Capítulo 25.
Dos semanas habían pasado desde que Jimin se enteró del bebé en su vientre. Ahora, ahí estaba nuevamente; enterrado en su amplio sofá, cubierto con una gran manta gruesa para no sentir el frío de la mañana mientras cambiaba de canal hasta que vio unas imágenes y se detuvo.
No puede ser...
Mordisqueó su labio inferior con fuerza, logrando lastimarlo.
Sintió que su respiración se detuvo en el preciso instante en el que vio unas fotos de Jungkook tomado de la mano de Jieun, caminando con unas bolsas de alguna compra mientras sonreían. Jungkook se veía bien, se veía feliz...
Es feliz sin ti. Le susurró su subconsciente, haciendo que un nudo se formara en su estómago.
—¿Ya vieron que se hizo oficial? —habló uno de los que conducían el programa.
—Sí, ya no lo ocultan.
—Claro que no, pero es realmente una buena noticia.
—Lo es, aun veo las fotos y no lo creo.
—¿Ellos estarían juntos cuando ella aún estaba con su anterior novio?
—Claro que no.
—Yo digo que sí, que descarados, como se van a casar cuando ella acaba de terminar con el novio.
—Pero si terminaron hace meses, ¿no?
—Hmm... creo que fue antes de navidad, pero para casarse, van bien rápido.
—También pienso lo mismo.
—No tiene nada de malo, es su vida y si se casan es problema de ellos
—Están dando un mal ejemplo a la sociedad, yo creo que ella fue la infiel.
—¿Tú vives con ellos para asegurar eso? -—contradijo una de las panelistas.
—Es cosa de ve...
No pudo seguir viendo ni escuchando, por lo que apagó rápidamente el televisor para no seguir torturando su estabilidad emocional. En realidad, no se sentía bien.
Y no estaba bien, realmente.
Saber que tendría un bebé de alguien que ya no estaba a su lado, lo estaba deprimiendo más de lo que imaginó y se sentía estúpido por ello, siendo que él fue el unico que alejo a Jungkook de su vida.
Cuando se realizó la primera ecografía decidió ir solo, tener a Taehyung encima todo el tiempo lo estaba poniendo más nervioso y ansioso. Sabía que su amigo estaba preocupado por él pero de cierta manera lo estaba sofocando.
Taehyung lo iba a ver a diario, ya que Jimin se había enfrascado en la soledad de su departamento sin darse cuenta la tristeza lo estaba consumiendo. Ya no quería salir a ningún lado, no quería saber sobre su academia, no quería hacer nada más que estar metido en su pieza oscura y enterrado en su cama, ni siquiera se preocupaba de comer adecuadamente.
—Hola, Mimi —dijo Taehyung al entrar al departamento, traia consigo varias bolsas del supermercado ya que Jimin se había quedado sin nada en su despensa y si él no fuera a verlo, simplemente este no se hubiera molestado en salir a comprar algo para comer.
—Hola —respondió sin ánimo.
—¿Cómo te sientes hoy? —llevó las bolsas a la cocina y volvió a su lado.
—Normal, creo... —su voz sonaba sin vida estas dos últimas semanas y deprimía enormemente a Taehyung al no saber qué más hacer para animarlo, ya que fracasó en cada intento.
—¿Tu madre no lo sabe aun? —Jimin negó rápidamente con la cabeza. Realmente no le sorprendió, ya que él le pidió no comentar nada a Hoseok y Yoongi.
—Claro que no —dijo finalmente— Ya sabes que se pondrá histérica cuando se entere, seguro arma un alboroto— hizo una mueca al imaginar que tarde o temprano tendrá que enfrentar la furia de su madre.
—Lo sé, pero no te debe afectar, ¿bueno? Estoy contigo, y los chicos te darán todo el apoyo que necesitas - se sentó a su lado.
—Ya lo sé... —su voz salió casi como un susurro.
—¿Has hablado con Jungkook?
Dios, esa pregunta fue realmente como si le hubieran atravesado el estómago con un cuchillo.
—No... —realmente no quería hablar de él, se sentía terriblemente mal y quería llorar— ¿Sabías que estaba saliendo con ella? —preguntó serio o eso pensó, su rostro no mostraba más que tristeza.
—Sí, lo sabía —suspiró y acarició los revoltosos cabellos dorados de su amigo.
—¿Cómo... cómo lo supiste?
—Yoongi... —confesó— Realmente no sabía que estaban saliendo, pero él me comentó que lo sospechaba, han estado terriblemente unidos desde...
—¿Desde que terminamos? —se apresuró a preguntar, interrumpiendolo.
—Creo que sí —lo rodeó con sus brazos para darle un cálido abrazo— Pero eso no quita el hecho de que debes hablar con él, es el padre y merece saberlo
Odiaba cuando Taehyung tenía la razón. No era como si él tampoco supiera que debía contarle, o que estaba intentando ocultar su embarazo, simplemente tenía miedo.
Era un maldito cobarde, después de todo.
***
Jungkook había dejado la mansión de los Kim hace una semana, llevándose consigo a Jieun. Esto sorprendió a todos, ya que jamás se les imaginó a ninguno que ellos terminarían saliendo, aunque realmente no lo hacían, porque no se veían de forma romántica, simplemente se querían bastante y se lo demostraban sin miedo, ambos estaban tratando de sanar sus corazones heridos juntos y salir adelante victoriosos.
Era difícil, sí, pero estaban intentándolo.
Una noche mientras todos cenaban juntos, incluso con Min entre ellos, Seokjin logró darse cuenta del gran anillo en el delgado dedo anular de Jieun y aunque tardó unos segundos en reaccionar, lo hizo.
—¡Oh por Dios! —gritó y Jieun dio un brinco del susto. Todos miraron a Jin sin entender el motivo de su grito— ¿Ustedes desde cuando tenían planeado esto? —preguntó mirando a la pareja.
Jungkook estaba sentado al lado de Jieun.
—¿De qué nos perdimos? —preguntó Jennie totalmente confundida. Min estaba igual, pero solo observó en silencio.
—¿De qué hablas? —esta vez fue Jungkook.
—No te hagas —lo miró y apuntó a Jieun, ella lo entendió y comenzó a reír algo avergonzada— Ajá, ¿cuándo pensabas decírmelo?
—Ah... —dijo Jungkook sonriendo.
—¿Me explican? No estoy entendiendo nada —preguntó Namjoon, quien cargaba a su pequeña bebé.
—¿Cuándo es la boda? —Seokjin preguntó sin más rodeos.
—¿Qué boda? —preguntaron al unísono Namjoon y su hermana.
—La de ellos, ¿acaso no ven tremenda roca en su dedo? —apuntó a su amiga quien sonreía con sus mejillas sonrojadas— Entonces, ¿cuándo es la boda? —volvió a preguntar.
—El otro mes —respondió ella con su dulce voz, y Jungkook ensanchó su sonrisa.
—¡¿Qué?! —volvió a gritar Seokjin, casi escupiendo el jugo que estaba tomando.
—¿Un mes? —preguntó Jennie algo histeria, mientras apretujaba la mano de su novio.
—¡Por Dios! —gruñó Namjoon, dando pequeños golpecitos en la espalda de su hija, caminando de un lado para otro— Debe ser una broma, ¿cómo que en un mes?
—Sí, un mes y desde mañana empezaré a ver todo el asunto. Ustedes serán los padrinos de nuestra boda —apuntó a Seokjin y Namjoon, sin dejar de sonreír.
—Claro que lo seré, no lo dudes. Ahora, quiero saber los detalles, siento que me perdí de algo - exige Seokjin, aún sin poder creer que realmente se iban a casar.
Jennie y Yoongi sólo los felicitaron, mientras que Seokjin los interrogó un largo rato. Necesitaba saber hasta el más mínimo detalle del porque se había comprometido y cuando lo comprendió no dijo nada, no tenía derecho de hacerlo, era la decisión y vida de ellos y sí eso los hacía feliz él los apoyaría en todo.
Y luego de la cena, celebraron entre ellos. Jennie y Yoongi se retiraron al departamento de él, sin antes, volver a felicitar a los ahora prometidos.
Unas horas más tarde Jungkook y Jieun volvieron al que ahora era su hogar, vivir juntos era bastante grato para ambos. Compartían la misma cama y ella había creado el hábito de acurrucarse en el pecho de Jungkook mientras dormía.
Llevaban apenas una semana con la agradable rutina de disfrutar cada quehacer del hogar juntos, entre charlas y divertidas risas. Quien no supiera la verdad detrás de esa alegría, pensaría que eran una pareja muy feliz y enamorada. Pero lo cierto era que ambos intentaban olvidar aquello que solo traía dolor y sufrimiento.
***
Jimin se había despertado gracias a la llamada de Taehyung, para recordarle que debía comer lo que le habían dejado preparado en su refrigerador, amenazando con llevarlo al hospital para que lo dejaran internado al no estar comiendo adecuadamente, arriesgando su salud y la del bebé.
La amenaza funcionó.
A duras penas, salió de su calentita cama para poner a hervir agua. Quería tomar un té, ya que hacía un frío que calaba hasta los huesos.
Cuando comenzó a comer, tomó su teléfono y buscó el contacto de Jungkook, frunciendo sus labios al ver cómo lo tenía registrado.
"El idiota de Jeon🙄"
Lo eliminó.
¿Quien es el idiota ahora? Su subconsciente otra vez, burlándose de él.
Suspirando, se animó a escribirle para finalmente decirle que tendrían un hijo.
Yo.
¿Jungkook?
Jungkook estaba tomando un café en compañía de Jieun, cuando vio el mensaje y le sorprendió bastante, pensó que en algún momento lo había eliminado. Pero no, fue así, aún seguía ahí.
Yo.
¿Qué?
Jiminnie 💕.
¿Puedes venir a mi departamento?
Necesito que te lleves unas cosas que quedaron aquí
Yo.
Simplemente tiradas, no creo que sean realmente importantes
Jiminnie 💕.
No. Ven a buscar tus cosas.
Yo.
Realmente no puedo, no importa y tiralas.
Jiminnie 💕.
No. Solo ven, por favor. Necesito hablar contigo.
Yo.
Bien, en la tarde paso.
Jiminnie 💕.
Ok
Yo.
Nos vemos.
Pensar que en su teléfono aún lo tenía registrado como "Jiminnie 💕" le dolió y decidió quitar aquel apodo que le había dado con tanto amor.
Jungkook suspiró y pasó su mano por su cabello. Cuando al fin estaba pensando menos en él, volvía a aparecer y hacer saltar su herido corazón.
—¿Qué pasó? —preguntó, mientras revolvía con la cuchara su café
—Es... es Jimin.
—¿Pasó algo con él? —tomó un sorbo.
—No realmente, quiere que vaya a verlo —él la miró y ella sonrió.
—¿Irás?
—No lo sé...
—Quizás necesita hablar contigo de algún tema importante.
—No cambiaré de opinión —ella le sonrió y sus mejillas se fueron de color carmesí.
—Lo sé y no me refiero a eso, pero quizás necesita decirte lo que siente o cómo se siente al respecto.
—Supongo, pero iré más tarde. Vamos, hay que ir a la clínica, llegaremos tarde a tu control.
Quizás Jieun tenía razón y Jimin necesitaba hablar de algún tema importante con él, pero que lo buscara era bastante extraño y realmente no tenía ánimos de verlo, de tenerlo cerca y menos de escuchar su hermosa voz. Iba a ser una jodida tortura para él.
Cuando llegaron al departamento luego de los controles de Ji-Eun y de haber paseado por un parque, se les había hecho bastante tarde y ella estaba completamente agotada, tenía demasiado sueño y al llegar cayó rendida en la cama.
—Descansa, Jie —dijo Jungkook mientras la arropaba.
—No quiero despertar hasta mañana —murmuró mientras se hacía un ovillo en la cama.
—Duerme todo lo que quieras, cuando despiertes iremos a comer pastel a un lugar que encontré —ella sonrió con los ojos cerrados.
—¿Irás donde Jimin?
—No. Me quedaré aquí, cuidando de ti - y se acostó a su lado.
—Pero...
—Pero nada —le interrumpió— Tú ahora eres mi prioridad.
—Solo cuidarás de un cuerpo dormido —susurró contra el pecho de Jungkook, y finalmente se rindió ante el cansancio.
Cuando Jieun alcanzó el sueño profundo, Jungkook salió de la cama y tomó su celular para mandar un mensaje a Jimin. Sería lo mejor.
Yo.
Lo siento, no podré ir hoy.
Jimin.
Está bien, ¿puedes venir mañana?
Yo.
Jimin, realmente no quiero ir, lo que se me haya quedado tíralo a la basura.
Jimin.
No es solo lo que se te quedo, necesito hablar contigo
Yo.
Te puedo llamar por teléfono si quieres.
Jimin.
Por favor, ven.
Yo.
Mañana, creo que mañana puedo.
Jimin.
Bien, nos vemos mañana.
Yo.
Nos vemos.
***
Jungkook se encontraba perdidamente enamorado de Jimin, era un sentimiento que emanaba desde lo más profundo de su ser. Y el sólo hecho de pensar en él, hacía que su corazón saltará rebosante de amor.
Maldita sea, él no debía amarlo, él debía olvidarlo, pero su corazón parecía negarse ante sus súplicas y se aferraba aún más al recuerdo del único hombre que había amado de la forma más apasionada, más pura y sincera. Pero ahí estaba, sufriendo en silencio, sufriendo por algo que no existía, llorando por algo que ya había acabado sin poder hacer nada, trataba de resolver esa guerra que había en su mente y corazón.
Necesitaba sanar y olvidar.
Quería sanar y olvidar.
Entonces pensó y llegó a la conclusión de que las relaciones humanas son complicadas, complejas y frágiles. Un verdadero dolor de culo.
Suspirando, presionó con su dedo el timbre del departamento de Jimin y su corazón martillaba terriblemente rápido.
—Hola —dijo Jimin al abrir la puerta.
Jungkook se sorprendió al ver su bonito rostro pálido y con violáceas ojeras bajo sus ojos, mas no dijo nada.
—Hola —su voz sonó demasiado seca para el gusto de Jimin.
—Ven, pasa —su tono de voz fue jodidamente extraño para Jungkook.
—Bien, no tengo mucho tiempo así que sólo dame lo que tengas que entregarme y me iré.
—Tú y ella... ¿Van en serio ustedes realmente? Me... me refiero a su relación... —no pudo evitar la apregunta, sonando tan curioso como nervioso.
—Si lo hacemos o no, no debe importarte - la respuesta cortante de Jungkook, le sorprendió bastante.
—Mi error, lo siento... —se disculpó rapidamente, viendose tan avergonzado y fragil.
Jungkook se dio cuenta, como también de su pérdida de peso.
—Descuida, no importa realmente.
Jimin le entregó una caja con sus pertenencias y miró a Jungkook.
—Siéntate en el sofá, no te quedes ahí parado.
—Jimin...
—Seré breve, lo prometo —Jungkook no dijo nada y se sentó. Jimin tomó su silencio como un sí y que lo escucharía— Quiero... Ju-Jungkook, Quiero disculparme...
Bien, realmente algo andaba mal. ¿Desde cuando Jimin se disculpaba, siquiera por algo que hacía?
—Jimin esto es absurdo, no sigas —se levantó del sofá, pero Jimin lo tomó de la muñeca para detenerlo.
—Solo quiero disculparme por todo, idiota —Jungkook sonrió y Jimin mordió su labio inferior al sentirse algo afligido.
Mierda, era débil ante Jimin, pero sabía que al final nunca sería correspondido, por muy arraigado que tuviera aquel amor, era unilateral y siempre lo sería. Tenía que aceptarlo y superarlo. No todos terminan con un final feliz, porque la realidad podría ser realmente cruel.
—No hace falta. Fuiste un momento en mi vida, uno muy importante, pero que vino y se fue —suspiró— Algo normal en la vida, así que no debes disculparte por eso.
Jimin lo miró unos segundos sin decir nada. Jungkook solo pensaba en que algo raro había en él, estaba demasiado vulnerable y su estado físico no se veía nada bien, ¿Siquiera a ido al médico?
—De igual forma, quería hacerlo —murmuró un arrullo lastimero.
Se acercó al castaño e inconscientemente alzó sus delgados brazos para rodearlo por el cuello, enterrando su cara en el hueco del cuello de Jungkook. Totalmente necesitado, aspiró el aroma que tanto extrañaba y se lamentó internamente por desear algo que él mismo alejó, algo que ya no era correcto, porque Jungkook ya no era suyo.
Jungkook gruñó, pero no se apartó. Maldijo mentalmente al ver como su poco autocontrol, estaba desapareciendo en esos momentos.
—Jimin...
—Por favor... —susurró contra la tibia piel.
—¿Por favor, qué? —gruñó molesto, y Jimin bajó la mirada, algo realmente inusual en él.
—Solo... solo una última vez...
Jungkook respiró hondo antes de mandar a la mierda a Jimin y luego arrepentirse por eso.
¿Quería follar una última vez?
¿Realmente lo había contactado para esto?
—Po-Por favor... —pidió nuevamente, sin alejarse del pecho de Jungkook.
Pero como Jungkook era débil ante Jimin, no se pudo resistir en lo absoluto y jaló de manera suave los cabellos rubios para obligarlo a mirarle.
—Maldita sea, Jimin —dijo con su voz deliciosamente ronca y estrelló sus finos labios con los pomposos de Jimin.
Fue un beso violento pero necesitado a la vez. Antes de que Jungkook pudiera hacer algo más, la lengua de Jimin ya estaba dentro de su boca y estaba chupando y aficionado la suya con avidez. Pequeños gemidos salían de los labios de Jimin ante el contacto con Jungkook, lo cual lo sorprendió demasiado.
Jungkook comenzó a meter sus manos por debajo de la delgada camiseta que el rubio llevaba puesta, acariciando su espalda. Solo bastaban esos toques para que Jimin estuviera completamente duro. Jungkook tomó de los muslos a Jimin y lo levantó, haciendo que hiciera pequeños ruiditos ante la sorpresa de ser cargado.
Sin cortar el beso, camino con él en los brazos, con sus grandes manos en el trasero de Jimin, este tenía enlazadas sus piernas en la cintura de Jungkook. Lo cargó hasta llegar a la cama y lo dejó caer con delicadeza.
—Esto está jodidamente mal - dijo al apartar sus labios del menor.
—Jungkook... —el cuerpo de Jimin lo necesitaba, él lo deseaba. ¿Pero cómo decirle eso a Jungkook?
Jungkook quitó toda tela del cuerpo de Jimin y lo dejó completamente desnudo. La pieza estaba algo oscura, por lo que era difícil notar todos los detalles de sus cuerpos desnudos y eso alivió un poco.
En lo profundo, Jungkook no tenía intenciones de ser gentil, quería destrozarlo, hacerlo duro, hacerlo suplicar y hacerlo llorar, pidiendo que se detuviera. Pero no podía. No podía lastimar a quien amaba y simplemente optó por no mirarlo mientras se lo follaba.
—Necesito lubricante —dijo mientras mordisqueaba el delgado cuello de Jimin.
—Ahí hay —apuntó una mesita de noche que estaba al lado de Jungkook.
—Girate —ordenó serio y Jimin obedeció.
¿Desde cuando era tan obediente? Sin esperar más, llenó de lubricante sus dedos y los hundió en el interior de Jimin, haciendo que gimiera y se removiera un poco.
—Mgh... —gimió y mordió su labio inferior. Sentir los dedos largos de Jungkook se sentía malditamente bien, pero necesitaba más, quería más— Ju-Jungkook uhmm... —gimoteó y eso basto para saber que ya estaba listo.
Jungkook retiró sus dedos, tomó con ambas manos las caderas de Jimin y la levantó, haciendo que su espalda quedara curvada y su cara enterrada en el colchón. Bajó la cremallera de su pantalón y sacó su miembro que ya se encontraba malditamente duro, lo alineó en la entrada de Jimin y la deslizó de manera lenta, sin esperar a que el interior de Jimin se adaptara a su longitud, él comenzó a moverse. Cada vez aumentando la intensidad de las estocadas, moliendo el punto dulce de Jimin y haciéndolo gemir aún más.
Aunque Jungkook quería decirle que lo amaba, besarlo como lo solía hacerlo, dejarle marcas en todo su cuerpo o simplemente tocarlo de manera dulce, no lo hizo y se limito solamente a fóllarlo, simplemente follarlo.
—Mierda —gruñó Jungkook entre dientes.
Se apoyó en la espalda de Jimin, sin dejar caer su peso y besó su cuello, aún cuando intentaba no tener tanto contacto con él.
—Ugh... —pequeños gemidos se escuchaban escapar de los labios de Jimin ya que tenía su cara enterrada en las sabanas— Jungkook... —se escuchó y esto estremeció al mencionado. Jimin mordió su labio inferior mientras unas lágrimas salían de sus ojos y se dejaba abrazar por el placer— Aaah... —gimió mientras se corría, manchando su estómago y las sábanas.
—Mhp... —gruñó al aumentar los movimientos de cadera y esto lo hizo llegar al orgasmo en poco tiempo.
Se quedó dentro de Jimin luego de haberlo llenado de su esencia por unos segundos más y luego salió de su interior, dejando caer las caderas de Jimin con delicadeza. Se sentó al lado de la cama para poder regularizar la respiración y miró a Jimin quien quedó acostado boca abajo, tratando de regularizar su propia respiración. Sin decir nada, Jungkook fue hasta el baño para lavarse y al salir, Jimin se había quedado dormido.
—Jimin, ve a bañarte, estás todo sucio —le habló mientras lo tocaba en el hombro. Pero Jimin había quedado demasiado cansado.
—Hmm... Mañana... —murmuró sin abrir los ojos.
—Te vas a enfermar.
—No... importa... —y cayó en un sueño profundo.
Jungkook suspiró y fue por unas toallas al baño, llegó a su lado y se dio el trabajo de limpiarlo, secarlo, poner su bóxer y dejarlo bien arropado en su cama.
Se sentó un momento al lado de Jimin y quitó unos finos mechones rubios de su frente, lo observó y suspiró. Él pudo haber sido todo lo que Jimin quería, pudo haber sido su número uno, incluso pudo haberle dado todo lo que él era y tenía, pero era un simple hombre incapaz de alcanzar el corazón de Jimin y ya había tenido suficiente.
Se levantó, salió de la pieza, tomó su caja y se fue.
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