En la sala de espera la clínica privada de nuevo estaban reunidos Jin, Nam y Junho, los altos mandos de los Kim, tenían mucho que procesar porque les estaban dando un fuerte golpe a todos en sus filas, luego del anuncio de la muerte de RockB todo había ido cuesta abajo y ahora sabiendo que Sao ha salido del refugio para apoyar a su hermano mayor, estaban conscientes que vendrán problemas serios y que no habrá poder humano que evite los enfrentamientos donde también habrá pérdidas de ambos equipos, de alguna manera sabían que este día llegaría porque ser número uno siempre traería enemigos.

─ Jimin va a acabar con Mao, se lo ha propuesto y como lo veo sé que lo va a lograr, debe ser cauto para que las bajas sean mínimas, después de eso retomaré yo porque no voy a dejar que Sao enfrente a nadie más que a mí, Taehyung siempre pensó en él como en un hormiguero, si lo tocas no sales ileso, por eso lo quería muerto porque es peor que Kai ─ meditó Jin luego de pensar bien en los pros y los contras que ahora debía enfrentar ante la situación que vivían.

─ Tenemos que hacerlo, Yoongi tendrá que volver a Liverpool luego de que tengamos la ubicación de Chuy, aunque no creo que quiera, querrá unirse a la guerra que vas a liderar para acabar con los Cheng, pero ¿cómo piensas negociar el cuerpo de Taehyung? ─ preguntó Nam ─ es decir, que habrá que mueva a Chuy a ser condescendiente con nosotros en ese aspecto, seguramente lo han sepultado ya en una fosa clandestina y no se... ─ en el rostro de Nam de nuevo apareció frustración pero ya se controlaba mejor para estar a la altura porque no podía perder la cabeza.

─ Oro, Nam, habrá que ofrecer oro para que nos lo den y eso es un negocio redondo, Jin y yo hemos pensado en pedir el cuerpo de nuestro hijo por oro de las cuentas privadas para que el maldito lo entregue, no tendrá como negarse sin importar lo que sea que le haya hecho, no esperamos nada bueno de ellos para con uno de nosotros... ─ agregó Junho quién sabía el plan de Jin desde hacía unos días y lo apoyaba porque ya antes había estado en ese lugar y sabía perfectamente lo que sentía, también porque Taehyung legalmente y emocionalmente era su hijo.

Todos estaban al pendiente de la salud de Jungkook, ahora estaba en una cirugía para sacar el proyectil pero los médicos decían que estaba estable antes de la operación, confiaban en que iba a salir bien de aquel ataque sorpresa que había recibido.

A Jimin no lo dejaron acompañar a su compañero porque estaba pasando por momentos de inestabilidad emocional que realmente podrían ser perjudiciales para todos, era mejor mantenerse en casa donde la paz de Jade lo podría tener a raya y acompañando a su hermana que realmente la estaba pasando mal.

Pero en otro lado de la ciudad, en un condominio de lujo, se encontraban los hermanos Cheng, mientras que Sao permanecía con su rostro oculto entre las sombras, bebiendo y en la confianza de estar a salvo, veía como un médico limpiaba y curaba los golpes de su hermano mayor.

─ Ese chico te odia con todo su ser, creo que debes tener cuidado porque no va a medirse para acabar contigo, no debes jugar si sabes que luego no vas a soportar la furia que has provocado... ─ medito Sao sin moverse de su lugar, nadie en aquel lugar podía siquiera voltear a verlo.

─ ¿Por qué no les volaste los sesos?, ¡Dejaste que me humillara y no hiciste nada para impedirlo! ─ vociferó en respuesta a lo que su hermano menor había dicho ─ te recuerdo, Sao, que me debes respeto igual que a padre... ─ exigió Mao.

─ No estoy faltando al respeto que te tengo, solo noto que estás haciendo esto demasiado personal, y eso te va a acarrear demasiados problemas, no soy tan sabio como tú o Kai, pero se notar cuando las cosas no pintan bien... no les volé los sesos porque es tu guerra, es tu honor lo que está en juego, padre pidió que fueras tú quien se encargará de los dragones y fue por eso que no mate al Dragón negro, no espero que lo entiendas... ─ respondió el menor mientras dejaba el vaso vacío sobre la mesa lateral junto al sillón.

─ Está vivo pero no le va a durar mucho, tienes razón hermano, me voy a encargar de ellos y luego seguiré con el líder, los tres Kim caerán como cayó el primero... ─ agregó aquel golpeado hombre luego de entender lo que su hermano menor le había dicho.

Jimin seguía esperando, planeando para después de los dos días, pero algo le decía que Sao sería quién iba a sustituir a su hermano mayor si este fallaba, había visto el caos y la destrucción que él solo había creado, esto le dejaba claro que no iba a ser nada fácil.

Ahora pensaba bien como atacar, no iban a irse de Seúl, no iba a permitir que los Cheng siguieran en L.A, haría de Seúl su campo de batalla, si ellos podían, lo harían y lo que se venía sería la cabeza de Mao, este que no era nada honorable.

Por su parte, Jungkook había despertado y se encontraba relatando lo que había ocurrido con él en el bar de los Cheng, nunca supo cómo o en qué momento aquel hombre lo dominó de esa manera al punto de dejarlo indefenso, sus hombres fueron literalmente ejecutados sin tener tiempo a hacer algo, aquel hombre de la máscara blanca ni siquiera parpadeó a la hora de matar, nunca antes vio fuerza y agilidad de esa magnitud, Jungkook estaba convencido de que lo dejó vivir a propósito porque de haberlo querido muerto lo estaría, las cosas se iban poniendo cada vez más peligrosas.