Después de aquella entrega entre Any y Kook las cosas seguían bien, ellos se amaban y así los días pasaban, Ray y Hobi también estaban completos dentro de su relación, luego de que Yoongi dejará a este como administrador del bar en Seúl donde ahora ganaba mucho más dinero.

No había nada ahora que se opusiera entre la joven Kim y Hoseok, él ya ni tenía miedo de lo que fuera a pasar en un futuro, pero Ray después de saber que su hermano estaba vivo había pedido verlo y de alguna manera los Kim entendieron, le explicaron que no podría hablar mucho con él porque las inyecciones que le aplicaban le causaban fiebres y delirios.

─Taehyung... ¿Puedes escucharme? ─preguntó acercándose a este ─ soy Ray, por favor dime algo hermanito─ insistía la joven.

Taehyung al escucharla pareció reaccionar pero sus palabras parecían no tener sentido. Eran puros balbuceos que parecieron apagarse tan pronto como habían empezado, estaba claro que su cerebro no estaba manejando la información de modo correcto, muestra de la gravedad de su estado.

Ray tocó el brazo del joven y se dio cuenta ardía en fiebre pero no podían hacer mucho por él ya que cuando no lo inyectaban el suplicaba por la misma a los médicos obligado por lo horrible de los dolores que sus lesiones le provocaban, la joven lo observó por un rato y de nuevo la mirada arrepentida de su hermano llegó a su cabeza.

Esa sería la última vez que Ray vería a su hermano, no podría estar viajando porque podría levantar sospechas, tenía que despedirse de él y esperar a que fuera él quien la buscase, Taehyung ni siquiera supo que ella estaba ahí, el letargo de los medicamentos lo aturdían y mantenían lejos de la realidad.

Por otro Any había tenido que acostumbrarse a vivir también sin su hermano, este había tenido que irse a Los Ángeles para poder mantener el anonimato y que su familia estuviera a salvo, sabía que la familia de Dohko lo buscaba para vengarse pero ahora era intocable he inalcanzable.

Para todos la vida había cambiado, más cuando el Narco ahora estaba libre, siendo protegido por el jefe de la policía y cubierto por su hermano menor Junho, Jin estaba en la cima de pirámide de poder, después estaban sus dos hermanos y luego sus líderes Kook, Jimin y Yoongi.

Ahora que Jeon también había aprendido a manejar el negocio trataba de relacionarse lo menos posible con las personas que antes conocía, pero siempre seguía corriendo en las noches, las carreras clandestinas eran algo que lo hacían sentir vivo, tenía buenos amigos ahí también, los que siempre estuvieron con él.

Sin duda su vida cambió desde la bella Any se cruzó por su camino, ahora despertaba en un penhause que Jin había comprado para él, en una enorme cama con sábanas blancas y algo de cruda afectado su cabeza, entre el dolor y la luz logró ver las torneadas piernas de Any que salían de la sábana, sabía que estaba completamente desnuda al igual que él pero ahora dormía plácidamente, admiró su cuerpo a medio cubrir y luego su rostro delicado y dulce, como cambiaba cuando la hacía suya a un rostro sensual y excitado, definitivamente ella era lo mejor que le había pasado.

Se puso en pie cuidadoso y llamó a uno de sus hombres, quería un anillo, más champaña y comida, quería despertar cada mañana con esa adorable mujer que ahora estaba ahí junto a él, se metió a bañar mientras esperaba y cuidó del sueño de la joven.

Tiempo después Sobin, el hombre al que había enviado, volvió traía una colección de sortijas para que Jungkook escogiera la que le gustase más para su amada, también alimentos y la bebida que le habían pedido, Kook recién había tomado la decisión de formalizarse con Any pero estaba emocionado.

Volvió a la habitación y vio que su dulce mujer ahora estaba en la ducha, colocó todo para estar listo cuando ella saliera, traía puesta su bata de baño nada más y pantuflas, así buscó una colección musical que fuera perfecta para la ocasión y espero a la salida de ella.

Para Any fue una verdadera sorpresa ver a su amado sentado tras una preciosa mesa redonda con comida y otra silla que la esperaba justo en el centro de la habitación, esta sonrió viéndolo y él le correspondió con una sonrisa dulce como siempre solía ser para ella.

─Por favor acompáñame a desayunar, no te vas a arrepentir ─ pidió Jeon cambiando su dulzura a algo muy sensual.

─Sabes que estás loco, ¿verdad? ─ respondió la joven guiando su cuerpo hasta la silla frente a Jungkook.

─Ñee me lo han dicho antes, pero no me inquieta, sé que tú así me amas, princesa mía ─ replicó aquel enamorado joven.

Ambos comenzaron a degustar de aquellos alimentos entre una amena conversación y risas, todo era paz y amor en aquel momento, habían despertado juntos después de una de las tantas noches de pasión que siempre tenían.

─Any, amor mío, sé que no nos conocimos en las mejores circunstancias y que ahora yo no soy eso que tu soñabas de pequeña pero te prometo que haré lo que sea por mantenerte a salvo siempre, te prometo que voy a cuidarte y a respetarte pero necesito que me digas ─se colocó de rodillas frente a ella ─ ¿Quieres ser mi esposa? ─ concluyó.

Any lo veía emocionada, desde que empezó a hablar había reconocido ese ritual porque se lo había imaginado así antes, no lo podía creer, ese momento había llegado y su corazón daba latidos fuertes de pura felicidad ─¡Claro que sí, acepto! ─ respondió.

Jeon colocó el anillo en su mano, para luego fundirse en un apasionado beso, poco a poco se guiaron hasta la cama donde sellarían su compromiso con una nueva sesión de amor y lucha entre cuerpos donde solo el amor ganaba.

Jeon Jungkook aprendió que nada estaba escrito en piedra y que él amor se encontraba donde menos lo esperaba, ahora estaba comprometido y pronto habría boda, pero de momento solo importaba el hoy, este momento en que estaban vivos y amándose, el momento en que más felices son porque no hay límites para amarse.

Fin pt 1