“Oh. ¿Realmente creíste que sería un cuento de maravilla?”

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Advertencias; +18 No apto para todo público, se recomienda discreción.

Escuchaba la discusión detrás de la puerta, Crewel complemente lleno de furia en su voz, Trein tratando de calmarlo.

—¡No entiendes la gravedad!... ¡Está embarazada!.

La joven que permanece sentada en la cama de enfermería tan solo se encogió de hombros, aguantado las ganas de llorar, no sabía que hacer ni mucho menos que decir.

—El prestigió de Night Raven College cuelga de un hilo...—Trein menciono con preocupación, pero después dió un largo suspiro. —Por más que le preguntamos no nos quiere decir quién es el padre.

No es que no quisiera decirles... Es que ni siquiera sabía quién lo es, si Ruggie, tal vez Epel, Jamil también podría serlo, eran demasiadas opciones, además con eso una nueva pregunta vendría.

Siendo el porque estuvo con todos ellos.

Sintió náuseas en ese momento.

Recordando con asco lo que le sucedió.

Quería visitar Savanaclaw pensó que estaría a salvó allí, después de todo lo que sucedió con Epel quién confundió su amabilidad con algo más la dejo completamente rota... En más de un sentido sintió.

Epel se había ofendido porque no lo aceptaba, acusando de que siempre le coqueteo y ahora que actuaría se echó para atrás... Jamás fue su intención ser coqueta, tal vez sintió algo especial por el chico de cara bonita, pero todo se desvaneció en el momento que sintió como estrujó uno de sus pechos con tanta fuerza que la hizo gritar de dolor... La tomo sin preparación, bajo con brusquedad su shorts y subió la falda con prisa, el torpemente guío su miembro a la entrada de ella, siendo que no la estímulo para nada y entro de golpe sintió un horrible dolor, se quiso defender.

Pues siempre se decía a si misma que si un hombre le llegará a intentar hacer eso, jamás se dejaría.

Pero cuando sintió la calidez asquerosa en su interior se quedó estática, no sabe en qué momento empezó a llorar, sus mejillas estaban empapadas, mientras sus posaderas se apoyan ante el escritorio y sus manos iban al saco de él para alejarlo pero sin mucho éxito.

Epel gemía... Jadeaba debido al interior de ella, para él era la mejor sensación, estaba tan tensa que eso le provocaba más placer, una de sus manos se aferraba a la espalda de ella para que no intentará irse y la otra a sus caderas, él se movía con prisa y rudeza, solo le importaba su placer, la escuchaba llorar pero sus propios gemidos cubrían eso.

Ella se quedó destrozada... Sus labios se abrían en busca de aire, quería gritar pero no podía, no entendía porque se sentía tan avergonzada siendo la víctima, no quería ser vista de esa forma.

Termino por disociar, un mecanismo de defensa que uso su propia mente para al menos tratar de salvarla, aunque fuera su conciencia pues su cuerpo quedó profanado por completo.

Cuando reaccionó ella ya estaba sola, recargada en el escritorio, no sabe si Epel le dijo algo... Si lo hizo ni siquiera le escucho, no se atrevía a mirar debajo de su falda.

Cuando se limpió quería dirigirse a un maestro, incluso al mismo Crowley... Pero no pudo, tenía mucha vergüenza.

Pensó que si solo era está vez lo podía olvidar y seguir con su vida, que si Epel no la toca otra vez estará bien.

Pero tenía miedo de volver a su dormitorio y que él estuviera allí... Por eso fue a Savanaclaw, creyó que allí hallaría protección.

Mala idea...

—Oh. ¿Quedarte está noche?.—Ruggie pregunto divertido, mientras miraba de reojo a la joven estudiante. —Podría ser... ¿Que puedes darme a cambio?.

—Eh... Pues en realidad no tengo nada, pero puedo ayudarte con lo que quieras. —Que estúpida ingenua.

—¡Okey!.~ —Acepto rápido, se sintió aliviada.

Una sensación extraña.

—Gracias. Solo será por esta noche... Espero.

Su cuerpo le pedía a gritos que se alejara de esa sensación extraña.

—Parece que todos están dormidos. —Ella dijo, había un silencio demasiado peculiar.

—Ah si. Es que es época de celo. —Contesto tranquilo. —Solemos tomar unas pastillas para inhibir eso, pero termina dándonos demasiado sueño, yo estoy encargado de cuidar a los demás mientras.

—¿Tu no entras en celo verdad?.—Le ruega al cielo que la respuesta sea no... Que no haya entrado a las fauces de una fiera, su cuerpo tembló, pero no le hizo caso a tiempo.

Ruggie mostró sus colmillos ante ella. —¡Obvio que si!...—Le guiño el ojo divertido. —De hecho no sabes cuan frustrante es estar así, solía usar una almohada, o incluso con mis manos, pero... No vendría mal algo nuevo.

Ella retrocedió.

—Hey. La estadía tiene un precio.

—No quiero.—Su voz temblando no la ayudo mucho a imponer su repuesta. —Me iré entonces.

—Claro, te vas después de ayudarme. —Sostuvo de repente la mano de ella, llevándola hacia su entre pierna para que empiece a tocar, la joven se quería alejarse, pero Ruugie la sujeto de la cintura con bastante fuerza. —Vamos solo sigue sobando de esa manera, ah... Nada mal. —El chico Hiena canturreo con bastante alegría. —Vaya que se siente la diferencia.— ella se quería alejar, pero él tenía bastante fuerza.

—Basta... No quiero tocarlo. —La voz está quebrada, sintiendo ganas de llorar.

—¿Prefieres sentirlo dentro?.—Le cuestionó con diversión, ella alzó la mirada asustada y Ruggie solo sonrió aún más. —Para mi eso es un si.

La empujó con fuerza, la estadía se volvería el lugar de su tormento, en el sillón grande cayó de espaldas, se quiso levantar enseguida pero la mano de Ruggie sobre su rostro no se lo permitió. —En la época de celo tenemos energía de sobra por eso las pastillas nos duermen. —Explico bajando sus pantalones un poco y boxer, mientras ya también bajaba los shorts que usaba ella, Ruugie rozaba con peligro. —Quiero disfrutar esto, así que tratemos de alargarlo.

Mientras la humana solo luchaba contra quitar la mano de Ruggie sobre su cara, aún con ambas manos y rasguñando no lo hacía flaquear. —Por favor...

—Eso solo me excita más, puedes morderme la mano por favor. —El castaño dijo, llevando su mano hacia la boca y nariz de ella, no le permitía respirar. —Si quieres respirar muerde. —Ruggie esperaba ansioso a ver qué haría, mientras seguía rozando su punta con la entrada de ella, sujetaba sus caderas para impedir que se moviera de más.

No entendía porque le sucedía esto, pensó que estaba bien en ingresar en una escuela de puros varones siendo la única chica... Al principio todos se portaron bien con ella, sabía que uno que otro alumno la veía con otras intenciones pero no creyó que iban a actuar, pensó que las palabras de Crowley les harían tenerle respeto.

Tuvo que morder y en eso un gemido de Ruggie se escuchó, sonoro y fuerte, pero no quitaba su mano, entendió la indirecta mordió y rasguño más fuerte, provocando que Ruggie se empuje poco a poco dentro de ella... Fue menos doloroso ya que el se tomó el tiempo de estimular, tristemente su cuerpo reaccionaba, así que se lubrico lo suficiente para que entrara sin tanto dolor.

A diferencia de Epel el se movía lento, disfrutando, mientras sonreía en grande para mostrar sus colmillos, al fin la dejo respirar. —No es mi primera vez... Pero si es mi primera vez con una humana. —Le confesó con un sonrojo, inclinando su cuerpo hacia ella para entrar más profundo.

No sé quería desgastar, no quería sentir de nuevo la impotencia de luchar y no haberlo detenido, ella tenso su mandíbula, mientras Ruggie se recarga sobre su hombro, jadeando y aspirando su aroma. —Nada mal...—Gime con fuerza, la chica permanecía con los brazos hacia los lados, no quería tocarlo.

Ella solo suspiraba, sentía que se sofoca pero no puede hacer más que llorar en silencio.

De nuevo su mente le ayudo con este proceso, solo escuchó los gemidos de Ruugie, como deseaba más... No sabe si pasaron minutos o tal vez fue la hora completa, pues el repetía a cada momento que lo volvería tan duradero, el jadeaba pues estaba soportando venirse, entro y salió varias veces de ella, la obligó a morder los dedos de él de lo contrario sería al revés, usaba su lengua para saborear su piel. —Ja. Tienes piel de gallina.

Cuando acabo todo despertó pero en un lugar diferente su cabello mojado y completamente limpia. —¿Me desmayé?...—Se pregunto a si misma.

—No. —Escuchar la voz del chico hiena le causó escalofríos. —Pero vaya que me dió miedo tu mirada, aunque estuvo muy bien todo. —Se ha reído, como si lo que hizo fuera poca cosa o motivo de bromear, ella quería reclamar pero no podía. —Será nuestro secreto.

Ella abrió su boca, un grito se quedó en su garganta, un dolor horrible junto con vergüenza e impotencia.

...

—Hey...—La voz de Crewel la trajo devuelta a su presente.

—Oh. Mi querida protegida, no pensé que harías algo como eso...—Exclamo el director con pesar.

—Callate, en primer lugar era una pésima idea que entrará como alumna. —Contesto Crewel, para después suspirar.

—Tranquilos. —Hablo Trein, mirando a la estudiante con calma, era raro viniendo de él. —Sabes que es una enorme responsabilidad un bebé ¿No?. —Le llamo, se inclino ante ella, dando una genuflexion... Sorprendiendo a sus compañeros, era inevitable, después de todo es padre de dos niñas, ve en la chica a sus hijas. —Pero no solo es tu responsabilidad si no también de quién estuvo contigo... Quisiera decirte que hay otra opción pero tienes ya más de 3 meses.

La joven desvío la mirada, debió sospechar que algo anduvo mal cuando no tuvo su periodo, pero creyó que era por el estrés... Que se le pasaría cuando fueran las vacaciones cuando todos se iban a sus casas.

Ahora mismo se pregunta hasta donde pensaba llegar para esconder la vergüenza de haber Sido violada por varios alumnos.

Chica estúpida, ingenua, idiota, débil, patética.

Sintió náuseas, sin saber si era por el embarazo u otra cosa.

—No puedo decirlo. —Ella dijo con sumo lamento, queriendo decir la verdad.

Trein aún mantenía una mirada calmada, pero después cerró los ojos unos instantes, así mismo se levantó. —¿Hay algo más acaso?.—Pregunto el maestro, ella levanto la mirada, sorprendida por la intuición de él.

Dilo... Dilo.

Sus labios temblaron y después los mordió con mucha fuerza, no lo entiende... Ella es la víctima y simplemente no puede decir lo que sucedió.

Aunque las miradas de ellos no reflejan más que preocupación, ella siente que es juzgada, ¿Que tal que si al decir la verdad la cuestionan más?. O peor aún... si no le creen, después de todo no hay testigos, se hizo la paranoia de que todos se unirán para tacharla de mentirosa y decir que ella acepto esto.

En este mundo ella está sola... Lo que pensó que sería un sueño hecho realidad, una historia de magia, se convirtió en una pesadilla de la cuál quiere despertar.

—No...—Dijo, estaba llorando a mares. —Yo puedo hacerme cargo sola. —No sabe cómo sean las costumbres aquí, ¿Que tal si la obligan a casarse con su violador?, piensa que es mejor no decir nada. —Puedo sola...—Se limpió las lágrimas lo mejor que podía.

Trein dió un suspiro pesado .

—Bueno, en cuanto Nazca el bebé podremos darnos una idea de quién es el padre. —De repente dijo Crowley con una sonrisa tranquila, la chica alzó la mirada ante él, suplicante a qué no lo haga. —No es justo que no se haga cargo, además debe responder. —Se sentía como en una clase novela barata, la joven embarazada negó.

—¡Ya dije que puedo sola!.

—Y se admira eso... Pero, no solo es tu responsabilidad.

Los mayores se retiraron de allí, dejándola sola diciendo que ahora debía descansar... Que tenían ellos que idear algo antes de que empezará a notarse más su embarazo.

La joven se dejó caer en la cama, se sentía derrotada y cansada, cerro sus ojos un momento para descansar.

Pero entonces sintió esas manos morenas sobre su piel, como le susurraba cosas al oído de que al menos quería relajarse un momento, canalizar todo este odio por ser un sirviente de un niño mimado.

—¡Ah no!.—Ella grito de repente, aún estaba sola en la cama... Se jalo el cabello con fuerza, había recordado cuando la tomo Jamil, quiso ser valiente pero eso le costo muy caro.

Tocó su vientre, no con cariño, si no con preocupación con pesimismo... Aunque dijo eso la verdad no sabe si podrá hacerse cargo de una vida, no pudo cuidar la propia. —¿Cómo yo voy a cuidar otra vida?.—Se pregunto con lamento. —Perdoname... No puedo sentir nada agradable por ti. —Hablando al ser que se forma en su vientre. —Tengo miedo de que una vez que estés en mis brazos te odie... O que ni siquiera pueda ver tu rostro. —Ruega que solo se parezca a ella.

Entonces siente un dolor punzante en todo su cuerpo, recordando todo lo que vivió estos meses... Suena su celular casi como un mal presagio.

Lo revisa, y grita con histeria, cayendo al suelo mientras solloza inconsolable, habían subido fotos donde estuvo con Ace y Cater, ellos se burlaban de su estado, semi desnuda en una cama mientras ellos posaban a la cámara, claro cubrían su rostro, nada tontos.

—¡No, no, no.... No!.—Ella quiere creer que es una mala broma, pero es una publicación donde se le etiquetó desde una cuenta falsa. —¡Agh... Agh!... ¡No!.—Empieza a sentir que no puede respirar, se hiperventila se siente mareada, toca de nuevo su vientre y recuerda su estado actual. —¡No!...—Podia ver los comentarios, como compartían la foto, no podía pensar con claridad, termino lanzando el celular con tanta fuerza que lo rompió, lloro desconsolada de rodillas sus dientes rechinan con fuerza, queriendo acallar las burlas de aquellos quienes la abusaron.

Si los maestros hubieran sabido su estado actual no la habrían dejado sola en una enfermería... Ella vio unas tijeras. —Tengo que despertar de esta pesadilla... No quiero tener a un bebé, no quiero odiarlo. —Se repetía mil veces mientras se levantó pesadamente, tomando las afiladas tijeras en sus manos y llevando la punta a su vientre, sus manos titubean.

La puerta de la enfermería se abrió de repente, revelando a los dos maestro y director completamente preocupados y anonadados con la escena... Ya se habían enterado de lo que realmente le pasó, muy tarde.

—Espera... Por favor dame las tijeras. —Trein la llamaba, suavemente y con cuidado se acerca.

—Todos vieron las fotos, yo quería decir algo pero no pude... Tenía miedo y vergüenza. —Ella dijo de repente. —Soy una cobarde por eso me pasaron todas esas cosas.

—No... Lo que pasó no fue tu culpa. —La tratan de persuadir para que no haga lo impensable.

—Al final del día la única que acabo mal fui yo... —No parecía escucharlos, de repente lanzo las tijeras, los maestros pensaron que se tranquilizó, pero al contrario fue hasta la ventana del cuarto... Estaban en un planta alta.

—Por favor, toma mi mano... Nadie ya te va a obligar a estar con el padre del bebé.

—Voy a despertar de esta pesadilla. —Dijo, mostrando una mirada vacía, se escucha resignada. —Cuando despierte estaré en mi cama... Y jamás esto sucedió. —Ignorando la presencia de ellos se acerca de espaldas, se coloca en esta misma, solo debe echarse hacia atrás. —Como en el cuento de Alicia en el país de maravillas. —Sonrio incrédula.

Cerro sus ojos, acallando todas las voces todas las burlas, sintió la brisa por su rostro, un momento de paz que desea por siempre.

“Empecemos de nuevo, veamos si este cuento no se vuelve una pesadilla.”

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¡Espero les haya gustado!, quiero traer uno de Riddle para halloween (obvio sería con esa temática (?)). Lo subiré antes del 31 🤓☝🏼