Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

14


Jade estaba en su habitación en aquella enorme mansión donde era protegida de todo lo que le pudiera hacer daño, estaba ajena a lo que el dueño de aquel lugar pudiera estar pasando porque hacía un par de días que no lo veía, pero tampoco nadie le había dicho nada, empezó a preocuparse cuando una de las muchachas de servicio apareció con una expresión de preocupación en el rostro y la atendió con tanta prisa que casi ni le dirigió la palabra, tampoco le dio tiempo para preguntar por su guapo protector.

No podía negar que era demasiado atractivo para fijarse en una muchacha que provenía del campo de Luisiana que se mudó a L.A para hacer su propia vida, pero a veces pensaba y se distraía haciendo ilusiones en su cabeza de su cuento de hadas, él como príncipe y ella como una damisela en peligro y que de alguna manera era así pero para ella era solo un juego porque no aspiraba a tanto, sus pensamientos fueron interrumpidos cuando alguien tocó a su puerta y ella simplemente pidió que pasara.

─Buenos días, hermosa señorita... ─ saludó Jimin al pasar la puerta y verla, este traía su rostro un tanto demacrado, ojeras y un color palidecido que se alejaba por mucho de su tonalidad acaramelada de siempre y su bello rostro rozagante que la hacía pensar en tantas cosas.

─ Buenos días señor Park, ¿acaso has enfermado? ─ preguntó la joven viendo cómo se acercaba a su cama y le respondió negando con la cabeza ─ luces mal, no eres así, ¿qué ha ocurrido? ─ insistió ahora con más preocupación al ver que su sonrisa se convertía en una mueca.

─ Tienes que ir conmigo a Seúl, debo ir a un funeral y no puedo dejarte aquí sola, no me sentiré bien si lo hago, no voy a separarme de ti hasta que Mao este bajo tierra... ─ dijo Jimin al mismo tiempo que llegaba hasta la cama de Jade, se sentó viendo al piso con el mismo semblante triste.

─ ¿Funeral? ─ repitió ─me asustas, ¿quién murió? ─ prosiguió Jade temiendo la respuesta.

─ Mao asesinó a mis padres mientras me llamaba, esto fue hace dos días, pero ya han preparado todo para que viajemos de modo seguro, Jade, siento que eres la única con la que puedo mostrarme tal y como soy ahora, te necesito... ─ agregó el dañado joven Park al momento que giró su rostro para volver a verla.

Jade entendió la pena de Jimin y se movió para abrazarlo, él había hecho tanto por ella que ahora se sentía comprometida a ayudarlo a estar bien, quería quitarle ese dolor de alguna manera pero era imposible, tampoco se podía negar a viajar con él porque no le estaba preguntando, solo le estaba informando que debían viajar pero de todos modos no habría tenido corazón para negarse.

En Corea, los Kim habían preparado una ceremonia muy privada donde solo aquellos que conocieron de cerca a los esposos Park podrían participar, esto con el fin de que nadie se colara, tampoco se había hecho pública la ubicación de la recepción porque no confiaban en nadie a estas alturas, era todo muy hermético para tener seguridad, había una flota policial de miles de oficiales asegurando el área para que nadie temiera, incluida Jade que era importante que estuviera al lado de Mochi que se había convertido en su lugar seguro en aquellos duros momentos en los que solo la dulzura de ella le ayudaba.

Las horas de viaje pasaron y al fin estaban llegando a la residencia de los Kim dónde Any lo esperaba en la sala, la joven no había dormido en los días que iban desde el asesinato de sus padres, su rostro estaba más demacrado que el de Jimin, ella era una joven dulce que amaba a su familia aunque a veces fuera disfuncional, no había dejado de llorar en horas y eso a Jungkook le partía el corazón porque la amaba, nadie mencionaba nada de Taehyung porque era demasiado para ellos, tampoco tenían comprobado que ya no estuviera.

─ Any... ─ Jimin vio a su hermana en los brazos de Jungkook, lloraba desconsoladamente y tenía sus ojitos hinchados y su rostro ojeroso.

一 ¡Hermano! ─ respondió al momento en que corrió a abrazarlo con fuerza, lo había extrañado en aquellos días, Jimin no había sido el ejemplo de hermano pero los últimos días antes de irse a L.A había sido muy considerado con ella.

─ Ya estoy aquí, perdóname por haberte dejado sola estos días, perdóname por haber permitido que nos robaran a nuestros padres, todo esto es mi culpa ─ decía mientras protegía a su hermana entre sus brazos.

─ Bienvenidos sean, sus habitaciones han sido preparadas para ambos... ─ dijo Ray bajando las escaleras de la mansión acompañada de Ivanna, las señoras Kim estaban en la cocina preparando el banquete que le iban a ofrecer a todos los que estaban en la casa, porque aquella mansión se había convertido en un refugio para todos los que pertenecían al clan Kim ─las dos jóvenes terminaron de bajar y saludaron cordialmente a los recién llegados, ambas sentían la pena que ahora atacaba a las familias que siempre habían sido tan unidas.

La hora de irse al funeral llegó, el lugar tenía los dos ataúdes con una cantidad infinita de flores rodeandolos, Jimin llegó hasta donde estaban y entonces los pudo ver, primero a su madre, su corazón se estrujó de pena nuevamente, luego a su padre, el hombre que le enseñó todo de los negocios y con quién trabajaba antes de irse a L.A, de nuevo se sentía culpable por verlos ahí tendidos. Había perdido el tesoro más grande que había tenido, aquel que su mejor amigo siempre le enseñó a respetar y amar por sobre todo y ahora cada uno de aquellos consejos cobraba tanto sentido que dolía. 




Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro