Había pasado ya la noche y estaba llegando la media mañana, Jade dormía en la gran habitación que habían arreglado para ella mientras era observada por Jimin, este apartaba dulcemente un cabello del rostro al mismo tiempo en que su mirada se volvía dulce y lastimera. Pero ahora ya nada de lo que dijera o hiciera iba a cambiar nada, porque le habían hecho ya tanto daño a la joven que prácticamente la habían convertido en parte de todo siendo inocente y todo había sido por su culpa, por acercarse a alguien inocente sabiendo que su mundo es demasiado peligroso.

─ Señor, tiene una llamada... ─ fueron las palabras de Tachi, que interrumpieron sus pensamientos y este moviéndose en el acto fue con él.

─ Dime... ─ dijo Jimin sin ganas.

─ ¿Dónde estás? ─ preguntó la voz al otro lado de aparato móvil perteneciente a Tachi.

─ Con los Amaya, están investigando la posible invasión a la casa aunque no creo que sepan su ubicación, quizá sea una falsa alarma pero no nos vamos a arriesgar, ¿qué sucede? ─ respondió a quién le llamaba.

─ Hasta ahora no ha habido novedades, Yoongi sigue una línea de investigación pero no nos ha llevado a nada, la única respuesta que recibimos es que Cheng no lo quieren muerto, pero no pasamos de ahí, es como un bloqueo que nos impide pasar, Jimin... ─ dijo nuevamente aquella voz que por un momento denoto angustia.

─ Escúchame Jungkook, él va a estar bien porque siempre ha sido fuerte, pero nosotros debemos poner todo de nuestra parte para que su sufrimiento sea más corto, yo buscaré a Mao sin importar donde se oculte y le haré hablar, porque siento que algo enfermo es lo que esa gente planea... Taehyung es la causa de que los mercados chinos cayeran, Cheng dejó de ser potencia porque los Kim tomaron los mercados y esto lo convierte en un enemigo potencial al que no sólo la muerte puede hacerle pagar, por eso tenemos que darnos prisa... ─ prosiguió Jimin tratando de darle ánimos al decaído Jungkook que llamaba.

La conversación siguió por un rato más, tiempo en el que Jade reaccionó y logró escuchar a su protector preocupado y lo vio ponerse un poco sentimental, esto la hizo cuestionarse sobre, ¿qué clase de asesino era?, le parecía dulce y bueno cuando estaba con ella, pero en ocasiones cambiaba.

El día de la balacera lo vio disparar sin piedad e incluso regocijarse al ver caer los cuerpos de sus enemigos pero cuando hablaba con ella era diferente, la protegía y trataba bien y ahora estaba ahí en una llamada llenándose de emociones que ella podría describir como desolación, tristeza y angustia, guardó silencio hasta que este giró su rostro en torno a ella y decidió colgar la llamada para darle atención a ella nada más, parecía tan interesado en su salud en ese momento que la hizo sentir importante por un momento, algo que nadie la había hecho sentir.

─ ¿Te duele mucho? ─ cuestionó el joven Park mientras entregaba el teléfono a Tachi y le indicara que saliera de la habitación.

─ Solo un poco, cuando me muevo ─ terminó con una sonrisa ─ ¿tu estas bien? ─ preguntó ahora Jade.

─ Si, no te preocupes estoy intacto, tuve más suerte que tú... ─ respondió Jimin volviendo a verla y tocando un poco su cuerpo.

─ No hablo de lo físico, sé que no deberías pero me has salvado tantas veces que lo único que puedo hacer por ti es escucharte ─ insistió Jade, que era en realidad una chica muy dulce y ahora lo estaba demostrando.

Jimin entonces le tomó la mano y dejó un suave beso sobre ella, para después comenzar a relatarle lo que lo tenía preocupado, era la manera de sacar su estrés y sus sentimientos reprimidos porque en unos momentos tenía que bajar para hablar con sus hombres y girar órdenes dejando todo aire de ternura atrás, tenía que aprovechar cada momento en el que podía ser humano y que solo con Jade podía serlo en realidad, sentía que se volvía más liviano en peso en ese momento, en el que no era una máquina asesina.

Seúl, Corea del Sur, mansión Kim.

─Dice que está bien, pero preocupado, aunque no puedo negarte que también yo lo estoy, ahora debo irme para ayudar al Narco con el siguiente punto de los chinos... ─ decía Jungkook a Any mientras estaban sentados juntos tomados de la mano en las gradas de las escaleras que daban a la segunda planta.

─ Es su mejor amigo, siempre fue como nuestro hermano y es obvio que le está afectando, por favor ve con cuidado y gracias por llamarle... ─ respondió la joven viendo como su amado novio se ponía en pie para irse.

Ray había visto aquella escena y le había llenado de ternura y nostalgia, extrañaba a su hermano a diario pero ahora de nuevo estaba sola porque quién la ayudaba a sobrellevar el secuestro de este era Hobi y tampoco lo podía ver porque no debía ponerlo en riesgo, la joven bajó con su amiga pero en el camino vio como Ivanna, que ahora vivía en la casa entraba.

─ Ivanna... ¿saliste de compras? ─ preguntó Ray llegando junto a su amiga.

─ Sí, necesitaba un par de zapatos, pero ¿les pasa algo? ─ preguntó viendo los semblantes cargados de nostalgia de las chicas.

─ Ahora solo recordamos, ya sabes que la familia no está pasando un buen momento... ─ respondió de nuevo Ray mientras Any permanecía en silencio.

─ Me han contado muchas cosas de nuestro hermano, creo que cada palabra que me dijeron sobre y créeme que aunque en su momento pensé que era un niño mimado caprichoso, me di cuenta que es la base de esta familia, él ha logrado mucho y tú has sido testigo de ello, así que tengan fe que va a volver y que está bien... ─ Ivanna de alguna manera buscó devolverles la sonrisa y hasta donde vio, lo logró pues ambas cambiaron sus rostros a uno lleno de fe.

Ahora Ray y Any tenían a una nueva compañera, legalmente hermana de Taehyung y prima Ray pero genéticamente no había vínculos de sangre que los uniera.