─ ¿Qué piensas hacer ahora? ─ preguntó Harper mientras acomodaba su cabello que minutos antes había sido revuelto por otro encuentro apasionado que había sido más fugaz.

─ Nada, seguramente ya estoy siendo vigilado y ellos están haciendo el trabajo por mí, visito sólo comercios que trabajan conmigo y eso lo sabemos solo mi gente y yo, estos sujetos ni se lo imaginan, los hoteles tienen la mayor cantidad de droga y se encargan de vender a personas que manejan más dinero, algo que yo no alcanzo ni siquiera a tocar porque ya habrá alguien que lo haga, ya di mi movimiento y ellos ni se dieron cuenta ─ finalizó Yoongi mientras veía por la ventana.

─ Sigues siendo el mismo inteligente y perspicaz del que me enamore como chiquilla hace años, es una lástima que no siga siendo así, serías mi ídolo ─ agregó Harper acercándose por la espalda del mayor para abrazarlo.

─ Es por eso que me amas tanto, ahora vamos a trabajar, ya nos hemos divertido demasiado y tenemos que alejar a estos malditos del Royal lo más que nos sea posible ─ expresó Yoongi dándose vuelta para besarla nuevamente pero pronto volviendo a su semblante serio.

Yoongi de nuevo salió del edificio de Harper siendo observado desde la ventana por la mencionada, de alguna manera sospechaban que Moses no iba a quedarse de brazos cruzados pero esa era la idea, estar en el centro de su atención, decirle que si a todo lo que dijera que lo mantuviera alejado de Taehyung.

Por su lado y en su base, el colombiano ahora meditaba sobre lo que había visto, escuchado y analizado en la oficina de Harper, pero nada había sido tan fácil porque ella sabía perfectamente cómo manejar sus emociones y Moses no había podido encontrar nada.

─ Él está con ella, no se ocultó para nada y aunque no hayan revelado nada estoy seguro que algo grande hay detrás de todo esto, si mis sospechas son ciertas; van a apoyar a los mexicanos para expandir sus negocios, ellos son sus proveedores y por supuesto que van estar de la mano... ─ decía el colombiano mientras tocaba su barbilla perdido en sus pensamientos.

─ ¿Qué haremos entonces? ─ cuestionó su segundo hombre al mando mientras lo escuchaba.

─ Vamos a atacar a los mexicanos, sólo así sabremos la verdad. De ese modo veremos los verdaderos planes que tengan los coreanos, la mafia Kim, El Clan del Narco o como los conozcan, ellos no van a ser más listos que yo y les voy a recordar que tenemos una deuda pendiente... ─ aquel hombre se puso en pie y sintió como su enojo de nuevo subía al recordar la historia.

─ Señor, ¿qué ocurrió en el pasado?, nunca supe porque inició la guerra que casi nos destruye... ─ siguió cuestionando aquel secuaz.

─ Hubo un tiempo en que todo iba bien, emigramos de nuestro país para extender nuestro negocio, para nuestros carteles fueran reconocidos a nivel mundial y que nos temieran y lo estábamos haciendo pero entonces alguien se interpuso, los mexicanos vinieron también y tomaron como base Liverpool, pero no venían por sí solos, se había aliado con la mafia coreana liderada por los Kim, nuestro líder de aquel momento no iba a permitir que ellos vinieran y se quisieran adueñar de este mercado. Por lo que les declaró la guerra.

Empezó entonces a enviar advertencias, tomó a algunos de los colaboradores para torturarlos hasta la muerte pero el jefe creía que los mexicanos eran los enemigos, sin embargo al interrogar a los mexicanos que torturaba se dio cuenta que los verdaderos líderes eran los coreanos, entonces las cosas cambiaron, nuestro líder quiso ponerle un alto a los asiáticos.

Fue entonces buscó a uno de sus hombres, le implantó una bomba y lo envió de vuelta a casa, pero aquel tipo gritaba desde fuera, sí algo tienen los Kim es que no dejan morir a su gente y este hombre sabía que al verlo iban hacerlo, por lo mismo no dejaban que nadie se acercara a él, porque sabía que en cualquier momento iba a estallar.

Jin salió entonces, nosotros estábamos ocultos esperando a ver el impacto, pero no se dio como pensábamos porque la lealtad de aquel sujeto evitó que los Kim murieran porque le gritó todo lo que le habíamos hecho pero jamás intentó entrar hasta que su cuerpo explotó en pedazos frente al líder de los Kim, aquel hombre no era nada más ni nada menos que Min Hanseon, padre Min Yoongi, quien ahora ustedes conocen como Suga.

Desde ese día los Kim nos persiguieron y la guerra se liberó sin tregua, Min buscó destruir a nuestro líder, que para ese entonces no era otro que mi padre, pero Seokjin fue quien asesinó sin piedad a nuestros hombres. Dejo que Suga solo se encargara de mi padre para él divertirse con los colombianos que pudo atrapar, yo de nuevo fui testigo de todo y enardecí en rencor y sed de venganza, por eso dejé que las cosas se calmaran, pasó un tiempo en el que los vigile.

Entonces vi que Seokjin empezó salir con Emily Wittemberg, hermana mayor de Harper, ella sería el motivo de mi venganza, ya que en esos días el matrimonio se llevó a cabo y la joven y hermosa mujer pasó a ser parte de la familia Kim y traía un bebé con ella, los vigile más cada día que pasaba y cuando el bebé nació supe que era mi momento, se hizo una trifulca en la que la policía supo quién era el Narco y lo perseguía, pero yo tenía a la mujer del Narco... me deshice de ella lentamente y luego tiré su cuerpo mutilado a la basura...ese fue el final de la señora Kim 一 relató Moses en parte de la historia y como la guerra entre los colombianos y el Narco había empezado, pero la historia continuaba y por lo mismo no debía saber que había un heredero que luchaba por su vida.

Pero Yoongi y Harper tampoco habían olvidado que Moses era parte de las desgracias que sus familias habían vivido y ellos unidos no iban a permitir que volvieran a tocar a sus seres queridos.