"Como en casa"

-Entonces quiero internarme en un hospital psiquiátrico.

El silencio llena la habitación y yo hago una mueca.

-Eso fue demasiado dramático -Le digo a mi reflejo en el espejo, me aclaro la garganta- Sé que últimamente no he sido la portadora de buenas noticias pero, no creo que deban preocuparse más por eso porque me voy a internar.

Borro la sonrisa de mi rostro, no creo que hacer chistes sobre ello sea el método más adecuado, suspiro, tal vez debería comenzar con algo más sencillo.

Me acerco a mi escritorio encendiendo el computador, tomo el primer cuaderno que encuentro, es el de física y tengo que aclarar que si está tan vacío no tiene nada que ver conmigo.

Entonces empiezo mi búsqueda, pongo en el buscador "Hospitales psiquiátricos" y anoto los nombres según la búsqueda, luego me dedico a buscar cada uno de manera individual, suspiro con pesadez cuando el tercero tiene denuncias por maltrato a los pacientes, al igual que los anteriores, entonces busco el siguiente nombre; Clínica de salud mental home "Siéntase como en casa", ladeo la cabeza, al menos el nombre me trae un poco de tranquilidad.

Luego de asegurarme que no han habido denuncias y aparentemente no hay nada turbio sobre esta institución leyendo las calificaciones en internet, me permito ver las imágenes, en realidad es diferente a lo que había creído, y tengo que decir que me deje atrapar por completo en el prejuicio de que las instituciones de salud mental son algo tenebrosas, con colores apagados y luces que parpadean por las noches. En realidad el color de las paredes de este lugar es rosa, por alguna razón eso suma un punto a su favor, tiene una zona verde enorme, llena de plantas, arboles y un jardín en el que algunos de los pacientes colaboran, observo las distintas actividades, veo que hay un horario dependiendo del paciente pero ofrecen como ejemplo uno general.

Desayuno 8:30
Manualidades 9:00
Sesión de terapia individual: 10:00 - 11:30
Tiempo libre 11:30 - 12:00
Almuerzo 12:00 - 13:00

Y creo que con eso me hago una idea, hasta ahora es la mejor opción.

-¡¿Jia has visto mis pantalones purpura?! -Escucho gritar a Zua en el pasillo, entonces cambio la página en el navegador y cierro el cuaderno-

Me giro justo en el momento en el que ella abre la puerta, en realidad es normal que Zua nunca toque la puerta, no me sorprende que aquí sea igual.

-No los he visto, pero estoy segura que si no los encuentras es obra del destino ¿Por qué no usas otra cosa?

Odiaba por completo esos pantalones, tenían líneas brillantes a los costados y podías verlos a un kilometro de distancia, así que era un alivio que no los encontrara, Zua suspira.

-Supongo que tendré que ponerme otra cosa.

La veo y no creo que me haya dado cuenta antes de lo mucho que ha crecido, me levanto de la silla y camino hacia el armario.

-¿Sabes una cosa? -Ella hace un sonido para hacerme saber que me está escuchando- Cuando tenía tu edad solo usaba cosas de color azul -Sonrío recordándolo- Estaba totalmente obsesionada con ese color, entonces no dejaba que mi madre me comprara algo que no fuera azul y si era así no me atrevía a usarlo.

-¿Por qué? Es decir, entiendo lo del azul y eso, me refiero ¿Por qué te obsesionaste con el?

Había llevado una camisa azul una vez para la fiesta de una de las más cercanas amigas de mi madre, Namjoon se había visto obligado a ir con nosotras ya que mi padre obviamente no hizo acto de presencia, y entonces cuando estaba a punto de terminar Namjoon dijo que me quedaba bien ese color, miro a Zua, no creo que sea seguro compartirle el problema de aceptación que tengo con mi hermano mayor.

-Me hicieron un cumplido -Me encojo de hombros- Alguien me dijo que me quedaba bien el azul y en ese entonces los cumplidos eran muy importantes para mi, así que solo usaba azul.

Entonces veo un trozo de la tela que estaba buscando y la saco con un suspiro, había una gran posibilidad de que eso no hubiera ocurrido aquí, sin embargo la falda existía y eso era lo importante.

Una falda plisada de color azul oscuro.

-Cuando supere esa etapa esto fue lo único que conserve -Le digo mostrándole la prenda- Deberías usarla, creo que queda bien con lo que llevas puesto.

Zua observa la falda y la toma con cuidado.

-Okey, pero creo que habrá que plancharla antes -Si, estaba llena de arrugas- Iré a hacerlo pero volveré para que me trences el cabello en un rato ¿Bien? -Asiento con una pequeña sonrisa, ella se va a cierra la puerta tras de ella-

Con un suspiro vuelvo a mi anterior tarea, esta vez miro los requisitos para registrar a un paciente, las opciones de tratamiento y el tiempo mínimo en el que podría estar allí; seis meses, suena como poco pero solo imagino lo que el cambio significaría para Jia, seis meses es una prueba, estoy segura de que Jia podría soportar seis meses, podría soportar más si es necesario.

Guardo el pdf con la información y continúo con los demás de la lista.

Es medio día y aún estoy con mi búsqueda cuando tocan la puerta, me enderezo, sé que Nam salió, vino hace menos de diez minutos a avisarme que saldría y que tal vez no volvería para el almuerzo, últimamente actúa de manera sospechosa pero no me atrevo a decirle nada pues probablemente sea quien más secretos guarda en esta casa.

Entonces eso solo deja dos posibles opciones y no creo que ninguno sea especialmente de mi agrado pero cuando es mi madre quien entra a la habitación me siento un poco tranquila, la otra opción era aterradora.

-Hola -Saluda, parece nerviosa-

He evitado verme con mis padres desde que deje la escuela, eso no data hace más tres días pero aún así me he esforzado por comer luego de que ellos hayan dejado la mesa y únicamente salir de mi habitación cuando sé que no están en casa.

No espere que alguno viniera a verme, en realidad estaba contando con irme de aquí luego de decirles lo del internado.

-Jia, quiero hablar contigo -Me alejo del computador dejando que la silla ruede sobre el suelo y me acomodo mirándola, ella se sienta en mi cama-

-¿Sobre qué? -En realidad estoy muy curiosa, ella no ha demostrado tener algún interés en Jia desde que llegue aquí-

-Sobre tu padre, sobre ti, sobre mi... -Suspira y frota sus manos en su pantalón- Te apoyo con que hayas decidido dejar la escuela.

Y estoy genuinamente sorprendida, esto era lo que menos me esperaba.

-Sé que soy una cobarde, no debí haberme quedado callada cuando lo anunciaste, no mientras tu padre te gritaba, es solo que...

No tenía que explicármelo, yo también sentía un miedo inexplicable cuando se trataba de enfrentar a mi padre en mi propia realidad, supongo que entendía como se sentía.

-Te da miedo -Complete en su lugar y ella guardo silencio- Madre, supongo que te entiendo, nunca ha sido fácil lidiar con mi papá pero aún así... No puedes dejar que tu hija lidie con sus problemas por su propia cuenta, no con problemas de la dimensión de los que tengo.

Mi madre asiente, sus ojos están llorosos, no me sorprenderé cuando suelte la primera lágrima.

-Lo sé, sé que debería ser yo quien te proteja, quien te apoye, sé que no he sido una buena madre.

Y aunque quería contradecirla no podía hacerlo, no cuando Jia vivía de esta manera, no cuando Namjoon tomaba el papel de padre que no le correspondía, creo que Jia dos y yo estábamos de acuerdo en que eso no podía seguir de esta manera.

-Tienes que cambiar, en realidad no sé si es demasiado tarde para mi, pero estoy segura de que Zua y Solmi pueden llegar a verte como una buena madre si decides cambiar ahora.

Las lágrimas empiezan a correr, pero no hago nada, no la consuelo y no es precisamente porque sienta algún tipo de rencor hacia ella si no más bien porque no tengo ni idea de que podría hacer para consolarla.

-Lo haré, voy a cambiar Jia, quiero ser una mejor madre para todas ustedes, no quiero que sientas que estás sola.

Se levanta de la cama y me toma la mano.

-Te prometo que haré lo posible para ayudarte y voy a apoyarte en todo lo que necesites, quiero que confíes en mi, ¿Qué tal si comenzamos por volver a comer todos juntos en la mesa?

Mi corazón se calienta con la sugerencia y estoy segura de que esto significa mucho para Jia.

Termino asintiendo, de cualquier manera creo que no hay razón alguna para decirle que no, incluso si eso significa tener que soportar la actitud de mi padre.

Para cuando mi mamá se va tengo decido que se los diré durante la cena, porque no es algo que pueda alargar mucho y porque estoy ansiosa por volver a mi propia vida.

Supongo que hay cierto beneficio en el hecho de que mi padre me esté ignorando, no estoy segura exactamente porque pero me hace sentir más tranquila, tal vez porque no siento presión alguna.

Namjoon y Zua están cada uno a mi lado y es casi como si estuvieran de mi lado -Lo que probablemente es así- Y me hace sentir más segura sobre lo que estoy a punto de hacer.

Primero voy a terminar lo último que queda en mi plato, al menos quiero terminar de comer antes de pasar por este difícil momento.

-Entonces Jia ¿Qué tal la vida de vaga? Sin la escuela no tienes nada que hacer.

No me gusta que mi padre haya dejado de ignorarme y menos que elija esa frase para dirigirme la palabra.

-Estoy mucho mejor que cuando iba a la escuela si es lo que en realidad te interesa saber -Suspira, supongo que una parte de el se está conteniendo-

-Al menos ya no puedes salirme con ninguna otra estupidez, ya no hay nada más que pueda meterse en tu cabeza.

Me muerdo el labio, es este el momento ¿No es así? es casi como si estuviera anunciando mis palabras.

-De hecho, aún hay otra cosa que decidí y no les he contado -Miro a Namjoon primero porque por supuesto es la reacción que más me importa, parece intrigado pero no molesto y eso es suficiente para mi- Yo...

Zua parece sentir mi indecisión y me toma de la mano, sentir su mano pequeña y delgada sobre la mía me hace recordar de inmediato su expresión cuando me vio en la bañera, sus palabras frágiles y las lagrimas que corrían por sus mejillas, me aclaro la garganta.

-Estuve averiguando en internet -Digo sacando las hojas dobladas que imprimí en la tarde de mi chaqueta- Todo sobre este lugar está bien -Digo entregándole las hojas a Namjoon- Te brindan ayuda según tu caso y yo estoy dispuesta a recibirla, además no es demasiado caro, al menos es más barato que lo que pagaban en la escuela así que estuve pensando y lo decidí.

-Jia, ¿De que estás hablando? -Pregunta mi madre confundida, tomo aire-

-Quiero internarme en una institución mental, de hecho en la institución mental home, es un buen lugar y...

-¿Institución mental? ¿Ahora de que estás hablando? -Pregunta mi padre, al menos no parece tan enojado como creí que estaría-

-Saben que necesito ayuda, saben que entre antes lo acepte mejor, saben que esto es lo mejor para mi.

Mi padre niega con la cabeza, parece decepcionado pero esto es menos de lo que esperaba de el.

Me preparo entonces para sus próximas palabras, que pueden ser crueles, despiadadas, y largas o tal vez podría decirme la cosa más cruel que se le ocurra y terminar con ello de una buena vez, nunca sé que esperar, aquí parece que mi propio padre me odia, al menos en mi realidad parece apreciarme, aunque no me da el trato que me merezco.

-Quiero el divorcio -Mi madre se levanta de la mesa y todo el mundo se queda en silencio-

Incluso mi padre que estaba a punto de condenarme con sus palabras se queda quieto.

-He permitido que trates a mis hijas a tu antojo, que las humilles y las minimices tanto como lo haces conmigo pero no puedo permitir que eso siga pasando, así que nos divorciaremos y te mudaras, Jia se internara en un hospital psiquiátrico y no habrá nada que tu puedas hacer para detener nada de esto.

Mi madre abandona la mesa con pasos decididos, cierro la boca, no sé en que momento la abrí pero así de grande es mi impresión.

Mi padre se apresura a perseguirla llamando su nombre y solo sus hijos nos quedamos en la mesa, Zua se encoge de hombros.

-Bueno, mejor tarde que nunca -Dice mientras continúa comiendo, luego me mira- Siempre sales con las cosas más inesperadas de la tierra Jia, pero esta vez mamá te ganó por mucho.

-Sin duda estoy de acuerdo con eso -Dice Nam, se levanta y camina hacia Solmi que está haciendo un desastre con su comida en su silla de bebé- Iré a dormir a Solmi, ustedes... ¿Pueden encargarse de la vajilla?

Miro a Zua, no parece tener ningún problema con ello, se encoge de hombros.

-Seguro, pero más te vale que bajes a ayudar con las ollas, una chica como yo no hace ese tipo de trabajo.

Namjoon sonríe aceptando y Zua continúa comiendo, entonces antes de subir las escaleras Nam se acerca a mi y acaricia mi cabeza.

-Muy bien hecho Jia -Me felicita-

Ahora me siento en paz, mi trabajo está hecho.