La Semilla De La Duda
—Te doy 20 varos para que te vayas a la mierda y no vuelvas a hacer eso nunca más —le digo a Ayden, golpeando la mesa con dos billetes de 10.
Aiden sonríe, inclinando la cabeza hacia un lado para permitir que su cabello caiga frente a su cabeza, solo para apartarlo como un comercial de champú barato en el último minuto. Puedo escuchar a una chica en el frente apuntándolo con un teléfono celular mientras hace soniditos. Suena sospechosamente a Laila. Espera, no, ese es Leeland... con cabello largo y azul. Maldita sea, ¿ahora es un Broopie de Aiden? ¡Me robó uno de mis CCCP! —No sé de qué estás hablando, broder.
—Cierra el pico, viejo lesbiano. ¡Terminaste mi capítulo!
—Ah, te refieres a mi corte comercial, ¿verdad? —dice el peliazul—. No quería que mis espectadores se aburrieran durante los anuncios. Textina de libreto básico, broder. Siempre termina con un misterio para hacerlos regresar a ver que pasa, ¿verdad?
Luego se da vuelta a una pared y le guiña un ojo. Espera, ¿tiene un programa de televisión? ¿Por qué en las hombreras de Simón Bolívar esta mierdita tiene un programa de televisión y yo estoy atrapado en un libro serializado mediocre? Me huele a muerto.
—Mira, fan de Moderatto mal bañado, no son tu audiencia. Son mis lectores —digo—. Soy el protagonista de esta historia. Solo yo puedo decir cuándo termina.
—Claro que lo eres, broder. Claro que lo eres —dice, agarrando el asiento a su lado y tirando de él para que me siente—. Ahora, agarra mi plata, siéntate y tengamos una conversación agradable, solo tú y yo. Nunca hemos tenido un episodio para nosotros solos.
—Un capítulo —corrijo—. Porque esto es un libro, no un programa de televisión.
—Díselo a Netflix —dice Aiden—. Me pagaron buena plata por los derechos de mi vida.
—Netflix compraría el derecho a ver pintura secarse —le digo. No tengo tiempo para jugar a estas tonterías—. Epa, profe. ¿Seguro que no puedo hacer la tarea solo?
La Sra. Culosismar se da la vuelta en un instante, su maravilloso poto haciendo rebotar un mechero Bunsen de una mesa al otro lado de la habitación, golpeando a Leeland directamente en la cara. Justo en el blanco. —Estoy muy seguro, señor Gómez. Usted es tauro, y el horóscopo de hoy dice que estar solo le traerá un gran caos. De paso, su número de la suerte es el 20. Puede cambiar de pareja si alguien está dispuesto a hacerlo. pero los grupos han sido asignados desde hace algunas semanas. Estoy segura-
Entonces, 20 es mi número de la suerte, ¿verdad? Pongamos esto a prueba. Tomo los veinte varos y los levanto en el aire. —¿Quién quiere intercambiar compañeros por veinte lucas?
Apenas termino de hablar cuando me quitan los billetes de las manos, seguido de un brazo que me agarra por el cuello y me acerca a ellos. Puedo oler exposición desde aquí.
—¡Hola, hola, amigo, bro, pana, mi llave! —dice la voz tostada de la gonorrea hecha humana(porque siempre que crees que se va, regresa, peor peor): Billiam Expósito—. Te haré el favorcito y quitaré a ese tipo Aiden de tus manos. Y esos veinte billullos. Puedes tomar a mi compa.
Señala con el pulgar detrás de él para revelar a Laila muy inquieta, roja como una remolacha y susurrando algo sobre lo suave que es mi olor o alguna mierda rara.
—No, gracias —le digo, alejándome de él—. Prefiero hacerle cosquillas a las bolas de aquella culebra bad boy.
Coloca los billetes en sus bolsillos, deslizándose con un cha-cha-cha en su paso. —¡Nenei, Aydencito! No ofrezco reembolsos. Además, el dinero se siente tan bien en mi bolsillo. Tan cálido.
Bien. Después de todo, el 20 es mi número de la suerte. Si el destino lo quiere...
Voy y tomo asiento con... ugh, Laila, lo que la hace temblar como un tomate fríto.
—¡Ay diositosantisimo, Ayden está sentado a mi lado! ¡Se me están abriendo las compuertas de la represa! —ella susurra/grita.
Inmediatamente me arrepiento de mi decisión.
De repente, veo una mano tocando el hombro de Laila. Juro que casi puedo ver sus ojos rodar hacia atrás de puro éxtasis. Por supuesto, la mano es seguida por un mechón de cabello azul con una sonrisa y una actitud positiva. —Oye, bbsita. ¿Quieres ser una buena niña y cambiar de compañeros con papi?
Para enfatizar su idiotez, la agarra por la barbilla con un dedo, levantándola. ¿Por qué de repente suena como una cascada? —¿Porsi morsi?
—¡Dios mío, Aiden me está tocando! ¡Voy a enviarle un mensaje de texto a Kimanthera sobre esto! —ella grita en esa extraña forma de susurro. —Por supuesto, cualquier cosa para papi, quiero decir, papi. Lo siento, papi. Quiero decir, lo siento, papi. Lo siento, pa-
Con eso, la saca de su asiento y se sienta. —¿Por qué este asiento está tan mojado? No importa. Tú y yo tenemos que hablar.
—¡Lo que tienen que hacer es terminar esta tarea antes de que suene la campana! —dice la Sra. Culosismar, la fuerza de sus nalgotas rompiendo la barrera del sonido al aplaudir—. Ahora, el siguiente paso es agregar el cabello de una virgen pura, sin daños, y 5 mg de sulfato de potasio. Ahora, no me atreveré a asumir la virginidad de nadie aquí, y el estado me exige que no pregunte a menos que abra una lata de problemas legales que no tenemos el presupuesto para luchar, por lo que encontrará en la mesa una servilleta con un cabello certificado de virginidad que puede usar.
Siento un agudo- ¡ay, puta! Aiden me arranca un pelo de la cabeza y lo arroja a un caldero que tenemos delante. El líquido se vuelve rosa metálico, seguido de un rojo intenso después de agregar el sulfato de potasio.
—¿Qué mierda crees que estás haciendo? —grito. Ese era el cabello #356781-3. Lo tengo desde que era un bebé. Un beve caliente y sexy con cabello suave como la seda.
El pendejo sonríe mientras se encoge de hombros. ¿Conoces esa especie de sonrisa que solo hace tu boca pero nunca llega a tus ojos? Ese tipo de sonrisa. La sonrisa de un depredador. —Bajale dos, broder. Asumí que eras virgen. Los badboys a menudo son vírgenes, por extraño que parezca. A menos que sean bad boys mafiosos o bad boys deportistas. ¿Pero nosotros? Somos solitarios. No dejamos que nadie se acerque lo suficiente para hacer cosas como crear bestias de dos espaldas.
—¡Entonces, usa tu propio maldito cabello! Y yo ya tengo novio —le digo.
—Porque me tiño el pelo —dice mientras revuelve la olla. Huele a grosellas. ¿Qué diablos es una grosella de todos modos?—. Creo que eso anula el propósito de que sea un pelo sin daños, ¿no es así, broder? Y no importa que tengas novio. Yo tengo novia, y no me ves mojando mi pluma en la tinta prohibida.
Escucho un grito ahogado frente a mí. Un jadeo característico de unx CCCP, naturalmente. —Dios mío, ¿significa que tengo la oportunidad de que Aiden glaseae mi estrella de mar de chocolate?
Te dejaré adivinar quién dijo eso.
—Cada uno es libre de hacer de su culo un candelero si quieren —le digo—. No he hecho elbow chica pow-pow porque estoy esperando el momento adecuado.
—Ahora, si su mezcla es de color rojo brillante —dice la Sra. Culosismar—, es hora de agregar una runa. Por favor, escriba la runa de 'Riqueza' en una hoja de papel y tírela a la olla y cante algo. No tiene que ser algo específico, pero tiene que ser del corazón.
—¿Te importaría hacer esto? —dice el mamahuevo.
—¿Te importaría irte a la mierda? —digo mientras escribo la runa. Gracias, sistema educativo publico. No sé cómo diablos debo hacer mis impuestos, pero ¿runas? Esos están grabados en mi mente. Literalmente. Lobotomía fallida por el culto de secuestro Nr. 7—. Mi vida sexual no es peo tuyo. Y me sabe a bola saber sobre la tuya.
—Ah, pero si te importa, broder —dice Aiden, agarrando un bolígrafo y moviéndolo entre sus dedos—. Verás, tú y yo somos iguales. No tenemos pareja, tenemos personas que usamos cuando es conveniente. ¿Crees que Lee y yo nos amamos? Nuestro noviazgo es puramente transaccional.
—¿Quién putas te está preguntando algo de esto? Déjame en paz.
Agarro el papel, lo tiro en el caldero y digo 'Ravioli, Ravioli, Dame la Formuoli' un par de veces. —Si tu insistencia en hablar conmigo era para contarme lo poco amorosa que es tu relación, sugiero r/RelationshipAdvice en reddit. Está lleno de incels raros como tú.
—Broder —dice, fingiendo una mueca y agarrándose el pecho con fingido dolor—, me estás matando. Aquí estoy tratando de decirte que somos almas gemelas.
—Me estás diciendo que mi relación es una farsa. Tienes suerte de que no te golpee el corazón de verdad.
—Ahora, niños —dice la Sra. Culosismar, literalmente revolviendo una olla con una cuchara de madera clavada entre sus nalgas—,estamos en el último tramo. El último paso es fácil. Ponga el líquido en un frasco mientras agrega un clavo de plata dentro. Se sumará a los efectos de protección y será bueno contra los espíritus malignos, los vampiros, los hombres lobo...
Okayden grita casi de inmediato. Puedo ver humo saliendo de sus manos. Pobre bebé.
—...Y otros seres.
—No estoy diciendo que sea una farsa, broder. Estoy diciendo que es más transaccional de lo que crees. Después de todo, lo necesitas a él y a su apoyo para conseguir el club de tus sueños. Si ustedes dos llegaran a separarse, seria justo decir que tus sueños de tener un grupo de apoyo se desmoronarían, ¿verdad?.
No me gusta a dónde se dirige esto. —Bueno, ¿supongo? Pero resulta que eso es sólo una... no una coincidencia, pero... ¿cómo puedo decir esto?
—Una conveniencia —dice, inclinándose, casi tocando mi cara. Los gritos desenfrenados de broopies a nuestro alrededor aumentan un 28%—. Es conveniente. Uno viene con el otro. Un quid pro quo.
Huele a arándanos y queso parmesano. Y demasiado cerca. —Esa sería una forma muy triste de ver cualquier relación. Las personas no solo se juntan para usarse.
—Una forma realista, tal vez —agrega. Agarra la olla y pone el líquido en un termo. ¿Okey?—. Estás usando a Hayden de la misma manera que yo estoy usando a Lee. Puedes llamarlo como quieras, pero a final de cuenta, estas sacando lo que necesitas de el.
—Entonces, ¿qué obtienes de este extraño je ne se qua con Lee? —digo. No creo que esté usando a Hayden, ¿verdad? ¡Por supuesto no! Me encanta el gran gafo ese. Aunque a veces no veo su punto de vista. Y disminuyo sus sueños. Y tal vez me enfado con él más de lo que quiero. Hmm... Realmente no me gusta a dónde va esto.
—Bueno, ella consigue un agente que puede usar para causar un poco de caos mientras se protege a sí misma, y yo... bueno, eso es algo que yo sé y tú debes averiguar.
Las campanas suenan allí mismo, sacando a los estudiantes y la trama junto con ellos.
—Mira, broder, todo lo que digo es que no puedes escapar de ser un bad boy por siempre —dice, agarrando su morral y poniéndola sobre un hombro solamente, como hacen todos los niños cool—. Algún día en el futuro, las cosas se pondrán difíciles. Tendrás que aceptar la realidad de que hay cosas que no podemos cambiar o volverte loco tratando de escapar de tu realidad. Después de todo, ¿no es ese el punto del Sísifo de Camus, de que hay que encontrar la felicidad en la certeza de absurdidad? La única manera de ser feliz, mi querido Sísifo, es aceptar que la roca siempre caerá. No luches contra la roca. Abrázala. Y cuando estés listo para admitir eso, estaré aquí, siendo un broder.
Y con eso, hace como un árbol y se va a la mierda, dejándome con un caldero y una semilla de duda. ¡No hay forma de que no ame a Hayden! Él es mi oso. Mi bebé Boo. Mi trueno de chocolate. No lo traicionaré ni lo usaré de ninguna manera. Nuestra relación es tan fuerte como los ladrillos. Ladrillos gruesos.
¿Verdad?
¿Verdad?
De repente, Brayden. Solo, Brayden, en toda mi cara con su suéter caliente, espeso y maloliente. De pie justo en frente de mí con su teléfono en sus manos.
"entonces, ¿pasó algo bueno en los últimos 4 minutos más o menos?" pregunta con una sonrisa reservada solo para las ancianas asiáticas chismosas.
—¿Ahora que? —pregunto mientras recojo mi carpeta de confianza y trato de meterle parte de la poción adentro, pero fue en vano.
"nada, nada," susurra. "es solo... ¿quieres explicarme por qué de repente eres parte del ship más popular de Twitter?
Estoy a punto de preguntar qué tipo de pachulí ha estado fumando cuando me muestra su teléfono. Allí, la cuenta de Twitter de Leelan, con una foto mía y de Aiden, cerca. Muy cerca. Con los hashtags #ayai #ship #chokemedaddy.
Alaverga.
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