Emma negó con la cabeza cuando Luke, quien estaba ocupando brevemente el puesto de copero en el consejo, le ofreció un poco de vino.

El señor Warren y Lola estaban presentes con el primer borrador de los planos para Foso Cailin y Emma había bordado el primer blasón de la casa Potter.

—Es una suerte que tengan una Maestría especialidad en arquitectura medieval — dijo Lola orgullosa de sí misma — Y podemos empezar la reconstrucción de Foso Cailin. Hemos charlado con Lady Emma y cree que lo mejor es demoler las torres vigentes y construir desde cero todo.

—¿No sería mejor usar la infraestructura actual y construir alrededor de ella? — preguntó Lord Lyman.

—Existe un riesgo a futuro para la infraestructura si construimos en las ruinas — explicó el señor Warren — Así que es mejor hacer todo desde cero.

—Wintertown está listo para recibir a la comunidad — dijo Lord Stark — Los niños estarán bien mientras los adultos comienzan la construcción de Foso Cailin.

—Majestad, si usted lo encuentra pertinente quiero hacer una convocatoria en King's landing — pidió Emma

—¿Convocatoria? — preguntó el rey.

—A quienes quieran trabajar y mudarse de King 's Landing — explicó Emma — Nuestra comunidad es mayoritariamente menores de dieciocho, niños. Si quieres agilizar el proceso de construcción y la preparación de la tierra para empezar los cultivos, necesitamos mano de obra. También hemos planeado crear cabañas sencillas para quienes decidan venir. Necesitamos a artesanos, herreros, carpinteros, mucha mano de obra.

—Si, si, me parece una buena idea — dijo el rey complacido con la idea de Emma — En cuatro días se armará una audiencia en la sala de tronos abierta a plebeyos para que presenten sus habilidades.

—Perfecto — sonrió Emma — Quiero dejar a Draco Malfoy y al profesor Snape a cargo de la selección de las personas. Mañana partiré con Lord Stark y algunos magos para hacer una inspección de la tierra y ver en que podemos avanzar en la preparación de la tierra.

Emma los escogió por sus habilidades de Legeremancia, no quería poner en riesgo a su comunidad trayendo a delincuentes que puedan aprovecharse de niños.

—¿Tan pronto te marcharas? — preguntó Jace.

—Debemos ponernos a trabajar antes de que el invierno llegue, Jace — contestó Emma — Tenemos que ser rápidos.

—Entiendo — dijo Jace con seriedad.

—No se preocupe, mi príncipe, majestad — dijo Lord Cregan — Mis hombres y espadas protegerán a Lady Emma. Lo juro por mi honor Stark.

— Gracias, Lord Stark — asintió el rey complacido.

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Cuando Rhaenyra extendió una invitación a Emma a almorzar, no esperó que llegara con la señora Narcissa Malfoy.

La mujer era alguien orgullosa a simple vista, cabello rubio perfectamente peinado y ojos azules que daban un aspecto invernal.

La mujer la miró con cierto desprecio, que en vez de molestar a Rhaenyra, la hizo sentirse pequeña. En el almuerzo también estaba presente Lady Cole, quien simplemente la ignoraba, la profesora McGonagall y las hijas de Daemon.

—... entonces lo golpeaste — dijo Baela escuchando la anécdota de Emma lanzándole un puñetazo a un chico en su mundo, el hijo de la señora Malfoy.

—Se lo gano — contestó Emma — Draco Malfoy era un total idiota en nuestra época escolar.

Rhaenyra miró a la señora Narcissa que simplemente comentó: — Lucius alentaba ese tipo de comportamiento. Si bien no decía nada, no fue correcto lo que comentó.

—Lo bueno es que dejamos esos prejuicios de la sangre atrás — dijo la señora McGonagall. — Y no fue propio de una dama lo que hizo Emma en el campo de Quidditch junto a los gemelos.

—No estaba molesta por lo que hicimos — sonrió Emma — Usted estaba molesta que el castigo fuera la suspensión de nosotros tres del Quidditch de por vida, por parte del sapo rosa.

—¿Sapo Rosa? — preguntó Rhaenyra a Emma.

—La peor pesadilla de cualquier persona — empezó a contar Emma y Rhaenyra estaba contenta de que Emma le hablara — Horrible mujer, casi hacen que me expulsen de Hogwarts, me tenía un odio desmesurable.

—¿Por qué? — volvió a preguntar.

—Significaba un "peligro" para la seguridad del Ministerio — continuó Ella,, hizo una seña con sus dedos en la palabra peligro — Quinto año, fue muy difícil, enjuiciada, traumatizada, condenada al señalamiento por la muerte en el torneo pasado. El regreso de un psicópata genocida que quería matarme.... Esa mujer me hizo desear la muerte a alguien por primera vez en la vida.

—¿Esa mujer está en la comunidad? — preguntó inmediatamente Lady Ayse.

—Oh no — sonrió la señora McGonagall — Está muerta.

Rhaenyra asintió con la cabeza y miró Emma, su padre había hablado de la posibilidad de que Emma se vinculara con un dragón. Tal vez acompañarla hacia Dragonstone y que ella tratara de reclamar a un dragón.

—El rey ha dado la autorización de que puedas ir a Dragonstone.— le informó Rhaenyra

—¿Dragonstone? — repitió Emma — ¿Por qué iría a Dragonstone?

—El rey te da la oportunidad de que reclames un dragón — dijo Rhaenyra.

—Creo que tendré que declinar. — contestó Emma.

—¿Por qué declinarías? — preguntó Rhaena.

—Un dragón no es viable en estos momentos — dijo Emma — No tendremos un lugar apto, también apenas tenemos comida para nosotros y un dragón es un gasto muy grande. Además, me puedo transformar en un dragón, así que no es necesario.

—Te tengo envidia — dijo Baela — Ser, literalmente, un dragón.

—Y soy Colacuerno húngaro albino — sonrió Emma — Eso es cool.

Las dos se rieron y luego Emma miró a Baela preguntando: — ¿Por qué no vienes conmigo a la expedición? Sería genial y vi que tienes talento en la cartografía, eso sería muy necesario en estos momentos.

—Le preguntare a mi padre — sonrió Baela — Si dice que, igual buscare la forma de ir.

Las dos rieron, como si fueran viejas amigas.