d i e c i o c h o
Me había quedado claro quién era la persona que estaba en ese lugar, la séptima persona que tardo en integrarse en el círculo de Jungkook.
--¿Por qué no avisaste que llegarías a estas horas? Podríamos haber ido por ti – comentó Hoseok.
--¿Y arruinar la sorpresa? No gracias, además así pude conversar un poco con la pequeña –
Fruncí un poco el entrecejo, los siete chicos me miraron, no es como si fuese una niña, pero tal vez a los ojos de ellos tal vez lo era. Jungkook sonrió un poco y caminó hacia mí. Los ocho estábamos dentro de la oficina, donde una vez Suga y Seokjin junto a Jungkook se habían encerrado para hablar.
--Qué bueno que la conoces, ahora ella pertenece al equipo de Hoseok, ella trabaja en el café –
--Pensé que no contratarías a personas externas – comentó Namjoon un poco confundido.
--Así era, pero ella es la excepción –Jungkook me tomó de los hombros y me hizo sentarme en una silla, para después ponerse detrás de mí y seguir hablando. --¿Puedes decir que fue lo que encontraste en tu viaje? –
--¿Estás seguro de que hable frente a ella? – Namjoon levantó una ceja.
--Solo omite algunas cosas, nada gráfico y listo –
--Bien, como quieras, hace unas semanas Jungkook me comentó que alguien había estado cometiendo algunos asesinatos, pondría las imágenes en la computadora, pero esto es más fuerte de lo que tal vez ella pueda soportar, después las mostraré a ustedes, siguiendo con el tema, alguien se había colado a la ciudad, alguien que se había encargado de matar y sacar los órganos de los cuerpos de sus víctimas sin ningún miramiento – siguió hablando Namjoon.
Mi cuerpo se estremeció, pues hablar de asesinatos, así como así me hacía pensar muchas cosas. Jungkook pareció darse cuenta de mi estremecimiento. Él apretó un poco mis hombros y yo solo me encogí un poco en mi lugar como respuesta.
--¿Y volviste porque encontraste quién era? – pregunto Seokjin, mirándolo sorprendido.
--Más que eso, volví porque esa persona había salido de la ciudad justo el día que yo lo hice, pero al parecer se dio cuenta de que alguien lo vigilaba y el muy bastardo regreso de nuevo, cubriendo sus huellas – prosiguió Namjoon.
--Pensó que te había perdido – hablo YoonGi, sonriendo después de terminar de hablar.
--Si, dejé que pensara eso, pero las cosas se pusieron peor cuando, alguien aquí presente se enfrentó a él, ¿No es así, Jungkook? – todos miraron a Jungkook, quien se tensó aún con sus manos puestas en mis hombros.
--Fue solo casualidad – comentó.
--No lo dudo, deje algunas personas aquí, las cuales me pasan información, y sé que te cruzaste con él por casualidad, fue por eso por lo que saliste tan herido ese día, sino, nadie podría contigo –
--¿No me digas que...? – empezó Jimin, pero yo también había entendido.
--Fue el día en que te encontré malherido en aquel callejón, ¿Verdad? – giré un poco mi cabeza para mirarlo.
Jungkook me soltó y dio un par de pasos hacia atrás, se cruzó de brazos y suspiro cansado.
--Si, fue ese día, yo regresaba de hacer algunas entregas. – miro a los chicos. –Cuando estaba cruzando uno de los callejones pude encontrarte con terribles gritos, al principio pensé que era una pelea y pensaba alejarme de ahí, pero después me di cuenta de que esos gritos eran de una mujer, la cual gritaba por ayuda, me asomé un poco y pude ver como aquel tipo intentaba violarla mientras la golpeaba y le hacía algunos cortes en su cuerpo – habló, sin remordimientos y sin ningún ápice de miedo u otro sentimiento.
--Y es por eso por lo que esa persona ahora te está buscando, aun está viva, está haciendo lo posible por encontrarte – comentó Namjoon dándole algunas hojas, las cuales también le repitió a los demás, yo quede al margen.
--Si lo hace lo estaré esperando, pero para esas tú, quien borra nuestra existencia, ¿No? – sonrió un poco.
¿Cómo era posible que Jungkook hablara así? ¿A caso no tenía miedo de morir? ¿De salir herido de nuevo y que esta vez terminara muerto? ¿Cómo podía sonreír cuando un asesino tan brutal como este, lo estaba buscando? Yo no podía seguir así, solo escuchando y quedando al margen, viendo como Jungkook se estaba arriesgando de más, como no se preocupaba por su vida.
--¿Estás loco acaso? – lo mire furiosa.
--¿Qué? – me miró Jungkook sin comprender.
--¿Qué si estás loco? ¡¿Por qué no te preocupas un poco por esto?! –
--No tengo porque hacerlo – se encogió de hombros.
Los seis chicos detrás de mí nos miraban, algunos divertidos y otros serios.
--¡Claro que sí! Es tu vida de la que están hablando –
--Lo sé, pero no tengo miedo, no existe el miedo aquí, así que no tienes porqué hacer una escena que... -- intentó tomar mis hombros de nuevo, pero retrocedí.
--¡No me toques!... no me toques, no cuando no te importa morir. –mordí mi labio, pues las terribles ganas de llorar amenazaban con salir. –Tú me dijiste que vivir estaba bien, que ser libre estaba bien, y para ser libre tienes que estar vivo, pero a ti eso no te importa, solo quieres dejar que ese bastardo venga y te degollé o lo que sea, ¡No te dejes morir!... porque yo... -- para este punto yo ya estaba soltando lágrimas. Seguí, al parecer era mi corazón el que estaba hablando y no mi cerebro. –Porque si tú mueres, yo me quedaré sola, así que no mueras, lucha cada día para sobrevivir –
Hipé con el llanto a flor de piel, cubrí mi rostro con ambas manos. Que patética me he de estar viendo, llorando frente a siete chicos. Un suspiro algo pesado se escuchó en la habitación.
--Ya la escuchaste, la dama tiene razón, y es por eso por lo que yo ya me empecé a mover algunas cosas –hablo Namjoon.
--¿Qué es lo que has hecho? –
--Nada aun, solo seguirlo, por ahora lo mantendré vigilado –
--Eres como un zorro – habló Suga sonriendo y pasando de largo para después salir de la habitación, le siguió Seokjin quien sonrió un poco hacia donde estaba yo.
--Las personas inteligentes siempre están mil pasos adelante – se encogió de hombros Namjoon. –Después hablamos, Jungkook, por ahora trata de calmarla, no vaya a ser que inunde todo el lugar – eso fue un mal chiste, pero Jungkook solo asintió.
Poco a poco los chicos fueron saliendo, dejándome sola con Jungkook, mi llanto aún seguía ahí. Entre hipos y sollozos, Jungkook me sentó en un sofá de piel, donde había estado Hoseok y Taehyung.
--Cálmate, ¿quieres? –
--¿Cómo quieres que me calme?... si tú dices esas tonterías – sollocé y sorbí por la nariz.
--Bueno, si me pongo a pensar bien las cosas, normalmente digo tonterías siempre – Jungkook rio y yo no pude evitarlo, pero empecé a golpearlo.
Tal vez no tenía fuerza, pero al menos quería que dejara de decir esos chistes tan tontos. Estábamos hablando de su vida y él lo tomaba tan a la ligera. Era un tonto.
--Eres un tonto, sin escrúpulos y... solo haces preocupar a la gente, seguro Jimin y los demás se preocupan por ti, y tú solo vas y hablas como si nada –
--Wow, detente un momento, ¿desde cuando empezamos a meter a los demás? –
--Desde ahora, si tú te vas y dejas todo, ¿Qué pasará con Jimin? ¿Qué pasará con Hoseok y Taehyung? ¿Los demás? ¿Qué pasará con...? –
--Yuni, respira, ellos saben cuidarse muy bien, Namjoon está con ellos, aunque no lo creas son más fuerte de lo que se ven, juntos nadie los podría vencer, tal vez no en fuerza, pero son inteligentes, cálmate –
--¿Entonces qué pasaría conmigo? – volví a llorar.
--¿Qué hay de ti? – sonrió.
--No te hagas, dijiste que tú me cuidarías, dijiste que tú estarías conmigo siempre –
--Lo sé, pero un día tendré que faltar, entonces ese día los chicos puede cuidar de ti, puedes confiar en ellos, son de confianza en verdad –
--No quiero, cumple tus promesas, dijiste que siempre cumplías con ellas – las lágrimas volvían a salir una tras otra, parecía que pronto me quedaría seca si seguía así.
Jungkook suspiro y después, de un momento a otro, sus labios estaban cima de los míos, los movía de una manera sin igual, tal vez con algo de brusquedad, pero sin llegar a lastimarme, era como si quisiera decirme algo con eso. No pude evitar no seguirle, también lo besé, después de todo, mi cuerpo parecía necesitar ese tibio contacto. Nos separamos al cabo de unos minutos, pues el aire nos empezaba a faltar.
--Parecía que nunca te calmarías – sonrió mientras respiraba agitado.
--Tú... --
--Funcionó, dejaste de llorar – fruncí el entrecejo, si, había dejado de llorar por la impresión del beso. –Vamos –
Me tomo de la mano y me levanto del sofá, haciéndome caminar hacia la puerta.
--¿A dónde vamos? – pregunte mientras era jalada hacia el exterior, donde los chicos nos miraban curiosos.
--A casa, después de todo no puedo controlarme más, eres la causante de todo –
No lo comprendí, no hasta que pude ver como se dirigió hacia Namjoon y después le susurro algo al oído, quien después solo asintió y me vio, levantó ambos pulgares y después sonrió.
Tal vez esta noche yo no dormiría, no me dejarían descansar.
Aquí es donde empieza lo bueno, el primer arco acaba y empieza el segundo. Muchas cosas pasarán de ahora en más.
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