Taehyung volvió con los demás seguido por Ivanna en la otra moto hasta la bodega donde tenían a Seungri, era el momento de hacer pagar al primero que empezó con su infierno, alguien a quién protegió como a uno de los suyos y que le dio la espalda y lo dejó ser comido por los lobos, lo dejó vulnerable en su peor momento, tanto que lo doblegaron hasta hacerlo atacar a su familia, la peor traición que un ser humano podría haber vivido.

─Señor... está usted vivo... ─expresó Seungri al verlo de pie frente a él, imponente y serio, con su mirada tan orgullosa como siempre, esa con la que veía a sus enemigos y ahora era para él, se había convertido en su enemigo.

─ ¿Me llamas señor? ─dijo Taehyung para luego soltar una carcajada ─ni siquiera aquel que la biblia llama Iscariote fue tan vil como tú, ese tuvo la valentía de suicidarse al ver lo que le había hecho a su señor, a su Rey, pero tú... estas aquí con el arrepentimiento saliendo por tus ojos sin imaginar lo que tuve que vivir, no tienes una maldita idea de lo que tus acciones provocaron, agradezco mucho a mis padres que te guardaran para mi ─hablo Taehyung que por un momento revivió parte de su tormento en su mente.

─Señor, se lo dije al señor Nam, ellos me juraron que no lo iban a lastimar, ellos prometieron que lo dejarían vivir y que solo buscaban hablar con usted para resolver los conflictos que empezaban ─alegó en su defensa Seungri quién permanecía de rodillas frente a Taehyung con una expresión suplicante en su rostro, llena de angustia y miedo.

─No me mataron porque tampoco se los permití, sobreviví al maldito accidente porque quería vivir para verlos a la cara y sentir como la sangre caliente de mis enemigos llenaba mis manos, pero sentí como mis costillas, cráneo y tórax se rompieron, sentí el olor de mi propia sangre llenar mis fosas nasales y los veía tratando de ayudarme, pensé en Ray, la escuché llorar y gritar, mi pequeña hermana me vio muriendo y sabes que no me gusta que nadie haga sufrir a mi familia... ─Taehyung habló firme aquellas palabras, eran duras pero nada lo doblegó ni el recuerdo de su primer sufrimiento.

─Sé que por eso me trajeron, señor quiero que sepa que si pudiera volver el tiempo atrás cambiaría todo, agradezco las veces en las que se arriesgó para salvarme de los castigos del señor Nam, no importa lo que haga conmigo ahora, yo estaré agradecido por todo lo que aprendí de usted... ─insistió Seungri sabiéndose muerto desde que fue sacado de la prisión. Bajó la mirada ante el que una vez fue su amigo.

─Seungri, nada de lo que te haga ahora será comparado con lo que he vivido, es verdad, la intención de Chuy nunca fue matarme pero si torturarme al punto en el que no vi otra salida más que atentar contra mi propia vida, fue desesperación ─Taehyung para ese momento había tomado unas pinzas de transmisión eléctrica que Shun le había alcanzado y se las estaba colocando a Seungri en cada brazo mientras hablaba.

─Señor, por favor, solo máteme, yo he aprendido mi lección, señor por favor ─suplicaba el prisionero sabiendo lo que se le vendría. Conocía los métodos que comúnmente usaba el equipo pero jamás habían tocado a su jefe, una venganza nunca había sido llevada a cabo.

─Nadie tuvo piedad conmigo, me dijeron como habías hecho para traicionarme, me mentiste, eras quién cuidaba de mí vida y me entregaste la primera vez en el bar, después entregaste a Ray, les diste mi identidad... sabes que sí, morí, la primera vez me mataste tú, cuando choqué contra el coche, la segunda vez lo hizo Chuy cuando sufrí un paro cardíaco en medio de los choques eléctricos que me daban mientras me sumergía en agua y la tercera vez me suicide para escapar, ¡he muerto tres ocasiones y de las tres el responsable eres tú! ─finalizó de hablar al mismo tiempo que encendía el equipo que llevaría electricidad al cuerpo de Seungri.

Taehyung lo vio temblar y tiritar mientras era electrocutado, el voltaje era de calidad industrial, por lo que Seungri pronto empezó a calcinarse, su cuerpo pronto empezó a expedir humo y gases por las quemaduras. Taehyung era el único que podía pararlo pero mientras lo veía, se veía así mismo siendo golpeado, electrocutado y de nuevo golpeado, lo doloroso que era cada que le inyectaban el suero en la parte trasera de la cabeza y que una vez el líquido empezaba a recorrer su cerebro el dolor se expandía y ni sus gritos lo podían suavizar, nadie se apiadó de él más que Lyna, ella que fue su ángel trataba de calmarlo cuando el dolor se volvía desesperante, estaba en trance recordando todo aquello que no se dio cuenta que su víctima estaba ya rostizada frente a él.

─Detente, ya ha muerto, entendió el mensaje... ─Ivanna se acercó y suavemente le quitó el control para apagarlo, Taehyung giro la mirada a ella, era hermosa más con aquella expresión de incertidumbre, era hora de volver a casa para que la joven descanse.

─Lo siento, creo que me emocione ─dijo para disimular ─vamos a casa, Shun llévate la moto que traía Ivanna, ella irá conmigo... ─todos obedecieron y salieron dejando aquel cuerpo que los equipos de limpieza se iban a encargar de limpiar al día siguiente.

Ivanna había escuchado las cosas horribles por las que Taehyung había pasado, entendió que se ausentara mientras mataba a Seungri porque de alguna manera era lo que él había vivido, sentía admiración por él en el fondo, era el hombre más atractivo que había visto después de los señores Kim y aunque en su momento pensó lo mismo de JK, al conocer a Taehyung esa idea se había desvanecido, no era frágil ni débil, era sobreprotector, valiente y orgulloso, guapo y seductor, ella lo estaba viendo como hombre desde hacía días pero sus padres no sacaban de su cabeza la idea de que eran hermanos, tenían que serlo.