Capítulo VI
Taehyung intentó vestirse lo más discreto posible para evitar ser seguido y notado por los paparazzis, quiso mantener su encuentro con Jungkook oculto para que no salieran con anuncios y noticias con rumores falsos, era eso lo que menos quería en esos momentos.
Luego de su repentino ataque de ansiedad tuvo que tomar uno de los medicamentos que le habían sido recetados tiempo atrás, con fortuna los dejó hace unos meses atrás, pero por desgracia los había necesitado otra vez.
Sus emociones se habían apaciguado un poco, sin embargo seguían a flor de piel con sus pensamientos carcomiendo su mente, él no sabía que esperar de ese encuentro que tendría con Jeon. Tantos escenarios pasaron por su cabeza que sintió la jaqueca avecinar.
En su bolso llevó sus documentos, celular móvil, las llaves de la casa y bien escondida una cajetilla de cigarrillos. No se maquilló y su vestimenta constó de unos vaqueros desgastados, una camiseta descolorida, una chaqueta acolchada y finalmente con su cabello azabache despeinado.
Un vistazo por el espejo y pudo sonreír un poco, sintió la voz de Hoseok diciéndole lo precioso que se veía sin maquillaje y sin tanta cosa extravagante. Que lo natural lo hacía ver hermoso y que amaba la forma tan rebelde de su cabellera oscura. Hoseok siempre resaltó sus rasgos de una manera tan linda y genuina.
Mientras que Jeon Jungkook lo insitaba a cambiar la mayor parte de él, a que se convirtiera en alguien más solo para su complacencia, solo para cumplir con sus estándares y caprichos, así hacerlo feliz.
Suspirando salió a zancadas de su habitación y luego de su casa, fuera Mingyu lo esperaba con la puerta trasera del coche abierta. El chófer era el único que sabía a donde se dirigía, más no tenía conocimiento de con quién. Taehyung había decidido mantener en secreto su reunión con Jeon.
Dándole un asentimiento amable a Mingyu, ingresó al vehículo, la puerta fue cerrada inmediatamente y en cuestión de segundo ya se encontraba de camino a la cafetería asignada al encuentro.
En la radio sonaba un jazz de Doris Day, su cantante favorita del género. Su música era simplemente inexplicable y tan fantástica que lo inundaba de tranquilidad y calma. La voz de esa mujer era armoniosa y melódica.
Con sus ojos cerrados se dejó llevar por la melodía de 'I Believe In Dreams'. Y quizás ahora entendía el significado de la canción, aunque quizá lo comprendió desde siempre pero lo ignoró. No era extraño en él ignorar las señales claras a sus ojos.
"Joven, hemos llegado" la baja voz del chófer lo sacó de su ensoñación.
Miró por la ventana y se tensó. De nuevo en ese lugar, ahora no sabía que sucedería. La verdad era que cada que fue allí el resultado de ello eran sus lágrimas y depresión, siempre que salía de ese lugar terminaba en cosas no buenas y sanas, en ese momento no quería saber en que terminaría esta vez, habían tantas probabilidades en su mente.
La idea de decirle a Mingyu que diera vuelta al coche y regresarán le parecía demasiado tentadora, porque realmente no quería estar ahí, no otra vez.
Por su vista cruzó una silueta muy reconocida a sus ojos; era él. El hombre que ocupaba su mente y corazón, aquel que se adueñaba de sus pensamientos y sentires, ese que le hacía daño aunque no quisiera permitirlo.
"¿Joven Kim?" El llamado de Mingyu preocupado lo hizo sacudir su cabeza y mirarlo.
"Regresa en una hora, en cualquier caso te llamaré" le avisó y seguido abrió la puerta del auto.
Rápidamente bajó, se ajustó los lentes y la ropa, se colgó el bolso y cerró la puerta del vehículo. A pasos cortos se dirigió a la entrada del lugar, la inseguridad estaba carcomiendo su cuerpo.
Tomando aire lo más profundo que podía, entró a ese lugar con el corazón en la mano. Buscó con la mirada a dicha persona y lo encontró en las mesas más alejadas del lugar, como en el pasado.
Se dirigió hacia él, agradecía que el lugar no estuviera tan ocupado y el silencio que lo llenaba, sentía de esa manera que podría pensar con más claridad y que si cometía una estupidez no habrían tanto público.
Su presencia fue notada por él, quien rápidamente se levantó y quedó esperando a que se acercará un poco más. Taehyung jamás se había sentido tan vulnerable después de tanto tiempo, pues solo Jungkook lo hacía sentirse así: vulnerable, expuesto, impotente.
"Tae..."
Oh... Su voz.
Taehyung pudo detallar minuciosamente la apariencia de Jungkook, su piel estaba más pálida de lo normal, sus ojos apagados y rojos, sus labios morados y resecos, su rostro con algunos golpes y rasguños.
Jungkook se veía acabado, horrible y totalmente enfermo. Se recordó así mismo después de su ruptura con él. Así se veía él.
Se preguntó si ese era el karma de Jungkook por todo el daño que había ocasionado, quizá si era, pero podría como de que no. No era rencor, sin embargo pensaba que a Jungkook le quedaba mucho karma que pagar.
"Hola" intentó sonar estable y seguro, no quería demostrarse ante él como alguien estúpido que seguía siendo manipulable.
"Ven, ven, siéntate" corrió una de las sillas "Estaba ansioso por tu llegada"
Taehyung asintió sentándose, colocando su bolso sobre sus piernas y aceptando el caballeroso comportamiento del contrario, recordando que esa actitud únicamente la tuvo los primeros meses de sus relación, ya luego se había comportado como una puta mierda.
Vio como Jeon se sentaba frente a él y lo miraba sonriente y tímido.
"¿Qué quieres de mí?" Preguntó directo al grano, demorar más de lo necesario era algo que no quería, entre más rápido fuera la charla y se solucionara, era mucho mejor para él.
Jungkook suspiró y se pasó las manos por la cara, parecía estar pensando en que decirle.
"He terminado con JiEun... Las cosas no se dieron porque seguía pensando en ti" Jungkook sonó tan decaído y devastado, que el corazón de Taehyung se oprimió duramente "No sabes cuánta falta me has hecho, la peor decisión que pude haber tomado fue alejarme de ti por una mujer que simplemente no valía nada".
Taehyung quedó mudo, ahora... Jeon Jungkook se encontraba diciendo que Lee JiEun no valía nada. ¿Qué clase de broma era está?
Recordó las incontables veces en las que el hombre frente a él, lo comparaba con Lee JiEun. Cuando hablaba tanto de esa mujer, que le causaba tanta incomodidad e inseguridad, porque él solo quería ser perfecto para Jeon, pero pareció que no fue suficiente.
Días incontables en los que dejó de comer con tal de tener una buena figura, de ser delgado. Y cuando comía, solía vomitar todo, vaciando su estómago, dejando un horrible y asqueroso ardor en su garganta que le producía más náuseas.
"Tae... Yo te amo, mi amor" las palabras rondaron por su cabeza "Créeme, eres a quien realmente amo y con quién pasaría mi vida completa"
Sus ojos se cristalizaron, un sentimiento conocido se instaló en su pecho, no quería volver a caer en las palabras y falsas promesas de Jungkook. No obstante, sintió que estaba hablando con la verdad, que finalmente se había abierto con él y aceptó sus sentimientos hacía él.
Taehyung pudo palpar que ese cajón que había cerrado con llave hace tiempo atrás, se estaba abriendo y que el amor que sentía por Jeon Jungkook estaba floreciendo nuevamente. Aunque su temor era percibido, tenía miedo de que estuviera jugando otra vez con sus sentires y que luego de un tiempo lo desechara cual juguete como sucedió lapso atrás.
Los ojos grises de Jungkook brillaban cual constelación, eso era algo que Taehyung amaba en Jungkook... Su mirada era muy atrayente y hermosa, hipnotizante podía ser una buena palabra para describirla.
"No debería porque creerte, no quiero hacerlo..." Murmuró Taehyung jugueteando con su bolso, los nervios y ansiedad estaban carcomiendo horriblemente su cuerpo "¿Por qué me haces esto?" Le preguntó con un hilo de voz.
La primera lágrima cayó, rodando lentamente por la mejilla de Kim Taehyung.
"¿Sabes cuánto tiempo estuve esperando a que me llamaras? Dure dos meses en espera de alguna llamada tuya, desee verte en mi puerta con algún detalle, ansiaba escuchar tu voz. Ahora, luego de tanto tiempo... ¿Vienes a buscarme?" Su voz entrecortada fue algo que no deseó hacer notar, pero fue imposible.
Ya no logró contener más sus emociones, así que les dio pase libre para soltar todo ello que guardó mucho tiempo.
"¿Por qué esperar tanto? Pudiste haberme buscado antes" dijo riendo con desgana "Me dejaste hundido, Jungkook, termine en una oscuridad profunda por tu culpa, ¡Fue difícil salir de ahí!"
"Perdóname, te lo juro que no sabía que estaba pensando en ese momento" Jeon estaba con una expresión asustada y deprimida, no sabía cómo describir el como estaba Jungkook, porque no lograba entenderlo.
¡Nunca entendió a Jungkook! Solo se forzaba a creer que realmente lo entendía, pero no pasó. Jungkook era indescifrable, una incógnita que le era confusa de comprender.
"El problema es que tú nunca sabes que piensas" señaló con una sonrisa irónica.
Jungkook lo observó atónito, lágrimas luchaban por salir de sus ojos que al parecer había contenido por demasiado tiempo. A Taehyung no pudo haberle importado menos el que se sentiría Jeon.
"Tú nunca pensaste en mí, mientras que yo aún sigo como un estúpido pensando en ti" confesó débil y con sinceridad "Mientras tú pasabas sobre mí, yo me preocupaba por ti, pensaba en ti, vivía por ti e incluso quería morir por ti..."
"Tae..."
"No, déjame hablar" lo cortó mirándolo con seriedad y decepción "Sufrí mucho por ti, dure noches de desvelo esperando a que llegarás y dijeras que me amabas, no es justo que ahora vengas a decírmelo cuando estoy viviendo lo que siempre soñé"
Sus palabras hicieron a Jungkook soltar sus lágrimas, porque eran crudas y sinceras.
Todo ello fue lo que guardó durante mucho tiempo, ya había tenido la charla con su terapeuta acerca de Jungkook y en los casos hipotéticos en dónde tuviera que enfrentarlo. Solo que Taehyung no esperaba que eso sucedería, pero ahí estaba pasando.
Cuan irónica es la vida, ¿No?
Justo cuando estaba a punto de eliminar por completo a Jeon Jungkook de su vida, llega y lo desarma totalmente.
"Luche contra todos solo por ti, por nosotros, para que simplemente luego me dejaras a la deriva... ¿Sabes lo terrible que lo pasé?" Cuestionó señalándolo de manera acusatoria, reprendiendo sus malos actos "¡Por supuesto que no!"
Jungkook agachó la mirada mientras se tragaba sus palabras, incapaz de responderle a aquello de lo que lo estaba culpando. Porque sabía que él tenía razón.
"¿Para esto querías verme y hablarme?" Se rió entre dientes "Eres un imbécil en todo el significado de la palabra"
Taehyung se levantó de la silla y miró a Jungkook, las lágrimas nublando su vista. Una mirada dolida, triste y resignada.
Inmediatamente Jeon se levantó también acercándose a una distancia poco prudente de él.
"No te vayas, por favor" Jungkook le suplicó e iba a tomar su mano, lo cual no logró pues Taehyung la desvió, evitando el contacto.
"No te me acerques y mucho menos me toques" espetó alejándose "No me vuelvas a buscar, no quiero volver a verte jamás"
Y ese cajón en su interior que se había abierto volvió a cerrarse con llave y empujado a lo más recóndito de su pecho.
"No me hagas esto, te lo ruego" El hombre se arrodilló rogándole con su hermosa mirada azulada, sin embargo Taehyung se obligó a no ceder.
"Adiós, Jungkook"
Ignorando todo, le dió la espalda y caminó directo a fuera del local, sin importarle nada más.
Miró sobre su hombro, con la leve esperanza de que Jungkook estuviera detrás de él... Pero no fue así, debió suponerlo. Suspirando entrecortado, secó sus lágrimas con delicadeza dispuesto a continuar con su vida y a olvidar a Jeon Jungkook.
"Tú regresas con ella... Y yo continúo con mi vida" se dijo así mismo.
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