Taehyung pasó la noche en aquel lugar a la intemperie, abrazó su cuerpo en posición fetal para juntar algo de calor ante el inclemente frío que ahora sentía, el único testigo era Howie que no podía hacer absolutamente nada por él, fue una de las noches más largas de la vida del joven quién sabía que los únicos que había sido capaces de dañarlo de esa manera había sido la familia Cheng, ellos eran el peor verdugo que pudo tener y lo seguían siendo hasta hoy. Al amanecer, los vigilantes que habían sido pagados por los Kim llegaron a la sala de castigos, entraron y trataron de despertarlo pero parecía que estaba padeciendo hipotermia, lo envolvieron y lo llevaron lo antes posible a la celda, sabían que Lee podía hacer algo para cuidar de él en aquel lugar, esa mañana también, buscaron trabajar en la cocina, a escondidas llevaron chocolate caliente y algún ramen para el joven que tenían que cuidar, todo antes que empezaran las rondas de los otros custodios y fueran descubiertos. Howie se encargó de protegerlos por las cámaras.

─¡¡¡QUIERO VER A MI HIJO AHORA!!! ─exigía Junho llegando a la sala de visitas acompañado del señor Han, abogado de los Kim.

─Esta no es hora de visita, no puede verlo hasta que dicha hora llegue... ─le decía una de las oficiales custodios para calmar la ira del hombre.

─Le recuerdo, o informo, en caso de que no lo sepa, que el joven Kim no está aquí condenado, por lo que puede ser visitado por su familia y abogado a la hora que sea necesario verse... ─alegó el experto en leyes dejando a la mujer sin excusas.

─ ¿En qué les puedo ayudar? ─preguntó Jo llegando luego de ser llamado e informado de la situación.

─Quiero ver a mi hijo, ¿quieres que te pague?, lo haré, pero quiero ver a mi hijo ahora mismo, espero que no me vayas a querer poner otra excusa ─insistió Junho sin bajar la mirada ante aquel hombre que en ese momento aún se sentía muy seguro.

─El joven Kim ayer cometió un delito al golpear a unos de sus compañeros, está en detención y nadie puede verlo... ─respondió Jo creyendo ingenuamente que eso iba hacer que el señor Kim desistiera.

─No me importa lo que mi hijo haya hecho, quiero verlo y sin tengo que llamar a la prensa para informar la manera en la que tratan a los reos aquí, lo haré pero no a la corrupta prensa nacional, piensa en qué daño le puede hacer un escándalo como este a Corea del sur con la prensa internacional, pero sobretodo ¿que diga tu nombre? ─Junho que había pedido a Howie el video de lo que le habían hecho a Taehyung estaba más que furioso, por eso exigía tanto.

Jo en ese momento se dio cuenta que estaba en un problema más grande que las peleas clandestinas, Taehyung seguramente estaba enfermo si es que había sobrevivido después del frío de la noche, las condiciones en que lo tenía no eran las mejores. Pero sin importarle nada mandó por él a la sala de castigos, lo malo es que no lo encontraron, las cadenas no habían sido forzadas y los custodios empezaron la búsqueda por todo el recinto, entonces pensaron que era buen momento para él escape pero Taehyung no estaba en condiciones de salir, ahora tenía puesto su uniforme y posiblemente estaba en malas condiciones aunque eso no lo detuvo antes. Aquel que tenía una cámara con audio que era para protegerlo, Lee salió de la celda a su hora de patio y dejó solo a Taehyung oculto en la parte de arriba de la litera, él estaba consciente de que más de alguien llegaría por él.

─Howie, si me escuchas quiero que intervengas las líneas de comunicaciones nacionales, no me importa las condiciones en las que ahora me encuentro, sé que van a venir, Kai sabe que alguien me ayudó y seguro se lo dirá a Jo, este es el momento, lo conozco y sé que en el momento preciso va a hablar conmigo ─decía sabiendo que el hacker si lo podía escuchar. Tal y como se lo habían dicho, Howie intervino las líneas de las televisoras nacionales y esperó a que el joven Kim le diera la orden, sólo era cuestión de esperar a que los implicados cayeran en la trampa, para que aquel enardecido pueblo supiera la verdad. Pero también pasaba otra cosa y es que Ivanna necesitaba algo para una tarea de la universidad, luego que había sido dada de alta y había retomado su vida lo más normal posible, por lo que buscó a Jin en su estudio pero no lo encontró, lo que le llamó la atención fue la vista que este tenía detrás del sillón ejecutivo.

Pasó de largo hasta el ventanal y lo observó por un instante, lo malo fue que al girar la mirada, pudo ver en la pantalla un video que estaban en pausa, aquella escena le erizó la piel, lo puso en reproducir y como si de una cascada se tratara al ver aquella tortura, aquel rostro, todos sus recuerdos volvieron, la noche del incidente y Taehyung ayudándole, un nudo en su garganta se formó al verlo sufrir de nuevo y hoy por culpa de ella, corrió al auto y sin decir nada llegó a la oficina de la Juez encargada.

Al mismo tiempo que las leyes estaban liberando a Taehyung, aquellos que buscaban hacerle daño llegaron a su celda, la verdad estaba por ser publicada a la nación y Taehyung tendría que ser muy inteligente para hacerlos caer y que de alguna manera supieran que ahí había crueldad y negocios ilícitos, salvaría no solo su vida si no también la de muchos otros que eran casi esclavos para las peleas clandestinas que ahí se llevaban a cabo, el joven Kim era alguien que lideraba una banda ilegal pero era justo, siempre actuaba con justicia.