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Yujin sonríe ampliamente mientras espera fuera del centro comercial, llevaba varios minutos allí pero no le preocupaba, estaba feliz, finalmente era su más deseada cita con Wonyoung.
Iba a enloquecer, estaba feliz y bastante emocionada pero eso no quitaba el hecho de estar un poco nerviosa aunque no sabía la razón exacta porque, ya sabía que le gustaba a Wonyoung tanto como Wonyoung a ella, pero quizás le ponía algo nerviosa el hecho de que estarían a solas.
Había traído bastante dinero, además Yena le había ayudado también con el dinero y eso lo agradecía muchísimo aunque, Yena le había dicho que con la condición de que no fuera una inútil, algo que causó que Yujin le aventara su zapato.
Ella sigue riendo de algunas ocurrencias o simplemente sonriendo cuando recuerda que será una cita finalmente que ella no cayó en cuenta de cuando Wonyoung llegó tras su espalda y con las palmas de sus manos tapó los ojos de Yujin, mientras sonríe por cómo Yujin sobresaltó de sus pies por el susto, aunque luego sonrió guiando sus manos hacia las contrarias para ponerlas sobre ellas.
—Llegaste algo tarde, Wonnie.—ríe cuando oye a la menor quejarse al ser descubierta tan rápidamente, con Yujin quitando sus manos de su propio rostro para girar sobre sus talones y quedar al frente de la niña menor, ambas se miraron por unos cortos segundos y sonrieron.
—Sí, lamentó la demora.—sonríe apenada tomando asiento a su lado, observa cómo Yujin la miraba atentamente, mirándola de pies a cabeza, poniéndola nerviosa por lo que llevando un mechón de su propio cabello tras su oreja mira con vergüenza al piso.—¿Porqué me miras así?.
—Bueno, verás.—la más alta por centímetros ríe, acercándose un poco más pero sin llegar a estar tan cerca de ella, aún sentadas.—Te miraba porque quizás estoy asimilando que estoy por tener una cita con la chicas más preciosa que mis ojos, hayan visto.—dice, mientras que Wonyoung deja escapar de sus labios una risita nerviosa.
—No mientas, la más preciosa obviamente eres tú.—ríe, mirando el rostro emocionado y lindo de la chica.—Que cursis.—explota en una carcajada más ruidosa tapando su boca al reírse.
—Tienes razón, y eso que no soy Choi Yena.—también ríe, mencionando a su mejor amiga cuando recuerda que aunque es bastante torpe puede llegar a ser muy romántica y cursi.—Y bien, ¿qué quieres hacer primero?.—pregunta, poniéndose de pie para tenderle su mano a la contraria y ayudarla a levantarse.
—Bueno, había pensado que podríamos entrar al cine.—sonríe ante su propia idea, le gustaba ver películas.
—Me parece genial, luego de salir del cine podríamos ir a la feria de comida y comprar algo de comer.—asiente, mientras sostienen ambas sus manos con las de la otra, caminando dentro del grande centro comercial.
—Será grandioso.—sonríe con emoción y tira un poco más de la mano a Yujin para que pudieran caminar algo más apresurado causándole gracia a la contraria quien ríe pero se deja guiar por la menor.
Wonyoung sabía perfectamente donde se encontraba el cine, siempre estuvo tirando suavemente de la mano de Yujin mientras ella iba a unos pasos más adelante. Cuando llegaron allí, tuvieron que colocarse también en la corta fila que se había formado para pedir y comprar las entradas.
—¿Qué te parece esa?.—Yujin hace un ademán con su cabeza para mostrar sobre la película que se estaba refiriendo, era una animada, Yujin gustaba de verlas.
—¡Es para niños, Yujin!.—la menor empuja suavemente a Yujin de su hombro mientras la otra abre su boca indignada.
—Pero me gustan, ¿entonces me estás diciendo niña?.—entrecerró sus ojos y puso sus manos en su cintura, Wonyoung finge estar pensándolo cuando llevó su dedo índice a su mentón.
—Bien, cuando te asustas tanto con las películas de terror y también cuando discutes con Yena unnie, o simplemente cuando te emocionas y haces bailes graciosos, pareces una niña.—justifica con una sonrisa de victoria, sabia que estaba en lo cierto cuando Yujin intentó decirle algo contra pero no pudo, causando que la menor riera en carcajadas y no pasó mucho para que Yujin se le uniera.
Luego de pedir las dos entradas y comprar palomitas, dulces y algo de tomar, fuero al número de sala que les correspondía para entrar en la función. Sí, al final Wonyoung aceptó que Yujin eligiera la película animada y musical que tanto quería ver, le gustó ver la emoción que demostró cuando le dijo que podían verla si tanto lo quería, claro que Yujin no lo dudó y pidió las entradas para ver la película.
Ni hablar de los sucesos dentro de la sala mientras la película estaba rodando, Wonyoung se reía por el hecho de estar viendo animales haciendo audiciones de baile y canto para un koala con traje, ¡cómo es que a alguien se le ocurría la idea de hacer una película así! Qué original, y graciosa película le estaba pareciendo mientras que Yujin la disfrutaba, más de una vez se carcajeó tan fuerte que comenzó a ahogarse con unas palomitas pero el problema era que todavía seguía riéndose incluso si podría morir asfixiada, muchas personas de las que estaban cerca miraron con enojo al par de chicas que hacían ruido, porque vamos, Wonyoung estaba asustada intentando ayudarla mientras Yujin se ríe como energúmena.
Por suerte jamás las echaron de la película y pudieron terminarla, por su puesto, después de que estuvieran seguras de que Yujin seguiría con vida.
Salieron del cine, tomadas de sus manos para caminar por el centro comercial juntas para averiguar qué podrían hacer ahora que la idea principal había terminado. Siguieron así hasta que Wonyoung tiró del brazo a Yujin hasta entrar en una tienda de cosméticos, ropa y maquillajes, con un par de cositas más, la menor amaba entrar a tiendas así realmente y Yujin lo comprendió cuando podía notar la emoción reflejarse en sus bonitos ojos.
—¡Me gusta mucho éste!.—menciona, soltando la mano de Yujin para tomar con ambas manos una perchera de falda de tela, a color azul celeste.
—Oh, puedo incluso imaginarte con eso puesto.—apunta la prenda y luego choca sus palmas creando un aplauso.—Anda, llévalo.—asiente efusivamente.
—Por supuesto que pensé en llevármelo.—menciona, con sus ojitos divagando más por el lugar hasta que encontró algo que la hizo sonreír, Yujin siguió a la menor hasta donde ella fuera.—No puede ser, ¡es muy adorable!.
Yujin ríe cuando sus ojos miran la prenda por la que Wonyoung estaba chillando, eran unas camisetas simples de color variado, con un animalito como estampado sobre el lado izquierdo, justo en un pequeño bolsillo que traía como adorno, cualquier animalito.
—¿Te gusta?.—pregunta sonriente, sabía que le había gustado.
—¡Me encanta!.
No está demás decir que Wonyoung insistió a Yujin para que llevase la misma camiseta pero con el cachorrito mientras ella llevaba el conejito. Cuando salieron de la tienda con bolsas de compras en sus brazos, simplemente caminaban, tomando sus manos y entrelazándolas entre sí, habían salido totalmente del centro comercial y ahora se encontraban en un parque donde habían pocas personas por la hora.
Se sentaron en un banco y descansaron ahí, siguiendo con sus conversaciones.
—Nunca antes había tenido alguna cita con alguien pero el día de hoy, fue realmente increíble, en todo sentido.—Wonyoung empezó, contando sobre lo feliz que estaba.
—La verdad es mi tercera cita, pero sin dudas ha sido la mejor.—asiente con su cabeza mostrando una sonrisa, Wonyoung la miró impresionada al principio pero después sonrió ampliamente.
—Eres muy atenta, a pesar de que seas torpe en ocasiones o muy aniñada y berrinchuda.
—¡Oye!.—Yujin reclama cruzando sus brazos, la menor suelta una risita y niega con su cabeza.
—No me dejaste terminar.—rodó sus ojos, acercándose más hacia Yujin deslizándose por la banca.—Iba a decir que así, me gustas muchísimo.—sonrió, causando que Yujin también sonriera y desviara su mirada sin saber qué decir, creando un silencio entre ambas que para ninguna era incómodo.
Pasaron un par de minutos así, jugando con sus manos unidas y entrelazando sus dedos entre sí provocándole un revoloteo en el estómago a las dos, hasta que en un respingo Yujin decidió hablar.
—Tú también me gustas, y eso es bastante obvio pero quería decírtelo.—ríe levemente, acercando su cuerpo de a poco hacia el de la menor en uno de sus descuidos, pero Wonyoung no era tan ingenua y al ver que se intentaba acercar, ella alzó su mirada y se terminó de acercar corporalmente hasta ella, regalándole una sonrisa.
—Tengo algo que decirte, pero no puedo decirlo.—explica, sus ojos ansiosos podían entender con exactitud lo que la mirada contraria le estaba diciendo, ríe cuando cree que todo le recuerda a alguna historia romántica que Yuri le haya contado, deja que las palmas de las manos de Yujin se posen sobre sus mejillas.
—Sólo demuéstralo.—sonríe, pero aunque la idea había sido de la menor, Yujin fue quien atrajo su rostro con ayuda de sus manos, y al momento en que sus labios tuvieron contacto todo se puso de cabeza para ambas chicas, los fuegos artificiales explotaron unos tras otros, los pajaritos cantan y las personas en sus alrededores aplauden, claro, en sus mentes porque los únicos testigos de su acto de amor habían sido la naturaleza, el pato que estuvo esperando por trozos de pan y el señor de los helados.
Una vez que ambas se separaron luego de terminar dándose besitos cortos y reír, se miraron felices, sin soltar sus manos e inevitablemente riendo después de todo lo que había ocurrido.
—Y bien...—la menor mordió ligeramente su labio inferior para evitar sonreír tan ampliamente pero fue en vano.
—¿Y bien qué?.—preguntó riendo al ver su intento de evitar sonreír.
—Yo... me refiero a, tú sabes.—suelta una risita y niega con su cabeza.—Dios, ¿Porqué es tan difícil?.—sacude su cabeza para calmar su cabeza mientras que Yujin no paraba de pensar en lo linda y bastante adorable que se le estaba haciendo.—¿Ya somos novias? Es decir, nos gustamos y, y, nos besamos entonces..—miró expectante a la contraria.
—¿Tú qué crees?.—arqueó su ceja con una sonrisa en sus labios, Wonyoung comprendió y no necesitaba si quiera que Yujin le pidiera ser su novia ni Yujin necesitaba que Wonyoung le pidiera lo mismo, no lo necesitaban, lo tenían bastante claro ahora. Entrelazaron sus dedos y se levantaron del banco, empezando a caminar juntas de regreso.
Oficialmente, ellas son pareja.
—Tengo la novia más preciosa del mundo.—Yujin rueda sus ojos y ríe después de haberla oído.
—No, porque yo soy la que tiene la novia más hermosa del universo entero.—Yujin dramatiza, bate sus pestañas y presume, la menor empuja del hombro a la más alta por centímetros.
—Tonta.
—Mi reina.
Las dos sabían que su relación iba a ir bastante bien.
—¡¿Cómo que no llega?! Esa Yuri va a ver la reencarnación del demonio en un pan.
Hitomi respondió en gritos a la llamada que había iniciado con Yena cuando ésta había marcado al teléfono de Chaewon para mencionarle que Yuri seguía sin llegar, ya que habían cambiado el lugar porque según la japonesa de mejillas adorables, Chaewon y ella tendrían su "cita" en casa de la pelinaranja.
—Espera, ¿la reencarnación en un pan? ¿Cómo así?.—Yena preguntó desde la otra línea, se podía escuchar que estaba muy confundida.
—Hitomi, deberías de calmarte, en realidad Yuri no camina tan rápido.—explicó la mayor después de comer otro puñado de palomitas, pero todavía podía oír a la más pequeña reclamarle a la pobre Yena que no tenía culpa de nada, Chaewon rodó sus ojos dejando el tazón de palomitas sobre la alfombra para arrebatarle su teléfono a la menor.
—¡Pero Chaewon!.
—¡No! Nada de Chaewon, y no me mires así ¿bien?.—le dice cuando observa cómo ésta estaba con su ceño fruncido, bufó y cruzó sus brazos mientras que la pelinaranja procedió a hablarle a su amiga.—Perdona Yena, Hitomi está un poco loca al no obtener no pan de día a día, no temas, el demonio no va a hacer la reencarnación en un pan, deja de pensar en eso.
Y el silencio que se podía oír desde la otra línea le hizo confirmar que Yena estaba eliminando todo rastro de pan de su casa.
—¿Qué decías? Salí a botar algunas cosas, no preguntes.—dijo, riendo con esa típica risita nerviosa suya, Chaewon ríe y niega con su cabeza.—¿No crees que Yuri encontró algo mejor qué hacer que estar conmigo? Sakura me dijo que la había visto, quizás no vendrá.
—Oh por favor, no digas eso, voy a colgar ahora mismo si no quieres que aparezca en la ventana de tu casa para tirarte el florero, por cierto, ¡ni se te ocurra besar a mi hermanita sin su consentimiento! Adiós.—pudo oír el reclamo de la chica pero justo había colgado, suspira con cansancio y deja el teléfono en la mesita, volteando a ver a la japonesa.
—Tranquilízate, todo saldrá bien para todas, ya verás.—agarró nuevamente el tazón de palomitas para ofrecérselo a la menor que estaba "enojada" aunque todo rastro de enojo fue esfumado una vez observó las palomitas, bufando toma el tazón y lo coloca sobre sus piernas, llenando sus mejillas del contenido.
—Sólo quiero que mis amigas encuentren el amor.—menciona, masticando las palomitas causando que la mayor riera por cómo sus palabras habían salido.—Y que sean felices, claro.—agregó.
Chaewon tomó otro puñado, comiendo una por una mientras miraba la película en la televisión, pensando seriamente en decirle algo que sabría que le comería la cabeza.
—Y tu felicidad, ¿no importa?.—cuestiona, atreviéndose a echarle un vistazo, justo cuando Hitomi la observa también, con sus ojos abiertos en demasía.
Jamás había pensado tanto en qué le hacía realmente feliz. Está bien, sus amigas le hacían feliz, el pan también, pero, ¿qué le haría incluso más feliz? No, no lo sabía.
—Si mis amigas son felices, yo también, sí.—explica rápidamente agradeciendo que su voz no temblara porque ella sabía perfectamente que su unnie era experta y muy observadora, normalmente se da cuenta de cualquier cosa sin que se lo hayas dicho.
Como ahora, arqueó sus cejas y llevó otra palomita a su boca, encogiéndose de hombros, podía dejárselo pasar por esta vez.
—Unnie, tú también me haces feliz.—repentinamente soltó, sonriéndole a la chica a su lado quien volteó para mirarla de regreso, sonriéndole, llevando una de sus manos hacia su cabello para revolverlo.
—Tú y tus locas ocurrencias o palabras inventadas también me hacen feliz.—confesó, justo entonces su teléfono vibró, miró el artefacto y desbloqueó la pantalla para leer el mensaje que Yujin le había enviado.
De: Tonta 1 💗
cHAEWON UNNIEEEEEEEEAAAAA!!!!
WONNIE Y YO QJSJSDWJJ IHHHH 🤭
¿De qué estás hablando?
YA SOMOS NOCIAS¡! HAHDJDJS PELLÍZCAME
NOVIAS* 🙄
Chaewon ríe y niega con su cabeza, masticando otras palomitas para después de tragar, soltar la bomba.
—Oye, Yujin y Wonyoung ya están de novias.
Y entonces Hitomi comenzó a toser cuando estaba atragantándose con las palomitas que no terminaban de pasar por su garganta, Chaewon tuvo que palmear su espalda y correr por un vaso de agua.
Claro, también tuvo que aguantarla cuando empezó a gritar y festejar por la relación de sus amigas.
Hitomi creía estar conectada con Cupido, y creía merecer un sinfín de panes si seguía haciendo un buen trabajo.
—Por cierto, si compré tu pan favorito. Está en el cajón de la izquierda, ya sabes.
Pero sin dudas, Chaewon le regalaba más pan que el inexistente cupido.
Fue lo mejor que pude hacer, obviamente no incluí el Chaekura ni el Yenyul porque iba a alargarlo más y no no, no 🙄 espero poder actualizar más seguido pero hajsjs qué chiste 💅🏻
En fin, eso, ily
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