─Entiendo perfectamente, Shun ya me explicó cómo manejaban a los equipos que enviaban a las invasiones y piensa que será igual lo que van a aplicar ahora, vamos estar preparados para lo que sea... ─respondió Yoongi a la llamada de Nam.

─ ¿Cómo está él? ─preguntó Namjoon bajando un poco la voz denotando preocupación.

─Esta noche presentó algo de fiebre, nos preocupamos pero el doctor dice que tiene las defensas bajas debido al maltrato que sufrió, también su herida tiene un leve proceso de infección pero será controlada con antibióticos, nada de qué preocuparse, va a estar bien... ─dijo Yoongi para calmarlo sabiendo la preocupación que su amigo sentía, para todos ellos era como enmendar los errores del pasado y saber que pronto su líder estaría nuevamente al frente.

El ambiente no había dejado de ser tenso para ninguno de los bandos, en la casa de los Cheng, en el refugio, Chuy estaba tratando de localizar a los encargados que irían a Seúl, pero estos no respondían, pidió a los que estaban cerca que revisarán aquellos burdeles en los que no había respuesta y entonces supo que los japoneses tenían a su servicio dichos lugares desde la noche anterior. ─Son los malditos Kim, lo sé pero no me importa quiero que acaben con ellos cuanto antes, mi proyecto no puede esperar, además ese niño debe ser castigado por desobedecerme, por alejarse y por no entender que su vida me pertenece solo a mí, ya no tendrá voz ni voto, le borraré la memoria permanentemente después de matar a su dulce hermana frente a él, los Kim jamás lo van a volver a recuperar porque la próxima vez lo voy a matar sin piedad frente al Narco, solo muerto ese chiquillo va a librarse de mí ─habló Chuy completamente furioso, sádico e incluso algo enfermo por aquella obsesión que había creado desde hacía tiempo.

─Señor, ¿qué pasa si no podemos sacarlo? ¿Si él se opone y nos ataca como él sabe? ─preguntó Wu, el hombre a cargo de la misión.

─Maten a su familia y luego a él, si se opone que lo dudo porque recibió un disparo que lo hizo sangrar mucho aparte del daño físico que recibió en la lucha, pero en caso de que sea así debe ser el último en morir ─habló aquel hombre mayor con una expresión enferma en su rostro, estaba decidido a lo que fuera por conseguir sus propósitos sobre quién fuera.

Entonces Wu Ken salió con sus escuadrones ya bien organizados, iban primero a poner una trampa para los Kim y de ese modo acabar con ellos o al menos esa era su idea, luego del primer día de ataques estaban analizando la manera en que los señores Kim estaban atacando, aunque no había vídeos de seguridad porque los habían borrado todos, no había testigo, la única manera era esperarlos alerta, atacar sin esperar nada para poder defenderse, tenían que tener planes arriesgados pero efectivos o al menos eso era lo que Wu creía, se estaría enfrentando al Narco directamente y a sus hermanos, los que habían enseñado a RockB todo lo que sabía.

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─Es seguro que ya lo saben, ya no podemos llegar confiados a ningún antro, así que no vamos a dejar que nos vean, Howie dice que el que está a cargo es un hombre llamado Wu Ken, este siempre ha sido la mano derecha de Chuy antes de usar a Taehyung como Sao, es bastante inteligente y va a querer ir un paso adelante de nosotros, así que vamos a llegar donde menos lo esperan ─habló Jin sabiendo que la hora cero estaba por llegar, la invasión debía ser inmediata.

─Entonces se acabaron los juegos, ya tenemos su atención, la seguridad en los locales está reforzada y por consecuencia, el refugio está vacío prácticamente, Chuy ha caído en nuestra trampa... ─agregó Nam luego de haber escuchado al mayor de sus hermanos expresar su plan real desde el principio.

─Sin la cabeza de los Cheng, no habrá motivo para querer a Taehyung, no habrá quien los dirija y por ende tendrán que trabajar con la Yakuza o morir ─afirmó Junho caminando hasta el sofá luego de servirse un trago para relajarse, estaban listos para atacar la base central.

En las cámaras se grababa todo, los Cheng tenían acceso a estas grabaciones y sabían perfectamente lo que estaba pasando con sus enemigos, estaban fuertemente armados y alertas a cada movimiento, desconfiaban de quién les pareciera extraño, incluso atacaban a los que desconocían, la paranoia había invadido cada lugar que ahora pertenecía a los Cheng, esperaban que en cualquier momento los atacarán y no querían ser sorprendidos con las guardias bajas pero ese día no habría ataques, querían dejarlos remojar en sus propios miedos, en sus propias fallas, estaban tomando tiempo para divertirse con ellos puesto que no había nada mejor que ver el miedo de sus enemigos en sus ojos.

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Harper permanecía haciendo guardia en la terraza de la habitación de Taehyung, nunca había tenido la oportunidad de hablar con él, no porque no se lo permitieran, más bien era por temor a no saber qué le iba a decir cuando preguntara porque no protegió a su madre, porque ahora lo protegía a él y no lo había hecho con ella. ─ ¿Siempre que estas cerca de mí piensas en ella? ─una voz ronca y profunda le cuestionó a su espalda sacándola de sus pensamientos.

─ ¿Mm? ─giró su rostro para encontrarse con el joven que la miraba fijamente, estaba de pie junto a ella, vestía con un pijama tan fina como cómoda ─no deberías salir de la cama aún... ─respondió Harper pareciendo ruda pero sintiendo que su corazón se estrujaba, la pregunta la había sacado de su zona de confort.

Taehyung en ningún momento bajó la mirada, esperaba una respuesta porque nunca nadie le negaba nada, quería conocer más de su familia genética y ahora por fin tendría la oportunidad, ella era su tía, había sentido una conexión desde que la había visto por primera vez y había notado la mirada de dulzura que siempre le dedicaba.