangre, por eso no podía responder a las cartas, por eso nadie cuidaba aquí.
En el gran castillo del vampiro Rosehearts se escuchaba a la reina vampiro gritando con gran lamento, alertando todos a los presentes, pensando que hoy es el día que nacerá el heredero Rosehearts... Riddle fue la primera en encontrarla.
Cuando la vio destrozada abrazando a ese cráneo mientras solloza solo se quedó allí parado, no sentía remordimiento por lo que hizo ni culpa, tan solo estaba harto y cansado, no sabía si el grito solo se debió a la sorpresa o pudo haber roto fuente por la impresión.
—La encontré señorita Eliza...—Murmuro bajo, abrazando al cráneo mientras dejo ir otro quejido de sus labios, sosteniendo su vientre, Riddle al darse cuenta la auxilio.
—Vaya día has escogido para saber la verdad. —Solo dijo, más ella se negaba a levantarse, Riddle se agachó para tocar el cráneo de Eliza.
—¡No!... Tu no la toques. —Ella sollozaba mientras los quejidos de dolor salían de su boca.
—Pues levántate y da luz a mi heredero. —Estaba más que destrozada no podía ni responder ante eso, dejo el cráneo en la mesa y uso parte de su vestido para cubrirlo.
...
El parto fue doloroso, demasiado largo, la reina vampiro gritaba, sollozaba... Él propio rey empezó a preocuparse, pero al oír el llanto de su heredero la calma volvió, un hermoso bebé de cabello pelirrojo, pálido pero muy sano.
La reina vampiro estaba sin energías en ese momento, vio a su bebé en los brazos de su violador... Lo mecía con dedicación, lo veía con un amor tan paternal, podía ver el brillar en los ojos de Riddle, se veía tan feliz, tan pleno de vida... Más Isabel seguía destrozada, desangrada en la cama.
No sabe cuánto tiempo paso desde el nacimiento del bebé, no recuerda que nombre le puso Riddle... Ella casi no se hacía cargo de él, tenía niñeras personales, no necesitaba leche solo sangre, todos decían que era el bebé más bello del palacio, idéntico a su padre, de vez en cuando lo veía en su cuna, dormía tranquilamente, no odiaba a su bebé pero tampoco piensa que sienta un amor por él.
Pero a veces piensa que con esto podría vengarse... Si le corta el cuello al bebé hará que Riddle sienta lo que ella sintió cuando vio el cráneo de Eliza.
Puede ser parecido, Riddle espero por meses a su heredero... Y ella espero por meses ver a Eliza solo para enterarse que estaba muerta, entonces podía hacer lo mismo, una daga estaba cerca del cuello del pequeño, solo debía deslizar la hoja, no sería difícil estaba indefenso no había niñeras cerca... El heredero que tanto quería moriría hoy y ella junto a este.
Los ojos de ella se afilaron, podía hacerlo, lo haría.
Pero de repente sintió la presencia de alguien detrás, la hacía sentir tranquila alegre, volteo pensando que era la señorita Eliza, recordó su sonrisa, como la llamaba la persona más amable que ha conocido.
Su bebé empezó a reír alegremente, dió la vuelta para verlo, este abría un poco sus ojos, alzaba sus manos para que lo cargue, Isabel entre cerro sus ojos, mientras las lágrimas de arrepentimiento se deslizan en sus mejillas. —Lo siento. —Dejo caer la daga mientras cargo por primera vez a su bebé. —Lo siento mucho, perdóname por querer hacerte daño. —Le decía a su bebé. —Por favor crece rápido, vive felizmente. —Así ella podrá cortar su garganta y morir en paz.
“¿Realmente sacrificarse tiene algún sentido?...”
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Créditos a la imagen;
https://twitter.com/tadanoiwashi_i/status/1451871698437894145?t=JmefD0LTiemdQBabREb3ig&s=19
Quería subirlo antes de noviembre pero enferme, me alegra haberlo terminado ya (di un giro diferente a esto agregando a Eliza me gustó, je.)
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