s i e t e
Los labios de Jungkook se movían con ferocidad entre los míos. Él me llevó hasta la cama, donde me tumbó sin dejar de besarme. No sabía lo que hacía, solo dejaba que mi cuerpo se dejara llevar y se dejara guiar por Jungkook.
Solo éramos él y yo en la habitación, nuestros besos eran el único sonido que se escuchaba. Un sonido excitante y algo lujurioso. Las manos de Jungkook tocaron el costado de mi estómago, solté un jadeo en su boca y eso pareció excitarlo.
Él se posicionó entre mis piernas, empujándome y sumiéndome en el colchón. Pude sentir un terrible cosquilleo en mi parte baja, ese cosquilleo se sentía incómodo y a la vez algo doloroso.
Sus labios bajaron por mi cuello, beso y succionado cada parte de mi piel. Mordió un poco haciéndome quejar entre besos.
-Guarda silencio si no quieres que alguien venga a ver -
-Yo no... -
Pero fui callada por un fogoso beso en mis labios, su lengua se introdujo en mi boca y busco con desespero la mía. No sabía corresponder este tipo de besos, y al parecer él lo noto, pues hizo la mayor parte, enseñándome con su lengua como jugar con ella.
-Ah... - gemí en su boca.
Jungkook llevo una de sus manos a mi vientre, metiéndola bajo mi blusa, la fue deslizando hasta subir a uno de mis pechos. Me sobresalte, ese contacto era nuevo, me hacía estremecer y me daba miedo, tenía demasiados sentimientos encontrados.
-No me toques... Ahí - murmure.
- ¿Por qué? Lo disfrutas - sonrió de lado.
-No... -
Y Jungkook movió su mano con agilidad para tocar por debajo de mi sostén, tocando así mi pezón. Eché mi cabeza hacia atrás y cerré los ojos con fuerza.
¿Qué era esta sensación? ¿Por qué sentía mi cuerpo arder?
Lo que sea que fuese se sentía muy bien, los dedos índice y pulgar apretaban un poco mi pezón, mientras sus labios de oraba mi cuello. Trataba con todas mis fuerzas de no hacen ningún ruido, pero me era imposible.
Mi mente no me dejaba pensar con claridad, todo se sentía tan extraño. Mis ojos veían, pero solo podía ver a Jungkook, mi cuerpo sentía, pero solo lo podía sentir a él, y respiraba, pero solo podía inhalar su perfume.
Masajeo mi pecho y después fue al otro, levantando algo más mi blusa, él no dejaba de besarme mi cuello.
-Ah... Mhn... - gemía sin poder evitarlo, sus manos parecían mágicas.
Sus labios subieron a mis labios, besándome de nuevo, yo no pensaba con claridad y no distinguía lo bueno de lo malo. No hasta qué...
-No, no lo hagas - separé mis labios de los suyos.
- ¿Por qué no? Hasta ahora te has portado muy bien -
-No llegare a nada más con alguien que ni siquiera conozco -
Parpadee varias veces, respirando con irregularidad. Mi cerebro empezaba a tener algo de oxígeno y la cortina de humo que me había estado impidiendo pensar con claridad, se estaba esfumando.
-Eso no parecía importarte hace unos segundos -
Jungkook se agachó en mi cuello y me besó con fervor, mordió un poco mi cuello. Su mano intento de nuevo meterse entre mi pantalón.
- ¡Qué no! -
Con ambas manos lo empujé, claramente no medí con la fuerza con la que lo empujé. Jungkook salió volando, literal, hacia el suelo. Pude escuchar cómo maldecía.
- ¡¿Pero qué mierda te pasa?! - podía ver el enfado en sus ojos.
-Te dije que no quería - me reincorpore en mi cama, acomodando mi ropa.
-Tú cuerpo no parece decir lo mismo que tu boca, te estabas dejando llevar, ¿que cambió? - Jungkook se levantó del piso y se acomodó su playera.
-Que empecé a pensar, dejarme llevar fue un error el cual no pasó a mayores -
Jungkook me miró por unos segundos que me parecieron eternos, ¿En qué pensaba? ¿A caso me diría algo hiriente? ¿A caso él me forzaría?
-No me digas, ¿eres virgen? - eso pareció sorprenderle, pero también a mí me sorprendía.
- ¿Qué? -
¿Cómo era posible que lo dijera, así como así? ¿Sin vergüenza?
-Eres virgen - no pregunto, afirmó. - Ahora lo entiendo mejor, ya veo, no te preocupes, seré gentil - sonrió de manera burlesca.
Apreté los labios y sentía como mi cara se ponía caliente, me levanté de la cama y lo empecé a empujar. Abrí la puerta y lo empujé fuera.
- ¡Vete y no regreses! -
-No es para tanto, te dije que sería gentil, ¿qué más quieres? -
- ¡Púdrete! -
Cerré la puerta en su cara, puse el seguro y me deslicé hacia el suelo, con mi espalda pegada a la puerta.
Cubrí mi rostro, ¿que había hecho? Ahora mismo me sentía llena de vergüenza. Me había dejado llevar y sin pensar bien en las consecuencias. Me levanté del piso y me dirigí hacia el baño, donde me miré al espejo.
-No puede ser - jadee al ver marcas en mi cuello.
Jungkook me había marcado por completo. ¿Cómo me mostraría frente a clases mañana? Mis dedos fueron a parar a mis labios, los acaricie sin percatarme del todo.
Me quedé hipnotizada. Recordé los besos que él me dio, recorriendo mis labios y mi cuello, provocando así las marcas en mi cuello. Las caricias que me dio, su voz ronca y excitada cuando me hablaba.
Parpadee rápidamente sorprendiéndome a mí misma acariciando mis labios y cuello. Menee mi cabeza para tratar de sacar esas imágenes.
Que débil era, si esto había pasado hoy, ¿qué me espera después?
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