18
Estaban entrando por las escaleras que daban a la segunda planta, Imanol y Jungkook disparando a quema ropa a quienes les salían al paso, Jimin luchaba cuerpo a cuerpo contra uno de los hombres de Mao, mientras que este los veía desde la segunda planta, sabía que tarde o temprano iban llegar hasta donde él se encontraba, lo habían agarrado desprevenido y sin un plan en manos por lo que debía improvisar y confiar a que sus hombres supieran que hacer para detenerlos.
Pero su hermano menor no era tan pacífico, este observaba desde la sombra siendo ayudado por aquel fino traje negro que era acompañado por una gabardina del mismo color, se había metido bajo las sombras que las paredes de aquel lugar solo observando como una víbora esperando que su presa este a su alcance, nadie advertía que este se encontraba observando la escena en la segunda planta, detrás de su máscara blanca en la que solo se podían ver unos ojos color ámbar, frente a él se encontraba una pelea entre los hombres Cheng y Jungkook puesto que Imanol se encontraba en la otra zona.
Sao pudo ver como cada uno de los hombres de su hermano sucumbían ante la técnica de lucha de aquel joven, supo entonces que era un peligro inminente que debía eliminar lo antes posible, preparó su arma desde aquellas sombras y le apuntó directo a la cabeza al Dragón Negro justo en el momento en que derribó y rompió el cuello del último contrincante que lo había estado atacando.
─ Me has dejado sorprendido, pero es evidente que has ganado el título de Dragón gracias a esa excelencia en la pelea, ¿acaso todos ustedes son así? ─ cuestionó Sao saliendo de su escondite y apuntándole a Jungkook.
─ Al menos no somos tan cobardes como tú, mira que esconderte para atacar... ─ respondió Jungkook mientras veía cómo sus hombres llegaban y levantaban sus armas al enemigo que ahora lo sometía.
─ Sí, es de suponer que crees eso pero no tengo ganas de dañar mi traje en una lucha cuerpo a cuerpo, además es agotador estar sudoroso por la ciudad, prefiero pegarte un tiro y no ensuciarme las manos, ahora, dile a tus hombres que bajen sus armas porque no voy a tener consideración de ellos si no obedecen... ─ insistió Sao sin dejar aquel tono de voz de sarcasmo y burla. ─ Obedece, Dragón negro porque tenemos controlada a tu gente en esta planta, no soy el único aquí y mis hombres también están en las sombras, no soy tan estúpido como mi hermano... ─ finalizó el menor de los Cheng, pero al ver que no fue escuchado, hizo un cambio rápido y tomó a quién estaba detrás como escudo, le dio un tiro por la espalda y desde ahí les disparó a los demás que protegían a Jungkook quién giró para atacar.
Pero aquel hombre fue tan rápido que cuando al fin Jeon lo pudo localizar lo tenía encima, estaba en cuclillas sobre su víctima, aunque Jungkook tenía una gran práctica, jamás se había encontrado con alguien que se moviera de esa manera tan rápida, quizá todo lo que decían sobre él era verdad, era el peor de los tres y el más letal asesino que Asia podía haber conocido en los tiempos modernos, un sonido estruendoso interrumpió la impresión de Jungkook, luego el ardor que genera una quemadura le hizo saber que Sao le acababa de disparar y aunque no podía ver su rostro sabía que le estaba sonriendo.
─ Adiós Dragón negro, dale mis saludos al Bisonte de la roca... ─ el chino se puso en pie y como no hubiera hecho nada volvió por donde había llegado, dejando a Jungkook perdiendo tanto sangre como la conciencia en aquel pasillo solitario donde no solo él había sido herido.
Al llegar Jimin con Tachi a la segunda planta se encontraron con aquella escena, los hombres de Jeon muertos casi por mitad y él herido, Imanol estaba tratando de detener el sangrado pero le estaba siendo muy difícil porque la herida que había sido en el abdomen no cooperaba.
─ ¿Pero cuantos los atacaron? ─ cuestionó Jimin preocupado mientras Tachi llamaba para que se llevaran a Jeon lo antes posible.
─ Uno de los agónico me dijo que no fueron atacados por un escuadrón, fue Sao Cheng, lo tenían acorralado pero este los controló a todos sin más que su arma y en un movimiento rápido, tenemos que tener cuidado... creo que ustedes deben continuar mientras yo me hago cargo de cuidar a Jeon... ─ dijo Imanol analizando que se habían quedado a medio camino antes de llegar a la central del aquel edificio.
Luego de eso, Jimin con su gente continuó sabiendo que corrían más peligro del que habían sospechado, pero quería a Mao y lo iba a encontrar, porque no iba a seguir escondido, caminó por los pasillos, advirtiendo cada movimiento que se dieran en las sombras, iban más alerta que el escuadrón anterior.
─ Te estaba esperando, imagino que no has olvidado lo de tus padres... ─ dijo una voz al fondo, también era grave y profunda pero no como la de su hermano menor quien estaba al lado de este.
─ Creí que ibas esconderte como una maldita rata, aceptaré tus condolencias porque recuerdo que me confesaste tu amor por RockB y supongo que también te dolió su deceso, ¿por qué no le confiesas a tu hermano esas pasiones que ocultas? ─ retó Jimin haciendo de nuevo enfadar a Mao más cuando escucho la burla de su hermano.
La situación se había convertido en un duelo entre Jimin y Mao, porque el menor no pensaba intervenir en los combates de su hermano, además el joven parecía querer divertirse a costas de su hermano mayor y los errores que este cometiera, Mao y Jimin frente a frente era algo que no se veía todos los días.
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