Nueve
"Efecto placebo"
Cuando volví el auto de mi padre aún no estaba estacionado así que supuse que aún no había llegado y lo confirme cuando al acercarme a la puerta escuche las voces y risas, resultaba un poco deprimente aceptar que nadie se reía ni hablaba tan animadamente cuando mi padre estaba en casa pero así es como eran las cosas.
Busque las llaves en mi bolso y abrí la puerta, no tenía muchos ánimos y lo único que quería era lanzarme a mi cama y dormir hasta que alguien se viera obligado a despertarme.
No me gustó ser sorprendida por segunda vez en el día por la misma persona. Tengo que decirlo, no me gustó verla en mi sofá, hablando con mi hermano mientras sonreía. Ella no merecía ninguna de esas cosas, no merecía disfrutar de las especiales charlas de Namjoon y mucho menos escuchar su risa, no cuando yo había pasado el resto de mi vida queriendo hacerlo. Así que mientras eso era lo que captaban mis ojos pase de la furia a la tristeza y de ella al autodesprecio, me asusté y aunque quise pensar que era cosa de Jia dos también tenía lo suficientemente claro que no era cierto.
-Oh llegaste, tu amiga te ha estado esperando.
Mire a Miri con rabia, lo supe desde el momento en que la vi, como me sonreía con superioridad, sabía exactamente lo que estaba haciendo, sabía que no iba a poder contenerlo por mucho tiempo.
-Le dije que no estaría en casa -Respondí mirando únicamente a Namjoon quien no parecía sentir el ambiente tenso-
-Pero ya estás aquí, siéntate traeré algunas de las galletas que horneaste -Dijo antes de hacer su camino hacia la cocina-
Mire el lugar junto a Miri como si representara algún tipo de lugar tóxico y para mi casi que lo hacía, sentía como si su personalidad horrible fuera contagiosa.
-Te dije que no podía hablar contigo hoy -Dije luego de haberme tomado mi tiempo para sentarme, se encogió de hombros-
-Si, y también recuerdo como una vez dijiste que no podías ser grosera frente a tu hermano, así que cuando lo vi llegar tome la oportunidad.
Era totalmente descarada admitiendo su sucio juego ahora que Namjoon no estaba justo aquí.
No me gustaba esta debilidad en común con Jia dios, hubiera preferido que nunca hubiera necesitado la aprobación de su hermano, después de tantas cosas que podíamos tener en común parecía que lo único similar eran nuestros traumas y problemas.
Namjoon volvió quitándome la oportunidad de responder, aunque no sabía exactamente que iba a decir sabía que no iba a ser mi movimiento más inteligente así que de cierta manera me había salvado.
-Hace mucho que Miri no venía a la casa ¿Ya no suelen pasar el tiempo en la casa de la otra? -Dijo estirando el plato lleno de galletas hacia ella-
-Oh, a Jia no le gusta invitarme, dice que su casa es un lugar aburrido pero creo que me gustaría venir más a ver a sus hermanas.
Desde el otro lado de la sala Zua bufó, creo que era obvio para ambas que la atención de Miri a penas y se había posado en ella y Solmi.
-¿Te aburres en casa? -Preguntó Namjoon pareciendo preocupado y me hizo querer golpear a Miri-
-No, sabes que me gusta hornear y resolver crucigramas con Zua, pero no creo que sean el tipo de cosas que le gusten a Miri.
Y era completamente cierto, no podía imaginarla poniéndole glaseado a un pastel o resolviendo todas las filas horizontales del crucigrama mientras Zua resolvía las verticales.
-Podría intentarlo -Dijo casi como si la hubiera retado, rodé los ojos-
-Miri me contó de tus nuevas amigas -Siguió Namjoon, su gesto de preocupación no se iba- No creo que sea bueno que estés con ese tipo de personas Jia -Fruncí el ceño mirándolo ¿Ahora de que demonios hablaba?-
-¿Por qué? Lia y Gia son buenas chicas.
-Es lo que a ti puede parecerte pero... Miri dice que vio a una de ellas consumir drogas y que la otra chica podría consumir tu energía, no son el tipo de personas de las que deberías rodearte.
Observó a Miri con rencor, es una víbora que sabe lo que hace y no pierde oportunidad alguna, sembrando la duda en mi propia familia para crearme inseguridad.
Que sorprendente que la primera vez que Namjoon actuaba como un hermano mayor me sintiera irritada.
-¿Y vas a creerle? -Dije levantándome de golpe- ¿Qué va a saber ella de ser una buena persona? -La señale- ¡Solo mírala! -Mi hermano frunció el ceño-
-Jia, estás siendo grosera.
-¡Por supuesto que si! Viene a mi casa a actuar como si fuera una buena amiga, a hacerse la buena contigo y a actuar como si mis hermanas menores le agradaran para terminar hablando estupideces de las únicas chicas que me han tratado como un ser humano normal en toda la escuela.
-¿De que hablas Jia? -Dijo Miri con tono lastimero- Jamás te he tratado de esa forma, eres mi amiga, mi mejor amiga -Dijo tocando mi brazo-
Aleje su brazo de un manotazo y ella se quejo.
-Jia tranquilízate -Dijo Namjoon con precaución-
-¿Cómo quieres que me tranquilice si mi propio hermano me está mirando como si fuera un monstruo? -Dije con la voz rota, ya veía las lagrimas venir- No entiendes nada de lo que estoy pasando, ni siquiera sé quien soy, no puedo reconocerme a mi misma porque ya no estoy segura de si esto es algo que haría o no, estoy cansada de tratar de enorgullecerte y luego ver como todo se va por la borda cuando alguien que dice conocerme viene a hablarte de mi, estoy harta de que me mires con lastima porque no es lo que he querido, solo quiero que me mires con cariño pero tal vez es demasiado pedir.
Subí las escaleras sabiendo que todo lo que había dicho lo sentía, dejando que los sollozos se me atascaran hasta que pudiera soltarlos en la soledad de mi habitación.
Todo era cierto, mi hermano pocas veces me miraba y cuando lo hacía solo demostraba la pena que sentía por mi, porque mis padres estuvieran ausentes y mi padre no me tratara completamente como una persona, porque yo tuviera que soportarlo y a veces eso dolía más que el hecho de que no me mirara. Aquí las cosas no cambiaban mucho, siempre andaba con precaución a mi al rededor, con miedo de que fuera a quebrarme.
Cuando me encierro en mi habitación no pasa mucho tiempo hasta que escucho la puerta principal abrirse y cerrarse, me acerco a la ventana y veo a Miri frente a un taxi, antes de irse mira a mi ventana como si supiera que estoy allí y sé que esto no ha terminado.
Podría simplemente rebajarme a ella, podría intentar competir y quedarme con Jungkook pero ella ni siquiera es tan importante ahora y Jungkook no es ningún trofeo. Lo que verdaderamente importa es como apagar el dolor de mi pecho porque a este ritmo la bañera está más cerca de lo que podría pensar.
Dos golpes en mi puerta me hacen retener el llanto otra vez.
-Jia, hablemos por favor, no quiero que te vayas a dormir enojada, por favor habla conmigo.
La voz de Namjoon siempre me hace pensar que dice lo correcto, como si el nunca se equivocara, debe ser por eso que termino creyendo todo lo que sale de su boca. Aquí el toma el rol de padre que mi papá no es capaz de tomar en ninguna de las realidades que conozco, espero que en alguna realidad desconocida Jia tenga una familia amorosa y sin problemas y un padre que la anime a ir a la universidad y ser una mujer independiente.
Me levanto de mi cama y enciendo la luz antes de abrir la puerta, sinceramente yo tampoco quiero irme a dormir enojada, por mi y por Jia dos.
Namjoon me ve con arrepentimiento, sé que mi maquillaje debe estar corrido y debo tener rastros de lágrimas pero a una parte de mi le gusta que se sienta culpable porque me hace sentir que le importo.
Volví a la cama y me senté en ella sin levantar la vista. No estaba segura de estar arrepentida por lo que había hecho pero si estaba un poco avergonzada.
-Jia... Lo siento mucho, no pensé que te sintieras así es solo que... -Suspiró- Nunca me dices nada y trato de entenderte, así que cuando ella empezó a contarme sobre ti no pude evitarlo.
-Lia y Gia son buenas chicas -Dije mirándolo- Una de ellas es super directa y está llena de confianza, la otra es tímida y multitalentosa -Suspire- Son unas de las pocas personas que me hacen tener esperanza.
-¿Te has estado sintiendo bien? Hace mucho que no te veía tan... deprimida
Fruncí el ceño, el debía estar equivocado.
-No hablemos de problemas mentales ahora ¿Si? Solo... No pienses que todo se trata de eso, no quiero ser solo una chica con depresión, quiero ser tu hermana, quiero poder pelear contigo sin que cedas y que no me des la razón en todo porque definitivamente no la tengo.
-Es la primera vez que hablas conmigo directamente -Dijo como si eso lo conmoviera- Estos días has estado diferente... Pero diferente es bueno ¿No es así? -Suspiró mientras yo lo miraba- Lo siento mucho Jia, creo que he estado tan pendiente de que no notes la ausencia de papá que me olvide de ser tu hermano.
-No quiero que tomes el puesto que el tiene, yo ya me he resignado a que el y yo no vamos a tener una relación cercana.
-Quisiera decirte que el va cambiar pero...
-Está bien -Dije a pesar de que no era así- No lo necesito.
¿Quería que Namjoon no se preocupara por mi? Absolutamente ¿Estaba mintiendo para ello? No estaba del todo segura.
-Había comprado entradas para el cine -Dijo aclarándose la voz cambiando de tema- Pensé que sería bueno que fuéramos mañana.
-Claro ¿Qué película es? Debes asegurarte que no sea una adaptación de un libro, sabes lo pesada que se pone Zua.
Era cierto, podía pasar toda la película diciendo "Eso jamás sucedió" o "¿Cómo se les ocurre omitir la parte más importante" Recuerdo cuando salió profundamente ofendida de la sala del cine porque en la película de los juegos del hambre Peeta no perdía la pierna.
-No es apta para Zua, pensé que estaría bien que pasemos un rato tu y yo, además Zua tiene clases de natación mañana y tu madre prometió llevarla.
Me sentía conmovida e ilusionada, incluso si este no era el hermano que conocía desde siempre la calidez que sentía en mi pecho era inmensa, tal vez debía aprovechar que en esta linea del tiempo Namjoon me demostraba su cariño.
-Entonces tenemos un plan -Dije correspondiendo a su sonrisa-
-¿Quieres bajar a comer? Prepare pollo al horno, con ayuda de Zua -Se apresuró a decir- No tienes que preocuparte porque esté quemado como las otras veces.
Intente sonreír pero aún tenía un sabor amargo en mi boca, uno que no tenía nada que ver con los problemas familiares de Jia dos o con los míos.
-Estoy un poco cansada hoy... Pero gracias Nam, por todo.
Dejo que se vaya de la habitación, algo me dice que sabe que no se debe solo a agotamiento y agradezco que no quiera preguntar.
Perder a Jungkook dos veces no le ha hecho nada bueno a mi corazón.
Era gracioso como en ambas ocasiones yo había pisoteado cualquier esperanza, una vez por su bien y otra por el mío.
Quisiera decir que estoy cien por ciento segura de mis decisiones en ambas ocasiones pero la verdad es que no.
Espero que esto sea como el efecto placebo, que al final sí termine de sanar haciéndome creer a mi misma que es el mejor tratamiento.
Mientras me envuelvo en las sábanas y dejo caer todo mi peso sobre el colchón me pregunto ¿Habrá una línea del tiempo en la cual sea totalmente feliz? ¿En donde pueda tenerlo todo sin tener que renunciar a algo? Espero fervientemente que sea así, que algún día llegue a ser la Jia que es completamente feliz.
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