Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

𝟮𝟭 | Chica Tsundere

CAPÍTULO 21

𝐍𝐀𝐈𝐀
______________________________

Luego de que todos terminamos de comer, cada uno se fue por su propio camino; a excepción de Taehyung y yo. Él se ofreció a acompañarme a mi casa cuando le dije que me iría caminando. Al principio le quise hacer saber que no era necesario que hiciera eso, pero Tae no aceptó un “No” por respuesta y terminé dejando que tuviéramos nuestra caminata nocturna.

En un momento sentí frío por la corriente de aire que pasó en ese instante, pero el pelinegro lo entendió como si estuviera tiritando desde que salimos de la cafetería y me colocó su propia chaqueta sobre mis hombros. Yo lo regresé a mirar cuando noté que su brazo permaneció a mi alrededor, Taehyung aplanó sus labios en una pequeña sonrisa a la misma vez que nos íbamos acercando más.

Él es tan lindo cuando actúa de este modo.

―No tienes que hacer nada de esto ―digo, mirando otra vez hacia delante―. Estoy bien.

―Solo déjame tratarte como se debe ―replica―. Quiero cuidarte de algún resfriado.

―¿Y qué hay de ti? ―ahora soy yo la que replica. Reparo en él una vez que me detengo y me quito su chaqueta―. Tú también debes de cuidarte de algún resfriado. Estamos a días de nuestros finales y no sería nada agradable para ti que te enfermaras.

―Yo estoy bien. Tú me preocupas más ―Taehyung otra vez vuelve a ponerme su chaqueta antes de hacerme caminar otra vez―. Además, ya casi estamos en verano. Es imposible resfriarse en esa temporada.

―¿Y tú cree que yo sí me enfermaré? ―inquiero sarcástica. Taehyung emite un ruido para dar una respuesta afirmativa a mi pregunta―. Te juro que estoy bien.

―No, yo te cuido ―habla con determinación.

Luego de unas pocas cuadras, llegamos a mi lugar favorito de este camino, el cual era un peque parque rectangular que tenía una vereda por donde se camina con algunas cuantas bancas de madera a los costados. Lo mágico de aquí es cómo los árboles de roble crean una especie de arco que en las mañanas te proporciona sombra, pero en la noche, este mismo lugar se convierte en uno muy cálido con las luces led amarillas que cuelgan de este.

―Vaya, es muy bonito por aquí. ―Comenta Taehyung asombrado.

―Sí, me gusta mucho este sitio.

Mientras que seguíamos caminando, pasamos por una banca en la que estaban sentados una pareja de anciano. Ellos se estaban riendo de sus propias cosas a la misma vez que estaban tomados de la mano. El anciano dejó un beso en la sien de su mujer antes de dejar descansando su cabeza en el hombro de ella.

No me había dado cuenta de que Taehyung y yo nos lo habíamos quedado mirando con quién sabe qué cara para que los ancianos nos saludaran a ambos. Los dos devolvimos el saludo antes de continuar con lo nuestro.

De pronto, mis ojos se perdieron en el horizonte, pero mi mente no dejaba de dar vueltas a las palabras que Taehyung soltó sin querer la noche anterior. Ver a esos dos ancianos me hizo recordarlo.

¿Debería de tocar el tema con él?

—Sabes, Taehyung, aún no puedo quitarme de la cabeza lo que dijiste ayer —comencé, mirando hacia abajo mientras caminábamos—. Esa confesión de que solo te casarías si fuera conmigo...

Él esbozó una sonrisa, como recordando el momento.

—Fue un impulso, en serio. No pretendía soltar algo así —empieza a disculparse—. Perdón si te incomode…

—No es nada de ello —tajo antes de que acabe de hablar—. Fue una confesión tan inesperada y a la vez tan tierna.

—Entonces… ¿significa que te gustó oírla? —Asentí, con las mejillas tibiamente sonrojadas—. Naia —Taehyung hace que me detenga un momento. Baja su mirada para buscar mis manos y sostenerla—, yo quiero decirte que… Es difícil para mí decir lo que siento, porque creo que no existe ni una sola palabra que aborde de manera concreta todo lo que me pasa contigo. Por un lado, siento que estoy en deuda contigo por todo lo que te hice sin querer, por la forma tan idiota en la que te traté al comienzo y por hacerte perder el tiempo cada vez que nos reunimos a estudiar. Pero por el otro, hasta antes de unos días de meter la pata contigo, yo ya me sentía cómodo y me gustaba pasar el tiempo a tu lado; ya sea estudiando o simplemente hablando. El hecho de que hayas estado para mí cuando lo necesité, el de confiar en mí y en las capacidades que tengo para aprender, el solo hecho que hayas logrado hablar bien de mí frente a mi mamá, que es una de las personas a la que más trato de impresionar a pesar de que sea muy tarde… —Taehyung suelta un suspiro a la misma vez que relaja sus hombros—. Eres una chica encantadora y no bromeaba cuando te dije que solo sería capaz de casarme si es contigo. En ese momento no había otra chica más que tú con la que pudiera relacionar las palabras matrimonio o compromiso.

Esa fue una fuerte declaración que me ha dejado sin palabras.

—Yo… Yo no sé qué decir —exhalo nerviosa—. Necesito… Necesito ordenar mis ideas. ¿Podría darte mi respuesta llegando a casa?

Taehyung asintió, respetuoso, permitiéndome este tiempo para organizar todos mis pensamientos con respecto a lo que siento por él.

Me gusta Taehyung, eso está claro para mí. Pero es como si estuviéramos en un terreno desconocido. Hace poco, enfrentamos algo que me removió por dentro, tocó un punto delicado de mi pasado. Y aunque sé que sus disculpas fueron sinceras, me dejó pensando en lo frágil que puede ser todo esto; un ejemplo de lo que trato de decir es el choque de carácter que tuvimos al principio, desde el día uno ya nos veíamos como rivales porque nuestra forma de pensar y de ver al otro era distinta.

¿Acaso no es eso un gran problema?

Pero, de igual modo, desde ese incidente, ha cambiado. Taehyung no es la misma persona insoportable que conocí al salir de la oficina de su padre. Ahora, trata de cuidarme, de mostrarme que le importo. Y lo aprecio, de verdad lo hago.

Continuamos caminando en silencio, dejando que mis pensamientos se asentaran y se concretaran de una vez en mi cabeza. La brisa suave acariciaba nuestros rostros mientras reunía el valor para abordar el tema; porque ahora, sabiendo que ambos sentimos algo más allá de la amistad, no puedo evitar preguntarme... ¿hacia dónde vamos? Me es difícil ilusionarme mucho, porque, aunque lo deseo, no sé qué será de nosotros.

¿Realmente llegaremos a ese punto en el que sus palabras se hagan realidad?

Mientras más íbamos adentrándonos por las calles de los vecindario y dejando atrás el ruido de las avenidas, mi corazón palpitaba el doble.

Doblamos a una esquina, caminamos unos cuantos pasos más hasta que, finalmente, Taehyung y yo llegamos frente a la puerta de mi casa. La tensión flotaba en el aire, pero no podía evitar sonreír un poco, agradecida por la compañía de esa noche. Nos quedamos frente a mi puerta, ambos sintiendo la magia del momento.

Sabía que era el momento de hablar, de decirle a Taehyung lo que siento por él. Sin embargo, todo estaba siendo distinto a lo que me fui imaginando en el camino; yo creí que se me haría muy fácil hablar, pero no encuentro las palabras correctas con las que iniciar.

De repente, como si la valentía me hubiera poseído, me puse de puntillas, rodeé el cuello de Tae con mis brazos y me acerqué lentamente. Miré sus ojos oscuros, llenos de expectación. Sin pensarlo demasiado, cerré la brecha entre nosotros y lo besé.

Fue un beso suave, como una respuesta a su confesión. Me dejé llevar por la ternura de esos labios que me hicieron temblar. Sentí cómo Taehyung correspondía, abrazándome por la cintura, y nuestros labios se movieron lenta y apasionadamente.

Sentí que elmundo exterior desapareció, y solo estábamos él y yo, compartiendo un momento íntimo bajo la luz tenue de la calle. Mis manos se aferraban a la solidez de sus hombros, mientras sus brazos me sostenían con seguridad. ¿Así es como se siente besar al chico que te gusta de verdad?

Cuando nos separamos, mis piernas temblaban un poco por la intensidad del momento. Taehyung me miró con cariño. Yo, temblando y sintiéndome vulnerable, decidí abrir mi corazón.

—Yo también siento cosas por ti, Taehyung. Pero necesito seguir conociéndote mejor, porque aún tengo mis dudas sobre lo nuestro.

Él asintió comprensivo.

—Lo entiendo. Sigamos conociéndonos, Naia.

—Bien —suspire nerviosa—. También, perdón por lo del beso. No suelo besar a cualquier…

—Está bien, no me incomodó —él mantiene esa sonrisa para mí que solo me dan ganas de borrársela. ¿No ve que esto es nuevo para mí?—. A decir verdad, me gustó.

Antes de profundizar más en la conversación, decidí cambiar de tema para aliviar mis nervios.

—Mañana estudiaré con Lisa en las salas de estudio de la universidad. Si quieres, puedes unirte a nosotras.

Taehyung sonrió ante mi actitud.

—Me encantaría. Gracias por la invitación.

Queriendo ocultar mis emociones, fingí estar molesta. Aunque puede que ahora sí lo esté porque él no deja de sonreírme.

—Bueno, no pienses que es una invitación especial, ¿eh? Solo porque estudiaré contigo no significa nada. Además, pásale la voz también a tu amigo —digo con recelo.

Él rió suavemente.

—Entendido, se lo diré. Buenas noches, Naia.

—Buenas noches, Taehyung. Nos vemos mañana. —Para mantener la compostura, le cerré la puerta en la cara.

Cuando yacía encerrada en mi cuarto, a solas, no pude evitar sonreír ante la extraña mezcla de nerviosismo, emoción y risas que había experimentado. Pero luego:

—¡No! ¡No! ¡No! —detengo todo tipo de sentimiento o emoción que no me estaba gustando en este instante—. Naia, cálmate, respira… Solo fue un pequeño beso y ya.

Mis palabras pudieron decir una cosa, pero mis acciones decían otra; como el hecho de haberme desmaquillado, cepillado, peinado y cambiado de ropa con música pop romántica de fondo, las baladas románticas fueron las que me ayudaron a conciliar el sueño mientras que en mi mente se repetía una y otra vez mi beso con Taehyung.

Otra vez me frustré.

—¡¡Yaaa!! —detengo la música de una vez—. Taehyung… ¡Idiota! ¿Por qué tuve que besarte? —abulto mis labios antes de acostarme otra vez—. Ahora no puedo quitarte de mi cabeza.

***

Al día siguiente amanecí un poco más tranquila. Ya no pensaba tanto en Taehyung como anoche.

Compartí el desayuno con Soomin y Minjoon como nunca antes de que la mayor se vaya a trabajar y la rubia se pusiera a hacer la decoración de un pastel que tenía que entregar hoy. Por mi lado, luego de acabar de comer, me bañé para luego ponerme a estudiar y estar preparada para las horas de estudio que planee con Lisa... Y también con Taehyung y su amigo.

Ahora me arrepiento de haberlo invitado. Espero que no vaya.

Al mediodía terminé mis cosas y decidí ir a ayudar a Soomin con la preparación de la comida del almuerzo. Ella ya estaba adelantada y la vi hirviendo fideos de arroz en una olla mientras que a un costado se encontraba la tabla de picar con cebolla china picada.

—¿Piensas ayudarme? —pregunta con una sonrisa cuando me voy acercando a la cocina—. Saca la carne del agua y córtala en trozos largos. Que tengan el grosor de dos de tus dedos.

Apartir de esa orden, me convertí en la pinche de la rubia mientras que ella se encargaba de cortar las verduras y meterlas con el fideo para hacer una especie de caldo.

Durante la preparación de la comida, ambas pudimos conversar un poco sobre cosas de mis próximos exámenes finales y los planes que tenía para el verano.

—Lisa y las demás chicas dijeron para alquilar una casa e ir a una playa —respondo con desinterés. La verdad es que hasta el momento poco se ha organizado para dicho viaje—. Vamos a ir con algunos chicos del equipo con los que somos más cercanas, el novio de Lisa, Taehyung y creo que sus otros amigos.

—¡Eso es divertido! —exclama ella—. Yo también quisiera tener unas vacaciones, pero vivo de mis postres.

—¿Te arrepientes ahora de dejar la carrera? —Sonmi repara a verme con el ceño fruncido mientras niega con repelús.

—Prefiero mil veces mis postres que la arquitectura.

De pronto, me acuerdo de algo que le dije a Jungkook con respecto al viaje a Soomin cuando me pidió que le dijera si ella también se apuntaba al viaje. Ahora aquí hay dos opciones: o Jungkook no le dijo absolutamente nada a Soomin o ella ha rechazado su invitación.

Es hora de investigar más a fondo.

—Por cierto, ¿has hablado algo con Jungkook, mi amigo? —inquiero tratando de no sonar tan interesada.

—Ah, sí —dice sin muchas ganas—. De vez en cuando me habla para saber cómo estoy. ¿Por qué preguntas?

—Buenooo... —alargo la palabra en lo que sigo cortando la carne—. Lisa me dijo que también quería que tú fueras a la playa y como yo no estaba cerca de ella en ese momento, le pidió a Jungkook que te hablara para eso. ¿Lo hizo?

Nopi. Pero me encantaría ir con ustedes —exhala con cansancio—. No creo que pase algo si cierro por unos días mi atención.

Jungkook tuvo la oportunidad de tener un tema de conversación con mi prima para todos los días y lo ha perdido por vergüenza. ¿Así cómo él quiere que Soomin se fije en él?

—Por cierto, hablando Jungkook —ella llama mi atención otra vez—. Yo a él le gusto, ¿no?

—¿Por qué lo crees?

—Porque se le nota.

Creo que a alguien ya lo atraparon.

—No lo sé —intento hacerme la desentendida y encojo mis hombros—. Pero, si así lo fuera, ¿habría algún problema?

—Pues claro —bufa la rubia—. No lo conozco muy bien, ni sé por qué le gusto. Tendría que conocerlo mejor antes de pensar en si me gusta o no.

Tuvo una buena respuesta. Luego se la haría saber a Jungkook.

Media hora después, Soomin y yo terminamos de cocinar y nos disponemos a comer de los fideos con carne que preparamos. Lo acompañamos con jugo de naranja combinado con jugos de otros cítricos. La comida y el refresco estuvieron muy ricos, más este último porque nos daba ese toque refrescante que necesitamos para esta temporada de verano.

En medio de mi comida, recibo un mensaje de Taehyung. Sin querer me atoro un poco y la rubia tuvo que auxiliarme hasta que me calmara.

Joder, en serio estaba odiando mucho a Taehyung por provocarme este tipo de cosas.

Leí su mensaje, donde me preguntaba la hora y el número de sala en el que estaríamos Lisa y yo estudiando. Le pasé el número de sala y la hora añadiéndole una hora más; Lisa y yo acordamos en vernos a las cuatro, así que yo le puse a Taehyung que fuera a las cinco de la tarde. Él envío un pulgar arriba como visto bueno antes de mandarme otro emoji, el cual era de la cara que lanza un beso.

Apagué rápido el teléfono y seguí comiendo con Soomin. Ella no perdió el tiempo y quiso averiguar más sobre qué es lo que me pasaba con Taehyung desde hace unas semanas. Tuve que responderle con la verdad a grandes rasgos para evitar que la rubia siguiera sospechando más cosas sobre mi actitud.

—Siento que me estás ocultando algo —entrecierra sus ojos mientras me apunta con sus palillos de metal—. Es raro ver que te atragantas de la nada y casualmente recibes un mensaje de Tae en el mismo momento.

—Ya... No es para tanto.

—¿Acaso se han besado? —Pregunta de manera burlesca. Yo detengo mis momentos de mi mano y miro hacia otro lado con las cejas ligeramente alzadas—. Espera —oigo los palillos de Soomin chocar contra la mesa. Reparo en ella unos segundos y bajo la mirada—. ¿Te besaste con Taehyung?

—Bueno... No sé si no me besé con él. —Respondo de la manera más ridícula que se me ocurre.

—¿Estás diciendo que no te besaste con él? ¿O que te besaste con él y no lo recuerdas? —Soomin hace más preguntas—. ¿Ayer tomaste? Pensé que fueron a una cafetería.

—No... Sería inexacto suponer que no podría dejar de decir que no es casi parcialmente incorrecto.

En lo único que puedo pensar ahora son en las respuestas de Pinocho en Shrek para evitar que la rubia sepa esa verdad.

—¿Qué? —ella frunce su ceño—. O sea, sí se besaron.

—Al contrario. Definitivamente diría que rechazo la idea de que sea posible con cierta falta de improbabilidad de que sepa o no sepa si lo besé. A lo mejor no lo hice. Y si en verdad no lo hubiera besado; y aunque no lo hubiera besado, yo no sé si pude negarme a no besarlo porque no sería gentil que yo supiera con certeza si lo be...

—¡¡Ayyy!! —Espeta ella después de tanta palabrería que ya no tenía sentido—. Voy a creer que sí te lo besaste y estás en negación.

—Está bien. Sí lo besé —finalmente confieso. Soomin abre su boca con asombro antes de cambiar esa mueca por una sonrisa—; y no estoy en negación... Solo, solo me siento extraña al saber que ayer lo besé sin ser algo.

—¡¿Cómo?! —Soomin volvió a poner su cara ingenua.

Creo que comprendo el miedo o preocupación de Soomin por lo que está pasando conmigo y Taehyung. Ella más que nadie sabe el tipo de chico era él hasta hace un par de meses. Creo que lo que más le asombra a la rubia es el hecho de que ahora yo pueda estar en algo con el chico que antes juraba no aguantar por ser todo un narcisista y creerse mucho.

—No te diré que no andes con él, porque te estaría privando —vuelve a hablar. Esta vez dice todo con una voz serena—. Pero prométeme que tendrás cuidado con Taehyung... Sé que él no te hará ningún daño físico, pero no quiero que te provoque un daño psicológico, ¿sí?

Asiento en silencio. Soomin me ofrece su mano con una pequeña sonrisa como señal de su apoyo.

El resto del almuerzo logró —en lo que yo considero— ser normal. Ella se encargó de lavar los platos mientras que yo recogía todo de la mesa antes de irme a mi habitación y aprovechar en bañarme temprano.

Cuando dio la hora en la que debía de encontrarme con Lisa, me despedí de Soomin antes de empezar a caminar un par de calles hasta la parada del autobús. Me coloqué mis audífonos como de costumbre y me quedé mirando fijamente lo que estaba a través del vidrio.

El traqueteo del autobús aún resonaba en mis oídos mientras me dirigía hacia la universidad. Observaba el paisaje que se desdibujaba a través de la ventana, perdida en mis pensamientos. Al llegar, me dirigí rápidamente hacia el edificio que albergaba las salas de estudio. Una extraña mezcla de emoción y nerviosismo me invadía al pensar que Taehyung podría estar allí esperándome.

Mis pasos resonaban en el pasillo, y la idea de encontrarme con él hacía que mi corazón latiera desbocado. Maldije en silencio por la confusión de emociones que él había desatado en mí. Después de lo que había ocurrido la noche anterior, no sabía cómo debería actuar o qué decirle.

Al llegar a la sala de estudio, no pude evitar asomarme por la puerta antes de entrar. Una rápida ojeada reveló que solo Lisa estaba allí. Un suspiro de alivio escapó de mis labios.

—Hola, ya llegué —digo, entrando a la sala.

—Ya te estaba esperando.

Me senté a su lado, y ambas empezamos a sumergirnos en los temas de nuestro curso de Terminología para el inminente examen final.

Lisa, siempre curiosa, no perdió la oportunidad y preguntó:

—Naia, ¿por qué asomaste la cabeza antes de entrar? Quiero decir, la puerta es de vidrio

Mi mente, llena de pensamientos sobre Taehyung, divagó en el tema.

—No es por nada, tranquila. Mejor dime si tienes la clase completa de la semana pasada. —Intenté desviar la conversación y enfoqué mi atención en los apuntes.

Lisa, persistente, continuó:

—Parecías nerviosa. ¿Hay algo que no me estás contando?

Solté una risa nerviosa y respondí:

—No, no es nada. Solo fue una tontería mía. —Preferí no compartir mis sentimientos confusos respecto a Taehyung pese que se trataba de Lisa. Ella era muy transparente conmigo cuando se trataban de sus dudas en su relación con Joo-hwan.

Pienso en sí debería de hacer lo mismo que ella y decirle que ayer me besé con Taehyung, que me confesó que le gusto de igual manera como él me gusta y que ahora siento mucha vergüenza de cruzármelo.

Mejor no. En otro momento será.

Nos sumergimos en nuestros estudios, intentando concentrarnos en los apuntes y alejar cualquier distracción que pudiera surgir de mis complicadas emociones hacia Taehyung.

Una hora después, Bogum llegó a la sala, nos saludó a las dos antes de tomar asiento enfrente de Lisa. Lo pusimos al día con el tema que estábamos estudiando, él sacó rápido sus cosas y se levantó de su silla para escribir algunas palabras en la pizarra de plumón que tenía la sala. Entre los tres empezamos a estudiar, compartiendo más información útil.

Ahora entiendo por qué a Bogum le va tan bien en los exámenes, es una enciclopedia de traducción andante.

Media hora después, veo a alguien asomarse por la puerta cuando Lisa estaba en la pizarra explicando lo que ella tenía en sus apuntes, pero paró al notar también a Taehyung abrir la puerta y entrar.

—Perdón por la demora, hola —nos dice. Ambos anclamos nuestras miradas, él sonríe y yo solo puedo bajar la mirada—. ¿Ya empezaron a estudiar?

—Tampoco íbamos a esperar a que llegaras a la hora que quisieras —replico—. Mejor ya siéntate al costado de Bogum.

Vuelco mis ojos y presto atención a la explicación de Lisa con el tema que estábamos repasando.

Quise concentrarme ciento por ciento en estudiar sin regresar a ver lo que Taehyung podría estar haciendo. Por el rabillo del ojo le doy una pequeña mirada para saber qué hacía y eso era tomar apuntes a lo que decía Lisa.

—Y eso sería todo de la unidad 7 —termina la pelinaranja antes de volver a tomar asiento—. ¿Sí entendieron todo? —Bogum y yo asentimos a la vez—. ¿Taehyung?

—No me quedó clara la última parte, ¿puedes repetirla?

Lisa suspiró y se puso a explicar a mejor detalle lo que había dicho antes. Taehyung intervino con unas preguntas para luego dejarle a entender a la chica que ya pudo comprender todo.

Concentrada en mis apuntes, tratando de ignorar la presencia de Taehyung al frente, sentí el alivio momentáneo; pero toda esa sensación se fue cuando Lisa propuso un descanso y Bogum se levantó de su asiento para invitar a la pelinaranja a comprar algo en la cafetería de la universidad. Mis ojos seguían al par que abandonaban la sala, llevándose consigo mi tranquilidad.

La sala de estudios quedó en silencio, y mi atención volvió a centrarse en mi libro, intentando en vano sumergirme en los estudios y alejar de mi mente las imágenes del beso de anoche. Sin embargo, la paz efímera se desvaneció cuando Taehyung rompió el silencio.

—Naia, te ves muy linda hoy —dijo Taehyung, su voz suave pero cargada de intenciones.

Mis manos se crispaban en el libro, la ansiedad recorriendo mi cuerpo.

—Gracias, creo —respondo sin mirarlo—. Igual no me puse nada especial para estar linda.

—Tampoco es necesario que lo hagas. Tú ya me pareces hermosa —contesta.

Creo que voy a morir.

—Con respecto al beso...

—¿Ya estudiaste el capítulo cinco de la separata? —zanjo, evitando que él siga hablando—. Ese también entra para el examen.

—En mi casa ya lo estudiaré —determina—. Quiero hablar sobre el beso de anoche.

Intenté evadir la conversación, pero él persistía.

—Aún no he cambiado de opinión con respecto a lo que siento por ti —dice. Eso llama mi atención y reparo en él—. En serio me gustas y anoche no pude dormir bien por recordar el beso. Solo quería que supieras eso.

Frustrada, no pude contenerme más y exploté. ¡Es que no puede ser tan lindo!

—¡¿Por qué no puedes simplemente no ser lindo?! —digo molesta—. Yo también pensé en eso toda la noche y todo el día. ¡Estás haciendo que sea imposible concentrarme! ¡Yo nunca me enamorado hasta que tú llegaste! ¿Sabes acaso lo que quiero hacerte? —continúo—. Me dan ganas de darte muchos besitos, pero a la vez tengo ganas de pegarte por esta tormenta que causas en mi mente. Aunque lo quiera, no puedo dejar de pensar en ti y me molesta mucho cuando lo hago porque se supone que soy independiente y nada más tengo que velar por mí; pero no puedo porque se me vienen pensamientos como: ¿qué estará haciendo Tae? ¿Irá hoy a estudiar? Sus labios me gustan mucho... ¡Incluso ayer escuché música pop romántica! ¡Yo nunca hago eso! —finalizo un poco histérica.

El rostro de Taehyung reflejaba sorpresa ante mi reacción, pero algo en sus ojos revelaba ternura.

—Naia —suelta una pequeña risa—, lo siento si... Dios, me parece muy gracioso, lo siento.

Taehyung estalla en una carcajada en lo que yo lo miro furiosa y le lanzo mi borrador para que se callara. Él lo detiene a tiempo y me lo vuelve a lanzar. Mis reflejos son tan malos que a mí sí me cayó, pero eso solo provocó que lo lanzara otra vez con más fuerza.

—¡Ya deja de reírte!

—Es que... ¡No puedo! —dice entre risas—. Me recuerdas mucho a las tsunderes.

—¿A las qué? —inquiero.

—Las tsunderes son chica que al principio se muestra distantes, frías e incluso agresivas; pero que poco a poco va dejando ver su lado amable, sensible y adorable. Tú para mí eres eso.

Este idiota me acaba de llamar adorable cuando yo soy la única que lo puede llamar así.

—No seas ridículo —digo molesta—. ¡Ya deja de reírte o te pateo!

Ohw... Mi chica tsundere —desde su asiento, agita sus manos como si me estuviera apretando las mejillas. Yo solo logro sacarle el dedo medio con una cara seria.

Cerré el libro con más fuerza de lo necesario, buscando un escape. Pero Taehyung no cedía, jugando con mi paciencia. Finalmente, después de minutos que parecieron eternos, lo dejé en paz en lo que los chicos volvían a la sala.

Lisa y Bogum aparecieron otra vez con unos refrescos en vaso en sus manos. La pelinaranja me entregó el mío mientras que Bogum le daba a Taehyung el suyo. Otra vez puedo estar aliviada.

En lo que cada uno bebía su refresco, Lisa aprovechó en mostrarme la casa de playa que había visto en una aplicación de hospedaje. Luego, me mostró otra más grande, que esa se la había mandado Joo-hwan. Ambas casas eran lindas y tenían estacionamiento para los autos al igual que tenían una terraza con piscina.

No pude hablar mucho con Lisa sobre la casa que más me gustó debido a que Bogum quiso retomar otra vez el estudio; así que todos le seguimos dando por acabado el receso.

De repente, pequeñas pisadas inquietantes en mi zapato me sacaron de mi concentración. Sentí como si alguien jugara deliberadamente con mi pie. Al mirar hacia abajo, me encontré con los pies traviesos de Taehyung. Miro hacia el frente para encararlo, pero veo que su mano está intentando ocultar una sonrisa que lo delataba.

La risa contenida me hizo olvidar temporalmente la tensión, y en ese momento, nuestros ojos se encontraron. Aunque mi intento de parecer seria fue en vano, y ambos nos sumergimos en una risa compartida que rompió la barrera de incomodidad entre nosotros.

Así, con la complicidad de una mirada y el juego travieso de pies, el ambiente se relajó, y pude volver a centrarme en los estudios, sabiendo que, a pesar de todo, la conexión entre Taehyung y yo era más que real y tierna.

*****
Uuuuyyy ya se besaron 👀
En el viaje a la playa van a pasar cositas ✨

Naia es la chica Tsundere de Taehyung *⁠\⁠0⁠/⁠*

En mis historias de ig (Thatsoneschanel, go follow me) voy a dejar una playlist con las canciones que Naia escuchó xd

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro