Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 38

Desperté con el rechinido de la puerta. Todavía tenia algo de miedo por lo que sucedió el día de ayer, no quería que se repitiera y tan solo pensar en lo que hubiera sucedido si ese líquido hubiera sido inyectado...

Me lleve una mano al vientre automáticamente, con el miedo formándome arcadas en la boca del estómago. Sabia que Sasuke nunca dejaría que me hicieran nada, pero era omnipotente. Sasuke dormía, se iba a reuniones, se marchaba a trabajar y me dejaba solo, desprotegido, al cargo de alfas que no estaba seguro en confiar. Tampoco estaba seguro de cuando había empezado a confiar ciegamente en el alfa, ni era una decisión sensata. La verdad es que no estaba seguro de nada, sólo de que tenia que entrar en esta habitación y enfrentarme al caos de mi propia mente, que amenazaba con desbordarse y sumirme de nuevo en el pánico absoluto.

-¿Qué tanto piensas? –

Había olvidado por completo que alguien había entrado.

Cerré los ojos y respiré hondo.

-No...es nada – susurre.

-¿Seguro? – hizo una mueca -Tu... ¿Estás bien? –

Asentí con inseguridad. Sasuke miro a otro lado, sin sonreír.

-Pensé que estabas en la otra habitación – admitió despacio, con la voz gruesa.

Parpadee; no había considerado esa opción, pero ahora que lo decía, no seria mala idea. Pero ahora que me había visto y estaba en su cama, ya no era una opción.

-Quiero explicarte algo – Sasuke se sentó en la cama y se acomodo a mi lado. No me toco ni yo lo intente; parecía desolado como si ya hubiera pisado las rosas delante de él. Mire la mesita; seguían ahí, perfectas, tal y como las había dejado. Sasuke siguió la dirección de mi mirada y tomo aire.

-Naruto, yo nací aquí. Desde que era niño me enseñaron a matar, a trabajar con astucia, a tener orden. Yo entiendo que estés asustado – suspiro – Se que para ti todo esto es nuevo. Y no quiero mentirte, pero no quiero que estés a mi lado, con miedo. No quiero que estés aquí siendo infeliz y tampoco quiero que me mires como un asesino – su mirada estaba triste – Da igual, ahora ya sabes a que me dedico y sabes que puedes rechazarme -

Respire hondo y lo observe con atención, pero no vi el brillo de sus ojos. Deseaba que volviese a ser el mismo de antes, con su sonrisa coqueta.

Me exprimí los sesos en busca de algo que solucionara nuestra situación, algo que aliviase la tensión, que rompiera el pesado silencio que caía sobre nosotros.

-Eres un asesino – dije al final. Me quede helado, al escuchar las palabras que salían de mi boca sin pararme a pensarlas.

"¿Qué demonios estoy diciendo?"

Él apretó los labios.

-Si- respondió con calma, dejando que siguiera.

Intente de nuevo.

-Has matado gente – insistí. Ya no estaba seguro de que estaba hablando.

-Si-

Note los latidos de mi propio corazón en mi clavícula, que empezaban a doler de verdad.

-Si me quedo – dije despacio – mataras a más gente. No importa lo que diga –

Él suspiro, pero ahora las palabras borboteaban en mi interior sin que pudiese hacer mucho para pararlas.

-Si me quedo – insistí – tendrá que parecerme bien. Tendré que asumirlo. Tendré que vivir con todo esto sobre mi cabeza –

-Si –

-No se si pueda hacer esto – admití en un murmullo y él palideció, pero no dijo nada.

-Eres libre de hacer lo que quieras – dijo él, sin levantar la mirada de sus manos, entrelazadas en su regazo – Elige –

-Pero... ¿Tu deseas que me quede? – pregunte, solo para calmar la ansiedad de mi pecho.

Sasuke esbozo una sonrisa amarga y la tensión en su rostro aumento.

-Yo no quiero que te vayas – dijo despacio y tuve que respirar hondo – Te convertí en mi omega – añadió; no había orgullo ni triunfo en su voz – te necesito, pero si no estás feliz conmigo, te ayudare a regresar –

Suspire.

-Soy feliz a tu lado – intente explicar – pero no puedo dejar de pensar... no puedo ignorar lo que haces. Lo que cargare en mi conciencia –

Él asintió.

-Se que no soy la mejor opción, pero no pienso lastimarte. No quiero volver a aprisionarte, puedes hacer lo que quieras –

Su voz suave me rompió el corazón. Fue en ese momento cuando me di cuenta.

"Tú eres mi única opción"

-Me quedare – sonreí ligeramente al ver la sorpresa en su rostro.

-¿Te quedaras? –

Asentí con la cabeza.

-Pero... no se si pueda vivir así. Yo... bueno tu me convertiste en omega, Sasuke –

Sasuke suspiro. Se quedo en silencio un buen rato, sin mirarme.

-Yo... romperé los tratados, si te quedas – dijo de repente y parpadee sin entender.

-¿Con... con qué? ¿Con quién? –

-Los tratados del trafico humano. Romperé todo, me da igual –

Note como se me iba secando la boca a medida que intentaba tragar saliva.

-No puedes hacer eso – dije, pero ya dudaba. Él asintió.

-Para que estés a mi lado, puedo hacer lo que sea – dijo con seriedad y sonreí.

-¿Lo dices en serio? –

El alfa no tenia pinta de bromear.

-Hablo en serio –

Negué con la cabeza.

-Tu hermano te matara – dije, al pensar en las consecuencias. Sasuke se encogió de hombros – Perderás mucho dinero –

-Puedo hacer otra cosa que me haga ganar dinero. Además, mi hermano, tiene otras cosas del cual preocuparse –

Trague saliva.

-¿En serio harías eso por mí? – murmure.

-Naruto, eres mi omega – dijo el con sencillez, sin cambiar ni un ápice su expresión.

Me invadió el calor por dentro, como un violento electroshock que me devolvió a la vida.

Nunca en mi vida se habían preocupado por mi o que hayan sacrificado algo importante, más si se trataba algo de la mafia.

-Si – susurre inevitablemente – Suena bien –

Él bajo la mirada.

-Bien – dijo con suavidad - ¿Dormimos? –

Negué con la cabeza. Me estire y lo bese con delicadeza, casi con timidez y note que se sobresaltó; el alfa tardo varios segundos en reaccionar y devolverme el beso, pero sus manos avanzaron con rapidez hasta rodear mi rostro con cuidado.

Sasuke respiro hondo en cuanto nos separamos.

-Naruto – advirtió, serio, pero lo corte eficazmente con otro beso en las comisuras de sus labios.

-Ven aquí – susurro y no podría negarme ni aunque quisiera; mi cuerpo se movió sin mi permiso.

Nos besamos despacio, apretados el uno con el otro y con las manos de Sasuke estrechándose contra mi cuerpo. Sasuke me miraba como lo único que importaba en el universo, me besaba como lo más precioso que hubiera visto, me sujetaba contra el como si no quisiera soltarme nunca.

Respire agitadamente cuando nos separamos. Me beso en el hombro y me estrecho contra si, respirando con pesadez contra mi camisa. Note el calor subiéndome por el estomago al notar su respiración en mi pecho y di un respingo. Él volvió a besarme, hambriento. Lo único que podía hacer, era jugar con sus cabellos.

-Dios – susurro y se separó de mí, para luego recorrer sus labios contra mi garganta. Me estremecí entero; estaba en un punto demasiado delicado y un rio de chispas me recorrió el cuerpo entero al momento. Sasuke seguía, lánguido y sus labios y su lengua y sus dientes rozaban ligeramente en mi piel, me estaban volviendo loco.

-Sasuke – murmure. Sasuke me estaba dejando lo que seguramente ya seria una marca purpura bajo mi mandíbula y no pude reprimir mis gemidos. La erección del alfa casi me hacia daño en el muslo, se me estaban empapando despacio los pantalones y el iba a olerlo en cualquier momento y perdería el control.

Supe que el momento había llegado cuando oí un gruñido grave.

-Naruto – dijo con los dientes apretados.

Tire de mi propia camisa, pero estaba abotonada y no encontraba los botones con los dedos.

-Ayúdame – gemí y las manos de Sasuke la abrieron con brusquedad; oí los botones rodando por el suelo cuando lo arranco – ¡Sasuke, la camisa! –

-Te comprare otra – él ya saboreaba la piel de mi clavícula – te comprare demasiadas o mejor te compro la tienda –

Rei, pero la risa murió con rapidez en mi garganta; estaba demasiado excitado y mis caderas empezaban a moverse sin mi permiso.

"Por eso odiaba la idea de ser omega"

Sasuke se separo de mi y se arranco la camisa para luego lanzarla lejos; deslice las yemas de mis dedos por la serpiente negra tatuada en su pecho.

-No había visto este tatuaje ¿Cuándo te lo hiciste? – Pregunte en un susurro, pero Sasuke no parecía capaz de hilar frases con sentido.

-Apenas una semana – murmuro, buscando de nuevo mis labios. Lo deje, sonriendo sin poder evitarlo.

-Sasuke – susurre involuntariamente. Él deslizo las manos hasta el cierre de su pantalón.

-Déjame – murmure. Jadee completamente por la descarga eléctrica que me recorría en la espina dorsal. Aparte sus manos  y se los desabroche, tirando de ellos hacia abajo hasta que no quedara nada. Sasuke emitió un gemido bajo y alargo las manos hasta mis muslos, pero se detuvo y me miro, mordisqueándose el labio inferior.

Tire de sus manos hacia mis muslos, retorciéndose ligeramente y Sasuke deslizo las manos por mis caderas, tan cómodo como si llevara toda la vida acariciándolas.

-Espera, no he tomado la pastilla – murmure y el se detuvo.

-¿Pastilla? – repitió, ladeando la cabeza.

Coloque las manos sobre las suyas, con delicadeza.

-No podemos – dije con toda la dulzura de que fui capaz – Ahora, no –

Él asintió. Se estaba mordiendo el labio inferior con tanta violencia que temía por él; alce una mano para acariciarlo.

-Déjame – susurro el contra mis dedos – No pasare el límite –

Parpadee.

-No podemos... seguir – susurre, con las mejillas encendidas.

-No es tu primera vez –

-Ya lo sé –

-¿Entonces? –

-Es solo que todavía no estoy listo, además recuerda que no estaba consciente –

Sasuke gruño. Me tomo de sorpresa cuando sentí el jalón de mis pantalones y al ver como acariciaba el elástico de mis bóxeres; tiro de el ligeramente.

-¡Sasuke! –

-No me gusta que me dejen a medias –

Mis músculos se movieron por instinto; arquee la espalda ligeramente y el me abrió las piernas con una sonrisa torcida.

-Vamos – me animo, sin aliento y cerré los ojos en cuanto una mano cálida, vacilante, me acaricio.

-Prometo que no te dolerá – susurro. Las yemas de sus dedos se humedecieron en cuanto rozaron en mi entrada y me estremecí entero, respirando con dificultad. Me sentí mareado y febril; no veía no sentía nada.

-Haz... lo que quieras – susurre cuando lo note acariciarme de nuevo, casi con ternura.

Asintió con rapidez.

Contuve la respiración cuando empezó a empujar con el dedo dentro de mí, cubriendo mis muslos con besos para distraerme. Gemí en voz baja; la sensación era indescriptible y me recorría el cuerpo entero como fuego abrasador.

Los ojos del alfa ya estaban algo rojos cuando se irguió para mirar mi rostro, con ansiedad.

-¿Te gusta? – insistió, iniciando un ritmo lento, suave.

-Un... poco... más –

Sasuke se movió un poco más rápido, parándose de vez en cuando para besarme el muslo, la cadera, el vientre y el seguía su tacto involuntariamente, jadeaba, intentaba contener mis gemidos.

-Más...- murmuré y di un respingo cuando Sasuke flexiono ligeramente el dedo – Haz eso. Demonios, haz eso otra... vez –

-Tus deseos son ordenes – susurro con voz ronca.

Abrí la boca para intentar responder, pero ningún sonido salía de mi boca.

-Ahh –

Solo veinte minutos y dos dedos más me hicieron gritar.

Dormí desnudo, exhausto y sonriente a la una de la mañana, acurrucado sobre un costado en su lado de la cama. Sasuke me rodeo con los brazos desde detrás y me sostuvo contra su pecho, pasando una pierna por encima de las mías, y yo podía haber jurado que jamás en mi vida estaría tan cómodo. Ni siquiera me dio tiempo de apagar la luz; los ojos se me cerraron sin que me diera cuenta. 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro