Bueno, supongo que la cagué. Dejé que un monstruo vampiro/hombre lobo entrara para luchar contra otro monstruo vampiro/hombre lobo. Y ni siquiera es la peor parte de todas.

Hayden está en medio de ese sándwich peludo, y sabes muy bien que, con sus cremosos muslos, bíceps magros y abdominales como la tabla de lavar será un refrigerio excelente de calidad Kobe para esos caniches.

Ahora, este no es mi primera vez en una situación así. Una vez me metí en un triángulo amoroso entre un minotauro y un duende hace unos años, y si aprendí algo de eso, salvo del hecho de que los minotauros pueden ser amantes sorprendentemente amables y pasionales, es que es mejor dejarlos solos para que se enfrenten y aléjese lentamente, cambiarse el nombre a Horacio Vargas y pasar unos meses en Honduras haciendo trabajo humanitario hasta que las cosas se calmen.

Pero esto es diferente. Me gusta un poco el ambiente de este lugar, por extraño que parezca. Este es el primer lugar en un tiempo que me atrapa. No quisiera que fuera destruido por una pelea de bofetadas sobrenaturales, sin mencionar que la policía nos cerrará si encuentran un par de cadáveres sobrenaturales esparcidos por el pasillo.

Claro está, si no cierran este lugar cuando vengan a revisar la pila de cuerpos en la habitación de LaCroix.

Por el bien de mi sueño, tener un último año de secundaria tranquilo, graduarme y trabajar como representante de servicio de atención al cliente... tengo que hacer algo al respecto.

Y también por Hayden, supongo.

"buena suerte con eso", dice Brayden después de que le explico mi lógica. "para ser honesto, ni siquiera quiero graduarme. tengo plata hasta por el culo y abdominales planos. conseguiré una sugarmama dulce y anciana, la asesinaré mientras duerme después del primer año, impugnaré el testamento con sus descendientes y viviré el resto de mis años con mi honeyboo, timotheé chalamet. pelear a puñetazos limpios con un caniche chupasangre no es parte de mi plan. voy a estar en belice bebiendo margaritas vírgenes del ombligo de una turista canadiense si me necesitas".

¿Ves ese punto al final de ese muro de diálogo? Ese soy yo dándole una bofetada en la cara.

"¡perra, esa es mi cara! ¡la uso para cosas faciales!".

Lo abofeteo de nuevo, solo por si acaso.

—Escúchame, twink heterosexual quemado —le digo, agarrándolo por el cuello—. No quiero tener que ir a otra escuela extraña y evaluar a todas las personas extrañas allí y ver si son geniales o no. A la mierda con Timotheé Chalamet. Esta es la escuela de la que me voy a graduar, y no puedo hazlo sin ti. Además, ya sabes, Hayden. Él es importante también.

Los engranajes en el cerebro de Brayden comienzan a girar mientras hace un zumbido estático. Tal vez sea como uno de esos televisores viejos, tontos y gruesos que tienes que golpear para funcionar. Por si acaso, lo abofeteo de nuevo. El ruido se hace más fuerte.

"¿por qué quieres que te ayude?", dice finalmente después de un minuto entero de babear. "no me escuchaste cuando dejaste que la pequeña señorita chupasangre aparecer dentro de la escuela como un voldemort con jeans ajustados".

Es exactamente por eso que quiero que me ayude. No he consumido nada de cultura popular vampírica en años. No desde el fiasco en la librería nacional del 2009. Tantos cuerpos... tantas pesadillas. Si alguien puede detener a un vampiro de Hollywood, será el chico fanático de Hollywood.

Dejo ir su cuello, principalmente porque mis manos están comenzando a picarme por la tela. —Mira, disculpa, ¿okay? No estoy acostumbrado a escuchar a otras personas. Soy una especie de lobo solitario.

"de bolas, sherlock. ¡eres un bad boy! ¡todos somos solitarios!" dice Brayden

—Y discúlpame otra vez. No sé cómo matar vampiros u hombres lobo. Tú, por otro lado, pareces tener una buena comprensión de todas estas tonterías.

Brayden se pone rojo como la remolacha, lo cual espero que sea una señal de que el oxígeno y la sangre finalmente están llegando a su cerebro.

"bueno... fui a ver todas las películas de crepúsculo el día de estreno", dice después de unos segundos de pensarlo mucho. "lo mismo con los libros. supongo que podría prestarte mi experiencia...".

—¿Ves? ¡Eres necesario e importante para este plan!

Y eso es suficiente para hacerlo llorar, porque, bueno, comienza a llorar. Ya estaba un poco hinchado de las bofetadas que le di, pero vaya, ahora parece un globo. Un globo muy mojado y chirriante.

"¿me ves ahora, papi?" dice entre sollozos y mocos, más mocos que sollozos. "¡no soy un pequeño vampiro mariquita! ¡ahora soy un cazador de vampiros fuerte e independiente!".

Creo que está pasando por algunas cosas personales, pero no tenemos tiempo para eso. Le doy una bofetada en la cara de nuevo para sacarlo de su trance.

—¡Deja la pendejada! No tenemos tiempo que perder. ¿Sabes cómo matar a un vampiro/hombre lobo?

Brayden sigue llorando, pero hay una chispa en sus ojos... una chispa de reconocimiento, de ser valorado y necesitado. Casi como si toda su vida hubiera llevado a este momento y estuviera a punto de soltar la última información que nos ayudará a derrotar al malvado villano en la última batalla.

"¡pos obvio, microbio!" dice, limpiándose las mejillas. "si bien cada uno tiene su propia forma de ser derrotado, tanto los vampiros como los hombres lobo tienen una forma común de ser asesinados".

—¿Cuál es? —pregunto con mis nalgas apretadas con anticipación.

"todo lo que tienes que hacer es cortar sus cabezas y tirarlas al fuego!" dice con una sonrisa.

Lo abofeteo de nuevo, solo por si acaso.

—¡Maldito papanatas! —digo, abofeteándolo otra vez porque me gusta la simetría y los números pares—. ¡Cualquiera se muere si les cortas la cabeza y les arrojas al fuego!

En lugar de arremeter contra mí, insultarme o hacer literalmente cualquier otra cosa, Brayden asume una posición fetal, balanceándose hacia delante y hacia atrás mientras se chupa el pulgar. "por favor, papi, seré un buen asesino a sueldo. por favor, no me pegues con la biblia y me llames un desperdicio de adn. ¡voy a tirar esos póster de vampiros desnudos con abdominales, lo juro!".

Hu... nota mental: referir a Brayden a servicios infantiles. Por ahora, creo que nuestro mejor curso de acción es buscar a Hayden y salir corriendo en la dirección opuesta. Decapitar a un vampiro/hombre lobo, y mucho menos a dos, parece ser una tarea demasiado difícil.

Por mucho que me guste esta escuela... Me gusta más Hayden. No homo.

Bueno, tal vez un poco homo. Ha sido la única persona en un tiempo que me ve por más de lo que soy: un sensual bizcochito de azúcar morena y malas decisiones.

Golpeo a Brayden para llamar su atención, haciéndolo chillar como un patito de goma. Podría volverme adicto a esto. —Levántate, soldado. Este no es lugar para morir. Cambio de planes: recuperemos a Hayden, y huiremos de aquí hasta el amanecer. ¿Si va?

Se desliza hacia el piso como una hamburguesa vegana triste y empapada, creando un nuevo charco de lágrimas debajo de él. "¿cuál es el punto? estoy seguro de que ya está muerto, con su culo siendo masticado por okayden o esa perra básica vampiro. y nosotros somos los siguientes. ¿estas feliz ahora, papi? ¡tú pequeño asesino a sueldo será pedos de vampiro!".

Casi como si estuviera esperando el momento más apropiado, y seamos honestos, lo más probable es que lo hiciera, ya que al universo le gusta joderme, un grito recorre los pasillos, uno que pertenece a un deportista de cocina.

—¡Por favor, no lo hagas! ¡Monstruo! —grita Hayden desde algún lugar entre el gimnasio y la extraña máquina expendedora de LaCroix, que lo reduce a todas partes en esta caja de cerillas de mierda al que llaman escuela para ser honesto.

Bueno, al menos sabemos que está vivo. Pero no por mucho tiempo si no nos movemos para salvarlo.

—¡Vamos! ¡Busquemos a Hayden! —digo, golpeándolo de nuevo. ¿Qué puedo decir? Solo me gusta verlo chillar.

"ah, ¿cuál es el punto?", dice Brayden, abrazándose a sí mismo con más fuerza. "no somos más que polvo en el viento. moriremos hoy, moriremos en diez años, nada importa. somos puntitos accidentales en el universo".

No tengan daddy issues, niños. Los conducirá al existencialismo.

Suena otro grito de Hayden, y este se siente más crudo. —Te cocinaré algo más delicioso, solo... ¡por favor!

No tengo tiempo para lidiar con el bagaje psicológico de un gánster deprimido. Es hora de poner estos abdominales a prueba. Lo agarro por los pantalones lo tiro sobre mis hombros como Donkey Kong en Smash Bro.

—Hombre, eres pesado para ser un himbo K-popero italiano.

"no tan pesado como la carga de la libertad y la maldición de la libertad", dice.

—Basta con esa mierda de Nietzsche. Es hora de convertir esto en una secuencia de acción.

Abro la puerta, sin recordar que la puerta está abierta para empezar. No te preocupes, lo salvo con un giro de combate todo cool y dramático. Tienes que estar aquí para ver lo genial que fue. Y sí, dejé caer a Brayden momentáneamente, pero lo recojo y corro hacia los únicos pasillos de la escuela que tienen algo relacionado con la trama.

Justo cuando doblo la esquina hacia el gimnasio, escucho a Hayden gritar de nuevo, como una dulce sirena llevándonos a nuestra perdición. Y al igual que un marinero vagamente cachondo que busca tirarse una sirena, que ni siquiera sé cómo se las arreglaría para... consumar... el punto es que sigo la voz, coño.

—¡Por favor, me estás matando! —grita Hayden.

"el universo nos esta matando", susurra Brayden von Downerbitch, deprimido y eso.

Abro la puerta de la cafetería y, afortunadamente, proporciona resistencia y se abre con un crujido satisfactorio.

Lo que hay detrás está más allá de mis expectativas más locas.

Hayden no está siendo devorado. Más bien, está cocinando algo. ¿Está poniendo salchichas en una olla hirviendo?

—Por favor —dice Hayden, llorando cascadas—, déjame asarlas para ti. Hervirlas es... ¡inhumano! ¡Monstruoso! ¡Les estás quitando todo el sabor!

En una mesa frente a él, golpeando una uña enorme y sarnosa, está lo que solo puedo describir como un poodle gigante con el pelo en permanente.

"Ah, Ayden, amigo mío,

Y tú también, Brayden,

¿Por qué no se unen a nosotros? "

El perro enorme no es otro que el propio Okayden en persona.

O en este caso, en pelusa.