Capítulo 22
Emma contuvo la respiración cuando vio a Cregan Stark frente a ella.
Recordando los modales que Narcissa le enseñó, inclinó levemente su cabeza hacia el señor del Norte.
—Lord Stark, permítame presentarle a Lady Emma Potter, el señor Sirius Black y la señora Minerva McGonagall , y al príncipe Jacaerys Targaryen. — los presentó el rey.
—Lord Cregan Stark — él extendió su mano hacia Sirius que aceptó el saludo, luego besó la mano de la profesora McGonagall para finalizar con ella.
Cregan Stark le abrió la silla para ella, algo que Emma agradeció.
Cuando sirvieron la cena, Emma evitó hacer una mueca ante la magnitud de la cena servida. Una criada acercó una jarra de vino y llenó su copa, Emma la tomó con su mano diestra, mirando por un segundo su anillo de protección, al no sentir nada, bebió un poco.
—¿Una oración antes de empezar? — propuso la reina.
Emma regresó el pedazo de patata al plato al ver como la reina cerraba los ojos y juntaba las manos. Mostrando respeto a la reina, bajó levemente su cabeza, al igual quie Sirius y la profesora McGonagall.
A la madre, al padre y a los otros dioses, una vez finalizado el acto, los criados se pusieron contra la pared. Emma se sirvió muy poco, no tenía ánimos de comer.
—Ponte más — le susurró Sirius.
—No tengo mucha hambre..
—Ni creas que no me di cuenta que le saltaste el almuerzo — contestó en voz baja Sirius — Emma Lilia Potter, ponte un poco más en plato.
Emma torció la mirada y se sirvió otro corte de carne y dos patatas gratinadas más. La cena transcurrió en silencio hasta que la conversación la inició Jacaerys.
—¿Cómo el Norte se está preparando para el invierno, Lord Stark? — preguntó Jacaerys.
—Estamos a punto de reunir los tributos de invierno — contestó Lord Stark — Pronto escribiré a Highgarden y Riverrun por el abastecimiento de alimento.
—¿El norte no cultiva sus propios alimentos? — preguntó Emma interesada.
—Por supuesto Lady Potter — dijo Lord Stark — Pero el invierno es duro y muchas veces el alimento que se guarda en los molinos se termina echando a perder, por lo que tenemos la necesidad de comprar a la Tierra de los Ríos y al Dominio.
—¿Para unos cuatro meses? — preguntó Emma.
—El invierno toma años... — contestó consternado Lord Stark.
—Las estaciones son diferentes a su mundo de origen, Lady Potter — contestó Lord Hand — ¿Meses dice?
—El último del año y los tres primeros del siguiente — respondió la profesora McGonagall.
Emma bebió un poco más de vino pensando que como lo harían con las celebraciones de la rueda, las celebraciones de los solsticios.
La cena continuó entre una charla entre Jacaerys y Lord Stark sobre el Norte. Jace se interesó en la Guardia de la Noche y las leyendas.
—...muchos dicen que aún hay Hijos del Bosque deambulando al otro lado del Muro — contó Lord Stark — Se dice que cuando los Hijos del Bosque trataron de separar el cuello con el resto del continente como lo hicieron con el brazo de Dorne, pero fallaron y luego de eso hicieron un pacto con los primeros hombres para una próspera paz ... perdón si los aburrió.
—No — sonrió Emma — Amo las historias. Solía leer muchos mitos del mundo y diferentes culturas.
—¿Entonces tiene uno favorito? — le preguntó directamente Lord Stark.
Ambos se miraron, Emma se sintió abochornada. Los dos habían compartido "sueños" donde habían otros temas personales. El duelo, el miedo a fallar.
Suerte que no le contó de sus pensamientos suicidas y traumas de la infancia.
—Si. Hay un mito hermoso y triste. — contestó Emma — Del hijo de una divinidad de la música, una musa y el dios del Sol. Decían que podía encantar a cualquiera con su lira, Orfeo... cuenta que se casó con la mujer que más amo en el mundo y cuando ella murió a causa de una mordedura de serpiente, él mismo bajó al inframundo para convencer al dios de este lugar para que le regresara a su amada. La esposa del dios entre lágrimas por el canto de él, logró convencerlos de devolverle a su esposa. Pero con la condición que cuando avanzaron a hasta la superficie ella iría detrás de él y si Orfeo volteaba para verla antes de llegar a su destino, ella morirá por segunda vez...
—¿Orfeo volteó? — preguntó Lord Stark.
—Cuando ya tocan la luz del sol — respondió Emma.
Los dos se miraron nuevamente, con la música del fondo y olvidando al resto de la gente.
—Oh, una canción trágica digna para los bardos — dijo el rey, interrumpiendo el contacto visual de los dos.
Emma sintió sus mejillas calientes y bebió otro poco más de su vino.
—Es una pena que no hayas traído muchas historias de nuestro mundo — dijo la profesora McGonagall — Algunos textos pero no es nada comparado a la riqueza de historias que teníamos.
—Poniente también tiene historias hermosas — dijo la reina — Le puedo enviar textos y poemas. Oldtown siempre ha contado con bardos que aman interpretar.
El rey hizo señas a sus músicos y tocaron una pieza alegre. Jacaerys se levantó de su asiento y le extendió la mano, Emma sonrió y salió a bailar con su hermano.
Como la pieza musical era una alegre, Jacaerys la hacía girar con gracia, sus faldas revoloteaban como pétalos de flor.
──── ∗ ⋅◈⋅ ∗ ────
Cregan miró al príncipe bailar con Lady Potter.
Ella tenía una sonrisa que hacía que se le formarán hoyuelos en las mejillas.
Los músicos tocaban La Doncella y el Oso, con los laudes y los instrumentos de cuerda, el único bardo cantaban con una voz aguda.
From there, to here. From here!
To there! All black and brown and covered with hair!
He smelled that girl on the summer air!
The bear! The bear! The maiden fair!
El rey parecía contento con la pareja que bailaba alegre, el cabello y velo de Lady Potter ondeaba al ritmo al que ella bailaba.
Algo se instala en el estómago de Cregan al verla muy contenta con el príncipe.
¿Eran celos?
Por supuesto que no, no conocía a la dama más allá de sus sueños. Era un extraño sentimiento el tener cerca a la dama.
Cuando la música finalizó, Cregan no se había dado cuanta que se había puesto.
—Al aparecer Lord Stark también quiere bailar con Lady Emma — dijo el rey. Emma se giró para verlo.
—Mi lady — Cregan extendió su mano hacia Emma.
Ella miró hacia las personas con la que vino, principalmente al señor Black que parecía a punto de negarse, pero la señora McGonagall lo tomó de la mano y asintió con la cabeza, luego se giró para susurrarle algo al oído.
Emma aceptó su mano y los bardos empezaron a tocar.
—Toquen La Volta — ordenó el rey a los músicos.
Cregan se extraño, ¿La Volta?
Porque de todas las piezas, el rey escogía una donde los dos debían dar saltos y giros. Una sería mejor algo más lento
—¿Sabe bailar esta pieza, Lady Potter?
—No, pero soy buena aprendiendo rápido — sonrió ella.
La música comenzó, y Cregan agradeció tener a una tía casada con Manderly que les enseñó La Volta a Sara y a él.
Cregan empezó a bailar, con pequeños saltos y Lady Emma lo imitó. Ella parecía nerviosa, pero no lo demostró por la gracia con la que bailaba.
Cregan abrió un poco sus brazos, haciendo una ligera reverencia, luego ella se inclinó un poco.
—¿Y había bailado esta pieza? — preguntó en voz baja Cregan mientras tomaba la mano de Lady Potter
—No, no suelen haber muchos bailes de donde vengo — contestó ella en susurró divertida — Pero se algo de Vals.
—¿Vals?
—Una danza de salón. Tuve que aprender a los catorce, y hay tantas composiciones para escoger — dijo Lady Emma — Se dice que el bailar estimula el afecto así como la conversación. Las damas tenían la esperanza que sus anhelos las inviten a bailar un vals.
Los dos siguieron bailando, Cregan estaba seguro que Sara se moriría a carcajadas si lo viera bailar.
El rey aplaudía débilmente contra la mesa con su mano sobrante. La señora McGonagall tenía una ligera sonrisa en el rostro mientras el señor Black tenía una expresión de fastidio hacia él.
Antes que pudieran acabar, el sonido de una copa cayendo interrumpió todo.
—¡Padre! — el chillido de la reina llenó el lugar.
Lord Hand había dejado caer su copa mientras sostenía parte del rostro. La reina le hacía preguntas y más preguntas pero la Mano del Rey balbuceo respuestas.
—¡Traigan al gran Maestre! — ordenó la reina.
Y así acabó prematuramente la cena y el baile.
N/a: Otto, como en dos capítulos, ya estirara la pata.
La escena de baile:
La Volta fue muy popular en la Epoca Tudor
https://youtu.be/J5TdAGELX_4
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