La Ruptura
¿Los bad boys se hacen o se nacen?
Esta ha sido la pregunta que muchos filósofos se han hecho a lo largo de los siglos, con respuestas que varían desde el quizás hasta el tal vez. El filósofo griego y hombre conocido literalmente por su nombre de luchador, Platón, que literalmente se traduce como "Ancho," dijo que los hombres no hacen el mal a propósito, y cuando lo hacen, proviene de la ignorancia, más que de la naturaleza. Punto para la crianza, no para la naturaleza.
El filósofo alemán y hombre definitivamente no conocido por su nombre de luchador, Immanuel Kant, afirmó que los humanos nacen malos, tienen una tendencia a hacer el mal, y aquellos que nacen "buenos" se volverán malos al final de sus días como un plátano olvidado en la mochila de un niño durante el fin de semana sin clases. Por supuesto, Kant odiaba a la humanidad, y ser humano sobre todo, ya que incluso sus últimas palabras antes de morir, sabiendo que finalmente había terminado con esa prisión de carne que llamaba existir, fueron "Es bueno.: Además, tenía una frente grande, por lo que le habría quedado mejor el apodo de "Platón," pero estoy divagando.
La verdad es que no hay pruebas contundentes de si los bad boys se crian malos o nacen malos, a menos que quieras examinarlo a través de la eugenesia, y créeme, nadie quiere entrar en la eugenesia. Por supuesto, hay una tercera respuesta a la pregunta, y la respuesta es "Sí."
¿Responde realmente la pregunta? No, y francamente, ni siquiera es una respuesta adecuada, pero eso es básicamente lo que el filósofo inglés y definitivamente no un hombre amplio, John Locke, respondió cuando se le hizo la pregunta. Para él, cada persona nace como una tabula-rasa, una pizarra en blanco, y tanto los genes como la educación hacen que un bad boy sea lo que es.
No conozco mucho de la vida de John Locke, pero estoy 100% seguro de que, dada la opción de mil sabores de helado, pediría vainilla simple. Pero estaría de acuerdo con él. Mira a Hayden y Brayden. Se ven normales. Tal vez en otro país, en otro momento, podrían haber vivido vidas que no fueran de bad boys. Pero debido a las circunstancias que los rodean, tuvieron que adaptarse. Hayden tuvo que jugar al fútbol para obtener una beca. Brayden tuvo que aprender a ser un corrupto latiniamericano común para enorgullecer a su padre. Son bad boys por crianza, no por naturaleza.
Okayden, por otro lado, nació como un bad boy. Los hombres lobo y los vampiros prácticamente nacen con abdominales y pómulos perfectos. Está hecho de bad boy. ¿Y yo? Bien.
Soy como él.
Nací con una mutación muy rara llamada Génesis de Alejandría. La mutación se asocia principalmente con ojos morados, piel suave, cabello oscuro, excelente metabolismo, fuerza superior y larga vida. Sin mencionar que no tengo bello corporal en ninguna parte. Soy tan suave y lampiño como un delfín. Mi cuerpo esta hecho para ser un bad boy y uno muy deseable. Mi cuerpo es un templo para ser adorado. Eso, con mi alergia a las telas que no son de cuero o de algodón, el sudor que huele a perfume y la voz dulce me convierte en el epítome de un bad boy.
O, como tantos niños me llamaban mientras crecía, un protagonista de anime.
"chido, entonces, ¿puedes hacer clones de sombras y mierda?" pregunta Brayden, siendo el idiota e ignorante que es mientras bebe LaCroix Pure y mueve las piernas hacia atrás y hacia adelante.
—Brayden, píntate un bosque y pierdete, ¿quieres? —digo, agarrando un par de gafas de sol al azar de una caja de objetos perdidos y encontrados que Hayden encontró escondido en una esquina de la enfermería. Eran lentes 3D que alguien obviamente robó de un cine. Huelen a palomitas de maíz con mantequilla.
"¿no quieres decir, arder en el reino de las sombras con tu mago obscuro?" agrega Brayden. "ya sabes, porque anime."
Hayden me entrega un par de lentes de sol novedosos de año nuevo del 2001, donde la "o" son los espejos. Jesús Cristo redentor, ¿cuánto tiempo han estado aquí? —El anime no es real, bro. Es un mito inventado por los japoneses para convertir a los hombres occidentales en Incels como represalia por lanzar las bombas atómicas. Al menos eso es lo que solía decir mi abuelo. También decía que los pájaros no son reales y que son drones de vigilancia del gobierno.
Agarro otro par de la caja, y este tiene una nariz cómicamente grande, bigote y cejas tontas. De alguna manera, estos son los mejores hasta ahora. —Mira, chapulín jorobado, bájale dos. No soy un protagonista de anime.
—Por supuesto que no —agrega Okayden, sentado en un rincón mientras lee un catálogo de Adidas—. No tienes el pelo de punta,
O rivales de la infancia.
—Además, el anime no es real —digo—. No puedo creer que tenga que aclarar eso.
"bueno, tampoco lo son los hombres lobo y los vampiros, y adivina adivinador, tenemos un chucho aquí que es ambos."
—¡El anime no es real! ¿grita Hayden, entregándome uno de esas gafas de persianas de Kanye West que todos inexplicablemente tenían en 2007. Solo funciona para que todos parecen estar en una extraña cárcel art-deco, y para anunciar a todos los que te rodean que elegiste tener estilo sobre ser capaz de ver una mierda—. El anime no es real, ¿verdad, amor? Es solo un invento.
—No, no lo es —digo, poniéndome las feas gafas de persiana. Estos podrían funcionar en un apuro. Mis ojos no pueden ver una mierda, ergo, nadie puede ver mis ojos.
Brayden saca una foto de un chico anime de pelo amarillo con picos de su telefono, empujándola frente a Hayden mientras habla en un tono aterrador. "¡boooo, voy a tomar tu waifu de cabello azul y grandes tetas y la agregaré a mi harén!"
—Tus palabras mágicas no tienen efecto en mí, brujo asiatico —dice Hayden mientras levanta la caja y la deja a un lado—. Además, tener el Síndrome de Alexander Hamilton no cambia nada. Sigues siendo mi amor.
—Genesis de Alexandria —añado.
"entonces, piloteas un robot gigante y luchas contra ángeles y esas cosas," dice Brayden.
—Ese es Neon Genesis Evangelion —digo, ajustando los estúpidos lentes de persiana en mi estúpida cara sexy para poder ser un estúpido miembro sexy de la sociedad y mejorar mi estupida paz mental.
"¡ayden, súbete al maldito robot!"
—Voy a ignorarte ahora —digo, levantándome de la camilla. Mis articulaciones duelen y explotan con cada estiramiento, arriba y abajo, de lado a lado. Todavía puedo sentir fragmentos de vidrio pegados a mi cara—.Tenemos cosas más importantes que discutir.
—Sí, por favor —dice Hayden, poniendo sus manos alrededor de mi hombro. Tuve que quitarme los clavos de la temporada 2 debido a que Hayden me toca el hombro las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Creo que ese es su lenguaje de amor—. Como, por ejemplo, que necesitamos entrar en esto del torneo.
Disculpa, ¿qué? Me lo sacudo de encima y retrocedo dos pasos mientras digo —whoa whoa whoa, ¿que mafafa te estas metiendo?
Me encantaría describir su expresión en este momento, pero no puedo ver una mierda a través de estos anteojos. En serio, ¿quién diablos pensó que esto era una buena idea? —No vamos a jugar este jueguito, punto. ¡Esto es obviamente una trampa, y más que una trampa, es una trama!
"¡sí! estoy de acuerdo con yokohama mitsubishi," dice Brayden, que no sé si está siendo racista o no, dado que es asiático. "suena como demasiado trabajo pa' lo poco que nos dan. además, no necesitamos dinero. ¡soy podridamente rico! incluso si no lograramos ganar, ¡podemos crear nuestro propio club no oficial! con cerveza y perras. pero nada de cerveza, porque me da diarrea. ni perras, porque soy alergico a los perros. lo siento, fido.
—No soy un perro —susurra Okayden.
—No se trata del dinero —dice Hayden, tratando de envolver sus brazos alrededor de mí otra vez, pero doy un paso atrás. Hay límites incluso en las relaciones. Tomen nota, niñxs. No significa no, incluso cuando estás en pareja—. ¡Se trata del hecho de que estoy aquí gracias a una beca! Necesito estar en un club para quedarme aquí, ¿recuerdas?
Ah, sí, eso. Mmm... mierda. Parece que debería haber una solución para eso. Si tan solo hubiera alguien con una gran cantidad de dinero en efectivo que pudiera darnos un préstamo para cubrir la matrícula de Hayden...
No, no puedo pensar en nadie.
"en serio, me paso por el forro la plata," dice Brayden. "probablemente podría hacer una nueva escuela solo para nosotros cuatro, donde podamos comer lasaña todos los días, como garfield, y no tener clases los lunes. también como garfield."
La trama nunca es tan directa.
—Bueno, ¿por qué no compites con el equipo de fútbol? —pregunto.
De acuerdo, siento que la vibra de la habitación acaba de cambiar un poco allí. ¿Dije algo malo? Hay un silencio extraño. Un silencio embarazoso, una que acaba de quedar embarazada fuera del matrimonio y todavía vive con sus padres fundamentales, y sabe que en el momento en que diga algo, la echarán a la calle. Un secreto embarazoso silencio. Siento que lo jodí.
—Bro —dice Hayden, por una vez sin tratar de agarrarme o tocarme. Extraño. Tócame, papi—, el objetivo de que intentemos hacer un club es evitar clichés y estereotipos. Literalmente me estás diciendo que vaya y acepte el estereotipo del que estoy tratando de escapar. No es muy rockstar de tu parte.
Mierda. Acabo de hacer eso, ¿no? Me he esforzado tanto por evitar la trama que descuidé seguir el plan que teníamos para lograrlo. Dios, soy tan idiota.
—Hayden, nene —digo, tratando de acercarme a él, pero siento una mano suya de lomo de cerdo abierta contra mi pecho, deteniéndome en seco.
—Por favor, no digas una palabra más —dice con voz temblorosa, como si estuviera a punto de llorar. Pero las gafas no me dejan verlo—. Podrías decir algo de lo que podrías arrepentirte. Creo que los ánimos están un poco calientes ahora. Necesitamos un poco de aire fresco. Vámonos a casa, todos, refresca y podemos hablar de esto más mañana.
Sus manos abandonan mi pecho, dejándolo vacío y frío. —Nene, maldición... lo siento.
Pero es muy tarde. Por lo poco que puedo ver, se da la vuelta y sale de la habitación. Probablemente en lágrimas. Puta sea yo.
"¿que estas esperando?" dice Brayden de la nada, agarrando mi brazo y acercándome a lo que asumo es la puerta. "¡ve a buscar a tu pelotita de amor!"
—¿Buscar la pelota? ¡¿Donde?! —dice Okayden, definitivamente siendo un perro, con el sonido del bulto de sus pantalones golpeando de lado a lado con emoción llenando la habitación. Espero que sea su cola.
—Pero-
"¡sin peros, wazoski!" dice Brayden. "hayden es un buen hombre, pero también un hombre orgulloso. he estado tratando de prestarle dinero en efectivo durante años para pagar su matrícula, pero nunca acepta. tiene un sueño, y quiere construirlo con sus propios méritos. puede ser terco, ¡pero es el mejor hombre que conozco!"
Me quedo allí, congelado, siendo regañado por Brayden de todas las personas. ¿Y sabes qué? El tiene razón. Hayden es un hombre terco. Pero también es un hombre amable. El hombre del que me enamoré. Y solo escupí en su cara, y no de una manera pervertida. Tengo la cabeza tan metida en el culo que no pude cuidar el único culo en el que quiero meter la cabeza.
—Está bien —le digo—. Me disculparé. ¿Pero no debería darle un poco de espacio primero? Parece que no quiere estar cerca de mí en este momento.
Brayden agarra mis anteojos y me los quita de la cara. Ouchies. También me agarra por el cuello y me jala a su nivel. "perra, es un bad boy que acaba de tener una discusión con su pareja. y se va a casa. en un auto. ¿me entiendes?"
¡Santa Rosalia! ¡Un bad boy deportista conducirá después de una gran discusión! ¡Se va a estrellar! ¡Maldito seas, atleta cliché!
No tengo tiempo para esto. Reúno todas mis fuerzas y corro por el pasillo, lista para evitar una tragedia en ciernes. Estoy listo para cruzar la esquina del pasillo principal cuando escucho a Brayden gritar detrás de mí.
"¡solo asegúrate de no te pase un isekai, maldito prota de anime!"
Me pregunto qué significa esa oración críptica y vagamente presagiada. No importa. Tengo que correr. Soy rápido. Mis piernas son velocidad. Mi sangre es combustible. ¡Necesito atraparlo, ahora!
Lo veo en medio de la calle frente a la escuela, a punto de cruzar al estacionamiento al otro lado de la entrada.
—¡Hayden! —grito, saltando por los escalones a la entrada de la escuela.
Hayden se detiene en seco y se gira para verme. —¿Ayden? —dice, incrédulo.
—¡Lo lamento! —grito. Estoy a un metro de él ahora, lista para abrazar su trasero.
Pero su rostro no es de alivio, sino de horror. Da unos pasos hacia mí, todo aparentemente en cámara lenta.
Hu. Extraño. ¿Por qué todo está en cámara lenta? ¿Es esto lo que es el amor?
—¡Cuidado! —lo escucho decir lentamente mientras levanta sus brazos hacia mí. Supongo que los dos nos estamos abrazando. Pero ¿por qué tener cuidado?
Siento que nuestras yemas de los dedos se tocan en el aire, seguidas de lo que solo puedo describir como algo grande, pesado y amarillo que me choca por un costado, y creo que a Hayden también.
Nuestros cuerpos vuelan por el aire a gran velocidad, y también a cámara lenta, por alguna razón, puedo ver lo que pasó.
Fuimos chocado por un autobús escolar.
Seguido de completa oscuridad por segunda vez ese día.
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