China, Bosque de Changbai. Mansión y escondite de los Cheng.

─ Kai, voy a aclararte algo... ─ Chuy, el anciano entró a la habitación que si se detenían a analizar no parecía una prisión, era un lugar tranquilo, tradicional de ese país y con las comodidades que ellos mismos tenían ─ el joven Kim no es nuestro prisionero, te dejé a cargo no para que lo maltrates, más bien para que estuvieras al pendiente de que lleve bien su tratamiento, pero vengo y veo que lo has sometido a una cruel tortura siendo nuestro huésped... ─ reprochó aquel anciano con enfado y dando una orden con una señal para que ayudarán al "invitado".

Taehyung escuchaba todo lo que estaban diciendo pero no se atrevía a hacer ni un solo movimiento, mientras escuchaba su mirada estaba perdida recorriendo aquella habitación que en otro tiempo le habría gustado que fuera la de un hotel de montaña, pero mientras veía todo notó el brillo de algo bajo un gavetero, parecía la hoja filosa de algo, quizá antes hubo ahí otro prisionero y nadie se dio cuenta que ese puñal estaba ahí, seguramente nadie lo sabía sólo él.

Sintió cómo retiraron las esposas, limpiaban sus heridas, pudo ver que eran las mucamas que lo estaban cuidando, ellas siempre lo duchaban y vestían y ahora lo hacían de nuevo pero aquellas inyecciones que le parecían tan dolorosas y molestas lo dejaban tan aturdido que muchas veces no sabía que era de él, terminaba inconsciente mientras era atendido y esta no fue la excepción, ni la discusión entre los Cheng lo pudieron mantener despierto, ni saber que Chuy no le quería hacer daño físico le impidió quedarse dormido en una especie de coma corto en el que no se enteraba de nada.

Los Ángeles, Estados Unidos.

─ Después del tiroteo se esparcieron, sus vehículos a diferencia de los nuestros no son negros y han optado por colores que se pierden rápidamente entre en tráfico en Sunset Beach pero creemos que podemos marcar una línea de vigilancia para perseguirlos la próxima vez que nos ataquen sin que ellos lo sepan, además le pedimos a Howie que se pase unos días a las oficinas centrales y le prepararemos ahí todo lo que necesite para ayudarnos con eso... ─ explicaba Tachi en la sala de conferencias del hotel donde todos estaban reunidos y a la cabeza Jimin que escuchaba atentamente cada palabra.

─ Entiendo que este sujeto ha sido bastante inteligente para saber manejar las cosas, quiero que nosotros vayamos un paso adelante, tengo que reunirme con El Narco lo antes posible y sacarle toda la información necesaria a este tipo, vi que no teme que le saque los ojos por mirarme directamente, no teme que le corte la yugular y lo deje sangrar hasta la última gota, porque eso me pedía cuando estaba frente a mí en el parque y se lo voy a cumplir, lo voy a matar lentamente... ─ dijo Jimin mientras se oscurecía su mirada al hablar, despiadado y frío.

Mientras hablaba era observado de cerca por Jade, ella ahora estaba analizando lo bello de su rostro, nunca antes había visto a un extranjero que luciera tan bien, por los nervios no lo notó antes pero tenía unos labios bastante carnosos que se volvían irresistibles cuando ponía esa expresión fría y seria que combinados con los ojos felinos que poseía se volvía afrodisiaco para cualquiera, ella jamás conoció a alguien de clase alta porque siempre estuvo muy ocupada saliendo adelante en la granja de sus padres, pero este hombre era la idea exacta de lo que siempre le dijeron que debía ser un príncipe.

Pronto fue sacada de sus pensamientos cuando su teléfono celular sonó y vio que era de su trabajo, lo tomó y respondió a la llamada.

─ Señorita Hoshner, el director me ha pedido que le informe que debe pasar a recoger sus cosas esta misma tarde al salón que usaba, esta despedida y ya se le ha depositado lo que por ley le corresponde, también le hemos dejado una carta recomendación por si acaso la necesita para su próximo empleo, nuestro director no tolera que nos haya puesto en peligro con una actividad tan sencilla y menos que se haya largado con uno de los delincuentes que formaron el tiroteo... ─ informó en un tono molesto la asistente de la dirección para luego solo colgar la llamada dejando a Jade con una expresión de desolación en el rostro, ella amaba su trabajo y a los niños con los que había estado compartiendo tanto tiempo, de nuevo las ganas de llorar volvieron pero estaba en un lugar público y le daba mucha vergüenza hacerlo.

─ ¿Pasa algo? ─preguntó Jimin mientras llegaba por detrás de ella.

─ No... ─ dijo al mismo tiempo que negaba con la cabeza pero sus ojos la traicionaron pues las lágrimas volvieron a caer.

─ Oye vamos, sé que no es lo como estar allá afuera pero tampoco es tan malo para que de nuevo estés triste, por favor cálmate, ¿sí? ─ Ahora él no pudo contenerse y entonces la abrazó contra su pecho, le daba mucha pena verla tan dañada por su culpa.

─ Acaban de despedirme porque nos atacaron en el evento y porque me vine según ellos con uno de los delincuentes del tiroteo... mi trabajo era lo más bello que tenía... ─ dijo entre lágrimas la joven, ya no podía más con todo.

Jimin suspiró profundo para luego pensar en algo que le ayudará a la joven que sin querer había arrastrado a su mundo, tal y como en algún momento pasó con su hermana hace algún tiempo atrás, cuando Taehyung perseguía a Jungkook creyendo que Any se había fugado con él y que eran cómplices. Pensó entonces en llevarla para que sacara algunas cosas de su casa siendo que ya habían revisado y no habían encontrado nada, la joven necesitaba sus documentos para poder estar fuera de su casa sin problemas así que se veían en la obligación de ir si o si a al apartamento de Jade.