Al llegar a la casa todos dormían, pero en el estacionamiento Ivy caminaba detrás de Taehyung recordando lo que acaba de hacer, lo veía tan rudo que jamás imaginó que hubiera pasado por un verdadero infierno cuando estuvo secuestrado, ahora entendía porque lo veían con tanto respeto y admiración cuando hablaban de él y su posible muerte, les dolía perder a alguien tan valiente y fuerte, también estaban conscientes de que para que muriera tenía que pasar por mucho antes de que se rindiera. ─Taehyung... lamento mucho haber tomado tu moto, jamás fue mi intención robarla... ─dijo Ivy con un tono suave sin levantar el rostro y sin dejar de caminar.

─Sé que no la ibas a robar... ─respondió Taehyung sintiendo que había sido muy rudo con ella ─verás, el problema aquí es que te pones en riesgo, podías haberme dicho que te gustaban las carreras, mira... sé que no he sido muy amable contigo desde nos conocimos pero no es que no me agrades, al contrario... me preocupa que algo llegue a pasarte ─Taehyung pronto cayó en cuenta que estaba bajando la guardia y ella no era su amada Lyna, es verdad, estaba muerta pero su corazón sentía una responsabilidad con ella, su ángel, esto lo hizo reaccionar nuevamente ─¡Pero es que a veces haces cosas muy estúpidas, pones en peligro a todos y eso me irrita en serio! ─le gritó a la cara y la dulzura se rompió y la rabia en la joven volvió a resurgir, le enfureció tanto que lo alcanzó para detenerlo y al girarse le dio una bofetada que hizo a Taehyung voltear su rostro, este la vio irse y aunque quiso correr tras ella algo lo detuvo, otra vez había sido muy brusco.

La joven caminó tan rápido que al azotar la puerta no se dio cuenta que esta quedó entreabierta, el joven Kim estaba teniendo problemas para manejar la situación con una joven un poco mayor que Ray, aunque tenían casi la misma edad eran tan diferentes, además a Ray la veía como a una niña, no podía hablarle fuerte porque sentía que se iba a romper pero Ivanna era tan diferente, no se dejaba llevar por nadie, era tan sensual como una mujer fatal, esa expresión en su bendito rostro no tenía nada de inocencia y lo provocaba.

Pero sus padres los tenían registrados como hermanos, los estaban adecuando de esa manera, ellos se veían así mismos como padres de ambos, incluso la joven solía llamar papá a Jin, no podía sacar aquella atracción a flote porque ellos no lo aceptarían, pero el corazón de Taehyung se partió cuando al pasar por la habitación de la joven escuchó los sollozos que ella trataba de ocultar con la almohada, sabía que no debió gritarle a la cara pero ¿qué podía hacer? el recuerdo de un fantasma lo hizo caer en cuenta que no estaba actuando bien, no pudo más y entró a la habitación oscura.

─Oye, perdóname... no quería herirte, te prometo que no volveré a gritarte como lo hice hoy, pero debo confesarte que me está costando mucho verte como a una hermana, no estoy adaptado más que solo con Ray, trato de entenderte pero me es difícil porque vienes de otra parte y tienes otras costumbres... y eres... ─RockB estaba por continuar cuando se dio cuenta que estaba hablando demasiado, además ella se sentó frente a él sin levantar la mirada porque aún se estaba limpiando las lágrimas, realmente se sentía frustrada con ella misma.

─ ¿Soy qué? ─preguntó al fin levantando el rostro y girándose para verlo ─ ¿muy tonta?, ¿arrebatada? ─insistió, a lo que Taehyung negó en silencio ─sé que no soy como Any o Ray, pero nunca he sabido ser otra persona, solo soy yo, lo que ves es lo que hay, quizá ibas a decir que soy muy poca cosa para ser una Kim... y lo peor es que eres tan perfecto que quizá tengas razón ─estaba por estallar de nuevo en llanto cuando el joven Kim tomó el mentón de ella para que lo viera a los ojos, estaba decidido, sería sincero con ella.

─Eres demasiado sexi para ser mi hermana... ─exclamó antes de perder el control en un apasionado beso en aquellos labios que sin dudarlo le corresponden, aún tenían sabor a lágrimas de tristeza guiada por una confusa frustración pero era delicioso ese tacto, algo que había anhelado sentir desde la primera vez que ella le había levantado la voz, no tenía mente para otra cosa en ese momento porque ella se había convertido en una obsesión desde que la vio por primera vez, cuando la veía en la alberca con sus hermanas menores, ella simplemente resaltaba con su figura.

Aquel beso para Ivanna fue un sueño, algo que se volvía realidad, era mejor que cualquier imaginación que su mente pudo crear tiempo atrás en aquel momento en que lo conoció, sus manos eran diestras, masculinas y protectoras, no se dio cuenta en que momento él se encontraba sobre ella profundizando más aquel beso, tanto que la estaba incitando a continuar, empezaba a desearlo pero no, no podía en ese momento, lo detuvo antes de que aquello los llevara a más en esa apasionada velada.

─No podemos, no podemos, tú me gustas demasiado, pero nuestros padres ellos... ─la afición que se mostraba en el rostro de Ivanna era innegable, tenía miedo.

─Shhh ─Taehyung pudo su dedo índice sobre los labios de la joven ─no diremos nada, no diré nada que les haga daño, puedes odiarme todo lo quieras pero saber que en mi corazón siempre serás lo más sensual que pude conocer... ─dijo antes de ponerse en pie de la cama, le dejó un suave beso en la frente para despedirse ─ahora duerme, has tenido una noche muy difícil ─le insistió y caminó hasta la puerta, Ivanna sintió tanto calor humano en aquellas acciones que su corazón palpito esta vez de emoción.

Taehyung de nuevo tenía una ilusión, se sentía culpable por Lyna, pero no podía evitarlo, nadie mandaba en su corazón.