Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capitulo 5 - No Me Sueltes

Punto de vista de María

Llevaba una blusa blanca y unos jeans negros rasgados, ya estaba trabajando en P&S y hoy era el día que me iría con mis dos Ericks al cine y a cenar. Hoy pasaría lo que llevo esperando seis años, compartir momentos con los dos amores de mi vida.

No lo niego aún le amo. Nunca dejé de hacerlo, y creo que por más tiempo que pase jamás lo dejaré de hacer.

Estaba recogiendo las cosas de mi despacho en P&S era muy acogedor, tenía las paredes blancas y grises y en un lado el escritorio de color haya. La puerta de mi oficina sonó al sentir unos nudillos chocar contra ella.

— Bien. Buen trabajo me gusta reina. — me dice Ester, mi jefa, pasándome la imagen de la portada de mi libro, era una gran cadena con el fondo negro y ponía en grande El que se enamora pierde y Maria Sánchez. Esta mujer me resultaba muy familiar como si la conociera de algo. — Tú libro va a ser un exitazo.

— ¿tú crees? — le digo sonriendo emocionada al ver la portada. — Esto es un sueño cumplido.

— Mi hija también soñaba con ser escritora. — su boca se torna en señal de tristeza, algo grave le debió suceder.

— ¿Qué le ocurrió?

— Murió con seis años en un accidente de tráfico, junto con mi marido. — pude ver como una lágrima caía por su mejilla, me siento identificada con ella, solo que yo perdí a mis padres. Entiendo el dolor inmenso y tremendo vacío que te deja la ausencia de una persona que amas tanto, y que esperas que esté contigo el resto de tu vida y de repente se marche.

— lo siento. — ella trata de sonreírme para restarle importancia.

— Bueno, felicidades. — dice para luego marcharse de mi oficina. Yo sigo recogiendo mis cosas ya que había terminado mi jornada laboral. El teléfono suena, ojitos, eso dice en la pantalla.

— ¿si?

— ¿señora Sánchez? — sonrío al escuchar su voz detrás de la pantalla. — El rey y el principe Erick y Erick jr, le esperan en la puerta de la editorial P&S.

— Oh dígale al principe que voy. — me echo a reír.

— ¡MAMÁ VEN YA! — escuchó decir a mi hijo. — papá y yo te esperamos.

¿Papá? Si me emocioné yo al oirle no sé cómo esté Erick. Rápidamente fui a su encuentro, ahí estaban los dos esperándome. Me monté de copiloto con Erick y por un momento me imaginé así de verdad, como si Erick nunca se hubiera ido, como si hubiéramos seguido adelante con todo y juntos, el, yo y nuestro hijo. No me falta nadie más.

Llegamos al cine en el centro de la ciudad, Estábamos debatiendo sobre qué película ver, la verdad que me agotaba que fueran dos hombres y una sola mujer.

— Joker. — dicen al unísono.

— No, Joker no. Una de romance. — les digo y ellos se miran y niegan con la cabeza.

— Joker. — vuelven a decir.

— dos contra uno — dice Erick y yo al final me doy por vencida. Cometí un error dejando que se conocieran, ambos tienen un poder sobre mi descomunal. Bueno viendo la película no se estuvo tan mal, estuvo bien. Al salir de la sala comiendo popcorns porque durante la película no se acabaron, ellos iban comentando la parte que más le había gustado, y yo solo observaba lo felices que se veían y la preciosidad de esa imagen.

—¡mamá, quiero dormír con papá! — me dice Erick de repente y yo miro a su padre. — por favor.

— No sé mi amor...

— Estará bien... — me dice. — por favor.

— Okay está bien. — ruedo los ojos y continuo mi camino hacia el auto. Llegamos a casa de Cris porque decidí dejarles allí para asegurarme que estaba todo en orden y poder irme tranquila sabiendo que mi hijo está en buenas manos.

— Gracias. — me dice Erick cuando estoy apunto de marcharme.

— De nada, algún día me lo pediría. — abrí la puerta para salir al porche y Erick salió conmigo.

— no sabes lo que significa para mí que me dejes formar parte de su vida. — me continúa diciendo el ojos verdes que me quita el sentido.

— Te adora. — le digo. — Eres su padre y creo que está feliz de que lo seas.

— ¿y tú? — me dice acercándose a mi. — ¿Estás feliz de que yo sea su padre?

— claro que sí. Pasara lo que pasara para mí no existe nadie mejor que tú. — le sonrío y nuestras miradas conectan, veo el brillo en sus ojos, su brillo.
Se acerca hacia mí lentamente para poner sus manos sobre mis mejillas.

— Yo te amé, te amé más que a nada. — me dice muy cerca mia. — ni la fama, ni L.a ni ninguna otra mujer han conseguido que me olvide de ti. — mientras él habla yo solo sé mirarle a los labios y sonreírle. Y entonces le sentí, sentía sus labios chocar contra los míos y nuestras lenguas moviéndose al compás. Después de seis años otra vez se apoderaba de mi. El chasquido del beso al separarnos me hizo abrir los ojos. — Te llevo a casa.

— No Erick... — le sonrío. — sé caminar y además está aquí al lado.

— Está bien. — depositó un beso en mis labios. — te quiero.

Me gire sobre mis talones y comencé a caminar como una niña tonta, llevaba seis años esperando ese beso, seis años esperando su llamada. Y han llegado por fin.

Son casi las tres de la mañana y las calles de Miami se ven vacías, no hay ni un alma pasando por aquí, eso me inquieta un poco pero sigo andando a paso ligero pero tranquila. Hay un callejón para llegar a casa, no muy segura de ello lo tomo como atajo.

— Hola preciosa. — me dice un chico rubio con ojos marrones. — ¿estás solita?

— Eh...si, me iba ya... — comienzo a andar más ligero.

— Hey por qué Tanta prisa linda, ¿conoces a mi amigo? — apareció otro chico pero este era moreno de ojos color caramelo. La cercanía de los individuos me comenzaba a molestar y lo que es peor a asustar. — ¿Quieres pasar un buen rato?

— no, quiero irme a casa — mi voz quebrada era la que indicaba el miedo que sentía.

— No cariño. — acerca su boca a mi cuello. momento justo que aprovecho para propinarle un rodillazo y que me suelte, intento salir corriendo pero el otro chico me arrincona a la pared.

— Tú de aquí no te vas. — comienza a quitarme la ropa mientras me manosea, mis súplicas de que por favor no lo hicieran y me dejaran irme valieron de poco, intenté mantenerme viva hasta el último momento pero no pude, me resistí lo más que pude pero eran más fuerte que yo. Terminaron su labor y me dejaron allí tirada en un callejón, empapada de lágrimas y semidesnuda. No sabía que hacer, me daba asco y no tenía fuerzas para andar ni siquiera para seguir adelante.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro