Las horas pasaron y Sao se puso en pie luego de despertar junto a Lyna, quien ya había renovado el espíritu de su señor, lo amaba de una manera tan enfermiza que no le molestaba ser su esclava, acariciar su cabello y llamarlo "mi señor" ;era un privilegio que no cualquiera se podía dar y ella lo tenía y era correspondida, que era lo que más feliz la hacía pero fue sacada de sus pensamientos cuando aquellas manos que reconocía bien se acercaron para tomarla por la cintura, su señor tenía deseos de seguir siendo complacido antes de enfrentar a los Kim.

─ Lyna, tesoro mío, me iré de aquí y te llevaré conmigo, voy a alejarte de este ambiente tan dañino te haré mía a diario... ─ le decía Sao mientras que una de sus manos buscaba humedecer aquella zona íntima para poseerla nuevamente como la noche anterior.

─ ¿Qué hay de los Kim y de tu padre...? ─preguntó la joven entre gemidos y sintiendo como aquel bien dotado miembro se abría paso en su interior.

─ Ellos no confían en mí, no los necesito y los Kim sabrán cómo encontrar a su líder, necesito una verdadera vida, por eso me iré, mañana huiremos ten todo listo, mi amor, te amo tanto.... ─ dijo una vez que la había empalando por completo y comenzando a moverse en su interior.

El tiempo siguió en aquella habitación entre la pasión y el calor de ambos cuerpos, el frío de afuera no lograba llenar aquel lugar porque había tanto amor que se convertía en una hoguera, Sao estaba tan cansado de sentir que no encajaba, su padre demostraba mucho amor por él, lo hacía pero no hablaba con la verdad y eso simplemente no era justo porque tanto Mao como Kai le habían ocultado cosas aliados con Chuy.

Los Kim por su parte había estado preparando toda una estrategia, estaban listos para cualquier ataque, no tenían idea de las decisiones que Sao estaba tomando, por lo tanto; reconocían que ese era un enemigo letal de cuidado al que iban a enfrentar tarde o temprano porque no iban a desistir de buscar el refugio, ahora que sabían o más bien que sospechaban que Taehyung seguía con vida, que seguía siendo prisionero y que podría estar sufriendo, muestra de ello era la sangre que habían encontrado en el extraño camino que suponían era en dirección al refugio.

Shun tenía órdenes de atacar a la mañana siguiente, Sao estaría observando; todo listo para intervenir en caso de que sus hombres empezarán a ser derrotados, esa era una deficiencia que el enmascarado no había podido cambiar, su entrenamiento era mediocre y salvaje, Kai no se esmeraba porque su gente supiera defenderse y solo eran adiestrados en armas, algo en lo que si eran buenos. Sao bajó como siempre a tomar la cena con su padre, después de todo lo amaba, lo había protegido siempre aunque no lo recordara, no recordaba gran parte de su vida y eso en muchas ocasiones le generaba confusión

Jin por su parte seguía perdido en sus pensamientos, había bajado a la zona de prácticas de tiro y liberaba su frustración disparando a la cabeza de la figura de cartón, era tan bueno que daba siempre en el mismo punto, hasta que otra arma disparó junto a él, un tiro en tórax, abdomen y cabeza. ─ Así pienso acabar con Sao, así pienso hacerlo caer y bajarle los aires de grandeza que maneja... ─ dijo Harper para luego girar su mirada a Jin directamente, una mirada firme y elegante que la hacía ver peligrosa.

─ No quieres acabar con Sao, créeme, quieres a Chuy, en el fondo sabes que su hijo solo está cumpliendo órdenes y que de alguna manera es una marioneta que el viejo controla desde esa maldita mansión, quieres a Kai porque sabes que fue quién torturó a Taehyung o quién lo sigue haciendo, ─ decía Jin mientras guardaba su arma para luego tomar asiento en una de las bancas que había detrás de ellos.

─ ¿Viste la foto? ─ preguntó Harper refiriéndose a la que Mao había enviado para decirles que Taehyung había muerto, que se había suicidado tirándose al vacío.

─ Por supuesto, la vi, la analicé, me dolió verlo en un charco de sangre, ver marcas en sus muñecas, golpes en su rostro y sus ojos cerrados a la vida, no dudo que estuviera cansado pero se me hace difícil de creer que hubiese tomado una decisión así a la ligera, si lo hizo algo debió motivarlo, pero mi teoría es que intentó escapar y alguien quiso detenerlo y lo empujó, no se son cosas mías quizá... ─ meditó Jin tratando de respirar pero él estaba conservando en su interior una teoría más descabellada, más irracional e ilógica.

─ Sí Emily estuviera viva seguramente te habría ayudado a tenerlo lejos de este mundo o quizá ya lo traía en la sangre y era algo inevitable... ─ Harper liberó un suspiro frustrado ─ lo vi una vez nada más en Liverpool, es un muchacho hermoso... podría ser perfectamente un modelo, mi corazón lo amó inmediatamente porque la sangre llama, lo sé, quiero que vuelva, quiero sentir y saber que sigue con vida porque en caso contrario también yo habré fallado ─ finalizó Harper.

Jin bajó la mirada porque desde que todo esto había empezado había sentido que le falló a su difunta esposa y era por eso que trató de mantener a Vanessa lejos de este mundo pero es demasiado invasivo para hacerlo, la vida de los que le rodean siempre estarán en peligro y aunque muera siempre habrá quien buscara lastimar a los que ama porque es como una plaga que nunca acaba, Yoongi era el claro ejemplo de ello, pero no tenían tiempo para ponerse a llorar sobre lo que ya habían elegido y a lo que ya pertenecían desde hace tiempo.