Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 6

"Mis ojos se están cerrando y los tuyos están abiertos."

EZI




Seokjin se había acostumbrado al sonido de las olas rompiendo contra la arena y rocas, al cabello rizado de Hoseok por el agua del mar, a los besos salados, a los amaneceres brillantes o la llovizna de verano. Lo cierto es que los días pasaban y cada vez sus visitas a aquella playa se hacían más frecuentes, ya ni siquiera lo movía la curiosidad o el objetivo de escribir un buen libro y Hoseok lo sabía. Ambos sentían más que simple atracción a esas alturas, se entendían bien, les gustaba pasar el tiempo juntos y ambos habían empezado a necesitarse de cierta forma.

Sin Jin, Hoseok volvía a la soledad y sin Hoseok, Seokjin perdía todo resquicio de diversión o inspiración. Sus abuelos ni siquiera protestaban a esas alturas, habían conocido al muchacho y lo habían aceptado después de varias charlas. A su abuela le gustaba el modo en el que Hobi se volvía tímido cuando le pedía que la ayudase en alguna tarea que a él le resultaba nueva y a su abuelo le encantaba tener a alguien realmente dispuesto a ayudarle con la pesca y el mantenimiento del pequeño barco. En sólo dos meses habían forjado algo más fuerte y poderoso que una amistad o un simple lugar de encuentros sexuales fortuitos.

Les gustaba besarse, acariciarse y darse placer mutuamente pero conversar o bromear se situaba a la misma escala de disfrute que lo anterior. De alguna forma estaban juntos sin que hiciese falta ponerle un adjetivo al tipo de relación que compartían. Ellos lo sabían mejor que nadie, estaban juntos porque todas las demás personas a su alrededor parecían irrelevantes cada vez que cruzaban miradas.

—¿Qué haces? - los dos se encontraban en la habitación de Jin, en casa de los abuelos de este.

Hoseok alzó la libreta en su mano y sonrió, mientras Jin dormía había encontrado todas las notas que este había tomado sobre él. Desde su personalidad hasta su físico.

— " Hoseok tiene algo especial incluso si el mundo se niega a verlo. Él puede entender mejor que nadie la mayoría de mis guerras interiores sin que yo las mencione en voz alta. Lo hace porque se siente como yo y quizás eso es lo que más me atrae de él. Es atractivo por su explendido físico y porque conecta con todos los dolores que las personas minimizan. Sabe cómo me siento y yo sé cómo se siente él. " - leyó en voz alta una de las notas - Creo que me siento de la misma forma hacia ti.

El chico estaba sentado en el borde de la cama por lo que Seokjin pudo gatear hasta él y envolverlo en un abrazo desde atrás con gran facilidad. Sus brazos rodeando el torso de Hoseok mientras sus labios dejaban besos cariñosos sobre sus hombros.

—Me gusta que nos entendamos. Es lo mejor de ti, me da igual lo demás.

—¿Realmente te da igual lo demás? - preguntó Hoseok entre sonrisas cómplices.

—Digamos que es un gran plus que tu físico me atraiga tanto como tu mente pero créeme, si no hubiésemos conectado en cuanto a las situaciones de vida o lo que pensamos en general... Probablemente solo hubieses sido buen sexo.

—El mejor sexo que has tenido hasta ahora - Ambos rieron - Dilo. Sé que es lo que te gusta.

—Lo que tú digas - bufo Jin - Empieza a subirsete a la cabeza.

Hoseok sonrió y se giró haciendo caer a Jin sobre la cama. Cariñosamente el chico posó una mano sobre el pecho del escritor antes de besar su cuello sin más intención que la de aumentar esa preciosa calidez que los envolvía a ambos cuando charlaban de forma despreocupada y juguetona.

—Con respecto a eso... - Hoseok hablaba con calma. Su tono de voz se había vuelto menos frágil con el paso del tiempo. Al lado de Jin no tenía que cuidar sus palabras o mantenerse a la defensiva - Subes mi ego cada vez que gimes y te retuerces bajo mi cuerpo. Es por eso que se mantiene subiendo.

—Es bueno que te adore tanto como tú te adoras a ti mismo, de lo contrario te echaría a patadas - bufo el escritor encantado con las caricias que el chico dejaba sobre su pecho y torso.

Hoseok realmente se sentía feliz al lado de Seokjin, este había conseguido devolverlo a la vida e incluso a la civilización. Seguían pasando la mayor parte del tiempo en aquella caravana, en esa magnífica playa... Sin embargo Hoseok había recuperado la confianza en hacer algo más con su vida a parte de dedicarse por completo a la pesca para sobrevivir con lo justo. Quería terminar sus estudios y atender a los consejos que Jin le daba. Sabía que quizás su esfuerzo, como de costumbre, lo llevase a un callejón sin salida pero el escritor lo empujaba cada día a intentar cosas nuevas, a retarse a sí mismo para obtener experiencias renovadas.

—Tengo hambre - dijo el chico mirando a Jin quien alzó una ceja divertido.

—¿Otra vez? Acabarás con la comida de mis abuelos.

Ambos rieron levemente.

—Me gusta cuando cocinas para mi - confesó Hoseok - me haces sentir cuidado. Ya te lo había dicho antes pero como sabes la gente suele apartarme, ver que te preocupas de que coma bien y me mantenga sano me agrada. Si fuese un niño estaría fingiendo enfermarme todo el tiempo para tenerte atendiendome cariñosamente todo el tiempo.

—Puedo hacer eso incluso si no estás enfermo - Seokjin apartó el flequillo de los ojos de Hoseok - Nos cuidamos el uno al otro. También me agrada... Realmente es un sentimiento extraño. Volver a confiar así en alguien y tener la certeza de que no me fallaras, de que debido a que me entiendes tan bien lo pensaras tres veces antes de lastimarme o engañarme.

Hoseok asintió al instante entendiendo a lo que se refería el escritor con tales palabras. Cuando las personas te hacen daño continuamente, se vuelve difícil volver a confiar. Recuperar la necesidad de socializar. Uno se encierra metafóricamente y a veces también literalmente. Lo único que nos mantiene a salvo es no confiar en nada o nadie, sin esperanza no hay decepciones y sin confianza no hay desengaño. Pero esa manera de pensar al fin había desaparecido con.

Solo confiaban en ellos de forma mutua. El escritor creía ciegamente en el chico de aquella playa. Y el chico confiaba sin ningún tipo de duda en ese pesado escritor que durante un largo tiempo dedicó todo su tiempo a perseguirlo y acabó por conquistar cada parte de él.

—Vamos a comer entonces, te lo has ganado - Jin acarició los hombros y espalda de Hoseok antes de besarlo con lentitud - Buenos días, por cierto.

—Buenos días Jinie - respondió Hoseok.

Los abuelos de Jin comprendieron hace un tiempo que Hoseok era una víctima más de la sociedad juzgadora y carroñosa que lo envolvía todo en la actualidad. Un chico bondadoso y bueno había acabado arrastrando la mala fama solo porque alguien decidió crear rumores falsos y las demás personas los creyeron sin pararse a pensar en si tan siquiera tenían sentido. Por eso ahora recibían al novio de su nieto con una sonrisa todos los días y se alegraban de verlo bajo un techo en lugar de encerrado en la destartalada caravana de la playa a la que aún acudía de vez en cuando. Dormir en la casa de los abuelos de Seokjin se estaba convirtiendo en una agradable rutina para todos. Los abuelos agradecían el duro trabajo que Hoseok realizaba ayudando con las tareas del hogar y a Jin lo hacía feliz tener tan cerca al chico que quería. Su sonrisa era más brillante últimamente.

Sonreía viendo a Hoseok jugar al ajedrez con su abuelo, cuidando los frutales de su abuela, aprendiendo a hornear pan, enseñándole algunas cosas necesarias para los exámenes de ingreso a la universidad, duchandose con él, durmiendo a su lado o simplemente viéndolo sano y reluciente cada mañana a su lado.

—¿Si me aceptan en la universidad volverás a la ciudad o te quedaras aquí? - preguntó un día Hoseok mientras recibía las lecciones de Jin.

El escritor lo miró sonriente y alargo la respuesta unos segundos a pesar de que tenía completamente claro su futuro. Podrían volver a Blue Side en muchas ocasiones, de todas formas estaba seguro de que lo harían. Nunca abandonarían del todo ese lugar o aquella playa.

—Un escritor debe ir al lugar en el que nace y permanece su inspiración y en estos instantes tú eres todo lo que me inspira. ¿Responde eso a tu pregunta Hobi?

Hoseok sonrió y acercó a Jin a su cuerpo ayudándole a este a acomodarse sobre su cintura. De forma dulce acarició su espalda y lo besó. Había descubierto que le gustaba tomarse su tiempo, rozando sus labios y lengua sin prisa, en lugar de esos rápidos primeros besos que compartieron. Los dos estaban mucho más calmados en todos los sentidos ahora que se entendían tan sumamente bien.

—Entonces más me vale aprobar la prueba de acceso.

Jin sonrió sobre la boca de Hoseok y asintió felizmente. Ese día, durante su lección de coreano normativo en la playa, el sol brillaba y calentaba sus cuerpos. Lo suficiente como para que Jung Hoseok la enseñaste a Kim Seokjin cómo nadar, de nuevo.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro