"Back to us"

Por alguna razón estoy más tranquila que nunca, y sé que eso se lo debo a la otra versión de mi, aquella que se fue y probablemente no vuelva a ver más.

No voy a mentir, estar en algún interior de mi propia consciencia y dejar que ella tomara el control de la situación fue tranquilizante, y no me sentí sola en ningún momento, no cómo llevaba haciéndolo los dos últimos años.

Tengo que decir que aprendí muchísimo de ella, me hizo darme cuenta de muchas cosas, como que en realidad no estoy sola, que estoy más acompañada de lo que he querido ver y que de hecho soy muy afortunada por ello.

Me siento mal por ella, porque ella tiene menos compañía que yo y de alguna manera se las arregla con eso y me siento desagradecida, porque ella parece estar bien con lo que tiene y yo parezco nunca tener suficiente.

Aunque en este momento tengo suficiente y puede sonar raro que lo diga mientras estoy en una camilla conectada a un montón de máquinas que se aseguran de confirmar que aún sigo viva.

Aún sigo viva, y estoy feliz por ello.

Y antes de que alguien lo pregunte, si, esto era malditamente necesario.

No me iban a escuchar de otra manera y ahora mis padres parecen ver por fin que no estoy bien. El hecho de que Jia haya arreglado la mayoría de las cosas no significa que todo esté bien ahora, hay cosas que incluso ella no va a poder cambiar.

Me sorprendo cuando alguien entra a la habitación, miro a Jungkook a los ojos y todo dentro de mi tiembla.

-Jia... -Su voz está ronca y se de inmediato que ha estado llorando el tiempo que sea que lleve aquí-

Desearía que se hubiera ido antes de que esto hubiera pasado, así estaría lo suficientemente lejos como para enterarse y sufrir.

Se acerca a mi y toma mi mano derecha entre las suyas, besa los nudillos y observo como las lágrimas ruedan por sus mejillas.

-No sé que se supone que deba decir, si digo que me alegra que estes viva se sentiría muy egoísta de mi parte estar pensando en mí en lugar de pensar en cómo tuviste que sentirte para llegar a eso.

Otra clara demostración de porque Jungkook me gusta tanto, piensa en los sentimientos de los demás de maneras que otras personas no lo harían.

-Solo desearía que todo mejorara para ti, haría lo que fuera porque no te volvieras a sentir de esta manera nunca más.

Ni siquiera he dicho nada desde que entro a la habitación, estiro mi mano izquierda y seco las lágrimas de su cara, creo que al igual que a él me duele mucho verlo sufrir.

-¿Que hay de Kwon? ¿Está...? -Jungkook sacude la cabeza-

-¿De que hablas? -Pregunta evidentemente confundido-

-Su hermana, ella actuaba como si estuviera vivo y...

-Maia fue arrestada, Taehyung le contó a la policía cómo llevaba semanas acosándote, confesó haber mentido para aterrarte pero no sabía que se trataba de él, pero no está vivo, no habría manera de que lo estuviera, estás a salvo Jia, me asegure de que lo estuvieras desde ese día.

Y no tiene que decirlo, se lo mucho que le cuesta a Jungkook mencionar que asesino a alguien por mi causa y no precisamente porque se arrepienta de haberlo hecho sino porque nunca ha terminado de procesar el hecho de lo que hizo, por más despreciable que fuera Kwon Jungkook aún no puede aceptar del todo el haberlo matado.

Tomo una respiración profunda antes de hablar.

-Voy a salir de esto Jungkook -Mi voz se siente rara saliendo de mi propia boca-

Aunque Jia y yo somos exactamente iguales en cuanto a características físicas sentía que nuestra voz era diferente, su tono al menos era siempre firme y con poca duda, mi voz es un poco más baja y a veces parece que no estoy segura de lo que digo, tal vez es por eso que Jungkook me mira de esa manera; me mira como si se preocupara por mi, sé entonces lo que está pasando por su cabeza y tengo que convencerlo de que voy a estar bien incluso si él no está cerca.

-Ya no es solo una idea, me internaré hasta que me recupere de esto -Esta vez trato de que mi voz salga todo lo segura que puede- Yo... Estoy segura de que es lo mejor, me darán el tratamiento adecuado y estaré alejada de los estímulos externos que puedan alterarme.

Y al menos podía llegar a creer que estaría a salvo de mi misma, luego de todo el trabajo que hizo Jia para mantenerme a salvo jamás me atrevería a minimizarme o pensar que no tengo un valor en absoluto.

-Te escribiré -Digo y está vez sus ojos se suavizan- Cada seis meses te escribiré una carta para que sepas que estoy bien.

Tal vez era demasiado tiempo entre una y otra pero era más una manera de convencerlo de que iba a tener noticias sobre mí, si las cartas eran más frecuentes entonces podría estarlo orillando a aferrarse a mi.

-Cada seis meses suena bien -Dice el aclarándose la garganta, aún no suelta mi mano- Así que este es el momento ¿No? El momento en el cual mi Jia vuelve para siempre.

Tal vez no tenía ni idea de la manera en la que mi corazón se aceleraba al escuchar las palabras "Mi Jia" viniendo precisamente de él.

Asiento lentamente como si me costara decirlo, la verdad es que recuerdo todas y cada una de las cosas que Jungkook dijo cuando yo estaba "Ausente" porque sabía que era a mí a quien se las decía, a la chica escondida que ni siquiera otra versión de sí misma podía esconder.

-Volví para quedarme, esta vez es definitivo.

Si la muerte me había enseñado algo es que siempre había alguien que iba a extrañarte que no podría recuperarse de aquella perdida y aunque muchos podrían pensar en mi familia, mis hermanos, amigos o incluso en Jungkook la respuesta correcta no estaba allí, estaba en una chica de mi edad, tan parecida a mí que podría resultar escalofriante que en este momento estaba tan lejos de mí que jamás podría alcanzarla, con la cual tenía algo en común, la cual siempre sería mi razón para estar viva.

Escuchamos los pasos en el pasillo y sin siquiera estar seguro de quien se trata Jungkook se pone de pie.

-Se siente muy mal decir adiós así que solo voy a decir que espero verte de nuevo Jia y el día en que lo haga espero que la vida pueda darnos la oportunidad que nos merecemos.

Se va y, aunque siento el vacío, me lleno de valor para enfrentarme a la vida por mi misma, porque soy la única que puede sacarme de esta situación de dolor, la única que puede ayudarme a sanar.

Tres años después, Estados Unidos, california.

Camino con los pies descalzos sobre la arena, años atrás no me atrevería a hacer ninguna acción que pudiera afectar mis pies, pero nada le hizo más daño a ese par de extremidades que el ballet.

En mi mano llevo un batido a medias, la verdad no sabía cómo esperaba pero como no me podía dar el lujo de desperdiciar el dinero había decidido que la iba a tomar toda, podría parecer que estoy explorando la playa pero en realidad estoy perdida, solo no quiero que nadie lo sepa.

Por supuesto, nadie pensaría que una chica de veintiún años es un poco dependiente de su hermano mayor pero aún no me siento lo suficientemente cómoda con el inglés como para andar por las calles con seguridad si Namjoon no está cerca.

Terminamos en esta situación todo porque vi a un hombre que estaba vendiendo batidos -Si, la bebida que ni siquiera me había gustado lo suficiente era la responsable de esto- y fui tras él y de alguna manera Namjoon no me siguió el paso, pero en su defensa estaba muy metido en la conversación con Hoseok -Su ahora socio- como para darse cuenta de la situación. Supongo que no podía culparlo, ser CEO de una empresa era bastante pesado, luego de haberle quitado el puesto en ventas a mi padre -Descubriendo sus secretos con un hacker y sus debilidades con un empleado en la competencia- Nam era un exitoso empresario, un exitoso y muy ocupado empresario que seguramente lo último que necesitaba era lidiar con alguien despistada como yo.

Así que iba a seguir caminando por algunos minutos hasta que decidiera conseguir la manera de contactarlo o volver al hotel, lo bueno es que Namjoon debía confiar en mí más que yo misma, de lo contrario ya habría un escuadrón de búsqueda por aquí.

Trato de apartarme el flequillo de la cara para evitar que el sudor arruine su forma, aún me cuesta aceptar este pequeño cambio de look que Zua sugirió y al cual no le di muchas vueltas.

Está atardeciendo y creo que esa es una de las razones por las cuales estoy tan tranquila, ver el sol ponerse con el mar en frente es uno de esos placeres que en Corea no disfrute mucho.

Decidí sentarme en la arena a unos cuantos metros de la orilla del mar, mis ojos están cubiertos por gafas de sol y tengo un bikini con el que estoy obsesionada gracias a Lia -Quién lo diseñó específicamente para mí- Ya que está hecho a la medida y me da más seguridad de la que solía tener en la escuela.

Bueno... Supongo que debería hablar un poco de la escuela, no es el momento favorito de mi vida pero no puedo hablar de mi sin hablar de la escuela, por suerte pude terminarla y aunque no me gradué con ninguno de mis amigos ni tampoco tuve alguna toga o birrete para lanzar al cielo me sentí tranquila una vez terminó.

Ahora solo tenía que dar el siguiente paso.

Me sorprendo cuando una pelota rebota en la arena junto a mi, inconscientemente cubro mi rostro.

Un par de chicos se acerca a mi pidiendo disculpas, respiro onda acudiendo a mi conocimiento en inglés.

-It's okey, no big deal -Respondo intentando parecer relajada-

Sinceramente siempre creí que era muy liberal pero aún me ponía un poco incómoda ver a chicos sin camisa por doquier, sobre todo si pensaba que solo había visto a un chico sin camisa en toda mi vida -Que no fuera Namjoon- y eso siempre me hacía pensar en el de manera irremediable.

Uno de ellos pregunto algo, luego de un segundo entendí que me estaba invitando a jugar voleibol, al parecer uno de sus amigos aún no llegaba por lo que les faltaba una persona.

Los mire evaluando la situación, según Hanhe -Mi compañera en el hospital psiquiátrico- Convivir con chicos lindos de mi edad era una de las primera cosas que tenía que hacer cuando me dieran el alta y a pesar de llevar dos semanas fuera no había hecho nada que se le acercara.

Asentí con timidez, aclare que nunca había jugado realmente y que probablemente sería un peso para él equipo en el que me encontrara, por suerte no era la única chica y tampoco la única con malas habilidades para tal deporte.

Cuando por fin logré tocar la pelota no fue mi mejor tiro, por lo que al igual que alguien había hecho anteriormente conmigo la pelota cayó cerca de una persona, tan cerca que lo golpeó en la cara.

Mi gran necesidad de asegurarme de no haber herido a nadie fue más fuerte que cualquier cosa.

-Oh dios mío -Dije en medio de la impresión corriendo hacia la persona que se encontraba en el suelo; otro chico sin camisa- ¿Estás bien? -Pregunte rápidamente arrodillándome junto a su figura en el suelo, mi inglés apenas respaldando mi preocupación- Lo siento muchísi...

Las palabras ya no salían de mi boca, la marca roja en su cara no pasaba por desapercibido y a pesar de eso era una de las cosas que menos me importaban.

-Tal vez debería agradecerte -Dice con una pequeña sonrisa, aunque no puede engañar a nadie, el golpe debe doler- Estoy empezando a ver cosas que de verdad quiero ver.

-Tal vez deberías ponerte de pie.

Y tal vez yo debería dejar de hablar en inglés. El toma mi mano mientras lo ayudo a pararse y en mi cabeza no deja de sonar una alarma "Jungkook, Jungkook, Jungkook" es todo en lo que puedo pensar.

Él por alguna razón sigue sonriendo y esta vez si me fijo en el golpe.

-Creo que va a ponerse peor -Digo observándolo él se encoge de hombros-

-Entonces tendrás que compensarme.

-¿Compensarte? -Pregunto sorprendida de que esa sea una de las primeras cosas que se le ocurre decirme, asiente y yo me aclaro la garganta- Está bien, dime qué quieres, no es que disponga de mucho dinero en este momento pero cuando vuelva al hotel y encuentre a Namjoon podré darte lo que me pidas.

En realidad no era capaz de pedirle dinero a Namjoon pero encontraría la forma de arreglar ese asunto.

Jungkook parece pensarlo, un segundo después su cara se ilumina.

-¿Que tal una vida a tu lado? Es lo que he deseado desde que te vi.

Y aunque pensé que tal vez lo había superado, que las cosas nunca volverían a ser iguales el latido acelerado de mi corazón me lleva la contraria, me dice que nunca podría superarlo y que la única manera en que las cosas cambien es que nuestros sentimientos crezcan.

Esta vez soy yo quien finge pensarlo, mientras tanto me fijo en el montón de tatuajes en su brazo, los piercings en sus labios, supongo que no debería estar sorprendida de que esté aún más guapo.

-Primero respóndeme una pregunta -El se endereza, se prepara para lo que sea que voy a decir y asiente- ¿Tengo que competir con alguien por ti? Sé que había dicho que me gustaría esperar pero... La verdad me he vuelto un poco impaciente.

Él sonríe, su sonrisa me hace sentir mil cosas que no seria capaz de describir en este momento.

-Jia, jamás has tenido que competir con nadie por mí y nunca te haría esperar.

Y de alguna manera eso es suficiente, suficiente para que me acerque a él y mis labios toquen los suyos como nunca antes lo habían hecho, supongo que de alguna manera si estábamos destinados pero realmente no era nuestro momento.

Pero lo hicimos, estaba segura de que éramos una mejor versión de nosotros mismos, yo había crecido, me había propuesto sanar y lo había conseguido, no había sido tan fácil como las palabras podrían hacerlo parecer pero lo había hecho justamente para llegar a este momento, y estaba segura de que Jungkook de alguna manera era aún mejor que cuando lo vi por última vez en aquella habitación de hospital, aunque no pensé que eso fuera posible una parte de mi sabía que lo mejor que nos podía haber pasado había sido separarnos para volver a encontrarnos, para volver el uno al otro.

N.A.

Aquí un único vistazo de la vida de a quien he llamado Jia dos por este gran periodo de tiempo, de quien me despido deseando que siempre pueda ser feliz.

Aunque es un personaje ficticio le tengo cariño igual que a mis otras protagonistas, porque no son personajes que existieran antes de que yo los pensara, todos tienen una parte de mi y todos me importan mucho.

¿Qué les ha parecido está parte? De hecho nunca tuve pensado hacer dos finales, pero aún así creí que era justo que ambas Jias tuvieran un final feliz, justo como ambas lo deseaban desde el fondo de su corazón.

Aquí se vio como luego de un proceso de curación Jia al fin pudo encontrar la paz y solo entonces encontrar su camino a la felicidad, por eso quiero aprovechar para decir que si necesitan ayuda por favor búsquenla, no podemos esperar a que las cosas lleguen a extremos para tomarles importancia y menos a algo tan importante como lo es la salud mental.

Aún me quedan muchas palabras para la segunda parte del final así que lo voy a dejar hasta aquí, espero que lo hayan disfrutado y al igual que Jia encuentren el momento en el que se amen lo suficientemente a ustedes mismos para decidir amar a alguien más.

Dejo una fotito de como creo que se vería Jia dos en su final feliz.

P.D. Te amo Minsi, eres magnifica.

Besitos desde Venus <3.