Capitulo 48
Me quede quieto. A mi lado, Sasuke frunció el ceño.
-Te quiere a ti, Naruto – dijo Karin con suavidad, y los dos nos sobresaltamos.
-¿Cómo? –
-Solo hablara con él. Es lo que ha dicho –
Respire hondo.
-Tengo que ir, Sasu...-
-No – me corto él, pasando una mano por su pelo – no, no y no. Tu te quedas. Yo voy a bajar y la mato y luego subo –
Fruncí los labios.
-No puedo quedarme aquí escondido sabiendo que están todos en peligro. Si ha dicho que quiere hablar conmigo, es por algo –
-Precisamente – dijo Karin – seguir instrucciones, no parece la mejor idea, dadas las circunstancias-
Sacudí la cabeza, pero Sasuke ya me estaba mirando enojado otra vez.
-Te quedas – insistió con voz dura. Casi retrocedo. Sasuke todavía olía a celo ligeramente y era difícil resistirse al tono de su voz – No puedo ponerte en peligro otra vez. Y si hay un bebé... no, quédate aquí –
-Tiene razón, Naruto – intervino Karin – Eres más útil aquí, seguro, que abajo poniéndote en peligro –
Cerré los ojos.
-Está bien – murmure al final – me quedo –
-Júralo –
Asentí.
-Lo juro –
Sasuke saco de la cajonera una pistola negra que puso con delicadeza en mis manos.
-¿Lo sabes usar? –
Negué con la cabeza. Sasuke me enseño como sostenerla, sus manos rodeando las mías y su piel cálida me daba escalofríos.
-El seguro – dijo despacio, haciendo el gesto de retirarlo y apuntando al suelo inmediatamente – Dispara y cargas –
Imite sus movimientos con inseguridad, una vez y luego otra vez. Sasuke pareció satisfecho.
-Esta arma será tuya. En casa no es necesario que la uses, pero afuera... prefiero que lo lleves –
Asentí.
-¿Esto significa... que puedo ir? – pregunte con inseguridad.
-No – dijo él con rapidez – no, no. Solo quiero que la tengas ahora. Tú te quedas –
Asentí con inseguridad, pero me estremecí cuando Sasuke me beso en la sien.
-No quiero que te vayas – murmure.
-No te preocupes, será rápido –
-No quiero que te pase nada malo –
Él asintió.
-Te prometo que no me pasara nada – aseguro.
-Cada vez que dices eso, pasa todo lo que puede pasar y m...-
Karin tiro de él con claro esfuerzo.
-No te preocupes. No va a pasar nada, está rodeada. Sabemos lo que hacemos –
Apreté la mandíbula.
"Entonces ¿Por qué se ha escapado?"
Pero no dije nada. Karin suspiro, leyendo mi expresión.
-Te prometo que haremos lo que podamos y te lo traeré entero –
-De acuerdo – dijo no tan convencido. La beta insistió.
-¿Necesitas algo? Puedo mandar a alguien que te lo traiga –
Pase el peso de una pierna a otra, dando un respingo al notar el tirón ligeramente desagradable entre mis piernas.
-Toallas limpias – murmure al momento – y Sábanas –
-No tardaremos – Sasuke me beso fugazmente en los labios antes de retirarse con la beta.
Me arrepentí de haber prometido no bajar en cuanto la puerta se cerró. Pero estaba dispuesto a no meterme de nuevo y causar más problemas. Me quedare aquí, seguro, obediente. Por una vez en mi vida.
Después de echarme un rápido vistazo en el espejo, decidí que la mejor opción de mantenerme ocupado era darme un baño.
No vi todas las marcas hasta que quedé desnudo delante del espejo. Tenia la mordida del cuello reabierta, ya se estaba empezando a curar de nuevo y el pecho, y los hombros cubiertos de marcas. Ladee la cabeza mientras me examinaba; Sasuke parecía tener especial predilección por mis clavículas y mis caderas.
Me bañe con calma, gimiendo para si cuando el agua caliente me escoció ligeramente entre las piernas. Maldije en voz baja al Uchiha y su desesperación por ponerle las manos encima; sentía las magulladuras por todas partes, pero extrañamente placentero. Cerré los ojos y me deje llevar, pasando una mano llena de jabón por mi estomago ligeramente hinchado.
Las posibilidades de que no estuviese en estado ya eran casi inexistentes. Podía estar ahora mismo desarrollándose dentro de mi estómago, un bebé...
Solté el aire con brusquedad. Abrí los ojos, frotando la herida del cuello distraídamente.
"Vamos a tener un bebé. Vamos a tener un bebé. No tenemos ni idea de bebés"
La ansiedad apareció como niebla en mi cuerpo, creciendo con rapidez y robándome el aire del fondo del pecho. Trague saliva y luche para tranquilizarme, decidido a que Sasuke no notase el pánico que me estaba a punto de invadir y perdiese la cabeza.
Concentre mis propias respiraciones, en hacerlas largas, profundas, en forzar algo de calma en mi mente caótica.
"Y que si no tenemos ni idea. Nadie tiene idea. Tenemos a Karin. Tenemos a Sakura. Tenemos el dinero suficiente para una niñera. Toda ira bien."
Tarde salir de la bañera, pero cuando lo hice, ya estaba seguro de lo que quería.
Me encontré con Sakura sentada en el sillón cuando salí del baño ya vestido.
-Enhorabuena – dijo con una sonrisa.
-¿Eh? –
-Por el bebé –
-Oh – baje la mirada – todavía no sabemos si...
-Si que lo sabes, todos lo saben – abrió las manos – Sasuke estuvo en celo –
Trague saliva.
-Si –
-Acaba de marcarte. Te abrió la mordida otra vez –
-Si...-
-Y eso esta bien, por lo menos tu mordida es de sincero amor –
No supe que responder.
-No lo dije en mal plan –
-Lo se, es solo que me apena un poco todo esto –
Sakura se levanto del sillón y me tomo de los hombros.
-No sientas pena, ahora eres el omega de un líder, siéntete orgulloso de eso –
-Lo sé, pero me preocupa...-
Los dos nos sobresaltamos al oír un suave golpe en la puerta.
-¿Esperas a alguien? –
-Le pedí...le pedí unas cosas a Karin, pero ella se fue con Sasuke y Sasuke no ha vuelto – camine hacia la cajonera y saque la pistola. Sakura parpadeo.
-Wow ¿Eso es de verdad? –
-Claro que es de verdad – dije con aspereza – Ya no confió en nadie. Tuve demasiadas experiencias como para cometer ese error – la deje a mis espaldas mientras abría la puerta, pero a pesar de todo, no era nadie dispuesto a matarnos. Era el médico.
Fruncí el ceño. A mi lado, Sakura alzo una ceja.
-¿Qué quiere? – pregunte con impaciencia. El hombre parpadeo.
-Tienen que bajar conmigo. No están seguros aquí –
Sakura frunció el ceño.
-¿Cómo dice? –
-Son ordenes del jefe. Es por su seguridad –
-Sasuke no me ha dicho nada – dije con frialdad – creo que, si hubiera decidido algo por mi propia seguridad, yo lo sabría –
El hombre suspiro.
-Por favor, tienen que venir. Más tarde les explicare todo. Tu alfa se pondrá furioso si tardamos más...-
Dude.
-No, no vamos a ir contigo – dijo Sakura en voz alta con dulzura – se nota que estas mintiendo –
-¿Qué quieres decir? – el médico me apunto con el dedo – Tu me conoces. Te atend...-
-Si te conozco – lo interrumpí – de hecho, últimamente te veo mucho. Aunque no te vea directamente, estas por todas partes en los últimos días. Es curioso que no me haya dado cuenta hasta ahora –
Él frunció el ceño.
-No entiendo a qué quieres llegar –
-Recuerdo que me sedaste por mi seguridad cuando sufrí una supuesta crisis de ansiedad. Un sedante que me dejo atontado el resto del día y que no me dejo ni un recuerdo claro de lo que había pasado. Y Sasuke se puso tan nervioso que también hubo que atenderlo ¿verdad? No se quejaría cuando le inyectaron algo que no lo tranquilizo en absoluto. Estaba demasiado preocupado por su omega inconsciente, aunque le estuviesen dando algo que lo hiciera entrar en celo –
Sakura silbo como si estuviera sorprendida.
El médico levanto ligeramente la barbilla.
-¿Estas insinuando que un medico acreditado de confianza de la familia haría...? –
Me encogí de hombros.
-Estoy insinuando que casualmente, en el momento más crítico, cuando Ino estaba a punto de salir de su escondite y buscar a Kurenai, un médico me llamo para darme los resultados de unos análisis que todavía no pueden hacerse y de paso decirme que Sasuke podría estar en celo -
-Eso es una falacia – a pesar de todo, el hombre mantenía la calma.
-Sasuke estuvo en celo menos de ocho horas – trague saliva, sintiéndome estúpido; cuanto más hablaba, más evidente parecía todo - ¿Eso es una falacia también? –
-Los celos en parejas recién marcadas tardan varios ciclos en regularizarse – su voz sonaba firme – eso es un hecho científico. De verdad, tienen que acompañarme – no fue hasta que alargo la mano hacia nosotros cuando sentí miedo de verdad. Sakura me tomo del brazo y tiro de mi hasta ponerme detrás de su espalda.
-No lo toques – advirtió.
-Lo único que quiero es ponerlos a salvo. Tengo que hacerlo, cumplo órdenes. Les guste o no –
Le quite el seguro a la pistola con un chasquido suave y apunte hacia él.
-Ya he matado un médico – dije entre dientes - ¿Crees que me importa añadir otro? –
Su rostro se puso lívido, pero no retrocedió.
-No lo harás – dijo con amabilidad – son omegas, los omegas saben lo que les conviene. Y lo que les conviene es obedecer –
-"stai lontano da loro" (Apártate de ellos) – Sasuke camino por el final del pasillo, apuntando con su propia pistola - Già. Due passi indietro. mani sopra la testa (Ya. Dos pasos atrás. Las manos sobre la cabeza) –
El hombre levanto las manos despacio. Parecía impresionado por primera vez; se había quedado pálido, con los ojos grisáceos agrandándose en su rostro ceniciento.
-jefe – murmuro, bajando la cabeza. Sasuke no se movió ni un centímetro.
-"Stai lontano da loro" (apártate de ellos) – repitió y el hombre obedeció despacio, alejándose un paso y luego otro.
-Sasuke – susurre – Él... creo que él...-
-Ya se – me interrumpió, mientras su expresión se suavizaba al instante – perdón por haber tardado. Todo está bien, baja la pistola –
Dudé, pero obedecí, despacio.
-Ve a la habitación – Sakura se dio la vuelta y me empujo levemente.
Sasuke se volvió hacia el médico, que ya parecía casi aterrorizado.
-Vamos – murmuro Sakura, mientras me empujaba de los hombros – entra, Naruto, no tienes que mirar esto –
Pero no me moví. No sentía las piernas. Mis ojos no se apartaban de las dos figuras en el pasillo.
-"Mi hai mentito" (Me has mentido) – dijo en voz baja, grave, peligrosamente tranquila.
El médico retrocedió.
-"Non" (no) –
-"Mi hai tradito" (Me has traicionado) –
El hombre retrocedió otro paso, todavía con las manos en alto. Abrió la boca para decir algo, pero no llego a proferir ningún sonido; dos disparos atravesaron el aire, y Sakura tiro de mi definitivamente en el mismo momento en el que el hombre se desplomaba.
-No mires -dijo la omega con seriedad. Sasuke solo tardo unos segundos en aparecer en el umbral de la puerta.
-Naruto. Tienes miedo – dijo con sencillez y lo mire como si fuera la primera vez desde que había llegado; estaba despeinado, cansado y ensangrentado.
De hecho, había sangre empapando las mangas de su camisa y en sus manos y tenía pequeñas salpicaduras en el cuello.
Me lance hacia el sin pensarlo y el alfa abrió los brazos automáticamente.
-Naruto – murmuro, estrechándome contra él. Me beso la frente, en los labios. Note al instante, una de sus manos contra mi estómago.
-Estas bien – se separó para mirarme – estas bien, tu y el bebé –
-Si – murmure y él me beso con cuidado la punta de la nariz.
-Está bien –
-Lo has matado – dije y Sasuke froto mi espalda, sin cambiar la expresión.
-Quiso hacerles daño. Yo no lo mande –
Respire hondo.
-¿Estaba...?-
-Si, estaba con Ino –
Trague saliva.
-¿Kurenai? – pregunte sin aliento.
-Está viva –
Me atragante con mi propia respiración.
-¿En serio? –
Él asintió, esbozando una media sonrisa al ver mi expresión. No podía evitarlo; sentía un enorme peso desaparecer de mi pecho, dejándome libre y ligero.
-¿Estas contento? – murmuro. Asentí.
-¿Y tú? –
Sasuke se inclino para besarme de nuevo, pero una tos seca nos sobresaltó.
-Me alegra que sean felices, en serio. No me molesta para nada, pero ¿Qué es eso de que Kurenai esta viva? –
Sasuke asintió.
-Ella está viva –
-Oh por dios, esto lo tengo que ver con mis propios ojos – Sakura tiro hacia la puerta y desapareció en unos segundos.
-¿Ella esta bien? –
Sasuke asintió.
-Todavía tiene la bala adentro –
-¿Qué? –
-La tienen que operar, pero ahora ella esta débil. Se pondrá bien, no te preocupes –
Asentí. Pasé los dedos por los bordes empapados de su camisa; hice una mueca cuando se me mancharon de sangre.
-Ino...-
-Está muerta –
Asentí de nuevo, apoyando la cabeza en su hombro.
-¿Ya todo acabo? –
Sasuke acaricio mis omoplatos con suavidad.
-Ya todo acabo –
Suspire de alivio.
-Quiero ver a Kurenai –
-Mañana –
-Pero quiero ver si esta bien, pedirles disculpas –
-No –
-Por favor...-
-He dicho que no, además estoy lleno de sangre. Necesito un baño –
-Bueno, báñate y yo iré a verla –
Sasuke esbozo una sonrisa -Vamos a bañarnos juntos –
-Oh, la verdad es que yo ya me he bañado –
Sasuke gruño.
-¿Quieres que te ensucie? – las yemas de sus dedos rondaron la marca de mi cuello y tuve que contener un respingo.
Baje la mano derecha de su camisa hasta sus pantalón y Sasuke gimió cuando lo acaricie a través de los pantalones y lo note crecer bajo mis dedos. Torcí una sonrisa.
-¿Tu a mí? – pregunte con voz dulce.
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