"La voz en mi interior"

Había experimentado sentir la tristeza por cosas que le habían sucedido a Jia, por cosas que ella sentía, yo solo era un sujeto secundario al cual su tristeza también afectaba, pero en este momento mi tristeza era personal, era por algo que me había ocurrido a mi, porque aunque sabía que lo había hecho por el bien de ambas no significaba que doliera menos.

Ni siquiera podía intentar esconderlo por el bien de Jia, simplemente no me sentía con ganas de levantarme de la cama, por eso Namjoon tuvo que venir a buscarme y me encontró mirando hacia el techo, aún acostada cuando en diez minutos se supone que tendría que salir de cada directo a la escuela, pero no lo haría.

-¿Jia? -Preguntó extrañado y luego vi como observaba el desastre de tela en el suelo y sus ojos sorprendidos subían hasta lo poco que quedaba del tutú- ¿Qué sucedió?

Y aunque sabía que era así como debía ser, no pude evitar que mi voz se quebrara mientras le respondía.

-Se acabo, no más ballet, no voy a bailar más.

-¿Pero, por qué? ¿Qué sucedió? -Negué con la cabeza-

-Estoy agotada ¿Puedes dejarme sola? No dormí bien anoche.

Y aunque sabía que no quería hacerlo de alguna manera Nam respetaba mucho lo que yo decía, me dejó sola en la habitación aunque por supuesto yo no tenía idea de cuánto le había costado eso.

En realidad si tenía que ir a la escuela, aunque no quería hacerlo, tenía que terminar definitivamente con el ballet, por ello tendría que ir a renunciar a el papel, procurando que sonara convencida.

Tome toda mi fuerza de voluntad para levantarme de la cama y tomar un duche, me cambie con la ropa más sencilla que tenía -Que por suerte era algo bonito- Y baje a tiempo para tomar una manzana de la cesta de frutas.

-Pensé que no irías a la escuela -Dijo Nam cuando me vio mientras embarraba mermelada en una tostada-

-Las responsabilidades no se pueden evadir -Dije negando con la cabeza- ¿Estás lista Zua? Estoy justo a tiempo para dejarte en la escuela -Ella asintió mientras se ponía de pie-

-Iré a lavarme los dientes, puedes esperarme en el auto -Asentí antes de que ella saliera corriendo escaleras arriba-

-Si te sientes mal podrías...

-No me siento mal -Dije negando con la cabeza- Solo tengo sentimientos encontrados, es todo, pero aún tengo que ir a la escuela y aprobar todas mis materias

-Está bien -Dijo el sin intensión de discutir conmigo- Hoy ire a comprar decoraciones para la fiesta de Solmi el sábado ¿Irás conmigo?

-¿La fiesta de Solmi? -Pregunté desorientada, sin poder creer que ya faltaba poco para su cumpleaños-

-Si, no creo que mi padre o tu madre se molesten en prepararle una fiesta, pero creo que es importante crear recuerdos -Asentí con una pequeña sonrisa-

-Te acompañaré, tienes un terrible gusto en decoración -Dije causando que el riera, tratando de llenarme a mi misma con cualquier emoción positiva-

Una vez estuve en el auto camino a la escuela con Zua empecé a preocuparme, no tenía tanto tiempo como necesitaba.

-No luces muy tranquila -Observó mi hermana desde su asiento-

-Lo siento, es solo que... ¿No te he dicho que voy a dejar el ballet? 

Giré en la esquina y ella jadeó.

-Lo escuché cuando hablabas con Nam, pero tal vez deberías calmarte un poco ¿No quieres que pasemos por unas galletas de macadamia? -Negué apretando el volante con la vista en la vía-

-Estoy bien, estamos por llegar.

-Bueno, no me preocupa llegar tarde a la escuela -Insistió-

-Ya es muy tarde Zua, solo estamos a un par de calles.

Por suerte se rindió, aunque cuando llegamos a su escuela no se bajo de inmediato, se quedó mirándome.

-No debería decírtelo pero... No parece muy seguro que conduzcas, no sé si en realidad es por el ballet pero pareces demasiado nerviosa ¿Debería llamar a Namjoon?

Negué con la cabeza y sonreí intentando tranquilizarla.

-Está bien, iré más despacio, solo pensé que estábamos llegando tarde -Ella me miró insegura antes de soltar un suspiro y quitarse el cinturón-

-Espero no estar haciendo las cosas mal, te veré en la tarde ¿Si? -Preguntó abriendo la puerta y yo asentí con una sonrisa-

-Te veré en la tarde.

Esperé hasta que Zua entró en su escuela para suspirar y borrar mi sonrisa, tenía que calmarme, no podía dejar que mis emociones se internaran en mi hasta el punto en que influyeran en algo tan importante como manejar por la calle.

Cuando creí estar lo suficientemente calmada y en control seguí mi camino, mi escuela no quedaba muy lejos de la de Zua, así que eso era una gran ventaja para mi ahora.

Podía ver aún el rastro de alumnos esparcidos por el estacionamiento, eso era una señal de que aún estaba a tiempo para ir a mi casillero por los libros de mi clase, así que camine sin prisa y sin en realidad ponerle importancia alguna a la clase de física.

Deje mi bolso en el casillero y tome el libro de física un cuaderno y un par de lapiceros, tratando de hacer de este día uno como cualquier otros en el que era una estudiante ejemplar. Cerré mi casillero y me espanté cuanto vi a un Jungkook sonriente junto a mi.

-Dios mío, me sorprendiste -Dije poniendo mi mano en mi pecho y su sonrisa flaqueó-

-¿Estás bien?

No me gustaba esa pregunta en general, en su mayoría porque no sabía que decir ¿Debía ser sincera y decir que sentía que el mundo se me iba a venir encima o simplemente debía sonreír y decir "Estoy bien" para lidiar por mi cuenta con mi propia oscuridad? Normalmente elegía la segunda opción y cuando no lo hacía terminaba arrepentida de haberme abierto sentimentalmente con alguien más, pero no con Jungkook, con Jungkook ni siquiera existían condiciones, así que cuando específicamente fue el quien preguntó supe que ni siquiera podría durar medio segundo callada.

-No en realidad, el tiempo se acaba y no estoy segura de como evitar lo que vi venir -Suspiré y me encogí de hombros- Y cada vez descubro más y más cosas -Negué con la cabeza- Todo está en desorden en mi cabeza así que no tengo nada claro en este momento.

El suspiró y tomo mi mano derecha.

-Todo va a salir bien, no te voy a dejar sola en este momento yo...

-¡Jeon Jungkook! -Fruncí el ceño al escuchar esa voz y Jungkook lució asustado por un segundo antes de darse la vuelta-

-¿Si entrenador? -Preguntó con inseguridad-

-¿Puedo saber que haces aquí en lugar de estar en el campo entrenando con los demás? ¿Crees que por ser capitán tienes algún tipo de trato especial?

-No señor, yo estaba a punto de...

-A punto no es suficiente Jeon, ahora deja de coquetear con Kim y ve al campo de entrenamiento -Jungkook se giró hacia mi con cara de arrepentimiento-

-Lo siento, tengo que irme, pero te veré en la hora del almuerzo ¿Si?

Estuve a punto de responder cuando otro grito del entrenador me interrumpió.

-No quiero verte un segundo más en otro lugar que no sea el campo Jeon -Jungkook suspiró antes de salir corriendo por el pasillo, el entrenador me miró- Jóvenes -Murmuró antes de desaparecer tan rápido como había aparecido-

Mire la hora en mi teléfono antes de empezar a caminar hacia el salón de física, ni siquiera miré al profesor que hace unas semanas me había ofrecido créditos extra que no necesitaba sabrá el cielo a cambio de que.

Me senté en el primer lugar que encontré y trate de poner atención a la clase, como si me importaran los fluidos, el torque y todas las cosas que salían de la boca del profesor.

Empecé a rayar una de las hojas de mi cuaderno distraída, alternando mi vista entre el papel y el profesor, con suerte parecería que estaba tomando apuntes diligentemente y que en realidad estaba entendiendo el tema que el intentaba explicar.

Miré el dibujo a medio terminar y aleje el lápiz de la hoja apretando mi mano izquierda en un puño sin perder la costumbre de enterrar mis uñas en las palmas de mis manos.

Quería creer que el hecho de que todo estuviera con esfero negro era lo que hacía el dibujo tan tétrico y aterrador, pero podría haberme dibujado a mi misma en una bañera con los ojos perdidos con los colores del arcoíris y probablemente estaría temblando justo como lo hacía en este momento.

Cerré el cuaderno de golpe y no volví a tocarlo en toda la clase, clase en la que deje mi vista en el tablero donde se escribían y se borraban los problemas cada tanto y en la que moví mi pierna derecha nerviosamente sin detenerme hasta que luego de una eternidad sonó el timbre.

Salí tan rápido del salón que no me sorprendería que la gente empezara a decir que soy rara, que siempre escapo de las clases y que en realidad pareciera que estaba huyendo de algo, pero no podía huir de mi misma ni aunque lo intentara.

Entre al baño más cercano aliviada de que estuviera desolado a esta hora del día, abrí la llave del agua y salpique un poco de agua en mi rostro, cuando alcé la vista hacia el espejo creí estarme volviendo loca.

Ya ni siquiera había un espejo frente a mi.

Nuevamente estaba de pie en una esquina del baño de mi habitación, viéndome a mi misma sumergida en la bañera, con esa camisa rosa que ahora odiaba y el agua decolorada de rojo.

Sacudí la cabeza cerrando los ojos.

-Esto no es real, esto no es real -Repetí una y otra vez esperando que dejara de alucinar-

Solo fue en el momento en el que alguien más ingreso al baño abriendo la puerta que parecí volver en mi misma.

Las chicas entraron riendo concentradas en si mismas así que fue fácil para mi hacerme a un lado y salir del baño.

Creo que en realidad necesitaba salir de la escuela, tal vez si debía haber llamado a Namjoon, tal vez no tendría que haber venido hoy. De hecho, ni siquiera había sido capaz de renunciar al papel y ya quería salir de aquí.

Suspiré tomando todo el aire que mis pulmones eran capaces de contener antes de dirigirme a mi casillero de nuevo para guardar mis libros y tal vez no pensarme más lo de huir de la escuela y simplemente hacerlo.

Abrí el casillero pareciendo más tranquila de lo que estaba, hasta que supe que no iba a poder manejar esto.

Cuando abrí el casillero algo cayó a mis pies, miré al rededor intentando encontrar algo sospechoso, suspiré metiendo las cosas en el casillero y tomando mi bolso, cerré el casillero y me agache a recoger el papel blanco en el suelo.

Ni siquiera me detuve a pensar si era una buena idea abrirlo en un lugar tan público donde estaba totalmente expuesta, simplemente desdoble el papel.

Entonces ocurrió algo que no había ocurrido nunca antes, los recuerdos empezaron a llegar a mi, recuerdos que no me pertenecían.

Estaba caminando por un callejón oscuro, sintiéndome aterrada, estaba agitada, asustada y estaba huyendo, sabía exactamente a que momentos pertenecían esos recuerdos.

Mire el papel de nuevo leyendo las palabras "¿Abusada o abusadora?" en el con rojo, no parecía marcador y cometí el terrible error de acercar el papel a mi nariz para asegurarme de que olía al alcohol y químicos, pero me sentí repugnada con el olor a metal característico de la sangre y lo deje caer al suelo.

Intenté respirar profundamente un par de veces antes de darme cuenta de que no estaba funcionando. Tal vez necesitaba aire fresco.

Mire a todos lados antes de caminar buscando la salida, doble en el pasillo y un quejido luchó para salir de mi garganta en el momento en el que vi a los chicos en el final del pasillo, podía volver y encontrar otra salida, pensé en esa solución hasta que escuché la voz de Taehyung gritando mi nombre tras de mi.

Seguí caminando mirando al rededor con desesperación, lo estaba intentando controlar pero cualquiera que me viera se podía dar cuenta de que algo no andaba bien.

No sabía bien que hacer y como dije antes prefería que la gente pensara que estaba bien y lidiar con esto por mi propia cuenta así que cuando vi la puerta del cuarto de utensilios no lo pensé dos veces para meterme en el.

Cuando cerré la puerta con seguro luego de haber entrado me deje caer al suelo, respirando agitadamente, sabía muy bien lo que estaba pasando porque era exactamente mi primer recuerdo, lo que en esta línea del tiempo había marcado un antes y un después para mi vida; mi primer ataque de pánico.

No quería experimentar otro de esos, sacudí la cabeza y puse las manos sobre mis oídos intentando tranquilizarme sin obtener resultados, mis manos temblorosas se movieron hasta mi bolso que había caído al suelo conmigo, empecé a rebuscar en el como si fuera un movimiento involuntario hasta que encontré una caja de cartón con la palabra "Paroxetina" en ella, la abrí con urgencia sacando el sobre de pastillas y apresurándome a tomar una y metérmela en la boca.

Normalmente no puedo tragar una pastilla sin ayuda del agua pero ni siquiera pensé en eso mientras dejaba que la pastilla pasara por mi garganta. Y a pesar de que sabía que no había manera de que el efecto de la pastilla fuera inmediato el solo hecho de haberla tragado me había tranquilizado.

Decían que en momentos difíciles solo debía escuchar mi voz interior, pero lo único que mi voz interior decía era "Ríndete" 

-Todo va a estar bien -Empecé a repetir sin detenerme intentando eclipsar la voz en mi interior-