1 de la madrugada.

Era la primera vez que Diana se quedó sola en la habitación de Lobo,sin estar él ahí, la pandilla de ex chicos malos no se encontraba en la guarida esa noche, Tiburon y Piraña se habían ido a la playa juntos a gozar de una tarde de surf,pesca,castillos de arena y deliciosos raspados, Tarántula se había ido a una reunión de hackers y Serpiente se había ido a jugar bolos con otros reptiles, solo eran ellos dos pero increíblemente,cada uno se había ido por su lado, se les era imposible poder estar juntos después de lo que había pasado horas antes. Lobo la dejó descansar en su cama y él decidió agarrar una manta y dormir en el sofá,para darle espacio a Diana y poder asimilar bien lo que pasaría la mañana siguiente. Ambos tienen el corazón partido a la mitad y una angustia que les robaba toda gota de sueño.

Diana se revolcaba entre las sábanas sobre la cama,dando múltiples vueltas y perdiendo su mirada en cada rincon de habitacion, no podia pegar ni un solo párpado en ninguna de las horas que se aproximaron y cuando parecía que ya estaba por caer dormida, su ansiedad llegaba a retorcerle sus entrañas y los pensamientos a invadir su mente. Lobo tampoco se había podido ir a dormir tranquilo,se encontraba sobre el solar,cubierto por las sabanas y sin poder descansar, en un momento de frustración al no poder conseguirlo,cayó rendido sobre el sofá y sus dorados ojos quedaron paralizados en el techo.

Por la cabeza de ambos dolidos enamorados,solo se hacía una pregunta.

¿por que?.

Deseaban tener la respuesta al motivo que no les permitía estar juntos y al que los había dañado profundamente esa noche, porque si Diana decidía hacerlo, su amor a la mañana siguiente podría perecer. Aunque ambos sabían que se morirían si perdían el amor del otro. Toda pareja tiene sus discusiones y dificultades, en el amor siempre existen los altos y los bajos…pero lo que sucedió esa noche no tenía nombre.

Lobo con sus ojos perdidos en el techo,solo sintió como su vista se tornaba borrosa por las lágrimas que empezaron a caer por sus mejillas, sus orejas estaban verdaderamente caídas y en su corazón yacía una terrible depresión que le dolía mucho, no soportaba la simple idea de perder a su musa, a su adorada amante…a esa gobernante y ex ladrona que se adueñó de su corazón, sabía que iba sufrir mucho,pero si era por ella,estaría dispuesto a hacerlo…o al menos eso trataba de convencerse.

Diana estaba perdiendo la cabeza en aquella habitación, estar rodeada de cosas que le pertenecen a él la hacían recordar quien era el dueño de su corazón, su mente no dejaba de hacerla catastrofizar, de empujarla a llorar y arrepentirse de todo lo que sucedió,pero sé convivencia falsamente de que esto era lo mejor para los dos.

Ella aun recordaba esa noche que lo conoció,aunque fuese Lobo con disfraz en un intento de hurtar aquel mamífero dorado y besando su mano,robo aquella joya que tenía en sus dedos, aun cuando la había escuchado burlarse de él y su pandilla, aun cuando su proceso para redimirse no la tenía sorprendida ella no podía negar que Lobo se le era muy atractivo y con cada oportunidad que sus presencias se unían,tenía una oportunidad de tomar su mano y darle el chance de quererse mutuamente, desde esa noche que ambos bailaron juntos, acabando en los brazos de otro y él le entregó aquel anillo que el cual fue señal de su unión amorosa, ambos comprendieron que contra ese amor no se podía luchar, los cielos oscuros se volvieron azules y las estrellas en el cielo nunca dejaron de brillar, se dejaron llevar por los bonitos sentimientos que florecían por el otro y uniendo sus manos, cuando Lobo fue dado de bajas de la prisión por los crímenes de sus actos pasados, volvió con ella y cuando volvieron a abrir los ojos, acabaron siendo pareja.

Se mantuvieron unidos desde ese dia, y por mucho tiempo se quedaron ahí, luchando contra cualquier rareza que trajera el mundo y ocultándose del brillar ante los ojos de los demás, por qué ¿que diría la sociedad y la prensa, al saber que su amada,confiada y leal gobernante ahora era amante del criminal más buscado de toda la ciudad?

Diana no podía creer todo lo que pasó,cómo empezó a sentir tantas emociones, tanto negativas como positivas y fue todas por el sr. Lobo, como se había acostumbrado a sentir sus manos rodeando su figura,a sus labios besando los suyos y a sus susurros cerca de sus oídos,confesandole como su corazón irradiaba por el suyo…pero ahora todo había muerto, todo había acabado y si ella no le decía nada, todo los recuerdos que juntos sembraron, fallecieron junto con su corazon, por mas que se dijera a sí misma “es mejor de esta manera” ella sabía que no podría vivir si no estaba él a su lado.

La zorra naranja hecha el desastre del que estaba hecho, se levantó de la cama, cansada de tanto esfuerzo para poder irse a dormir, se frotó el rostro seguido de un suspiro dolido y agotado, se abrazó a sí misma y tapo su boca, esforzándose por callar sus llantos, pero tan solo recordarlo…tan sólo hacer memoria del porque ahora estaba sola, le dolía mucho. Se levantó de la cama y con un caminar torpe y débil,se dirigió a la puerta de la habitación,para salir de ahí e ir a la cocina por un vaso de agua,sentía la garganta seca y adolorida por guardarse sus lloriqueos y no permitirse expresar sus sentimientos.

Y todo esto,todo lo que los había llevado a donde estaban,fue por culpa de una discusión que Diana y Serpiente había tenido esa mañana después del desayuno, la gobernante estaba planeando hacer algo especial a Lobo para la cena,ya que solo estaban ellos dos juntos pero solo recibió una respuesta que carece de amabilidad. Confundida por el estado de ánimo del reptil,trato de encararlo y preguntarle que sucedía,pero Serpiente se mostró muchisimo mas brusco y grosero,empezando a hablarle,a decirle sobre lo patética que era al andar jugando a los cuentos de hadas con su mejor amigo.

La zorra de pelaje rojo al ser encarada de manera tan denigrante hacia ella y a su novio,no quedó de brazos cruzados y se enfrentó a Serpiente, armando una fuerte y tensa disputa donde él escupió varias cosas desagradables e innecesariamente crueles...pero que hicieron eco en la cabeza de la antigua Garra Escarlata.

¿cómo podría ella hacerlo feliz, teniendo que mantener su relación en secreto?,¿qué pasaría si al querer obtener algo de la famosa Diana Foxington,Lobo sufriera lo peor?.

Tenía razón y esa razón no dejó de atormentarla hasta que Lobo llegó a la guarida esa noche.

Lobo por el otro lado,se dio la vuelta sobre ese colchón, haciéndose una pequeña bolita y bajando sus orejas, a su lado apareció su gato,quien con ojos curiosos se fue acercando,muy atento por el fatídico estado de ánimo de su dueño, Lobo no tardó en acariciar su esponjosa espalda y darle uno que otro mimo, cuando vio como el gatito se estremeció y empezó a ronronear,lo sostuvo con sus manos y atrajo para dejarlo descansar ahi, le saco unas pequeñas sonrisas,pero pronto estas se marchitaron al recordarla.

La luna ahora sangraba hasta que llegase el amanecer,y Diana no estaba ahí con su amor para ayudarlo a sobrepasar la adversidad, ese amor que era responsable de su cola moviéndose locamente, que le daba motivos para sonreír y sentirse lleno de felicidad. Uno que nunca lo haría olvidar su afecto. 

Un amor compartido, que siempre les hacía recordar la primera vez que le dio su mano,que se dijeron te amo,que sus brazos se entrelazaron en un cálido abrazo, que se besaron, que durmieron en la misma cama,que bailaron en una pista de baile y demás momentos felices,los cuales tenia empezar a recordar con melancolía. En esa sala llena de oscuridad y silencio, Lobo lloraba internamente, necesitando del amor de Diana Foxington,de su presencia, estar sobre sus rodillas pidiéndole que sintiera lo mismo por él, de saber que todo era solo un pensamiento que no llegaría a nada más.

Pero ahí estaban ahora ellos,sus  corazones destrozados, llenos de tristeza y dolor, deseandose mutuamente.

No dejaba de pensar en lo que se había dicho horas atrás.

Estaban listos para ir a dormir,pero Lobo la encontró sentada al pie de la cama,con una mirada perdida y muy dolida,sus orejas caídas y sus ojos estaban cargados de lágrimas, fue por ella para preguntarle qué ocurría…pero lo que escuchó fue algo que destruye todo rastro de alegría y lo reemplazó por desesperacion y terror.

—D-de… Deberíamos… Deberíamos terminar…-expresó ella con un hilo de voz,mientras sujetaba las manos de su pareja.

Un puñetazo en la cara le hubiera dolido menos que esas simples dos palabras.

Sus ojos se abrieron de par en par, entregándose al crudo silencio. La veía estupefacta,esperando a que ella se corrigiera o que él fuese quien había escuchado mal sus palabras,pero la mirada dolida de ella le daba a entender que todo era verdad. Lentamente, soltó su mano, desviando su mirada cristalizada. 

—pero. . .¿Por qué. . .? ¿Por qué dices eso? .-pregunto devastado.

—....-Diana sollozo y bajo sus orejas,sintiendo un horrible nudo en su garganta que le evitaba responder.

—¿acaso te hice daño? .-preguntó Lobo con miedo,empezando a sollozar.-¿te hice algo malo?

Su reacción le partió el corazón en dos y fue suficiente para finalmente hacerla llorar.

Por el otro lado,Lobo sintió también como sus ojos se volvían cristalinos, rápidamente le dio la espalda,llevando su mano a su ahora roto corazón.

—¿E-estas dispuesta a romper conmigo es-solo por lo que Serpiente te haya dicho? .-preguntó Lobo abruptamente,como si estuviera luchando por hablar.

Diana sintió como un escalofrío recorrió por su espina dorsal al escucharlo y sus oscuros ojos se hicieron pequeños, no tardó en sostenerlo de sus hombros.

—n-no,no! .-ella negó estar muy triste con un ademán de miedo por como él h.-m-mi amor no…n-no es por él...es solo que.-tomo un fuerte respiro.-l-lo que me dijo, m-me hizo pensar en lo nuestro…

—¿y lo que sea que ese tarado te haya dicho es razón suficiente para hacerte terminar conmigo?.-Lobo cuestiono con histeria,lágrimas caían como cascadas por sus ojos,no tardó en limpiarlas,pero nuevas empezaban a caer-Diana,¿como puedes hacerme esto?.

—¿entiendes que al ser yo gobernante y yu un ex criminal, estás en peligro?.-preguntó la zorra pelirroja,llevando sus manos a su pecho para darse más énfasis.-¿sabes cuántos estarían dispuestos a usarse como carnada para sacar algo de mi?. Si te hacen daño por mi jamas me lo perdonaré.

—yo creí…-Lobo bajo sus orejas,sintiendo como su corazón se partía en millones de pedazos.-yo crei que me amabas….

 —Yo si te amo…te amo demasiado, eres muy especial para mi y tu lo sabes.-Diana confirmó con una voz dolida,tomando la mejilla de su novio,para que la viera.-Nunca dejaría que te hicieran daño,pero ¿sabes lo peligroso que es tener relaciones con otras personas siendo yo alguien tan influyente e importante en la ciudad?.-acaricio su mejilla y observo como él cerraba sus ojos y se dejaba querer,aun con un rostro de tristeza.-Me han ordenado que no muestre a amistades a ojos ajenos y a vista pública porque eso pone en peligro a muchas personas que quiero,¿porque crees que nuestra relación no la conoce nadie más aparte del resto de la pandilla? ¿porque siempre hemos estado con el perfil bajo?, si la prensa y la ciudad nos descubre,a ti te pueden herir.-le limpio sus lágrimas y miro como Lobo se quedaba poco a poco más indefenso.

—Diane, no dejaría que nadie nos hiciera daño, ni a ti, ni a mí.-aún decaído por lo que estaba pasando,Lobo trató de responder.-n-no me hagas esto por favor no quiero perderte.

–yo lo sé...-Diana respondió,acariciando la mano de su amor,la cual estaba temblando sin detenimiento por la ansiedad que le generaba saber que estaba por perder a quien mas amaba.-...pero Lobo, tú estás en peligro por ser mi novio,si supieran de lo nuestro,los demás tipos malos y mafiosos van a hacerte daño,más siendo tu un  ex criminal de los más buscados de la ciudad,tu cara es reconocida en todos lados,todos saben que has hecho y que haces...estarán dispuestos a agarrar a cualquier persona que sea importante para mi y usarla en mi contra ¡pueden llegar a matarte por mi culpa!.-aquello último se escucho como eco en esa habitación e hizo que el canino se sobresaltara y sus orejas grises cayeran nuevamente,ella tomó una pausa para poder agarrar aire y desahogarse a través de pequeños sollozos,antes de volver a abrir su boca,se limpió sus ojos oscuros y miró nuevamente a su deprimida pareja.—...t-tal vez…ta-tal vez es m-mejor de esta manera…tal vez…no estamos destinados a estar juntos…

—de…de verdad estás hablando en serio Diana? .-preguntó Lobo con una voz sumamente destruida,se podía ver que a este punto estaba luchando por no romper a llorar.

“Tal vez es mejor de esta manera”

Eso último resonó en la cabeza de Lobo y fue el último clavo que penetro su corazon,el cual se encontraba sufriendo de la agonía, siguió llorando libremente a lo bajo hasta que con sus brazos se rodeo a él mismo y desvió su mirada para que Diana no lo viese sufrir de esa manera, ella estaba por tomar la iniciativa de acercarse y abrazarlo,pero él se negó y se apartó bruscamente,haciéndola sentirse peor de lo que ya se sentía.

No puso protesta,no lucho por contradecir, solo se mantuvo estático en su lugar, respirando desesperado porque sentía que se le iba el aire,seguía asimilando lo que había escuchado, cuando vio que Diana estaba por ir a abrazarlo otra vez, Lobo se apartó para darle la espalda y levantarse de la cama y tomar una sábana para él.

—¿L-lobo?...-Diana lo llamó con una voz quebradiza y sus orejas caídas.-pe-pero qué haces?.

—Dormiré en el sofa… Descansa,mi a ...—Susurró devastado, sin mirarla a los ojos,cuando estaba por llamarla por su apodo,se detuvo,casi mordiéndose la lengua.-...Diana…

—¡no,espera!.-Diana estiró su mano hacia su pareja,pero solo vio como cerró la puerta de su habitación y se fue de allí,dejándola completamente sola.-p-por favor…-sollozo.-...n-no me abandones…no me abandones

Mientras se dirige a la sala con un caminar débil,sus oídos aún pudieron escuchar como Diana caía a la cama y lloraba desconsolada, cuando él llegó al sofá,se tiró débilmente mientras se sostenía la cabeza,permitiéndose a sí mismo llorar de la herida que ahora yacía en el corazón de aquel malvado lobo feroz.

Lobo no dejaba de pensar en como estaba por perder a la chica que su corazón adoraba, no podía creer que nunca podría tener el privilegio de amar y de ser amado por ella, no dejaba de pensar en como ya no estaría en su vida, como su presencia le iba hacer mucha falta, se sentirá tan vacío al no poder sentir sus besos y sus caricias, ambas tan dulces como la miel, como todo ese bello amor pronto acabaría…sabia que no podía hacerlo, estaría dispuesto a humillarse y caer sobre sus rodillas suplicando que no le permitiera volverse otra vez su enemigo.miedo de que el sol saliera, porque sabía que en el momento que Diana saliera de su habitación,ella sería la que decidiría lo que pasaría entre ellos al final y de verdad rogaba que no acabara con su amor desvaneciendo.

No podría hacerlo,no podría alejarse de ella,no podría siquiera intentar abandonarla.

Y aunque las cosas ahora ya no lo parecieran,Diana se estaba engañando a sí misma, porque ella tampoco soportaba la idea de perderlo, aunque le cayera la mala fama y aunque ganara el odio de su gente, ninguno de esos castigos la haría sufrir tanto como perder al hombre que adoraba con todo su corazón, tanto el malvado lobo feroz como al señor Lobo. Siempre había escuchado a los demás decirle que si ella de verdad amaba a alguien,debía dejarlos ir,pero ¿cómo podía ella dejar ir a alguien que acaricio su corazón y la hizo sentir amor?, pero la idea de perderlo por su culpa la mortificaba tanto.

Los oídos fuertes de Lobo percibieron un ruido que provenía de la cocina, por lo que se levantó del sofá y se asomo por encima de este y admiro la silueta de una zorra en a la oscuridad,la cual se iluminó gracias a la luz de la nevera ya abierta. Diana con sigilo y silencio fue a la cocina para buscar su botella de agua,evitando hacer el menor ruido posible.

—Es muy tarde para un bocadillo,no lo crees,gobernadora? .-Lobo preguntó con suavidad,apareciendo detrás de ella.-buenas noches señorita.

—¡LOBO! .-Diana saltó asustada y se dio la vuelta poniéndose en guardia, pero en el proceso,su botella se resbaló de sus manos y ella empezó a mover de manera torpe sus manos para no dejarla caer al suelo.

—oh,perdona, no era mi intención asustarte.-Lobo expresó,mostrándose comprensivo,aunque sentía como le picaban las entrañas por la ansiedad.

—ah,no…no,no te preocupes.-Diana recuperó la compostura y apretó su botella de agua con fuerza.-no vengo por un bocadillo,solo…solo tenia sed.-tras decir eso,hizo de lado a Lobo para irse al sofá  a sentarse y beber de su botella para calmar el dolor en su garganta.

Mas sin embargo,mientras ella bebía,Lobo la siguió y se sentó a su lado en el sofá,la zorra al verlo  ahí,dejó su botella de lado y se mantuvo en silencio,haciendo todo lo posible para no verse a los ojos,puesto que aún se encontraban muy lastimados por lo que les había sucedido.

—entonces…¿que haces despierta a esta hora?.-preguntó Lobo,atreviéndose a romper el silencio,mientras jugaba torpemente con sus dedos.-ya es bastante tarde.

—Yo podría preguntarte lo mismo a ti,sabías? .-Diana respondió,pasando su mano por encima del suave pelaje de su gatito.-que haces tu despierto a esta hora?.

—problemas para dormir,supongo…-Lobo respondió de manera vaga mientras se recostaba sobre el sofá.

—Ya somos dos.-respondió Diana a lo bajo.

Los dos miraron a las paredes de vidrio que mostraban el exterior de la guarida,a aquel infinito cielo nocturno lleno de estrellas y la luna,un verdadero placer para ambos pares de ojos. No se dijeron nada más, se hundieron en sus pensamientos personales, el tener ahí al lado del otro los hacía sentir nervios e incomodidad, no tenían siquiera el valor para poder verse a la cara o entrelazar sus manos para hacerse sentir mejor mutuamente,aunque se morían por romper el silencio y abrazarse con todo el cariño que yacía en el corazón del ex tipo malo y de la gobernante.

—Mira todas esas estrellas,como brillan todas en armonía.-Lobo confesó con una pequeña felicidad mientras su rostro cargado de orgullo admiraban a las hijas de la luna sobre él y su amada.-alumbran la noche para una sola persona.

Diana sintió como alguien la observaba y al darse la vuelta,se encontró con su pareja,quien mostraba una sonrisa débil pero sincera hacia ella,sus ojos estaban cargados de la ternura que tenía por ella.

—brillan para ti y para todo lo que has hecho.-Agregó Lobo.

—hmmm, la verdad…creo que las estrellas también brillan para cierto Lobo coqueto y gentil al cual todos le tienen miedo.-Diana replicó también con una diminuta alegría.-Todo de ti brilla también y se transforma en algo hermoso.

En eso,la cola esponjosa de Diana busco la cola de Lobo y la sostuvo entre la suya,entrelazandolas,Lobo no tardó en sentir ese tacto y miró por sobre su hombro a sus dos colas unidas,cosa que le provocó un leve sonrojo y en respuesta se acercó más a Diana y la atrajo en un abrazo,descansando su cabeza sobre la de ella,su mano se arrastró por el terciopelo del sofá y busco la suave mano de ella para asi entrelazarla tambien, ella se sentia tan embriagada por el afecto que Lobo le demostraba,pero otra parte de ella sabía lo que había pasado y la conclusión que juntos habían tenido…pero,tenía tantas preguntas ahora que solo él le podría dar la respuesta.

—...Lobo.-llamó su atención,pero antes de volver a hablar,tragó saliva.-si de verdad..."eso" pasara, ¿estarias dispuesto a hacerlo?.-preguntó ella con una voz quebradiza

—¿A que? ¿A no abandonarte y cuidarte?—Susurró en respuesta.—Claro que lo haría, Diane, haría lo que sea por nuestro amor,si tengo que luchar contra mil policías e ir a prisión otra vez, lo haría.

Diana bajo sus orejas, sabía que hablaba con toda sinceridad,más cuando se trataba de cuando la amaba sin embargo también se sentía decepcionada, ella lo conocía muy bien,sabia como era Lobo,sus trucos y escapes, cuales eran sus reacciones y acciones cuando se veía expuesto en situaciones de incomodidad y estrés, estaba tratando de evitar tocar ese tema, pero tampoco lo culpaba, era muy dolorosa la idea de abandonarlo.

—¿porque evades mi pregunta? .-ella se cuestiono muy decaída.-se que estaras aqui siempre,pero incluso si te dijera ahora mismo que nuestra relacion se termino,¿estarías dispuesto a hacerlo? ¿me dejarías de verdad?...-pregunto otra vez.

Su sonrisa se marchitó rápidamente al volver a escuchar esa pregunta, puesto que no se sentía lo suficientemente fuerte para decirlo, Lobo cerró sus ojos con un rostro dolido tal como bajo su cabeza, suspirando con pesadez.

—¿Qué clase de pregunta es esa,Diana? .-preguntó él con una voz derrotada y herida.-¿cómo me puedes pedir tu a mi que te responda algo tan cruel?¿cómo?.

No hubo protesta ni forcejeo por parte de ella,si quiera una respuesta formulada de palabras,pero si bajo sus orejas y soltó su cola y mano,Lobo suspiró otra vez y negó con su cabeza.

—Claro que no…no lo sería, no podría siquiera intentarlo porque se que fallaría, si de verdad llegarás a pedirme que te abandone, me doleria mucho, sería el peor castigo que me pudieras otorgar, eres el amor de mi vida, no estoy dispuesto pero no voy a mantenerte atada a mi para siempre, y si llegaras a ordenarlo, lo haría, aunque las cicatrices me rasguen hasta el alma,porque haría lo que fuera por ti…incluso si eso signifique que ya no me quieras a tu lado.-Desvió su mirada, mientras una pequeña lagrima corría por su mejilla—Te amo, Diana….con todo mi corazón,aunque muchos sigan creyendo que no tengo uno.

Diana quedó sin palabras tras esa declaración,jadeo con debilidad y llevó su mano a su boca, sus orejas bajaron tal como las lágrimas que ahora brotaban por sus mejillas, luchando por no llorar.

—L-lobo…yo,yo no…-hablo en un hilo de voz, como observó como Lobo cayó sobre sus rodillas frente a ella,tomando sus manos y apretandolas para darles un suave beso e hizo que mirara sus dorados ojos.

—Tú misma lo dijiste,¿lo recuerdas? No somos tan diferentes como muchos creen que somos.—Susurró él con una sonrisa débil.— se que tu siempre lo niegas, se que no sueles reconocer lo maravillosa que eres,pero de verdad te adoro, cada parte de ti, tu sonrisa, su personalidad, tu liderazgo,tu fuerza,tu rostro, tu ser, tu manera de hacer las cosas…tu manera de amarte, maldición Diana,eres preciosa,la dama más maravillosa de la cual yo me pude enamorar,te amo demasiado.—Dijo, acariciando sus manos y luego sus muslos.

—...pero…mi amor por ti solo puedo dartelo cuando estamos solos,no te duele que te mantenga de esa manera por mi? .-ella preguntó débilmente mientras una de sus manos acariciaba sus orejas y solo recibió una negación con la cabeza.

—no lo niego, de verdad es un infierno tenerte lejos de esta manera, no poder mostrarle al mundo entero lo mucho que adoro a Diana Foxington. Se que no puedo tomarte de la mano, besarte o siquiera tener una cita contigo, pero si ese es el precio que tengo que pagar para poder quedarme contigo,se que vale totalmente la pena.

Diana apretó sus ojos,sintiendo lágrimas caer libremente por sus ojos.

—...¿de verdad quieres estar con una patética e inutil gobernante con un pasado criminal mas negro que la misma noche?,¿quieres estar con alguien que sabes perfectamente que te ama,pero que nunca lo haga publico porque por ella te pueden dañar?.-Ella cuestiono otra vez,apartando la mirada.

¿a quién quería engañar?, ella no quería dejarlo.

—si,si quiero, adoraria ser el misterioso novio de la mejor gobernante y la mejor ex ladrona que haya tocado esta ciudad.-confirmo Lobo entre susurros,para enseguida besar sus manos .—estoy mas que dispuesto a enfrentarme a  todos los riesgos que me lancen,incluso si la señorita Gruñez quiera cortarme la cabeza,con tal de quedarme con la mujer de mi vida, acepto todo reto que me pongan.-el canino bajo sus orejas y apoyo su rostro en el regazo de ella.

Esa última muestra de afecto fue lo que logró tocar nuevamente su dolido corazón, Diana sollozo débil y aun soltando lagrimas, tomó a Lobo delicadamente del rostro  para que se aferrara a ella,rodeando su cintura para que la abrazara y así ella rodearlo con sus brazos en un abrazo,donde descansó su cabeza sobre la suya y sus manos siguieron acariciando su pelaje gris y entre todo el silencio,ella finalmente se permitió llorar. Lobo se quedó ahí junto a ella,correspondiendo a esa muestra de afecto mutua,a veces se apartaba para levantar su rostro y besarla en su mejilla y frente y sentir como ella también entre lágrimas decoraba su rostro con débiles besitos,pero a Lobo lo dejaba hipnotizado, cualquier forma suya para expresarle su amor,le volvía loco siempre. No se apartó de su lado en ningún momento, sobre sus rodillas estaba,abrazándola con cariño y tristeza y pronto estaría con ella, permitiendo también llorar.

Estaba tan distraídos en lo suyo que no notaron que aquel elevador se había abierto y de este salían Piraña y Tiburón,ambos sosteniendo sus cosas de playa y pesca, con unas sonrisas muy agotadas pero emocionadas, pero al salir y dar unos cuantos pasos más, se toparon con las dos siluetas de sus amigos en el sofá, abrazados de aquella manera tan emocional y conmovedora mientras lloraban a lo bajo, Tiburon volteo a ver a Piraña con unos extrañados y confundidos ojos y sabían que era un mal momento para interrumpirlos,así que sin decir ni una palabra, volvieron al elevador con sus cosas y apretaron el botón para nuevamente regresar.

Diana apartó su mirada,empapada de lágrimas y hundió su rostro en el pelaje de Lobo,dándole suaves caricias.

—Lobo...mi amor~.-llamó entre lágrimas.-p-por favor,perdóname, por haberte hecho pasar por esto,de verdad creí que era lo mejor para ambos,pero la verdad, yo no tengo alma ni corazón para romper el tuyo y tampoco puedo imaginar cómo sería mi vida sin ti...-lagrimas corrían por su rostro.-sólo quiero sostenerte incluso cuando se supone que no debo hacerlo, que tus ojos dorados sean lo primero y último que vea cada dia de mi vida, saber que mi amor es para ti y solamente para ti, simplemente...ser tuya siempre sin importar lo que los demás me digan,perdoname por haberte hecho sufrir esta noche…perdóname por herir tu corazón creyendo que apartándose de mi lado era la mejor manera.

—no te obligaré a nada, mi musa,sabes que soy muy terco y testarudo,pero no te puedo convencer para esto ...sí quieres romper mi corazón, hazlo. Es tuyo al fin y al cabo.-Lobo la tomó de su mejilla y le dio suaves caricias.-Pero por favor, no me alejes de ti, no permitas que me vuelva otra vez tu enemigo, ¿está bien?.-susurro una última vez y con ello, cerró sus ojos lentamente, finalizando con un suave, gentil y dulce beso en los labios.

Diana correspondió con ternura, cerrando sus ojos y descansando sus manos sobre el pecho de su pareja,no quería apartarse de ese pequeño momento que se sentía como el cielo,ni siquiera los robos que había cometido de cosas mas lujosas en los museos se comparaba con esto.

—No…-respondió suavemente.-ya no tengas miedo, no pienso romperte el corazón, jamas.-Diana respondió en un suave susurro,tomándolo de su rostro y dejándolo descansar entre su pecho,para que pudiera escuchar sus suaves latidos.—Dile a tus amigos que no vas a regresar,seguiras aqui con esta dama que no te para de amar...

Se quedó ahí,oyendo los suaves latidos de su corazón. No evito sonreír,Diana lo hacía tan feliz. 

—Y tú seguirás con este tipo malo que está loco por ti y que no piensa dejarte nunca.—Susurró y rió un poco por lo que dijo ella. —Te amo mucho, Diana..

Y besándose en los labios una última vez,con la fuerza que aún le quedaba,Lobo se levantó y la cargó entre sus brazos, yendo juntos a su habitación y dejándola en su cama, pero una vez ella yacía acostada, lo jalo de su brazo y le dio espacio para que durmiera a su lado también,con las mejillas sonrojadas, Lobo aceptó y sintió como la zorra lo dejaba descansando sobre su pecho cerca de su corazón y le dio suaves caricias en su cabeza,espalda y brazos y le dio suaves besos en la punta de sus orejas.

—te amo…-susurro,apenas audible para él.

—yo tambien, te amo…-susurro de la misma manera y beso su mejilla,para acomodarme mejor,sin dejar de estar sobre ella.-descansa,preciosa.

Después de un rato,dejo de sentir los mimos de ella,puesto que se había finalmente quedado dormida y Lobo entonces se quedó ahí junto con ella,logrando dormir lo que les quedaba de la 

noche tranquilos,junto a su alma gemela y sus corazones latiendo por el otro.

Diana quería abrazarlo cuando se supone que ya no debía hacerlo.  Atrapado en su mente estaba ahí, sabía que ya no podía huir.

Siempre iba a volver a él.

Minutos después,cuando Lobo y Diana ya se encontraban dormidos en los brazos del otro,Piraña y Tiburon volvieron a bajar por el elevador,fijándose que ya todo estuviera despejado.

—¿Qué fue lo que sucedió ahí antes? .-Tiburón preguntó muy confundido.

—no tengo ni idea…-Piraña replicó con esa misma confusión.

F I N