─ ¿Por qué ese tipo usa una máscara?, es decir es tan buen guerrero que no va a importar que tanto daño tenga en el rostro, sería como su marca... ─ cuestionó Jungkook viéndose en medio de los tres jefes Kim.

─ Hace unos años, hubo un ataque a la casa Cheng, entonces tanto Kai como Sao eran unos niños, en el fuego cruzado se inició un incendio justo donde los niños estaban refugiados, se dice que Kai intentó salvar a Sao pero resultó con quemaduras en la mayor parte de su cuerpo, por su parte, Sao solamente en el rostro.

Se dice que ambos quisieron ocultar sus cicatrices porque no podían ir ni al colegio sin ser motivo de burla, nunca más salieron de su casa ni se mostraron al mundo porque no soportaban las miradas curiosas sobre ellos, actualmente es la marca de crueldad de esos chicos y no hay forma de evitar que sean lo que son puesto que la misma gente formó sus caracteres, los Cheng no siempre tuvieron este estatus, vienen desde abajo y por eso luchan tan aguerridos, solo que lo hacen de modo equivocado ─ resumió Jin luego de contar la trágica historia.

─ Eso debió ser terrible para ellos durante el crecimiento, no puedo culparlos pero tampoco considero que sea la manera correcta de hacer las cosas, pero esto es el narcotráfico, todo es ilegal e incorrecto... 一 resumió Nam luego de la historia de dos vidas casi destruidas.

─ Lo fue, pero como dicen, no podemos detenernos ahora que las cosas se están complicando por esos niños que ya son hombres, tenemos que ser tan fuertes como ellos... ─ concluyó Jungkook mientras recostaba su cabeza sobre la almohada.

Mientras los señores Kim se encargaban de hacer sentir bien al Dragón negro, Jimin revisaba los últimos datos que le había enviado Howie, no pensaba quedarse de brazos cruzados y ya las horas se estaban terminando, los dos días de gracia concedidos a Sao se estaban acabando y todo parecía indicar que el primero en atacar sería el Dragón azul, ya no habría tregua tal y como lo había prometido porque ya estaba cansado de ver a su gente sufrir, más que todo a su hermana que era quien más estaba siendo afectada por la guerra entre los narcos.

─ Los tenemos, vamos a atacar en cuanto amanezca, ya estoy cansado de esto... ─ dijo Jimin sintiéndose agobiado ─ quiero que desde ahora rodeen el edificio, nadie sale o entra sin que ustedes lo sepan, también el número del apartamento, sé que es pertenencia de Sao pero ahí tiene a su hermano mayor y con él es la guerra, también quiero lanzallamas porque vamos a incendiar todo el lugar, solo así conocerán el poder de un verdadero dragón... ─ la voz de Jimin en ese momento era siniestra y misteriosa, definitivamente algo en él había despertado y no era bueno.

Así como se los habían ordenado, los Amaya y Kim fueron ubicándose de modo estratégico en aquel edificio, el apartamento de Sao estaba en el piso 18 del White Linen Houses, en la zona más exclusiva de Gangnam, cercano al Jamwon Hangang Park, los equipos de Jimin estaba vigilando cada segundo pero no contaban con que en una de las salidas, Mao Cheng fuera en su vehículo completamente solo, parecía que Sao estaba consciente que la tregua de dos días estaba por terminar y no iba arriesgarse a que lo atacaran estando juntos o quizá Mao se había cansado de las burlas del menor que eran constantes, este había perdido el respeto por el mayor.

─ Mochis, Mao acaba de salir del edificio del hermano, ya está una comisión siguiéndolo para saber dónde va... ─ reportó Tachi mientras lo veía irse.

─ Está bien, tranquilo, preparen el ataque en donde sea que éste se aloje, dejen el edificio de Sao y síganlo, yo llegare en minutos luego de su aviso... ─ respondió Jimin mientras se preparaba para salir con su equipo táctico.

─ ¿A dónde vas? ─ preguntó Any llegando por detrás de su hermano viéndolo vestido con el típico atuendo que en otras ocasiones había visto en Jungkook y sabía que iba a luchar.

─ Tengo una guerra en pie hermana, sabes que todo es por nuestra familia, por todo ese daño que nos han hecho, Mao no nos va a dejar en paz nunca, no quiero que te lastime... ─ le decía mientras se acercaba a ella para abrazarla protector contra su pecho.

─ Tengo miedo de que un día no vuelvas, que te hagan lo mismo que a Taehyung, no quiero sufrir como Ray lo hace ahora, sin poder llevarle flores a la tumba de su hermano, no podría soportarlo... ─ la joven de nuevo estaba llorando en aquel abrazo doloroso.

Jimin se sintió conmovido por la pena que su hermana sentía, pero le hizo comprender que era necesario enfrentar al enemigo para poder mantener la paz en su familia, en la ciudad y en su hogar, también para evitar que de nuevo me hicieran daño a su novio, tenían que honrar la memoria de Taehyung para que su muerte no quede impune, todo tenía una razón de ser y eso ella tenía que entenderlo y que había un riesgo para todos, eso era indiscutible pero estaban dispuestos a pagar el precio para mantener a su familia a salvo, aunque doliera.

Esa ocasión, dos hermanos habían visto irse a sus mayores, Sao desde la ventana de su apartamento había observado el vehículo negro de Mao y sentía que podría ser la última vez que lo vería, sabía que había despertado al diablo y le cobraría pero no podía intervenir porque era su misión. Any vio a su amado hermano mayor como tantas otras veces lo hizo antes, pero esta vez armado hasta los dientes, con equipo táctico y alejado de su típico portafolio y traje elegante, esta vez se veía peligroso y eso le daba miedo porque así también a él le podrían hacer daño.