Capítulo 17
Cregan llegó hasta Foso Cailin, pasaron una semana desde la carta. Miró el lugar saliendo que cualquier príncipe sureño no duraría más de un año, este lugar llevaba un siglo abandonado, y sería costó hacer las reparaciones.
Con Johan Reed examinó todo el terreno, haciendo anotaciones para la corona.
—Tiene cercanía con Puerto Blanco, en caso de que quieran cercanía con la Fe de los Siete, mi Lord — dijo Reed.
—Lo más seguro.
—Estas reparaciones saldrán costas y las tierras no son aptas para cualquier siembra.
—Tal vez los Hightower exigían algo para su pretendiente a la corona — dijo Cregan. Era claro que personas como ellos querían su sangre en el trono.
En el sur se hablaba mucho de cómo el rey no esperó un año entero a la muerte de su esposa para volver a tomar segundas nupcias. Con su hija como única heredera era un asunto obvio que el rey volviera a contraer nupcias.
¿Pero con una chica de la edad de su hija? ¿Una de las doncellas de su única hija? Además era claro que Otto Hightower codiciaba poder, fue Mano del Viejo Rey y el rey Viserys, el segundo hombre más poderoso del reino, salivaba por más.
Incluso en Puerto Blanco se hablaba que Alicent Hightower se había metido en el lecho del rey y quedó embarazada, la boda tan pronto se dio para evitar un bastardo, aunque claro, el príncipe Aegon nació once lunas después.
—Esperemos que usen dinero de su tesoro y Oldtown — comentó Cregan — Que estos sureños no exijan dinero del Norte. Debemos prepararnos para el próximo invierno.
Acamparon esa noche.
Nuevamente en sus sueños vio a Emma Potter, en esa sala que ella llamó su palacio mental. Ella no se dio cuenta de su presencia, tenía un instrumento parecido a un laúd entre sus manos, era el sonido era suave y ella tarareaba
Cregan dio un paso y chocó con un mueble, sacando a Lady Emma de su concentración.
—Hola extraño — le sonrió — ¿Otra vez en mi mente?
—¿Cómo sé que no es mi mente? — se permitió bromear Cregan.
—Porque tu mente es una gran y aburrida muralla de hielo — río Lady Emma — Y el mío es un lindo saloncito caliente y con libros... ósea, este lugar.
Los dos pararon de buscarle lógica a lo que pasaba, así que simplemente hablaban.
—Lindo instrumento, pero no es laúd — comentó Cregan.
—Porque es una guitarra acústica — respondió Lady Emma — Es mucho mejor que un laúd.
—¿Y desde cuando sabes tocar?
—Una señora que tenía gatos tenía una guitarra vieja — ella miró la guitarra — Aprendí de pequeña con ella, era divertido no estar en casa. Lo aprendí de un libro.
La guitarra era roja con una mancha negra.
—Regalo de mi padrino por mis catorce años — dijo ella al notarlo fascinado por el instrumento — ¿Quieras que toque algo?
—Adelante, soy todos oídos.
—Okey, este es una canción de un grupo llamado Daisy Jones and the Six — contestó.
Ella se puso de pie, Cregan admiro su ropa. Parecía un vestido de dos partes, la parte superior café, apenas llegaba a su ombligo, la segunda parte era una falda negra con flores, desde su cadera, dejando ver que era una chica delgada, un largo chal verde transparente que cubría hombros y brazos.
Ella empezó a deslizar su dedo por las cuerdas y el ambiente se llenó de una melodía.
"I could've sworn this was the way
Tell me again, why do we stay
On such a lonely, lonely, lonely road?"
Lady Emma tenía el cabello suelto, porque ondas azabache caen entre su espalda y pecho. Tenía una voz suave, tan hipnótica, más suave y delicada que los bardos.
"If I follow you to the river
Send my blues out to the sea
Will you stay with me forever?
Will you chase me in my dreams?"
Ella empezó a caminar por el espacio, con los ojos cerrados y una sonrisa en sus labios. Cregan observó cada letra, cada melodía.
"I'm an echo in your shadow
And your shadows, I'm in too deep
In the river, your reflection
Is a promise you couldn't keep
I know, I know, I know, I know, I know
I lost you here
I know, I know, I know, I know, I know
I took you here."
Lady Emma empezó a girar, sus ondas se movieron al ritmo de sus pequeñas vueltas. El corazón de Cregan latía con fuerza ante la presencia de esta mujer que parecía tener el aura de una diosa.
"I know, I know, I know, I know, I know
I lost you here
I'm an echo, and your shadow
Oh, I know, I know, I know, I know, I know
I lost you here
I know, I know I love you now"
Cuando ella terminó de cantar, respiro suavemente y Cregan aplaudió a esta hermosa dama.
──── ∗ ⋅◈⋅ ∗ ────
Criston vio las exclamaciones de todos los del campamento.
El caballo que el rey había enviado para Emma era hermoso. Un caballo real, era color beige con el crin negro al igual que las patas, un caballo de la criado en Highgarden.
El señor Hagrid llegó, emocionado ante el cabello.
—Ser Criston — lo saludó.
—Señor Hagrid — Criston bajó de su caballo y agarró las riendas del regalo del rey — ¿Y Emma?
El señor Hagrid hizo una mueca, y Criston se preocupó. Desde ese partido no había visto a su hija, siempre le decían que estaba ocupada con sus estudios o con los niños, ni siquiera los hijos de Rhaenyra la habían visto.
Antes que pudiera contestar el señor gigante, Emma aprecio. Tenía ojeras debajo de sus ojos y el cabello revuelto, vagamente le recordó a Ayse cuando estaba en sus días sangrantes.
—Ser Criston — saludo Emma. En sus manos tenía una extraña taza larga y blanca, tenía el dibujo de un oso con abrigo azul y sombrero rojo. — Que lindo caballo.
—Regalo de su majestad, el rey Viserys — dijo Criston y los ojos de Emma se abrieron, rápidamente le pasó la taza al señor Hagrid para acercarse al caballo.
Ella sonrió, acariciando el crin del caballo.
—¿Para mí? — preguntó muchos se acercaron. Muchos mirando con asombro al caballo. Ya tenía una silla de montar negra. —Pero si falta mes y medio para mi cumpleaños.
—El rey consideró que te sería útil para que vayas a Red Keep sín depender de un carruaje— contestó Criston.
—¿Puedo subirme? — preguntó Emma.
—Con cuidado — dijo una voz, Criston apartó su mirada para ver al señor Snape con los brazos cruzados — No queremos reparar otro hueso tuyo.
—He montado Hipogrifos, Thestral y un dragón — respondió Emma tomando las riendas — Un caballo es pan comido.
Criston le extendió la mano y ayudó a Emma con las riendas y la ayudó a poner los pies en los estribos.
—¿Qué tal? — preguntó Criston con una sonrisa.
—Lo amo — Emma sonrió ampliamente — ¿Podemos pasear ahora?
—Podemos
Emma sonrió y luego se vio la ropa. Eran pantalones holgados y una camisa que parecía de hombre.
—¡Necesito arreglarme! ¡Parezco una vagabunda! — Criston la ayudó a bajar y ella salió corriendo hacia su carpa —¡Hermione!
La señorita Granger salió detrás de ella. Luego de casi media hora, Emma regresó con ropa de montar y una capa de terciopelo violeta con detalles en plata. Su cabello estaba trenzado suavemente sobre su hombro, y portaba guantes de cuero. Sus botas eran grises con patrones de escamas.
—¿Nos vamos? — Emma le sonrió. Criston asintió con la cabeza y la ayudó nuevamente a subir. Cuando él estuvo sobre su caballo, Emma miró a la señora Tonks — Si Sirius viene diganle que salí un poco de mi pozo de miseria para salir a pasear con Ser Criston.
Así, los dos cabalgaron hacia el bosque real.
──── ∗ ⋅◈⋅ ∗ ────
Rhaenyra vio como Luke apenas terminó su almuerzo se puso de pie y se fue sin mirarla.
Después que supo la verdad, su segundo hijo fue incapaz de estar en la misma habitación que ella. Jace fue detrás de él y Joffrey como un pequeño patito fue detrás de ellos.
—Mis hijos me odian — dijo triste, con cuidado limpio las mejillas manchadas de papila de Viserys. — Mi padre me odia y me va a desheredar..
—Tus hijos no te odian, Nyra — Daemon al tomo de la mano, Egg también puso su pequeña mano, su pequeño hijo estaba en el regazo de Daemon — Solo debe asimilar las cosas. Viserys también pidió la presencia de Rhaena y Baela, tiene el deseo que conozcan a Emma.
—¿Y qué piensa de eso?
—Que no se que me puede esperar de esa bruja — contestó — Al menos es amable con los chicos porque son sus hermanas. Ella primas...
Rhaenyra bajo la cabeza.
—En mes y medio es su cumpleaños
—Perfecto. Usa la ocasión para acercarte — Daemon dijo — Regálale algo bonito. A las mujeres les gustan las cosas bonitas...
Rhaenyra quiera acercarse a ella, pero sus ojos verdes la miraban con indiferencia, solo había permitido a Criston acercarse a ella.
Ella quería poder hablar con ella, contarle su lado de la historia, querer tenerla junto a ella.
N/a: Emma tiene el don del canto. Como Rhaenys ( la conquistadora) que se la pasaba con bardos...
En este mundo Daisy Jones and the Six son un grupo real, porque ame la serie y me niego a creer que son ficticios.
https://youtu.be/QCpamyeuqmM
El regalo de Viserys:
La guitarra de Emma:
La taza:
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