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Allá arriba habían escuchado mis plegarias, pues alguien estaba pasando por ahí. Aunque esa persona me hizo ponerme en alerta.
- Vaya, mira que encontrarlo aquí y en este estado... - habló un chico pelinegro.
- ¿Lo conoces? - pregunté yo, aún estaba haciendo todo por no dejar caer a Jungkook al suelo.
-Claro que lo conozco, es mi amigo, ¿qué haces tú con él? -
Me sorprendió la forma en la que hablaba, parecía como si solo habláramos del clima y no de su amigo quien se estaba desangrando en mis manos y estaba desmayado.
-Lo encontré en el callejón, necesita ayuda, está perdiendo mucha sangre, soy estudiante de enfermería, así que tal vez pueda hacer algo, él me dijo a donde ir, pero no puedo llegar ahora que se desmayó -
El chico frente a mí chasqueo la lengua y sonrió un poco.
-Yo lo llevo, así cuando despierte él me deberá algo, que genial -
Parecía contento con eso.
No dije nada, solo solté a Jungkook cuando el chico pelinegro me lo quito y lo cargo al estilo princesa. Empezó a caminar y yo detrás de él, parecía como si no pesará nada, claro, ambos chicos tenían unos músculos de impacto.
- Por cierto, me llamó Jimin, te lo digo porque pareces de confianza -
- ¿De confianza? Pero apenas y nos conocemos - dije yo alzando una ceja.
-Bueno, si Jungkook confío en dejar su vida a ti fue por algo, él odia el contacto humano, odia tratar con su misma especie - río por lo bajo.
No supe que decir, así que solo me mantuve en silencio mientras llegábamos al lugar dicho. Cuando lo hicimos, no sé qué fue lo que más me sorprendió, si el edificio viejo o la gente que había ahí.
Al ver como Jimin llegaba con Jungkook en brazos, desmayado, varios se alertaron y empezaron a hablar. Otros varios me miraron, quise correr en ese momento.
-Cálmense, es amiga del jefe - hablo Jimin lo suficientemente alto para que lo escucharan.
Subimos unas escaleras, hasta llegar al segundo piso y entramos a un cuarto con un escritorio y un sillón algo viejo, ahí lo dejó recostado a Jungkook.
-Dije eso porque si no tendrías problemas, ¿lo captas? - me sonrió de lado y levantando sus cejas de una manera algo sugestiva. Eso me hizo entender a lo que decía.
Asentí, me acerqué a Jungkook para poder empezar a curarlo.
- ¿Podrías facilitarme un botiquín? También algo de toallas y agua tibia -
-Claro, ya regreso -
Vi como Jimin se perdía en la entrada, dejándome así sola con el cuerpo de Jungkook. Quité su camiseta, la cual sólo bastó con que estirara un poco de la tela pues ya estaba atrofiada. Su torso desnudo quedó frente a mí, trague en seco.
Sabía que a esto y cosas más me estaría exponiendo en un futuro con mi profesión, así que no debería de sentir vergüenza.
¿Pero cómo no sentirla? Frente a mí estaba un cuerpo muy bien trabajado, él no era para nada feo, su rostro, a pesar de estar desmayado, tenía el entrecejo fruncido. Varios tatuajes en su cuerpo me dejaron claro que era un chico problemático, pero aún y así me quedé.
De mi bolso saqué otra toalla de gimnasio y la preparé, cuando quité la que estaba haciendo presión, me alegré cuando vi que ya empezaba a hacer coagulación la herida. Toqué con cuidado su estómago y sus costillas, nada roto por ahora. La puerta se abrió de un momento a otro.
-Aquí está lo que me pediste -
-Gracias, sí, con esto estará bien, tú amigo no tiene nada roto, tal vez despierte con dolor por todas partes, pero se pasará, la herida en su estómago no es muy profunda, así que solo con una gasa y algo de ungüento estará bien - hable mientras me ponía manos a la obra.
Jimin no dijo nada, solo asintió. Se quedó observando o ayudando de vez en vez. Limpié las heridas y la sangre que había en su estómago, limpié su rostro también con el agua tibia. Algunos raspones y moretones que empezaban a notarse, pero nada grave, lo único 'grave' era la herida que tenía en su estómago, la cual me llevó más tiempo en limpiar e inspeccionar.
No sé cuánto tiempo estuve ahí, pero mis rodillas dolían por estar mucho tiempo en una sola posición en el duro suelo. Pero había terminado con satisfacción.
-Está listo, ahora solo necesita descansar, hice todo lo que pude, pero al perder mucha sangre creo que tardará en despertar, si veo que tiene fiebre y su cuerpo empieza a helarse, creo que será mejor llevarlo a un hospital -
-A Jungkook no le gustan los hospitales -
-Es eso o dejarlo morir aquí, pero ya dije, según como veamos las cosas por aquí. - mire el reloj de mi muñeca, ya era muy tarde. - Sí no tienen problemas, ¿crees que pueda quedarme para observarlo? -
-Supongo que no hay problema, además eres la única que sabe cómo cuidar a alguien herido, pero no tenemos camas o algo así - Jimin señaló el lugar.
-Ah, está bien, me sentaré en aquella silla - mire la silla de madera vieja, rezaba para que aguantara que me sentará.
-Bien, yo me tengo que ir, cualquier cosa solo grita a cualquiera de aquí fuera, y no salgas sola de esta habitación -
Me encogí de hombros y asentí. Jimin salió de la habitación de nuevo y yo me senté en la silla, no sin antes acomodar todo lo que había usado en el escritorio que estaba por ahí.
Me sentía cansada. Hoy había sido algo ajetreado, jamás pensé que conocería a alguien de esta manera. Me senté en la silla y me abracé a mí misma. Dudaba que Jungkook despertara por ahora, así que recosté mi cabeza en mi hombro y cerré mis ojos un poco.
[...]
No sé cuánto tiempo dormí, pero sentía que mi cuello dolía y mis piernas estaban entumecidas. También había algo más, sentía una mirada encima de mí, algo de calor en mi cuerpo. Abrí mis ojos rápidamente asustada.
- ¡Oh m...! - mi frase se vio cortada cuando caí al suelo por el movimiento brusco.
Frente a mí, observándome muy de cerca, estaba Jungkook de pie. Tenía sus cejas fruncidas y sus labios apretados. Parecía algo molesto.
-No puedes estar levantado, se abrirá tu herida - caminé hacia él.
-Estoy bien, esto no es nada -
-Claro que es algo, mucha de tu sangre salió por ahí, así que solo recuéstate y descansa -
Trate de empujarlo con cuidado al sofá, pero él me dio un manotazo no muy agradable en mi mano.
-He dicho que estoy bien, así que no sé qué haces aquí, ¿quién te dejo quedarte? - sí, estaba molesto.
-Un chico llamado Jimin, se veía preocupado por ti -
Escuché una risa saliendo de su garganta, parecía sarcástica.
- ¿Preocupado por mí? Lo dudo, aquí nadie se preocupa por nadie -
-Sí estaba preocupado, él es tu amigo y los amigos se preocupan entre ellos, ¿acaso tú no lo ves así? -
-Niña, eso es algo que no debería preocuparte, estás en un lugar que no conoces y hablas con alguien que podría ser un asesino, ¿y te preocupas por la amistad? -
Volvió a reír, parecía que se estaba burlando de mí. Lo miré molesta.
-Te salve la vida y me preocupe por ti, un desconocido, ¿y te burlas de mí? Vaya, sí que no eres nada agradecido -
Hablé agachándome para guardar mis cosas y salir de ahí. Sea la hora que sea. Pero él me sujeto del brazo y me dio un tirón, haciendo que me levantara y literalmente, saltara al sofá, se subió encima de mí.
-Jamás pedí que te quedaras, fuiste tú la que se ofreció a cuidarme, ¿quieres agradecimiento? Bien, te voy agradecer de una manera que jamás olvidarás -
-No, espera que... ¡No me toques ahí!... Ah~, espera... -
Jungkook me tocaba mi cuerpo, beso mi cuello y... Cayó por completo sobre mí, sentí un suave ronquido en mi oído. Parpadee varias veces tratando de entender lo que había pasado.
Con algo de esfuerzo mire hacia abajo, Jungkook se había dormido, encima de mí. Me sonrojé a más no poder por como estábamos, traté de quitarlo, pero no pude.
¡Qué alguien me ayude!
Esto era tan vergonzoso, jamás pensé que me pasaría algo así.
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