02
El equipo élite de los Kim estaba saliendo en la caravana de camionetas negras que iba a llegar al aeropuerto, los jefes Kim iban en una misma con sus escoltas, Jungkook iba en otra junto a los Amaya, Tachi, Imanol y Eloy, estas protegidas por hombres al frente y atrás. Desde la casa del bosque iban Yoongi con Harper y Yair en una sola y las muñecas de porcelana en otra siempre escoltados de la misma manera que los Kim, en vuelos comerciales iban ya quienes serían parte de un ejército que buscaría la verdad detrás de todo aquel misterio.
El ambiente se tornaba demasiado tenso en aquel silencio fúnebre que acompañaba a los Kim, Jin necesitaba pensar bien en su estrategia luego de hablar con Chuy, quién ya lo estaba esperando en su habitual mansión y lejos del refugio, ambos habían sido notificados por medio de sus hombres, Jimin y Sao. Pero en dicho lugar, ahora el cuerpo de Mao yacía en un ataúd, mientras el padre limpiaba su rostro que se había humedecido por las traicioneras lágrimas que ahora se le escapaban por la pena pero entendía que tenía un trabajo riesgoso y que eso iba a pasar.
─ Mi hijo mayor, siempre confiabas demasiado en ti, admiraba eso de ti pero sabía que tarde o temprano llegaríamos a esto, lamento que hayas tenido que pasar dolor antes de tu deceso, te vamos a extrañar mucho hijo mío ─ decía aquel hombre mientras veía el dañado rostro de Mao. Kai estaba al otro costado de ataúd cubierto por una máscara como la de Sao, sintiendo tanto dolor y rabia, veía a su padre triste y le hacía enfadar más, su hermano mayor estaba muerto y aunque nunca coincidían, era su hermano y lo amaba, eso quemaba por dentro, una perdida familiar que siempre pesa en el corazón.
─ Dime que el responsable también está en un ataúd ahora, Sao... ─ exigió entre la rabia ─ Dime que lo asesinaste con esta misma barbarie... ─ repitió y esto hizo que Chuy desviará la mirada a su hijo menor que había estado en silencio al fondo de la habitación viendo aquella pena.
─ Aún no, hermano... tiene dos heridas de bala y está en cuidados intensivos en un hospital, estable... ─ respondió girándose, sabiendo lo que se venía ahora, conocía a Kai y sabía lo temperamental que solía ser siempre.
─ ¡¿Por qué no lo has matado?! ¡¿Acaso eres blando con ellos?! ¡¿Necesitas que te recuerde cómo se hacen las cosas aquí?! ─ vociferaba con enojo mientras caminaba hasta llegar cerca del menor de modo amenazante, sin que este se inmutara siquiera, sus ojos ámbar eran los únicos que podían verse a través de la máscara.
─ ¿Dónde está la pena entonces? Si lo mato y se va a la tumba, ¿cuál es su escarmiento?, le disparé de ese modo porqué quería que viviera, que supiera que no pudo venir con su equipo para ayudarlos y que sufra sus muertes mientras está inutilizado, entonces lo voy a matar y le diré lo que hice con los suyos... ─ explicó Sao, moviéndose para tomar asiento y después de hablar, levantar la mirada para ver fijamente a Kai ─ no comparto tus métodos medievales, prefiero la tortura psicológica, hermano... ─ finalizó Sao. Kai lo vio por un momento, sabía que su hermano menor era sádico y cruel, odiaba cuando lo veía de ese modo tan cínico, tan maquiavélico, sentía que podía ver el infierno en aquellos ojos y aunque no le asustaba, lo hacía sentir incómodo e inquieto, no le era grato. Pero Chuy puso un alto a la discusión de sus hijos puesto que no había lugar y que Sao tenía razón.
Por su parte he ignorando lo que en la mansión Cheng se vivía, los Kim había llegado ya a China y ahora iban rumbo a la casa que previamente habían preparado, también ubicada en las montañas en un lugar oculto que los hombres de Min habían logrado conseguir, iban a prepararse para salir esa misma noche a la reunión con los Cheng, entonces Jin vería cara a cara a sus oponentes y al retador Sao, aquel que tanto revuelo había causado en sus líneas, los demás estaban preparados también para aquella reunión pues nadie sabía que esperar de esa noche.
─ Iremos solo los Kim, pero no porque quiera sacar a los demás, es porque si ellos intentan atacarnos ustedes estarán alerta, al frente iremos Junho, Nam y yo y como acompañante irán Harper, Yoongi y Jungkook, solo seis porque ustedes dirigen tropas y deben analizar al enemigo, nadie conoce a Kai y Sao, son un enigma pero sus máscaras aquí son un signo de tortura, muerte y destrucción, tenemos que ser cautelosos y más sádicos que ellos, no habrá piedad si buscan la guerra ─ habló Jin a su gente quién obedecía a ojos cerrados cada directriz que este daba.
La hora por fin había llegado y de las calles de las montañas iba saliendo la caravana de tres camionetas dónde la comitiva estaba viajando, los que habían sido elegidos iban ahora a reconocer he identificar a sus adversarios, también abogar por el cuerpo del líder RockB, era lo que más importaba porque la guerra por el narcotráfico siempre iba a existir sin importar los diálogos que entablaran porque la sed de poder siempre iba a dominar.
Todo estaba listo y dispuesto para la reunión de los Kim con los Cheng, pero en Seúl, tal y como lo había dicho Sao, Jimin estaba en cuidados intensivos pero estable, esperando recuperarse aunque fuera lentamente, Jade no se había separado de él en todo este tiempo mientras que eran custodiados por Taeyang, integrantes del escuadrón de V, ella admiraba a su amado protector mientras dormía, lo veía hermoso pero le dolía verlo conectado a aquellas máquinas, con su pierna rota y su hombro herido, el ambiente se volvía nostálgico en ese momento porque ella no podía hacer nada para hacerlo sentir mejor.
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